Gloria

La pareja que me habían invitado para salir era muy payasa y su mama me dijo... no le hagas caso mi hija es una tonta.

Soy de la ciudad de México, y esto me sucedió cuando yo tenía aproximadamente 20 años de edad (1985) y estudiaba la carrera de derecho además de trabajar como pasante en un despacho de abogados.

En aquel entonces éramos cuatro pasantes y el mayor de nosotros de nombre Víctor tenía una novia que era artista de televisión, muy guapa y cachonda. En una ocasión me invitó a salir en compañía de su novia y la hermana de esta, por que no querían salir los tres solos y le pidieron que buscara un amigo para la hermana. Inmediatamente dije que sí, pues si la novia de mi amigo estaba buenísima, la hermana podría estar por lo menos un poco parecida.

Así fue que recogí a mi amigo en su casa y nos dirigimos a casa de su novia. No estaba nada equivocado cuando conocí a josefina, quien sería mi pareja para esa velada, estaba mejor que la novia de mi amigo, pero cuando la saludé y me presenté con ella se me hizo un poco payasa. Bueno después de las presentaciones de rigor decidimos que era momento de despedirnos, pero cual fue mi sorpresa que la mamá de estas (Gloria), no se quería quedar sola y me preguntó si nos podía acompañar, a lo que entre dientes y tratando de poner mi mejor cara dije que sí.

Gloria era una mujer de 55 o 60 años aproximadamente, de baja estatura y facciones agradables, en ese momento no pude ni quise observarla físicamente por que prefería ver a mi acompañante que iba vestida con unos pantalones de mezclilla entalladísimos que denotaban unas nalgas de fantasía, una blusa holgada semitransparente que permitía ver unos senos hermosos sujetados por un bra de media copa que parecía que dejaba ver las orillas de sus pezones, rematados por una carita de angel, aunque muy payasa, muy deseable.

Abordamos mi vehículo con dirección a un antro donde había una variedad de cómicos, y que cuando llegamos lo primero que hicimos al sentarnos en una mesa de pared de media luna con asiento corrido, fue pedir una botella de Ron y unos refrescos para amenizar la velada. Según pasaba el rato, nos parábamos a bailar y yo alternaba con la hija y con la mamá, dándome cuenta que definitivamente no era del agrado de mi acompañante, por lo que me dediqué a tomar un poco más de la cuenta. Cada que hacía yo el intento de entablar plática o de querer abrazar a la muchacha con la que iba, ésta me rechazaba, hasta que la mamá (Gloria) se acercó a mi oído y me dijo que no me afligiera y que platicara con ella y en ese momento puso su mano en mi muslo y acariciándolo de manera muy cariñosa me dijo que era muy simpático y guapo, que su hija era muy tonta. En ese momento se vuelve a acercar a mí sin quitar su mano de mi pierna y me pide que le sirva otro trago, acercándose tanto que siento su pecho izquierdo rozar mi brazo derecho. No sé si fue mi imaginación pero sentí que tenia bien duro su pezón al igual que su mano iba subiendo peligrosamente por mi pierna. Yo estaba muy nervioso por la situación de que no se fueran a dar cuenta los demás, pero la calentura que eso me produjo hizo que se me pusiera el pito lo más duro que se podía. Gloria se dió cuenta de mi calentura y me pedía que brindáramos por cualquier tontería acercándose y restregándose a mí cada vez más y yo disfrutándolo como un niño con juguete nuevo.

Había perdido un poco la noción del tiempo por lo bien que la estaba pasando y con los arrimones y sobadas que me daba Gloria, ya hasta me había olvidado de los demás, ahora solo intentaba buscar la ocasión de rozar las tetas de mi nueva pareja con cualquier pretexto, cosa que no me costó mucho trabajo por que con cualquier excusa, Gloria se abría un botón de su blusa y se la jalaba para abanicarse quejándose del supuesto calor que hacía.

