Gloria y Mariana (I)
Un joven rapta a dos chicas para llevarlas a un descampado donde las obliga a masturbarse para él.
Tenía 17 años, estaba en 4º año del Secundario, las salidas de los sábados por la noche ya eran más que comunes, por supuesto que los bailes matinée, donde iban los chicos de nuestra edad, ya no nos gustaba. Salíamos como chicas mayores, íbamos a pubs, a discotecas, y siempre regresábamos a nuestras casas ya pasadas las 7:AM, casi siempre con el sol ya sobre nosotras. Éramos un grupo de 5 chicas, pero a veces salía sólo con Gloria, mi mejor amiga; las dos somos altas, flacas, con muy buen lomo, yo tengo un poco más de cola que Gloria, pero sin presumir puedo asegurar que las 2 somos muy bonitas y mucho más un sábado a la noche, cuando nos vestimos reprovocativas y nos pintábamos y todas esas cositas de mujeres. También éramos de tomar bastante alcohol, como niñas ya creyéndonos mujeres, tomábamos, fumábamos, y nos creíamos las más audaces del mundo. Uno de esos tantos sábados de salida, terminó de una manera inimaginable.
Eran las 20 h. Gloria vino a mi casa y empezó la producción de vestimenta para la salida, tanguitas bien metidas en la cola, polleras bien cortitas, remera de lycra bien ajustada, zapatos con un poco de taco, luego vino el maquillaje, parecíamos 2 gatas en celo, pero sólo en apariencias, ya que por dentro éramos 2 nenas y para colmo, aun vírgenes.
Ya pasadas las 23 h. tomamos un taxi y nos fuimos para un pub, el lugar estaba que explotaba, no se podía caminar, mientras tratábamos de abrirnos paso hacia la barra, mi cola era manoseada, giraba mi cabeza para tratar de descubrir al toquetón, pero era en vano, imposible descubrirlo, luego en la barra pedimos 2 margaritas, prendimos un cigarrillo cada una, y comenzó el desfile continuo de muchachos que se nos acercaban, nosotras con mucha sutileza nos deshacíamos de cada uno, en realidad ese era el juego, provocar, seducir y nada más. Luego pedimos cerveza, ya a esta altura, estábamos bastantes borrachitas. Necesitaba ir al toilette, pero este se encontraba bastante lejos de la barra, y eso significaba pasar por entre la gente y soportar otra vez manoseos, tuve que arriesgarme, me empecé a abrir paso por entre la gente y enseguida sentí cómo una mano y otra mano se apoyaban en mi cola, es raro, ya no me molestaba tanto, finalmente pude llegar, al regreso, más de lo mismo, manos y manos que me tocaban. Logro llegar a la barra y observo a Gloria acompañada por un muchacho, estaba bastante lindo, me acomodo del lado de él y Gloria me lo presenta, tendría unos 25 años aproximadamente, pelo corto rubio, ojos claros, y un físico bárbaro, su nombre era Fabián, enseguida nos invitó otra margarita, invitación que no dudamos en aceptar; no éramos de hablar con un hombre por más de 2 minutos, pero éste nos cayó muy bien a las 2, era simpático, lindo, y encima borrachitas, en fin, lo veíamos como todo un hombre. Ya eran las 2:AM, era hora de ir a bailar a la discoteque, Fabián nos insistió una y otra vez en llevarnos, no estábamos seguras, pues no nos gustaba subir en el auto de desconocidos, tanto insistió que aceptamos, salimos del pub y seguimos a Fabián hasta su auto, una camioneta 4x4 espectacular, Gloria quiso subir al asiento de acompañante, pero él dijo que no, nos quería llevar a las 2 como si fuera nuestro chofer, nos causó gracia y aceptamos, la discoteque quedaba como a 20 minutos del pub, Fabián puso música y emprendimos marcha hacia la disco, nos estábamos divirtiendo mucho, Fabián hacía bromas todo el tiempo y nosotras 2 borrachitas nos moríamos de risa, tan voladas íbamos que no nos dimos cuenta ni por qué camino tomó Fabián, no recuerdo bien pero habían pasado 25 minutos aproximadamente y se me ocurre preguntar :
-- ¿Dónde estamos Fabián? -- Tranquilas chicas que ya casi llegamos. Respondió él.
Gloria y yo nos miramos, se nos borró esa sonrisa que mantuvimos todo el viaje, y presentimos que algo iba a pasar. De repente Fabián para la camioneta. Miramos a través de la ventanilla y estábamos como en un descampado, había árboles y lucecitas de autos que se veían de lejos.
--Bueno chicas...llegamos, si se portan bien y hacen todo lo que les pido, les prometo que no les va a pasar nada... ¿ok?.
Nos decía Fabián mientras sacaba un revolver de la guantera y la apoyaba sobre el tablero. Las dos nos pusimos pálidas, casi me orino encima, Gloria comenzó a llorar.
n Bueno, Bueno...nada de llanto ¿Ok?...¡OK GLORIA!... - Gritó para intimidarla, objetivo que logró, pues Gloria quedó como inmóvil. -- Yo no las voy a violar ... ¿ok? a mí me gusta mirar, me calienta mirar y que me miren también, ¿si? tal vez un poquito de toqueteo, pero bueno, eso se ve... ¿ok?.
