Girl spotter por accidente

Un evento singular como ver y filmar aviones, pasó a ser una aventura erótica y todo gracias a una dirección errónea y circunstancias varias que ayudaron a que el día de un hombre simple fuese grandioso :)

Uuuffff lo recuerdo y me caliento otra vez.

Aquel día, afortunado día, iba a comenzar este “hobby” que se llama plane spotting, o avistamiento de aviones, con filmación y todo. Habíamos quedado con un grupo de amigos en el departamento (apartamento) de uno de ellos, pues teníamos previsto filmar la pasada de varias bandadas de aviones militares programado para las 14:30 sobre un estadio aledaño, y el spot planeado para ello era perfecto: la azotea del departamento. Pues bien, era un evento muy singular y yo no quería perder detalle del acontecimiento. De hecho, me había hecho de una cámara nueva a precio muy conveniente, de forma especial para debutarla con estos aviones que iba a ver.

Me dieron la dirección por Whatsapp, pero no presté mucha atención-pues me mareaba a veces la cantidad de comentarios nerd que hablaban ciertos integrantes del grupo de esta organización- y bueno, será por eso que tal vez hice la vista demasiado gorda a la dirección del departamento al que iba. Diremos que la dirección de “Dunkerque 2624” (nombre ficticio) fue confundido por “Dunkerque 2264”. Llegué bastante temprano, eran las 13:00. Sabía que no vería ni un alma de esos sujetos hasta más tarde, por lo que subí hasta la azotea del edificio tranquilamente. El conserje no estaba en su puesto, la puerta de entrada semiabierta, nunca tuve la oportunidad de saber o confirmar que me encontraba en otro edificio.

Llego hasta arriba… y había una PRINCESA tomando el sol en un diminuto bikini, y sola. Estaba en una especie de sillita en ángulo obtuso, casi de 180 grados, dispuesta de forma aledaña a una pequeña piscina. Leía un libro, estaba absorta en él. Me pareció una imagen muy interesante y una situación muy afortunada la mía. Habiendo llegado temprano, me podía deleitar un momento en esta belleza frente a mí. Calculo que durante los primeros 15 minutos no se dió cuenta de que yo estaba allí, lo noté porque hizo cosas que uno sólo haría en la intimidad ¡y además no despegaba la vista del libro! Eso me dió mucho tiempo, y mucho morbo.

En un comienzo su posición era panza abajo, mirando en sentido contrario a mi posición. Lo único que resaltaba de su cuerpo era su sombrero playero, sus brazos sosteniendo el libro, sus pies apuntando hacia mi y sus nalgas blancas, redonditas que eran cruzadas por una diminuta tela rosada magenta. Por el ángulo en que la veía, no sabía si estaba topless o tenía algún sujetador. Mientras leía a menudo me fijé que se acomodaba el tanga (a veces levantándolo un poco) y se rascaba, no de placer precisamente ni de forma sexy (pues ella pensaba que estaba sola) pero el placer lo estaba teniendo yo. Ya que me encontraba a escasos metros, unos 5-6, tenía cerca una de estas sillas y me acomodé en dirección hacia ella. Mientras tanto la miraba, también mataba el tiempo revisando mi cámara. ¡Ah! No, no la quise filmar. Tenía miedo de que me sorprendiera y se disgustara, y tampoco soy de ese tipo de persona (aunque sincerándome, moría de ganas)... pero sí es cierto que intruseaba la cámara, me leía un poco las instrucciones y me puse a probar el zoom mientras trataba de grabar aves o cosas cercanas, todavía con la sana intención de concretar a lo que iba. Eso, mientras hacía pausas mirando hacia donde esta chica rubia de cabello largo, ahí frente a mí, ahora jugaba con sus pies mientras tenía las piernas elevadas y se leía ese libro que debía estar muy bueno.

Pasados esos primeros minutos, unos 15 según yo, se recostó espalda abajo y al acomodarse me notó allí. No la estaba mirando pero sé que me notó, pues movió la cabeza hacia atrás como sorprendida de encontrar a alguien, y luego se pegó nuevamente al libro. ¿Qué estaría leyendo? Me parecía muy loco ese poder de la literatura, que si pillas algo que te encante, no lo sueltas más hasta devorarlo completo. Ahí fue cuando tuve la idea de jugar con el zoom e intentar saber el título de la portada, al menos para saber qué es lo que atrapa tanto a una chica joven y guapa como ella a leer así. Corría el riesgo de ser muy obvio y ser descubierto, pero qué más da. Lo hice.

