Giro radical: Parte 1 de 2
Esta es la historia de un auténtico hijo de puta.
Querido hijo:
Te he querido mucho, has sido lo único que ha merecido la pena en esta vida. Pero me he marchado para no volver. Si estás leyendo mi carta es que el cáncer ha ganado, no estés triste, simplemente es algo que nos llega a todos. Yo al menos me he librado de sufrir dolor y aguantar la quimioterapia.
Me gustaría que, por una vez en mucho tiempo me escucharas y atendieras, termina con tu estilo de vida, no te llevará a nada bueno. De hecho, ha sido lo que ha terminado por separarnos. Ahora estás a tiempo de hacerlo. Hijo, la gente que te rodea no son amigos de verdad. Y cuando tengas el primer revés, te dejarán tirado.
Haz caso a tu madre, que siempre te ha querido, por eso te decía las cosas como son, pero siempre desde el cariño. Lo que más me duele es que me siento responsable de lo que te has convertido.
Te quiere,
Mamá
La carta la había traído mi primo desde el pueblo donde vivía mi madre. Según me dijo, le había hecho jurar que me la iba dar en mano y que se aseguraría de que la leyera. Me miraba fijamente con cara de desprecio mientras estaba sentado en mi despacho. «¿Qué cojones sabía él?» Yo era muy rico, tenía tanta pasta que podía limpiarme el culo con billetes de quinientos euros. Un despacho en la Torre Picasso de Madrid y una colección de coches deportivos, que guardaba con mimo, en el garaje de mi casa en la urbanización de la Finca. ¿El que tenía? ¿Un tractor para labrar su aldea ridícula y una casa cutre en el pueblo? Joder, mi coche de diario valía más que todo lo suyo. Tras leer la carta, la doble sobre mi mesa y le pregunté con semblante frío:
-¿Cuándo murió?
-Ayer la enterramos. Te estuvimos avisando durante un montón de tiempo, pero parece ser que estabas fuera. O simplemente no querías saber nada de ella. –contestó con cara desafiante.
-Eso no es verdad, no me llegaron los mensajes de mi secretaria, la despediré hoy sin falta por haberme hecho esto.–respondí con desdén.
-Sí claro, como cada vez que tu madre te llamaba por tu cumpleaños. Primo, ¡Eres un gilipollas! Y no te doy dos hostias porque no tengo ganas de meterme en líos con la policía, pero te juro que te mereces todo lo malo que te pase. Tu madre pagó tu carrera y tu máster limpiando casas, ¿Para qué? ¿Para ver en lo que te has convertido? ¡Joder, cuando éramos chiquillos eras un tío de puta madre!. ¿Cuándo te volviste tan capullo?, ¡Tío que te acabas de enterar que se ha muerto tu madre y estás tan tranquilo!… ¡Dios!, ¿Es que no tienes sentimientos?. Mira, ¡Me voy porque si sigo aquí te voy acabar partiendo la cara!
-¿No te quedas a comer...? ̶ pregunté.
-¡Vete a la mierda! –contestó antes de irse, dando un portazo en el despacho que casi me hunde la pared.
Me recosté sobre mi asiento y llamé a mi secretaria por el interfono. Al cabo de un rato apareció con mi encargo: una botella de whisky de malta con una cubitera. Mientras venía, había preparado un par de rayas de coca. Necesitaba mi ración diaria. Me limpié la nariz cuando sonó la puerta, ella entró con el culo por delante, la verdad es que como secretaria dejaba mucho que desear, pero tenía un culo y unas tetas de infarto. Con una sonrisa en la cara me dijo:
-Aquí tiene su encargo Señor Garrido.
-Gracias, Mónica…Una cosa más.
-Sí Señor…
-Estás despedida.
-¿Queeé?
-Lo que oyes. Abandona esta oficina inmediatamente. Te haré llegar tus cosas a tu casa con un mensajero.
-No puede hacerme esto. ¿Qué he hecho mal?
-Bueno, me han llamado diciendo que mi madre se moría y tú no te has dignado a dejarme los avisos. –dije.