Él se acomodó entre los dos asientos de adelante mirando hacia nosotras y empezó a dar ordenes..
--Bueno Mariana, quiero que te saques despacito esa remera de lycra, dale.
Con mi brazo tembloroso corrí una manga del hombro y luego la otra, me saqué la remera, y su mirada quedo fascinada con mis tetas, que no eran muy grandes, pero sí paraditas y de pezones grandes.
--¡¡¡Sí bebé!!! ¡qué tetitas chiquitas pero hermosas que tenés! --¡Gloria! quiero que hagas lo mismo.
Gloria obedeció, se quito su remera y sus tetas quedaron al aire también. Eran mucho más grande que las mías.
--¡¡¡MMM!!! ¡Qué tetas Gloria! ¡Qué cositas hermosas!, chicas estoy muy pero muy caliente, quiero que vean cómo saco mi pija afuera...¿ok? ¡ni se les ocurra apartar la vista!.
Se levantó un poco entre los dos asientos, se desabrochó el pantalón, y se bajo jean y calzoncillos juntos. Las dos nos quedamos sorprendidas, su pija estaba reparada, era grande, ancha y la teníamos a 40 centímetros de distancia.
--¡Mejor me saco todo!. Se sacó botas, pantalones , quedó casi desnudo, sólo llevaba una camisa.
-- ¡Les gusta chicas!...¿las excita verme?. Nos decía mientras comenzaba a masturbarse con ambas manos. -- Bueno chicas, ya que las 2 están con polleras, quiero que apoyen los 2 pies sobre el asiento y abran las piernas, quiero verles las bombachitas.
Las 2 obedecimos, puse mis pies sobre el asiento, y abrí las piernas, de ese modo tenía una vista espectacular de nuestras conchitas, aún tapadas por las tanguitas. Ya a esta altura no podía dejar de observar cómo se pajeaba, era una mezcla de curiosidad, morbosidad, excitación, creo que era de todo un poco.
-- Bueno... chicas ... a sacarse la pollera , quiero que se queden con la bombachita nada más. Dijo Fabián.
Nos sacamos las polleras , y ahí estábamos las 2, sólo con nuestra tanguita y los zapatos con tacos.
---¡¡¡Siii!!!...son 2 putitas... ¡¡¡cómo me hacen calentar putitas!!!..¡¡¡Ahhh!!!...¡MMM!...¡Ahhh!
Comenzó a gemir a decirnos barbaridades, a insultarnos, comenzó a masturbarse más rápido.
---Quiero que las 2 se den vuelta y apoyen cabeza y brazos sobre el respaldo del asiento, quiero que me apunten con esos culitos... ¿si?.
Las 2 obedecimos.
¡Sí bebés!..¡Son dos putitas hermosas! ¡las pajas que se deben hacer!, ¡les voy a tocar un poco el culito chicas!.
Una mano se apoya en mi culo, lo empieza a acariciar, la otra toca el culo de Gloria, nos manoseaba los cachetes, luego comenzó a meter mano y dedos entre la tanguita, sentí cómo 2 o 3 dedos pasaban por mi conchita y por mi culito también.
--¡Así como están!..quiero que se saquen la bombachita.
Lentamente me la saqué, Gloria hizo lo mismo.
--¡Agáchense un poquito más! quiero verles la conchita y el culo juntos.
Ya a esta altura, lejos de estar asustada, creo que me estaba gustando, tal vez por culpa del alcohol, no lo sé, pero tenía mi conchita mojadita y Gloria también.
--¡¡¡UUHH!!!...¡¡¡qué belleza!!! ¡¡¡las 2 la tienen mojaditas!!! ¡¡¡Son reputitas de verdad!!!.
Comenzó a manosearme otra vez, su mano acariciaba mi vagina y cola, lentamente comenzó a introducirme un dedo en mi conchita, no tuvo ninguna dificultad, pues estaba toda mojada, luego introdujo otro y comenzó a moverlos rápidamente, me estaba cogiendo con los dedos. Con la otra mano se masturbaba, Gloria sólo miraba de reojo, sabiendo que luego le tocaría a ella.
Sacó los dedos y comenzó a introducirme uno en la cola, entró rápidamente, pues su dedo estaba todo lubricado de mis jugos, pero fue demasiado rápido y me dolió un poco...
¡¡¡Ahhh!!!, ¡despacito por favor...!. Le dije. -- ¿Te dolio bebé? pobrecita, aguántatela bebita, te lo voy a meter hasta sacarte caquita ¡puta!. Y comenzó a mover su dedo con más violencia. Cerré los ojos, apreté los labios, e intenté relajarme, era una sensación rara, pues me dolía pero a la vez me gustaba también.
Dense vuelta, apoyen otra vez los pies sobre el asiento y abran esas piernitas...
