Glazo me llevó a la plata
Nunca me hubise imaginado lo que sucedió con Glazo el marido de mis sobrina, pero menos podía imaginarme que en tan poco tiempo me llevase a un hotel de La PLata para repetir la experiencia.
GLAZO ME LLEVÓ A LA PLATA
En mi relato anterior narré como había descubierto al marido de mi sobrina con un travestí en los bosques de Palermo y lo que había sucedido en el telo que nos llevó.
Eso sucedió el viernes 27 de diciembre, aunque creí que sería por única vez dadas las circunstancias en que todo sucedió vertiginosamente luego de haberlo descubierto en esa postura tan insólita, pero por suerte para mí placer la aventurilla volvió a repetirse a menos de 48 horas de haber disfrutado la primera.
Yo había planeado ir el domingo 29 hasta Luján paras saludar a mis amigas las cuidadoras de los museos, pero mi sino tenía otros planes para mi día dominical.
El sábado me llamó mi sobrina diciéndome que ese día iban a pasarlo en la casa de sus suegros en la ciudad de La Plata y como yo conocía muy poco esa ciudad me llamaba para invitarme a ir con ellos.
Pensé en no aceptar porque para que iba a tener que aguantar la tortura de estar todo el día cerca de Glazo sin siquiera poder probar su hermosa verga nuevamente, pero ante la insistencia de mi sobrina terminé aceptando.
Antes de ese fatídico viernes en los bosques de Palermo, lo deseaba pero no pasaba más que eso, ni esperanzas tenía de poseerlo pero después de que sabía que le iban otras cosas además de su mujer quería rehuirle para evitarme más sufrimientos.
Aunque en La Plata tengo dos conocidos no pude ir a ver a ninguno de ellos porque uno es el hermano de mi amigo Roberto del cual hablé en el relato "El portero de Roberto", no fui porque sabía que estaba en Montevideo con su familia y al otro que se llama Tulio no pude ir a visitarlo porque no tenía su teléfono ya que estaba en mi casa dentro de mi PC..
Aunque mi recto estaba dolorido y había sangrado un poco igualmente llevé entre mis cosas una crema dilatadora por las dudas de que se me presentase la ocasión de disfrutar nuevamente con el arma de reglamento que Glazo ocultaba entre sus piernas, pero ni idea tenía de sí tal encuentro a solas se iba a concretar.
Almorzamos un asado que hizo el suegro de mi sobrina y a media tarde ella le dijo a su marido que me llevase a conocer la ciudad y cuando él nos dijo que iba a buscar el auto que lo esperásemos en la puerta ella le contestó que hacía mucho sol para el bebé.
No todos tienen una sobrina tan "canchera" que te dan el marido en bandeja.!!
Inmediatamente fui a buscar mi bolso con la cámara fotográfica, pero mi sobrina no podía saber mis intenciones y que además de la cámara allí estaba la crema que pensaba usar para embadurnar la verga de su marido si este me daba la oportunidad de disfrutarla nuevamente.
Y todo se dio naturalmente ya que dentro del coche Glazo me dijo:
-Que calentura que me agarré el viernes contigo y la travestí!!! Cuando llegué a casa mi mujer me tuvo que pajear dos veces para poder lograr que la verga se me calmase!!
-Lamento que esa leche no fue para mi!! Me rompiste el orto porque tu pija es muy grande, pero el gozo que me diste fue tremendo hasta para superar la fisura y la sangre que me salió por el recto.
-Lo siento. ¿Estás muy lastimado?
-Un poco... pero si querés podemos hacerlo de vuelta, mira como se me puso la pija!
Y bajándome el short extraje mi verga con mi mano para que viese en que estado estaba.
-Guardá eso! Por esta zona las calles son muy estrechas y pueden verte. Mejor vamos a buscar un sitio tranquilo..
Fuimos hasta la autopista, por allí condujo hasta un hotel que él conocía, pidió una habitación sin importarle que el pistero viese que iban dos hombres y ninguna mujer dentro del coche.
Dentro de la habitación nos desnudamos completamente y Glazo se montó la cama donde me practicó una mamada deliciosa acomodándose sobre mí apoyando sus bolas sobre mi boca haciéndome sentir lo pesadas que estaban y ofreciéndome su orto para que se lo lamiese.
Primero me dediqué a contemplarlo, luego le pasé un dedo humedecido en saliva tocando con él la pelusilla color tabaco que coronaba su apretado hoyito y finalmente acerqué mi lengua para disfrutar inmensamente a la vez que sentía los labios suyos apretando la base de mi pija.
Esa practica seguramente lo excitó mucho porque sus bolas latían apresuradamente sobre mi nariz y su verga no se quedaba atrás corcoveando al unísono con cada milímetro de mi lengua que entraba en su cuevita húmeda.
Ni sé cuantas minutos estuvimos en esa posición porque cuando reaccioné del éxtasis placentero que me había producido pude sentir la lengua de Glazo humedeciendo mi ano y con sus dedos tratando de distenderlo para lo que vendría a continuación.