-Eso no es cierto, los tiene en el ordenador. ¡Usted no les hizo caso!. –Contestó entre lágrimas. –No puede hacerme esto ahora que he comprado un apartamento y debo la hipoteca. ¿Cómo lo voy a pagar? ¡Necesito este trabajo!, ¡haré lo que sea!
-Bueno, siempre puedes convencerme de lo contrario –dije mientras me bajaba la bragueta.
Ella se volvió hacia la puerta y cerró con llave; se arrodilló y comenzó a chuparme la polla con maestría, era normal, era el puto amo y ella una mierda. La agarré del pelo para que se la tragara toda, la pobre casi se ahoga. Disfrutaba jodiendo a las mujeres, me hacía sentir superior. Eso me lo había enseñado uno de mis primeros clientes. Cuando sentí que era bastante, la levanté para poder subir su elegante falda de tubo, ponerla con el culo en pompa y de un tirón le arranqué sus blancas bragas de algodón. Algo que me supuso una pequeña decepción, siempre pensé que una tía así llevaría un tanga de seda.
La empecé a follar por su coño mientras mis manos estrujaban sus estupendas tetas, la muy cabrona estaba chorreando, se notaba que le gustaba físicamente. Ella gimoteaba, disfrutaba como una loca, tanto que no tardó mucho en tener un orgasmo, por lo que, con mi polla tiesa encaré a su culo sin más lubricación que sus flujos, ella gritaba de dolor e intentó zafarse, pero mis kilos pudieron inmovilizarla. Al final pude clavarle el pene, con bastante dificultad. Creo que acababa de desvirgarla y le produje un desgarre del que no me di cuenta, hasta que saqué la polla manchada de mierda, sangre y lefa. Cuando se dio la vuelta su maquillaje se había corrido debido a las lágrimas provocadas por el dolor. La obligué a limpiarla con su boca. Una vez terminado la levanté y con una sonrisa perversa le dije:
-Vete a casa. Como mañana salgo de viaje, no vuelvas hasta el lunes.
-Gracias, Señor Garrido –dijo ella mientras se limpiaba los restos de maquillaje y mocos de su cara.
Me quedé sentado bebiendo una copa, mirando el cielo de Madrid desde mi despacho. Soy un gestor de fondos, digamos que bastantes opacos, eso hace que mis clientes sean lo más granado de la sociedad: traficantes de armas, drogas y cosas por el estilo. Soy un máquina con el blanqueo de dinero, tengo una fortuna considerable y todavía no he cumplido los cuarenta años. Mis orígenes humildes, han hecho que muchos de mis clientes se sientan muy a gusto conmigo, además de cumplir con todo mi trabajo como el que más. Con la muerte de mi madre dejaba atrás por fin todo lo que me ataba al pasado. Mi padre había muerto y ella me había sacado adelante, pero era una toca huevos de mucho cuidado, nunca le gustó el estilo de vida que llevaba. La última vez que nos vimos tuvimos una discusión tan gorda que ella me dio un bofetón y yo le juré que nunca más iba a saber de mí, ella se limitó a decirme: “para mí estás muerto”. No sé por qué pero sentía algo raro dentro de mí que hacía tiempo que no notaba. ¿Era nostalgia o pena? No lo sé. Ahora tenía irme a mi casa, tenía una reunión en Valencia con unos clientes nuevos que venían con otro que ya había hecho cosas conmigo.
Como había bebido, decidí que era mejor ir en taxi. Mi súper casa chalé de súper diseño, en una urbanización súper exclusiva. Todo carísimo y todo exclusivo. Me cuidan cuatro criadas filipinas de nombre «Katy». Sí, las cuatro se llaman así por lo que para evitar problemas decidí numerarlas del uno al cuatro.
Nada más llegar, una me abrió la puerta, me dijo que ya tenía preparada la cena y la podría servir cuando yo quisiera. Le respondí que haría una hora de cinta en el gimnasio y que luego mandara a “Dos” a prepararme un “baño”.