Cuando ya nos encontrábamos un poco tomados y sin hacer caso del espectáculo, enfrascados en una plática caliente, Gloria y yo empezamos a hacer apuestas por cualquier estupidez y a propósito perdíamos uno y otro con el fin únicamente de acercarme a ella hasta que en una de esas apuestas me dice... Si pierdo pídeme lo que quieras. Entonces yo más animado le volví a preguntar si lo que yo quisiera, contestándome que sí. Es más, me dijo, para que nos hacemos pendejos, mejor vámonos tu y yo a donde tu quieras, dile a los demás que me vas a llevar a casa porque ya me dió sueño. Dicho lo anterior nos levantamos de la mesa con dirección al Valet Parkin y una vez en el coche se me acercó poniendo su mano sobre mi pantalón y bajándome el cierre me sacó la verga y se puso a darme el mejor masaje de mi historia mientras conducía con dirección a no sé donde. En el primer semáforo rojo que nos tocó, acercó su boca a la punta de mi glande y me empezó a dar la primera mamada gratis de mi vida (jajaja), me dió un masaje con su veterana lengua como solo en mis sueños había pensado que existiera, trataba de sobarme dentro de lo que se podía los huevos con una mano, mientras que yo le sobaba esas chichis que ya me volvían loco, hasta que le pedí de favor que se detuviera por que iba a terminar, y haciendo lo contrario, aumentó su ritmo de sube y baja con la boca y antes de que me viniera me dijo... Cabrón busca un hotel por que me muero por tener una verga dentro de mi colita. No terminó de decirme lo del hotel cuando sentí como salían los chorros de leche directo a su boca y Gloria sin parar me hizo sentir en la gloria tragándose todo lo que le aventaba., sacando cuando terminé de su bolso un kleenex para limpiarse los restos de leche que le quedaron en la comisura de los labios.

Por fin llegamos a un Hotel que encontré en el camino de no se a donde y pedí una habitación con jacuzzi, por lo que al entrar Gloria me dijo... Bebé (me imagino que por la diferencia de edades), esta noche vas a aprender más que en lo que llevas en tu vida de hacerte chaquetas (pajas), déjame que te concienta y como primer paso quédate quietecito sin hacer nada, que todo lo voy a hacer yo.

Comenzó por desabrocharme la camisa lentamente mientras me daba besos en la cara, cuello y cuando tenía el torso desnudo pasó su lengua por todo mi pecho, sobre todo en las tetillas, produciéndome una serie de escalofrío y sensaciones fabulosas. Acto seguido, terminó de quitarme los pantalones los zapatos y los calcetines, quedándome únicamente en calzoncillos. Entonces puso una mano sobre mi bulto que ya estaba otra vez firmes y me preguntó al oído que era lo que más me gustaría que me hiciera en ese momento y le contesté solamente que me consintiera como a un bebé.

Gloria me pidió que la desvistiera y la dejara solamente en bragas y sujetador, que jalara de éste último solo la orilla para que sus pezones quedaran expuestos para que se los chupara. Así lo hice, suavemente tiré de la orilla del brassiere y con los labios empecé a jalar y chupar esos botones color rosa pálido que tenían el tamaño perfecto durante mucho rato, arrancando de la boca de Gloria gemidos y escalofríos que la volvían loca (quiero decirles que esta escena se me quedó tan grabada, que hasta la fecha son de las cosas que más me excitan).

Después de un rato de cachondeo y preparado el jacuzzi, nos metimos al agua a seguir con mis lecciones de sexo con una madura, donde una vez adentro y yo acostado en el suelo de la tina, Gloria con una ternura inimaginable me dijo... Bebé cierra tus ojitos y disfruta. En ese momento siento una de sus manos que se aferra a la base de mi verga y con firmeza la sujeta para guiarla a la entrada de su cuevita, fue una sensación increíble el momento en que su veterana vagina se empieza a comer mi joven verga, primero la puntita y después bajando hasta llegar al fondo. Sus movimientos eran pausados, sus contracciones hacían de ese momento un estado de embriaguéz indescriptible y después el acelerar el sube y baja hasta el punto en que me sentía venir y justo en el momento en que le dije que terminaba, se detuvo intempestivamente y con una mano me apretó la base del miembro y mientras se la sacaba me dijo que por favor me esperara, que todo a su tiempo.