El libro era una novela, finalmente nada interesante para mi mirada particular sobre lo que es un buen libro, pero la visión de ella allí en esa especie de silla-camilla me perturbaba, además era exquisita, flaca, bien formada pero a la vez delicada, una mujer vamos… Yo simulaba un desinterés en ella, pero luego de un rato así ¿era idea mía o se estaba acomodando el sujetador de forma algo atrevida? No pesqué ese anzuelo, debió ser idea mía. Ella seguía leyendo el libro, con una mano sosteniéndolo y la otra la llevaba a los elásticos, jugando como traviesa con ellos. Diosss qué pasa aquí…

La chica nuevamente se pone de panza y, para mi sorpresa, se saca el sujetador. Claro, si estaba boca abajo, ¿qué importaba si se lo sacaba? Yo no vería nada de todas formas. Pero el hecho es que la erección fue máxima, y mi atención hacia probar la cámara dejó de existir. Ella de espaldas a mí y boca abajo ya no podía verme… por lo que me puse a mirarla con toda la atención.

Su mano izquierda sostenía el libro, la derecha se me perdió de vista pero su codo estaba a la altura de uno de sus senos, eso me encantó -aunque tal vez sólo me lo estaba imaginando. Así fue unos minutos, hasta que hizo nuevamente el gesto del principio de levantarse su prenda inferior pero esta vez más lentamente y claramente con una intención detrás de que la viera. ¡Me encantó tanto que me encontraba con la cabeza procesando posibilidades de abordarla! Pero yo no era así, yo era un niñato a medio camino entre un nerd y un cristiano devoto, no me veía haciendo nada real, sólo imaginariamente. Ahora, cuando ví que se echaba bloqueador solar y levantaba el tanga innecesariamente para esparcirlo por sus na!gas, salió el “otro yo” que tengo y me acerqué a ella.

-¡Hola!

-Holaa (dice ella como sonriendo gentilmente)

-Sabes, estoy un poco perdido. Hace un rato estoy esperando a unos amigos y no han llegado (yo sabía que iban a llegar mucho después), sabes si viene un grupo acá?

-No… no tenía ni idea que se juntaba un grupo. ¿Y van a cerrar la piscina o algo así?

-Según ellos, dijeron que sí. Habían reservado un par de horas, es un grupo de varios.

-Aaay pero cómo hacen esooo… esto es un recinto que no lo pueden cerrar, todos tenemos igual derecho a estar aquí a la hora que se nos antoje.

-Ok no te molestes, yo de hecho vengo de visita. Pero no me molesta que estés aquí.

-¿Ah no? Bueno y si te molesta bancatelaa. No me muevo de aquí. Encima a esta hora nunca viene nadie, por eso vengo.

-¡No me molesta, digo!… de hecho me gusta... (aquí se me salió lo caliente)

-¿Quéeee? Ah nooo vos te re-zarpaste… ¡cómo me decís eso! (acá sí que estaba alterada)

-Uy perdona, es sólo que te ves ahí tan…

-Qué, como qué me veo…

-Guapa

-No, no te perdono. Agarrá ese bloqueador y me echas un poco.

-¡Qué! Ahora sí que no entiendo nada…

-¡Eso! Ponme bloqueador.

-Quieres que lo esparza…

-Sí, pero bueno, si no queres no importa. Me lo echo yo y punto.

-OK OK lo haré…

¡Wow! ¿Cómo hay situaciones así? La mina estaba medio loca (según yo), empecé a ver otra forma de pensar muy temperamental de ella, pero en principio me parecía raro… bueno, dejé lo mío y me puse de rodillas al lado de ella para brindarle terapia (...). Esparcí un buen resto de ese bloqueador americano que ella tenía, a todo esto el aroma era de coco y era muuuy exquisito. Ufff entre eso y su espalda (no me atrevía a hacer más), tenía una erección de aquellas. Luego avancé por sus pies y piernas. El trasero también pero de forma muy cortés.

-Si quieres puedes avanzar más arriba (me dijo). A ver espera que me acomodo mejor.