Después de hacer ejercicio, Dos estaba con todo lo relativo al baño que le había pedido, estaba desnuda con la camilla especial que había comprado, me iba a hacer un baño típico oriental, donde la mujer frota, masajea con una esponja natural para luego aclarar con agua tibia y volver a empezar, así durante media hora. Era un ritual que hacía a diario, me relajaba mucho, dependiendo del día me le pedía un final feliz. Hoy como acaba de descargar no era necesario, aunque nadie me había chupado la polla como Dos, era una auténtica maestra con la lengua. A veces me metía un dedo por el culo mientras me la chupaba, me hacía un masaje prostático y la explosión de placer era la hostia. Me gustan las mujeres orientales por su sumisión, una noche llegué tan pasado de coca que me las follé a las cuatro por todos los agujeros posibles, ellas gemían y hacían como si lo agradecieran. Al día siguiente estaban tan normales como si no hubiera pasado nada. Eran fieles y discretas, por eso cobraban muchísimo más que cualquier chica de servicio y les regalaba el billete de ida y vuelta a su país. Con mi secretaria pasaba lo mismo, cobraba un sueldo mucho más alto que ninguna de su gremio.
No estoy casado. Tengo una novia que es una modelo aspirante a actriz que está buenísima y de cara es “carísima”; pero bueno, es el precio que he de pagar por un mueble de lujo como ella, además follaba de puta madre, dejándome hacer lo que me venía en gana, a cambio, no me molestaba, porque si hay algo que es sagrado es la intimidad de mi casa. Y para no tener problemas le regalé un apartamento en el barrio de Salamanca y un Mini para que se moviera por la ciudad. Bueno, le costó una sesión de sexo anal salvaje, pero ella, con tal de tener un estatus, se deja hacer sin rechistar. Una vez terminé mi sesión de relax; cené la comida que me habían preparado mi chicas, mientras miraba las noticias; para luego, según el día, bien veía una película o leía algún libro. Mi pasión por la lectura me la habían inculcado de pequeño, mientras me recuperaba de una enfermedad que me tuvo en la cama durante bastante tiempo.
El viaje a Valencia fue bastante agradable. Iba en AVE desde Madrid, así que me daba tiempo a leer la prensa del día sin mayores contratiempos.
Llegué al hotel acordado, de mi trabajo como limpiador de dinero, sólo puedo deciros que soy de los mejores, me encargo de disfrazar los ingresos con sociedades ubicadas en distintos países y monto todos los chiringuitos para que mis clientes reciban puedan usar su dinero a su antojo. Normalmente me lleva un año de trabajo hacer todo el entramado, con viajes por el mundo a gastos pagados por supuesto. Una vez hecha mi tarea con mis colaboradores, recibo mi dinero en varias cuentas opacas de distintos paraísos fiscales que luego, con mi propio entramado, distribuyo para mis gastos y para tener cubierto mi futuro. Actualmente mi cuenta supera los doscientos millones de euros ganados durante los últimos años. Mis honorarios son caros, pero rentables para mis clientes.
Nada más llegar, mi contacto, un cliente con el que trabajaba desde hacía ya unos años, me presentó a un narco mejicano que me explicó el problema que tenía con el dinero, yo le convencí para que me diera una semana para presentarle un plan de trabajo y le garanticé que en menos de un año tendría su chiringuito montado. La operación supondría unos cincuenta millones de euros: veinte para mí y el resto para mis asociados, la mitad por adelantado y el resto al acabar. Le di mi número de cuenta para que ingresara un pequeño adelanto de un millón y nos emplazamos en mi despacho en una semana, para mostrarle el plan de trabajo. Una vez terminada la reunión, nos dimos un pequeño homenaje a base de marisco y vino gran reserva, todo ello pagado por nuestro nuevo cliente.