Luego de unos instantes deliciosos abandonó la dilatación que estaba efectuando y me dijo que quería metérmela porque no aguantaba más la calentura.
Le pedí que se acostara porque quería cabalgarlo y cuando lo hubo hecho le di otros chupetazos a su enhiesta vara antes de lubricarla con el gel dilatador.
Glazo puso sus manos sobre la almohada apoyando sobre ellas su cabeza disponiéndose a gozar lo mas intensamente que pudiese mientras yo me deleitaba mirándolo tomé con una mano su verga la cual estaba completamente humedecida por el gel y muy lentamente me fui agachando para ir sintiendo su contacto con mi expectante esfínter.
Mi rosa se abrió magníficamente cuando el glande rozó su entrada y por suerte iba a disfrutar con un gran trozo de carne sin la molestia del condón que casi siempre les coloco a mis partenaires antes de la tan ansiada introducción de sus miembros en mi ser.
Con la mirada de Glazo sobre mi cara fui bajando cada vez más hasta que su tarugo no hubo desparecido no detuve mi bajada sobre él, luego le apreté los muslos con mis rodillas para comenzar una frenética e interminable variedad de movimientos los cuales hicieron que mi sobrino político emitiese unos sonoros ayes de placer.
Él se dejaba hacer no colaboraba para nada, me dejaba cabalgar a mi antojo mientras veía que mi verga cada vez estaba más rojiza y congestionada por la paja que me estaba haciendo clavado en su estaca..
Cuando vi que tenía los ojos entre cerrados lamiéndose los labios me incliné hacia adelante par comenzar una serie de chupadas y lamidas de sus labios hasta que estos finalmente cedieron el paso dejando que mi lengua buscase la suya con la cual tuve unos increíbles intercambios salivales.
Estábamos en el cielo de tanto goce, pero como él no pudo soportar más tanta excitación sacó sus manos de debajo de su nuca para comenzar a abrazarme y al tanteo buscó mis nalgas para meterme un dedo entre su pija y mi esfínter.
Con la otra mano me apretó haciéndome descender un milímetro más sobre su reata y así ensartado pude sentir como su verga estaba por reventar, cosa que hizo vaciándose dentro de mí con una interminable cantidad de leche hirviente la cual pude sentir pegándome en las paredes posteriores mi próstata.
Con mi mano seguía apretando mi pija y al sentir el placer infinito que me estaba dando esa leche golpeando mi próstata me derramé sobre su pecho mojándole toda su pelusilla dorada.
Cuando ceso de manar leche de su verga Glazo quedó inerte sobre la cama como en trance mientras yo le limpiaba su pecho con mi lengua dado que mi enorme acabada comenzaba a diluirse.
Luego de unos interminables instantes de silencio y de descanso Glazo me dijo:
-¡¡La puta que te parió!!! Cada día me haces gozar más.
Sonreí mientras me lamía los labios extrayendo la última gota del néctar que había extraído de su pecho, mientras su verga aun seguía clavada en mi interior molestándome porque estaba pesada porque había perdido la rigidez que la mantenía apoyada en mi próstata.
-De veras, Omar. Ninguno de esos travestís me hizo gozar tanto como lo hacés vos.
Soy de acabar mucho... pero así tan desenfrenadamente como lo lográs vos no!!!!
Cuando su verga salió de mi interior lo hizo con un ¡Plop! Muy sonoro, el cual nos hizo reír y llorar al mismo tiempo.
Me puse en cuatro patas sobre la cama mostrándole mi orto para que me dijese como había quedado.
Lo examinó con sus manos y con sus ojos y luego sin decirme su opinión me dio un beso allí dejándome excitado nuevamente.
-Lo tenés muy lindo!! Muy abierto y comienza a salir mí leche por allí.
Reímos nuevamente y nos levantamos para ir a bañarnos porque el aroma a sexo era impresionante.
En la ducha nos besamos otra vez mientras Glazo hurgaba en mi recto metiéndome sus dedos cosa que hizo que mi verga se pusiese dura, le pedí que me la chupase, no quiso hacerlo allí, pero aceptó hacer un 69 sobre la cama porque todavía le habían quedado ganas.
Acostado a su lado miré como apretaba su verga tratando de que la erección finalizase pero para que estaba yo allí... me la introduje en mi boca y con unas buenas succiones logré el objetivo que sus manos no lograban.
Abandoné su vega para lamer, besar, chupar, apretar y no sé cuantas cosa más le hice por todo su cuerpo dejándolo excitado al máximo, por eso me puso sobre él para darme una buena lamida en mi orto él cual había perdido la sensibilidad por lo dilatado que había quedado después de tanto rato de ser agredido con ese duro garrote.
Concentré todas mis fuerzas en hacer lo que más me gusta: Una buena mamada de verga para dejar a mis compañeros de lecho al borde del desmayo por el placer que me gusta darles en esa zona.
Saboreé todo su balano, introduciendo mi lengua en su uretra, sopesé sus bolas con mi mano las lamí una detrás de otra, lamí su ano y cuando sentí que Glazo había dejado de juguetear con mi esfínter para concentrar sus succiones en mi verga comencé a hacerle una frenética paja con mi lengua y con mi boca.