Se voltea y me encara con sus pechos desafiantes y de areolas rosaditas, como me encantan. Me guía un poco las manos como para indicarme que estaba bien por ella que lo hiciera, así que comencé. Ella en tanto, tomó su libro y siguió en eso. Yo quise hacerle desconcentrar de la lectura e inicié un jugueteo con sus senos. Uno de ellos lo envolví en mi palma, y lo magreaba de arriba hacia abajo, rozando de forma casi accidental su pezón. La tipa me pegó una mirada levantando la ceja, señal de pregunta. Yo no hice caso y seguí unos segundos más, hasta que me puso su mano sobre la mía y me paró, mirando como con enfado:

-Qué te crees que estás haciendo.

-Lo que me pediste.

-¡Noo! Pedí esparcir bloqueador, no que me calientes.

-Eh?????!!!!

-¡Eso! No sabés lo sensibles que son. ¡Me empecé a mojar por tu culpa!

-Naaah, sorry pero qué intención tienes tú con esto en primer lugar…

-¡Nada! Recuerda que yo estaba sola.

Y cuando le estaba diciendo “Y acaso tú crees que vine por…” me viene un beso arrebatado de ella, agarrándome de la cabeza como si se me fuese a caer del beso. Mi primer gesto técnico fue el obvio, corresponder y empezar a avanzar con mis manos en su cuerpo mientras nos besábamos. Avanzar a la siguiente etapa.

-Nooooo (me dice). Seguí esparciendo. (Me suelta y vuelve a su posición)

Esto era la locura misma, y no estaba entendiendo ¡nada! Pero era mucho mejor panorama que grabar avioncitos. Me di a la labor de cerrar la boca y hacer la mejor masoterapia posible sobre esta mujer, tan bella como temperamental. ¿Quizás bipolar? Ja!

Mis manos fueron más agresivas hacia sus senos, quiero decir que fui más en el plan de sacarle gemidos que de aceitarla. Le sobé las tetas hasta el hartazgo, fui delicado pero preciso a lograr que a esta chica le mejorara el carácter. Pronto noté que se contenía de gemir pero su respiración era agitada, y su mano en el libro lo soltó, lo dejó caer al suelo de forma desinteresada y la llevó a jugar con el elástico de su colaless rosa. Aunque fue algo muy sutil, era sólo un juego sensual, no se lo estaba sacando. Mi interés fijó la mirada en ello, y dije algo así como ”por aquí me falta pasarte un resto” y le bajé ese lado del elástico, a lo que ella reaccionó saboreándose con la boca. Esparcí y ella se me acomodó de lado para darme la espalda un poco y me estiró el culo hacia afuera un tanto, como diciendo “por aquí también te falta”. Ahí tomé el toro por las astas y le corrí hacia un lado la excusa, para echar mucho bloqueador por sus rincones y esparcirlos delicadamente. Fui con mis manos hacia sus pompas y mis dedos se metieron al medio, toqué su ojete y lo rodeé en círculos de cremita bloqueadora. Abriendo bien esa zona con mis dedos, seguí por ahí hacia abajo y descubrí que su cuquita estaba casi que en estado líquido. La chica tenía una gran excitación, lo estaba pasando genial desde hace rato y me acababa de enterar. Tenía muy húmedo, y luego miré que la silla también estaba mojada en esa zona. Rocé por fuera con 2 dedos su pubis, cada uno sobre un labio, y los usé para abrirla y cerrarla varias veces como una conchita. Eso producía ese sonido “puigg” líquido que acusa humedad abundante, y estuve en eso un par de minutos. Ella comenzó a estremecerse, le salían unos “hmmmmm…” cada vez que rozaba o hacía algo relacionado con su cosita. Seguí avanzando hacia arriba para llegar al otro extremo, a donde estaba su clítoris, y ahí le metí otro poco de bloqueador.

Fue ahí cuando reventó a gemir como loca, casi que gritaba y me entró un poco de pánico porque era un lugar donde podría venir cualquier persona del edificio, por lo que me detuve y proseguí en otros puntos menos sensibles de su anatomía. Fue ahí cuando me dijo:

-Niño eres muy lindo, de verdad pensaste que yo era una perversa ¿no?

-¡Perversa! Más bien un poco loquilla…

-Hmmm ¿me querés ver loquilla…?

-jajajajajajaja… para serte honesto, están a punto de llegar varias personas del grupo en cualquier momento, no creo que sea buena idea seguir en esto.

-Ayyy quiénes decís que van a venir.