Durante el viaje de vuelta, me llamó mi novia para decirme que esa noche teníamos una fiesta que organizaba Manu García, un director de cine amigo de ella. Como llegaba a tiempo, le dije que pasaría a recogerla después de asearme y cambiarme de. Nada más llegar a casa, Dos me dio mi merecido baño, mientras las demás chicas me preparaban la ropa que me iba a poner esa noche. Como estaba cansado me esnifé un par de rayas para poder venirme arriba. Quería sorprender a la cuadrilla de “culturetas” y “gafapastas” con los que se codeaba mi novia, así que me decanté por el Rolls Phantom descapotable, era un regalo de cumpleaños de un cliente satisfecho.
Al llegar a casa de mi novia, me esperaba con un traje de noche color negro con transparencias dejando su espalda al descubierto. Iba realmente preciosa con su pelo oscuro y sus ojazos verdes. Con tacones era tan alta como yo y tenía un cuerpo que mareaba. me molaba pasear con ella por la calle para que los demás sintieran envida.
-Hola cariño. –Me dijo inmediatamente antes de darme un morreo.
-Hola guapa, ¿a dónde vamos?
-Al Budah, es la fiesta de fin de rodaje. –dijo.
-¿Y por qué te han invitado? –pregunté, mientras arrancaba el coche para dirigirme al local.
-Joder, Javi. ¿No te acuerdas que he hecho un pequeño papel en la película? Eres la hostia. N o te preocupas por mí para nada. Te dije hace un mes que iba a salir en la peli de Manu…
-Es cierto perdona. –La verdad es que no presto atención a lo que me dice, siempre está con las mismas chorradas. Además, seguro que me lo dijo mientras la estaba follando o algo por el estilo.
- Bueno, ¿qué tal te ha ido hoy? -Ella pensaba que era un asesor normal y corriente.
- Bien… -contesté escuetamente.
Sin más conversación, llegamos al local de moda donde yo, como cliente habitual, tenía derecho a entrar a la zona VIP, donde te codeabas con futbolistas y distintas celebrities . Tras una visita al servicio, nos juntamos con el grupo, conversaciones sin más transcendencias, hasta que vino el bueno de Manu y me dijo lo buena actriz que era Paola, y lo bien que lo había hecho. No le presté atención hasta que me dijo comentó que podía ser el próximo productor de la peli, que necesitaba medio millón de euros para completar el presupuesto y que iba a ser un bombazo. Yo con una sonrisa me limité a decir que lo pensaría, pero que ahora estaba muy ocupado para controlar una inversión así.
Visto mi nulo interés por el mundo del cine, y a base de contestar con monosílabos, me quedé más solo que el último mohicano, hasta que una de las chicas que pululaban por ahí se me acercó, pidió una copa, pero no tenía dinero y decidí invitarla. Empezamos una conversación sin más, como puede pasar en cualquier discoteca, hay que reconocer que la moza era muy divertida y alocada. En un momento, ella me preguntó si tenía coca. Yo le dije que sí, pero que no iba a ser gratis. Ella con una sonrisa pícara me agarró de la mano y nos metimos en los servicios, mientras veía a Paola yendo de flor en flor como el alma de la fiesta, por lo que no había problema. Así que nos colamos en el baño para poder esnifar un par de rayas y lo que se terciara.
Tras tomar nuestra ración de rigor, ella, sin decir más, me agarró por la bragueta, se metió mi polla en la boca y me regaló una chupada de máster. La cabrona, posteriormente se metió un condón en la boca para poder ajustarlo a mi nardo, y así follarla a conciencia después de bajarle las bragas y apoyarla contra la pared del váter. Me ofreció un culo duro como una piedra y chochito mojado en extremo, se veía que mi nueva amiga venía a lo que venía, la droga y el alcohol hizo el resto. Le regalé un par de orgasmos antes de que llenara mi funda de látex. Lo más curioso fue que ella se subió las bragas, se ajustó la falda y con un beso, se despidió de mí diciendo que había sido un placer.
Honestamente, las drogas te convierten en un monstruo. A todos menos a mí, claro. Procuré tardar un poco más en salir y me encontré a Paola que no se había dado ni cuenta de mi ausencia. Así que me uní a su grupo. Seguían hablando cosas del mundillo del cine que honestamente era muy aburrido, si al menos hubiese venido Santiago Segura, podía haber echado unas risas con él.