Ahí estabamos los tres, desnudos, él no paraba de masturbarse, y mis ojos no podían evitar observar ese espectáculo.
--Tóquense las tetas...¡vamos!
Comenzamos las dos a tocarnos las tetas. Yo me tocaba con bastantes ganas, redondeaba mis pezones, los estiraba.
--¿Te gusta Mariana?... ¿te gusta tocarte?. ¡¡¡Contéstame puta!!! Me gritó. --Sí Fabián, me encanta tocarme ¿así te gusta? --Sí bebe...así...así...mmm...vamos Gloria...con más ganas mi amor... Ahora quiero que se toquen las conchitas con las dos manos, quiero que se hagan la paja....¿ok?. Métanse los deditos y quiero escucharlas también, quiero que giman, que hablen como prostitutas, como putitas que son.
Las 2 comenzamos a masturbarnos, y a gemir. Con una mano abrími conchita y con la otra, jugaba con mi clítoris, y metía y sacaba un dedo. Los tres masturbándonos y mirándonos.
-- Ahh...siii...mmm...¿les gusta putitas? -- Ahh, ahh, ahh, mmm, mmm.. sí me encanta, contestaba. -- Ahh...ahh...siii, siii, qué lindo... Decía Gloria. -- Qué puta que sos Mariana, sos re pajera ¿cierto?. preguntaba Fabián -- Sí soy re puta, repajera, me encanta serlo ¡ahh! . -- Ahora quiero que Gloria te chupe los deditos mojaditos que tenás y vos Mariana le chupas los deditos a ella....¡vamos!
Con Gloria nos miramos, ella tenía los ojos vidriosos, como si estuviera a punto de comenzar a llorar, yo le tomé la mano a Gloria y comencé a chupar sus dedos, tenía un sabor diferente que el mío, a Gloria le costo más, le acerqué la mano y con cara de asco comenzó a chuparme los dedos. Fabián se regocijaba de placer, su pija parecía que estaba a punto de explotar...
--¿Te da asco Gloria?. Ahora por putita presumida quiero que le chupes la concha a tu amiguita...y más vale que lo hagas ya porque si no va a ser mucho peor....Dale mariana recostate sobre el asiento que tu amiguita Gloria te va a meter la lengüita en esa conchita jugosa que tenés...
Me recosté sobre el asiento, abrí mis piernas, Gloria con una lágrima en sus mejillas, se acomodó y comenzó a lamerme la concha, por primera vez en mi vida alguien me lamía la conchita, y sinceramente me encantaba....
¿Te gusta putita? . Me preguntaba Fabián. -- Sí me encanta, ahh, ahh,.... -- Quiero que con esta mano me agarres la pija... ¡dale puta de mierda!.
Estire muy poquito mi brazo, pues su pija ya estaba muy cerca mío, y la tome, estaba caliente, era nuevo para mí también...
n Pajéame Marianita, dale pajéame...- Comencé a mover mi mano y a pajearlo, él se movía , movía su pelvis como eufórico. --¡¡¡ Espera!!! Gritó. Grito que nos asustó a las 2. Gloria dejó de lamerme y levantó la cabeza, las dos nos quedamos duras, mirándolo. -- Estoy por acabar trolitas, quiero que las dos se acerquen y se masturben conmigo, quiero que los tres acabemos juntos, griten, giman, sean bien putas.
Fabián comenzó a pajearse a mayor velocidad, y nosotras a solo 15 o 20 cm. de su pija, también masturbándonos. Comenzó a gemir y a gritar, y nosotras también.
-- ¡¡¡AHH!!!...¡¡¡AHHHH!!!. ¡¡¡SIII!!!...ahhhhhhh. Su semen saltó con mucha fuerza, manchando a Gloria en sus tetas y panza. En ese mismo momento en que Fabián acababa, nosotras gritábamos y gemíamos también, simulando acabar, pero mi orgasmo lejos de ser fingido, fue espectacular. Pasó un lapso de 1 minuto aproximadamente en que no decía palabra, parecía estar tratando de recuperarse, Gloria trataba de sacarse el semen de su cuerpo con la mano, logrando desparramar más el semen y llenarse la mano con leche también.
-- Ay qué placer...qué bueno estuvo ... ¿les gustó chicas?- preguntaba mientras observaba mi conchita. Parece que a Mariana le gustó bastante...tomen límpiense. Y nos alcanzaba unos pañuelitos de papel.
En ese momento creo que las 2 pensamos que esto había finalizado. Pero no fue así. Fabián encendió un cigarrillo, ofreciéndonos uno a nosotras, yo acepté con muchas ganas, lo necesitaba, Gloria no aceptó y seguía llorando, pero sin decir palabra, ni emitir ruido alguno.
-- ¿Qué hora es? . Se preguntó él mismo. 3:40 am...sólo pasó una hora.
Para nosotras había sido una eternidad.
Tenemos un ratito más para el segundo polvo...jejeje.
Me gustaría que me escriban para que me cuenten qué les pareció. Fabiana_groppo@hotmail.com .