Entre chupadas me dijo:
-Me va a dejar de cama, no voy a poder manejar hasta Buenos Aires y Sunny se va a dar cuenta de que algo sucedió...
Mientras mi verga golpeaba su úvula, sus dedos entraban y salían muy cómodamente de mi recto yo pensaba "Glazo siempre fue bisexual porque a pesar de que lo había sorprendido con una travestí las cosas que me estaba haciendo a mi no se hacen de un día para otro...
Él estaba dando rienda suelta a sus deseos, quizás reprimidos por mucho tiempo y conmigo sabía que no tenía que tener temor porque no podía decirle a mi sobrina las preferencias de su marido..
Empezó el vaivén y su verga me hacía delicias en mi boca y ni que decir del placer que me daban sus dedos por eso en cuanto sacó su verga de mi boca le dije:
-Séntate sobre mi boca así te meto la lengua en el culo mientras te pajeo así acabás de una forma diferente
No se hizo rogar y así lo hicimos mientras mi mano recorría todo el largo de su verga mientras mi lengua trataba de entrar por esa entrada virgen porque ninguna pija había horadado por allí pero de lengua al menos me constaba que ya no era virgen porque la mía había visitado ese recinto haciéndolo gozar con menos intensidad que en estos momentos.
Seguramente tenía los ojos cerrado por el placer que experimentaba, me decía lo bien que lo estaba pasando con lo que se sentía, y abandonando la lamida yo le contestaba es "todo para ti", en ese momento éramos uno solo, él era mío y yo era suyo, mi lengua en su ano pasaba de movimientos suaves a fuertes, me imaginaba sus ojos llenos de lujuria pero a la vez con rabia por haberse abandonado a los placer homosexuales que tal vez el siempre había ocultado pero su verga entre mis manos lo hacia gemir de placer haciéndonos más disfrutables esos instantes.
Duramos mucho rato así aunque yo quería que se terminase porque realmente no aguantaba más el peso de Glazo sobre mi boca, pero como toda buena culminación de una gran excitación el final se acercó pero como fue tan intenso y mi mano no le bastó para hacerlo eyacular, Glazo la apretó con la suya logrando en muy pocos segundos con toda la velocidad que le dio a esos movimientos finalizando entre bufidos expulsando otra generosa ración láctea la cual fue a estrellarse sobre mis pendejos y mi pene erecto.
Él ya había terminado cuando vio que mi verga seguía dura expulsando precum sin que nadie la atendiese por eso se acercó para lamerla y con su lengua limpió su semen que chorreaba por gran parte de mi prepucio.
Su culo seguía plácidamente alojado sobre mi boca, como no tenía nada que hacer continúe lamiéndolo hasta que Glazo aceleró los movimientos de su mano sobre mi verga y sin que él esperase que me clímax fuese tan violento este se produjo vertiginosamente sin ninguna clase de control por eso una gran cantidad del líquido blanquecino se estrelló sobre su cara empapándole los ojos.
Finalizada mi eyaculacción nos besamos y acariciamos sin cesar, cerré mis piernas alrededor de sus caderas y me aferré a él con pasión, pasados unos minutos de letargo nos repusimos de tan agotadora doble sección de sexo, nos bañamos nuevamente porque nuestros cuerpos habían quedado barnizados de leche y ni que decir que de mi culo aun salían vestigios de la primera lechada que se había mandado Glazo.
Una hora larga después de haber entrado allí por suerte aún era de día debido a los cambios del huso horario que se acostumbra a hacer por esta zona de Sudamérica, él me llevó a recorrer su ciudad donde pude tomar unas hermosas fotografías del Parque San Martín y del Paseo del Bosque.
Finalizamos nuestra recorrida a 14 Km. de allí en un sitio llamado Punta Lara donde vi la puesta de sol del otro lado del Río de la Plata, dije bien finalizamos porque entre unos árboles que había por allí le di los últimos lengüetazos a esa verga que me tenía loco desde hacía dos días.
Cuando volvimos a buscar a mi sobrina le dijimos hasta dónde habíamos ido, con esa excusa justificamos nuestra ausencia de casi toda la tarde y como vio las fotografías en mi cámara digital no tuvo ninguna sospecha de que habíamos estado haciendo otras cosas aparte de que recorrer la ciudad.
Volví a Montevideo e inmediatamente partí hacia Punta Ballena a pasar el Fin de Año con la otra parte de mi familia.
Cuando le conté a mí hermano Leo lo que me había sucedido con Glazo me preguntó:
-¿Tanto te gusta la verga que no dejás tranquilo ni a tu sobrino político?
Me reí sin contestarle nada porque todo lo que habíamos gozado no se lo podía describir y además le hice un favor a Glazo porque con la cuarentena de su mujer realmente la estaba pasando mal porque necesitaba expulsar de dentro de su organismo esas cantidades impresionantes de semen acompañadas por sus gemidos, bufidos.....
OMAR
PD: Espero que les hayan gustado mis relatos y que me escriban enviándome fotos y comentarios.
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