Al final la gente fue abandonando el local y nos quedamos Manu, Vera (la protagonista de la peli), Paola y yo. Mi novia se ofreció a llevarles a su casa a tomar la última copa, yo la miré con cara de póquer porque quería darle un buen repaso esta noche, pero la cabrona estaba haciendo puntos de cara al director de cine.
Una vez allí, sacamos más coca y alcohol para amenizar la velada. En un momento determinado, el cabrón de Manu retó a las chicas a realizar una escena lésbica, diciendo que si le molaba, las contrataba a las dos como protagonistas de su próximo film. La necesidad hizo el resto, mi chica comenzó a besar a Vera en la boca mientras que está le iba desabrochando el vestido.
-¡Manu, eres un auténtico cabrón! –dije con una sonrisa cómplice.
-No lo sabes bien. Imagina lo que podríamos hacer tú y yo juntos – me respondió con cara golfa.
Nos echamos otra copa mientras nos concentramos, porque las chicas ya estaban en ropa interior comiéndose las tetas mutuamente. Al girar la cabeza, vi que Manu se había sacado la polla y empezaba a pajearse. Yo tenía que ser más que nadie, así que mientras mi novia le comía la raja a Vera me dejaba una vista increíble de su culo perfecto y una perspectiva única de su chichi. Así que hice lo que era evidente: me bajé los pantalones, para endosarle mi tranca hasta los huevos. El director no se amilanó y le metió la polla en la boca a la otra actriz. Mi chica se corrió y Vera hizo lo propio llenando de flujo vaginal la cara de ésta. Manu aprovechó el desconcierto del orgasmo para poder penetrar el coño de su succionadora. Lo que nunca imaginé fue que ésta cogiera algo del bolso: un bote de lubricante ¿quién lleva un bote de lubricante íntimo en el bolso? Que aplicó en su culo y mirándome me dijo: -¡Quiero dos pollas!-Yo me limité a apartar a mi chica y a poniéndome lubricante en el pito, la fui penetrando hasta mis huevos.
La muy guarra de mi novia, se hacía una paja mientras nos miraba cómo le dábamos matarile a su compañera de reparto. Los hombres no aguantamos mucho y al final le llenamos de leche los agujeros de Vera. Ella, a modo de agradecimiento, nos hizo una comida a dos bandas. Una vez listos, agarré de las caderas a Paola para poder follarla por detrás y destrozarle su precioso culo. La muy pilla, sabía que lo iba hacer por lo que se había procurado lubricar bien su ano. Para proceder al último asalto, Manu se colocó de manera que la pudo follar por delante y Vera se sentó en su cara. Todo terminó en una tórrida escena, donde se veían a cuatro adultos, bebidos, drogados y follados.
El día me sorprendió viendo el esplendido cuerpo de Vera mirando por la terraza, mientras mi novia dormía plácidamente agarrada al torso de Manu. Ella se giró al verme y me limité a sin más besarle la boca, mi polla se había levantado antes que yo. Mis manos comenzaron a trabajar con habilidad su clítoris, que estaba todavía muy hinchado por lo de anoche, mientras mis manos agarraban sus pechos. Estaba chorreando, la agarré de la mano y la llevé a otro dormitorio para estar más cómodos.
Ella se tumbó en la cama boca arriba y yo me limité a ensartarla lentamente, bombeando poco a poco, quería disfrutar del momento. Ella me abrazó con sus largas piernas y me acercaba para profundizar mis embestidas hasta que mis huevos chocaban contra el perineo.
Le gustaba ser follada en profundidad, sobre todo al ver cómo se retorcía y mordía su labio inferior, tenía una cara de puro gozo. Terminamos corriéndonos al mismo tiempo y mi cuerpo debió de decir basta porque yo me derrumbé encima de ella sin sacarla. Me quedé dormido apoyando mi cabeza en sus impresionantes tetas.