-¡Los de ese grupo que te comenté! Es cierto…

-Nooooo esos ñoños se van a juntar al lado, yo ya sabía y fue de mala que no te dije. Tengo unos vecinos que también iban. Ah noo qué mala que soy...

-¡Ah! ¿No es este el 2624?

-Nooooo jajajaja, ¡es el 2264!

-AjajJajajaja y qué, ¡y qué hacemos así aquí entonces!

-Seguí haciendo lo que estás haciendo, ya estás jodido, lo peor que puedes hacer es dejarme así como estoy ahora…

-Mmmm y cómo estás ahora?

-Con ganas de que me folles mi cosita mojadita…

Uffff acá una pausa. Esto sé qué tan irreal les pueda sonar a muchos, pero ¿qué haría otro en mi situación? Probablemente lo mismo que yo.

-Hey, ¿no será más cómodo si nos vamos a tu habitación?

-Nooooo te vas a perder el desfile. Aparte que acá nunca sube nadie…

-OK…

Me esparcí un tanto de esa pomada en el pene, y lo froté hasta hacerlo más grande. Ella me hizo señal de recostarme donde ella estaba, y me cedió el espacio. Lo vio crecer y se lo largó a la boca de un bocado, y lo llevaba a lo más profundo de su garganta. Luego lo sacaba totalmente y lo volvía a llevar. Aquello nunca me había sido tan excitante como ese día. Su boca no era muy grande, pero llevaba mi verga a una profundidad bastante respetable. Cuando tocaba fondo no le hacía problema, y yo sentía como si fuera su sexo. Así estuve unos pocos minutos, la urgencia de comerle el coño me desesperaba.

Le hice un gesto de que se incorporara sobre mí, para que estuviera dándome ese culito directamente a la cara, de esa forma tenía su conejito completamente para mí. Mi lengua se movía desde su ano hasta su clítoris, en pasadas de sube-baja que sacaron aplausos (gemidos) de agradecimiento. Era un recorrido lento y en el que arrastraba mi lengua por cada hendidura o irregularidad, adaptándose a las formas caprichosas de su chochito caliente y  lubricado. Me era muy sabrosa su vagina, era pequeña y poco ácida, su gusto era suave y perfecto, me hubiese encantado quedarme horas entretenido allí de no ser porque es una gestión que luego de un rato agota y obliga a cambiar de posición. Ella se saboreaba con la boca como me pareció verlo al comienzo de esta situación, pero ahora acompañado de unos “uuuy-uuuy-uuuy…” que eran seguidos y me llevaban a seguir en lo mío.

Finalmente, ella se me quita de la boca y se monta sobre mi verga, entrando al primer intento y sin yo poder sentir mucho pues estaba tan caliente aquella mujer que sus fluidos facilitaban cualquier ingreso de mi pija en ella.

-¡Ahora! Quedate quieto que te lo quiero hacer.

-¿Tú a mí? Wuajajajajaj

-¿Qué es lo chistoso? No te muevas.

Se empezó a balancear como aquellas chicas de vídeos que se meten dildos, ella danzaba afirmándose de sus brazos y moviendo con ayuda de sus piernas, frente a mí, sobre mí. Aquello era tan hermoso como excitante.

Empezó muy lento, diría que se tomaba unos segundos por cada embestida, luego aumentó hasta una por segundo, y ahí ya estábamos fuera de sí los dos….

Me estaba por correr, por lo que me salí y le apliqué una técnica de “fingering” aprendida por ahí y que me ayudó para que ella también se corriera, y justo en eso pasa fugazmente un grupo de aviones sobre nosotros, a escasos metros de altura. Wow fue increíble, ¡fue de películas! En eso ella me sonríe…

-Uuy te quedaste sin grabarlo.

-¡No importa! Para la otra, te voy a cobrar sí…

-Qué me vas a cobrar, ¿el masaje?

-No, para la otra te grabo en vídeo

-Mmmmmmh… si es para tí solo, obvio!

-Sí, te coleccionaría y tendría varios.

-Mmmmmmmmhh me gusta!

-¡Ooh diosss sí a mí también!

Terminamos como buenos amigos y después de este hecho nos seguimos viendo. Amigos con beneficios, dicen. Lo cierto es que nunca más volví con el grupo de spotters y me dediqué, en cambio, al deporte. Actualmente leo novelas y le di alguna recomendación por ahí a mi compañera, quien ahora disfruta de lecturas eróticas al igual que yo.

Dedicado a ti con mucho cariño.