Salimos del jacuzzi para acostarnos en la cama donde ella continuaba con el control de la situación. Comenzamos a acariciarnos con mucha calma, luego me pidió que la dejara darme un masaje por lo que sacó de su bolso un bote de aceite y comencé a disfrutar otra sensación más que era la de prolongar al máximo una situación de estas. El masaje duró como 30 minutos y me recorría todo el cuerpo desde la punta de mis pies hasta la cabeza, me di cuenta de que en ocasiones se entretenía mucho rato dándome masaje entre los huevos y el ano, eso lo disfruté muchísimo y casi me hace venir en más de dos ocasiones.

Luego me pidió que me diera media vuelta para quedar boca arriba, repitiendo la acción de recorrer todo mi cuerpo, solo que ahora al final se dedicó completamente a darme un masaje en la zona púbica, desde el ano hasta la punta de la verga, lo hacía con las manos, con los labios y con la lengua, mientras me lamía el glande, con una mano acariciaba mi huevos y con la otra frotaba en círculos con los dedos la entrada de mi chiquito. Yo estaba al límite de la eyaculación y Gloria siempre sabía como controlar la situación para evitar que yo terminara. Después de unas dos horas de haber iniciado el encuentro, Gloria se puso de a cuatro sobre la cama y me pidió que se la metiera de a perrito, por lo que ni lento ni perezoso inicié mi faena, un rato después me dio el bote de aceite con el que me había dado masaje y me pidió que le frotara su ano con el aceite mientras se la metía por el otro. Así estuvimos un rato y me pidió que se la sacara de la concha y que por favor si no me daba asco se la metiera por el chiquito.

No me lo creía pero con mucho gusto cambié de ubicación e intenté hacerlo como ella me lo pedía (era la primera vez que se lo metía a una mujer por el chiquito, o sea, que me estaba estrenando por esa puerta), lógicamente por mi inexperiencia me costó un poco de trabajo pero al fin entró la puntita y con mucha delicadeza comencé un mete y saca que desde el principio noté la diferencia, una sensación de que me apretaba la verga muy diferente a cuando lo mete uno por delante. No tarde de más de cinco minutos cuando le dije a Gloria que iba a terminar y nuevamente se safó de mí rápidamente y me dijo tranquilo Bebé. Ahora acuéstate boca arriba que Gloria va a hacer lo demás. Obedecí y Gloria en cunclillas se puso entre mis piernas y me pidió que levantara las rodillas para que pudiera estar más cómoda, entonces se agachó y nuevamente me empezó a mamar la verga y con una mano me sobaba los huevos y con la otra me puso un dedo en la entrada del chiquis. Haciendo esto por un rato corto, le dije...Gloria por favor quiero terminar.

Ella simplemente aumento el ritmo de la mamada y cuando sintió que iba a terminar me metió la punta del dedo en mi chiquis y sin sacársela de la boca empezó a recibir la mayor cantidad de lecha que creo jamás había echado yo en una sola eyaculación, sentía que salían y salían chorros de leche y ese día lo recuerdo por que nunca he vuelto a tener una relación como esa jamás.

Descansamos varias horas hasta que me pidió que la llevara a su casa. Por diferentes motivos nunca más pude volver a verla pero hasta la fecha la recuerdo por la gran noche que me regaló.

Espero que les guste por que fue verdad lo que me pasó, es el primer relato que escribo y por supuesto que mando.

Espero sus comentarios ya sean positivos o negativos.