Al cabo de un par de horas nos despertamos. Yo quería irme a mi casa para poder terminar de pasar el resto del día disfrutando de sus comodidades y tocándome los huevos. Así que me fui de allí sin decir más. Ni siquiera me duché porque quería un baño especial de Dos. Estaba hecho mierda, el alcohol y las drogas habían hecho mella en mi cansancio. El resto del fin de semana, me quedé en casa compaginando la lectura con alguna película clásica.
El lunes estaba pleno de energía para afrontar la semana que tenía por delante, sobre todo para impactar a mi nuevo cliente con el proyecto de lavado de dinero al nuevo cliente. Nada más llegar me encontré a la pobre Mónica con unas ojeras de lástima. Yo le di los buenos días y le pedí que fuera a mi despacho con dos cafés. Ella entró con cierto resquemor y le invité a que se sentara conmigo en la mesa de juntas.
-Tenemos trabajo para esta semana, el viernes vendrá un nuevo cliente, pero antes quiero saber una cosa: ¿estás mal por lo del otro día? –pregunté.
-Sí, me ha causado una hemorragia y he estado sangrando un par de días, ha sido una violación en toda regla. Para serle sincera, no le denuncio porque sé que puede ser muy generoso y creo que esto se puede arreglar con dinero. –contestó.
-¿Me estas ofreciendo un “arreglo amistoso”? -dije mientras ella tranquilamente daba un sorbo a su café.
-Efectivamente, ¿qué me puede dar a cambio de tener la boca cerrada? –contestó.
-Se me ocurre algo que puede cuadrarnos a los dos... ¿A quién le has comprado el piso?
-A Juan López. –contestó.
-Joder, Mónica…..¿Cómo se te ocurre comprarle a Juan un piso con lo sinvergüenza que es? – pregunté con cara divertida.
-Es que como era cliente, me rebajó bastante el precio y la zona es muy buena, pero no lo compré sobre plano, el piso estaba ya construido. Ahora estoy con el banco negociando la hipoteca. Ya le he dado cuarenta mil euros de señal. –me dijo con cara satisfecha. –Si me echa a la calle me quedo sin dinero y sin piso, porque la verdad es que me hizo un buen descuento, pero aún así tengo una hipoteca para treinta años.
-Bueno, espera un momento –le dije mientras marcaba un número desde mi teléfono. –Juan, soy Javier Garrido. Oye, ¿le has vendido un piso a mi secretaria? Aja…Ya…Bien…Seguro…Ok…Escucha un momento, me debes aún pasta de la última gestión que te hice… Sí, pero recuerda que te equivocaste con el cambio de moneda...Ya, efectivamente…..Pero aún me debes dinero. Oye…..el piso lo vamos a escriturar esta tarde y no le vas a cobrar nada más que el dinero que ya te ha dado…¡no me jodas!, ¡Sé que llevas seis meses sin vender un puto piso! …Vale, esta tarde en la notaria de Nacho. Ok, iré con ella para que no la engañes que eres un cabrito de marca mayor. Adiós….sí un día de éstos.
-¿Qué pasó? –dijo Mónica con impaciencia, justo después de colgar el teléfono.
-¿Qué va a pasar? Ya tienes piso sin tener que pagar un euro más de lo que has pagado. Digamos que es mi compensación por lo del otro día y espero que me sepas perdonar. Para serte sincero, no eres una gran secretaria, pero eres discreta y bastante fiel a mí. Tu error del otro día se debe más bien a tu exceso de celo. Por un lado está bien, pero por otro la cagada ha sido…
-Lo sé señor Garrido y créame que si no lo he denunciado en parte es por no haberle insistido en la mala noticia que recibió…-contestó mi secretaria con cara de circunstancias.
-Bueno, entonces, ¿volvemos a la normalidad?
-Sí, pero siendo honesta, debo decirle que disfruté del polvo hasta que me reventó el culo…
-Lo sé, Mónica, lo sé. Estabas chorreando…
-Siempre me he sentido atraída por usted. –dijo seriamente.
-No sigas. Sé que es así, pero tengo a mi novia. –La corté…..
-¡Su novia está con usted por el dinero! – contestó.
-Eso también lo sé, pero folla muy bien y está muy buena. –dije sonriendo.
-Lo que no sabe es que se folla al director de su última peli…..con bastante asiduidad.
-No te preocupes, ya estoy empezando a hartarme de ella, he conocido a una posible sustituta. A ésta le quedan dos telediarios de estar conmigo. Pero no te sientas mal. A ella también le regalé un piso por romperle el culo a lo bestia como a ti, digamos que es el impuesto revolucionario que pago cada vez que estreno un túnel….jajajajajajajajajaja. Ahora a trabajar, hay que preparar una presentación estándar para el viernes.
-Gracias. -Dijo Mónica mientras se levantaba de la mesa con las tazas de café y me daba un beso en la mejilla.
Durante la siguiente semana, estuve entrando a las siete de la mañana en el despacho y saliendo a las doce de la noche del trabajo rumbo a casa. Un baño, una cena ligera y a dormir. Cuando me pongo a trabajar, hay poca gente que me puede seguir el ritmo. Al cabo de una semana tenía la presentación preparada para el cliente. El sistema era el mismo, una maraña de sociedades fantasmas que iban reportando el dinero a través de un entramado de cuentas opacas ubicadas en distintos paraísos fiscales. Siempre de manera estanca, evitando cualquier contacto con otra sociedad del mismo holding como si fueran células terroristas: si una cae, el resto no se ve amenazada. Este sistema, ideado por mí en mi época de alumno de una escuela de negocios, ha burlado a la DEA en muchas ocasiones. El dueño del dinero siempre tiene a su disposición de aproximadamente el 75% de sus ganancias escondidas; además, a los bancos les tengo prohibido jugar con la pasta en cosas raras. Se puede invertir en deuda soberana con una calificación crediticia AAA y poco más.
Soy un tío muy listo, ¿Qué le vamos hacer? Al trabajo le uno una serie de bufetes jurídicos de varios países y yo soy el director de la orquesta. Todos ganamos mucho dinero con esto y el cliente tiene una fuente inagotable de ingresos. Una vez hecho el entramado al cliente, le doy un calendario donde consta, el sitio, el día y hora exacta en que tiene que hacer cada ingreso. El cuadrante siempre es el mismo y el banco, varía en función la ubicación geográfica de cada cliente. Por ejemplo: si el cliente es asiático, pues elijo alguna isla del Pacífico sur, si es Español, lo normal es trabajar con uno de Andorra. Para poder mover el dinero sin problemas, diseñé un tipo especial de contenedor donde se pueden esconder millones de euros sin problemas.
La discreción es fundamental en este negocio, nunca trabajo con un cliente que no venga recomendado por otro. Sólo veras una discreta placa en la entrada del edificio donde tengo mi despacho que dice: Garrido y asociados, S.L. Pago mis impuestos que me corresponden para evitar llamar la atención; mis activos están repartidos en sociedades inmobiliarias, que en caso de haber un problema sean fácilmente identificadas por Hacienda y me dejen en paz. En cuanto a mi dinero…van a tener que estudiar mucho para poder seguirle el rastro. Una casa, es difícil de esconder pero el dinero se esconde fácilmente. Si mañana me quitan la casa con dinero siempre podré comprar otra. Tengo una colección de coches, es cierto, pero me muevo en uno que no llama para nada la atención. Lo del Rolls de la otra noche era para vacilar un poco, ¿de qué sirve tenerlos si no los puedes sacar a la calle?
El viernes llegó y el nuevo cliente accedió a mi despacho. Estuvimos cerca de cinco horas reunidos explicando el procedimiento de forma detallada, me dijo que tenía cerca de doscientos millones de euros almacenados en una nave industrial, y se los estaban comiendo las ratas. Ése es el problema para sacar todo ese dinero, sin que se llame la atención, tendremos que hacerlo por fases, puede tardar cerca de un año. Mis colaboradores, siempre tienen sociedades fantasmas creadas previamente para poder hacer las cosas más rápidamente sin tener que depender de la burocracia. Dejamos todos los términos bien claritos, cuando la policía entró en mi despacho con armas y pasamontañas.
Fue rápido. Cuando me quise dar cuenta, estaba esposado y sentado delante del juez prestando declaración. Prisión incondicional y al talego. En menos de tres días estaba en Alcalá Meco a la espera de ser juzgado por blaqueo de capitales. Con una seria advertencia recibida en la cárcel: “Mantén la boca cerrada y te cuidaremos. De lo contrario puedes aparecer muerto el día menos pensado”.
Para poder salir del trance y tras leer el sumario, vi que sólo me iban a empapelar por el entramado del cliente que me delató. Para no dar mucha publicidad al caso, me limité a aceptar los cargos y el juez me condenó a diez años de prisión. Por cierto, traidor, había pactado con ellos para no ir a una cárcel norteamericana de por vida. Pero, fue muerto a manos de un cartel rival. ¡Que se joda!
La vida en la cárcel es dura si no tienes protección, mis clientes me la proporcionaron sin mayores problemas porque había mantenido la boca cerrada. Me habían quitado todos mis bienes, menos el dinero que lo tenía a buen recaudo en varias cuentas.
En el sistema penitenciario español, si te mueves bien a los cinco años puedes estar en la calle; Para conseguirlo, primero me apunté a un programa de desintoxicación y también me apunté a distintos cursos de formación profesional. Obtuve un título de: albañilería, otro de fontanería, otro de electricidad. El que más me gustó, uno de mecánica del automóvil, al menos podía volver a oler la gasolina. Lo mejor de todo es que dispones de tiempo para leer. Un día, harto de que la biblioteca esté hecha mierda, le pedí al funcionario de prisiones que me dejara organizarla mejor y él, con tal de quitarle trabajo, me concedió el permiso. En menos de un mes tenía todos los volúmenes reubicados y organizados por temas, además de informatizados. Me había portado tan bien que me dieron un trabajo gestionándola, cobraba dinero y me entretenía con lo que más me gusta.
Tal y como mi abogado dijo, el tercer grado me lo concedieron a los cinco años de condena, pero no podría abandonar el país hasta que no me dieran la definitiva. Además con mi certificado de penales iba a ser difícil ir a según qué países. Tampoco podía disponer del dinero inmediatamente, había que esperar y por ello intenté buscar un empleo mientras tanto. No quería tirar de nadie conocido, así que, cuando salí, busqué a mi ex. Y digo ex, porque cortó conmigo por carta. Por lo menos tendría un sitio donde dormir un par de días. Estaba más solo que la una, además llevaba cinco años sin follar, mi polla pedía a gritos un poco de marcha. Al llegar a casa de Paola. Manu me abrió la puerta con cara extrañada.
-Hola Javi, ¿cuándo te han soltado?
-Esta mañana, ¿puedo pasar?
-Mejor no. Paola está ocupada ahora mismo.
Sin más palabras, empujé la puerta y me encontré a Paola con un bebé en brazos. En seguida me di cuenta de que estaba de más. Ella me miraba con pánico, por lo que decidí salir de allí.
Fui en busca de Mónica, ella me abrió la puerta con cara sorprendida y me sirvió un café, me dijo que se acababa de casar y que no podía cobijarme, Que lo sentía…joder, ¿cuándo me había convertido en un apestado de mierda?, viendo los resultados me di cuenta que estaba muy solo. No tenía ni donde cobijarme.
Así que me dediqué a deambular por la calle, en busca de un hotel barato para pasar la noche, hasta que en un edificio vi un cartel que decía “Se busca portero”, lo cogí y me ofrecí a trabajar. Me atendió el presidente de la comunidad, el sueldo era bajo, pero tendría que acostumbrarme. En el trato entraba el vivir en la portería, un pequeño cubículo no más grande que mi celda, con un cuarto de baño y una pequeña cocina. Acordamos todo y empecé con mi nuevo trabajo. ¡Por fin un golpe de suerte en mucho tiempo!
Continuará