Gimnasio nuevo y amigos nuevos

Sentía su tronco en mi interior, cuyo grosor hizo que sintiera dolor y placer, maduro semental que jadeaba y suspiraba en mi oído, pudiendo comerme la oreja cuando tenía ocasión, o se contentaba con morder mi cuello, o retorcer mis pezones, mientras me estremecía por sus embestidas... aaahhh!!.

Gimnasio nuevo y amigos nuevos

Me lleve unos meses alejado del gimnasio, no siendo por otro motivo que mis bajas notas, quitándome mis padres aquello que podría quitarme horas de estudios, comenzando por dejar de ir al gimnasio. Pero obviamente mis notas se estabilizaron, y mis padres me permitieron volver, acabando por inscribirme en otro, poniendo las excusas del costo y la variedad de máquina de ejercicios, así de paso evitaba a aquellos amigos de mi padre.

Tras escoger el gimnasio, fui a inscribirme y ese mismo día, me enseñaron antes las instalaciones, mientras me indicaban las normas, instalaciones donde tenía de todo, incluyendo piscina e incluso sauna, acabando por enseñarme la zona de vestuarios y la zona de las duchas, zona dividida en dos, pues había duchas colectivas y otras individuales.

El primer día que me presente, me presentaron al que iba a hacer mi monitor, y que, tras una serie de preguntas y pruebas, esté me informo que dependiendo de lo que buscara. Me decía que tenía que mentalizarme que iba a hacer un trabajo largo y duro, donde debía de comprometerme al máximo y cumplir con todo. Sobre todo, si mi intención era la de ganar músculo, pues con mi cuerpo delgado y mi complexión, veía que iba a hacer difícil. Aquella charla más me pareció una mezcla entre... ‘Rocky, Rambo y Cobra Kai’, sobre todo el monitor, cuando siempre que podía y no había nadie, acababa este por cogerme el culo, fingiendo como si fuera parte de unas instrucciones.

Pero bueno, comencé a ir a diferentes horarios, pues estaba atado a los estudios, acudía al mediodía unas horas o por la tarde noche, donde podría estar algo más de tiempo. En mi primera semana, me machaque en los ejercicios que esté me había puesto, estando en un grupo donde coincidía por este horario con una serie de personas, como es normal, hombres en su mayoría, cuyas edades eran variado. Pero que había tres que estaban en ese margen de edad que me gustaban, habiendo otros tantos que me atraían, y el resto digamos... juventud.

Con el tiempo que coincidía con ellos, comencé a entablar conversaciones y poco a poco amistad, no de esas de toda la vida, pero si para poder conocernos mejor. No deseando que se me notara que me sentía atraído por ellos, aunque mi mayor miedo era sobre todo, cuando estaba en las duchas con tanto maduro. E intentaba que mis miradas no me delataran, cosa que aprovechaba por ducharme con los chicos jóvenes, sabiendo perfectamente que no tendría problema de erección (empalme). Y finalmente para quitarme problema, acabe por utilizar las duchas individuales, donde podría ducharme a mi aire y tranquilo, sobre todo porque soy de esos que aun utiliza pastilla de jabón.

Cabina muy bien preparada, donde entras y tienes a un lado un pequeño taburete y a la altura de la cara, un perchero con una bandeja donde poder dejar las cosas. Cabina que me gusto más utilizar, pues tras entrar cuelgas la toalla y dejas sobre la balda, tanto el neceser como la ropa, caminando unos cuatro o cinco pasos hasta la ducha, donde puedes ducharte tranquilo.

Y comenzar, primero abro los grifos y espero a que el agua se ponga caliente, luego tomo la pastilla y me meto bajo la ducha y comencé con mi ritual. Enjabonando mis manos hasta hacer bastante espuma, comenzando a frotar cuello, hombros, brazos y pecho, descendiendo hasta el vientre y la ingle. Frotando la pastilla por mi miembro y desciendo por muslos, pantorrillas y pies, volviendo a ascender hasta mis nalgas, comenzando a frotar con ganas. Comenzando a frotar con fuerza, metiendo la pastilla entre mis glúteos hacia la zona del perineo, volviendo hacia mi orificio, enjabonándomelo y ayudarme con mis dedos, acabando por introducirme no uno sino hasta dos... uuummm!!.

Pero como suele decirse... ‘nunca llueve a gusto de todos’, digo esto porque un día, cuando acabe de machacarme, me dispuse a ir a ducharme y relajarme bajo el agua. Donde de camino hacia los vestuarios, acabe siendo abordado por uno de eso hombres, persona de cincuenta y muchos años, alto de metro ochenta y cinco al menos. Un maduro bastante corpulento, cuyos cabellos canosos eran escaso pues rodeaban su coronilla, persona de ojos negros con barba corta y cuidada. Hombre que en su momento se me presento como Maxi, y por su acento y que más tarde me lo confirmo era de ascendencia argentina.

Persona que conversábamos hasta llegar al vestuario, donde tras desvestirme y reliar mi toalla en la cintura, me dio por coger el neceser y la ropa e irme a la cabina, llevándome el chasco al verlas cerradas. No quedándome otra que volver a la cabina, soltar las prendas y el neceser, y llevarme tan solo la pastilla de jabón. Pero cuando llegue a la zona de las duchas comunes, allí dentro estaba Maxi duchándose, dándome un poco de corte a pesar de ser como soy. Y esté fue verme e invitarme a entrar, animándome y soltarme...

  • “Venga entra que no pasa nada, nadie te va a comer, además todo tenemos lo mismo, venga... hombre”.

Y finalmente entro, pero quedándome en un extremo, tras haber dejado mi toalla colgada a la entrada, me dispuse a colocarme debajo de uno de esos chorros, dejando que el agua caliente me impregne por completo. Y luego por continuar por tomar la pastilla de jabón, no sin antes mirar hacia Maxi con cautela, comprobando que esté estaba de espalda hacia mí.

Dándome por comenzar con mi ritual, pues yo e incluso a día de hoy, debo decir que lo considero como eso... un ritual, pues me siento más limpio al utilizar una pastilla de jabón en vez de gel. Dicho esto, continuo...

Tras coger la pastilla, comencé a recorrer mi cuerpo, restregando pastilla y mano, desde rostro, cuello, hombros, pechos, vientre, continuando por las extremidades, brazos y piernas. Dejando para lo último tanto mi entrepierna como mis nalgas, donde ni me acorde que no estaba solo, simplemente me deje llevar. Seguí desde la ingle hacía mi flácido miembro, frotando con cautela e ir enjabonando hacia mi perineo, siguiendo por entre mis glúteos hasta mi orificio... uuummm!!. Deteniéndome y continuar, pasando la pastilla de jabón, presionando sobre mi orificio, llegando a introducir parte... ooohhh!!.

Sacándolo para limpiar bien con la ayuda de mis dedos, introduciendo no solo mi dedo corazón sino acabe por meterme el mediano, acabando estos por entrar con suma facilidad... uuuffff!!. Enjugándome y salir en busca de mi toalla, saliendo y actuando con normalidad, mientras notaba la mirada de Maxi en silencio, acabando por marcharnos y despedirnos.

Y durante esa semana, no me quedo otra que ducharme en las duchas comunes, aunque me informaron que el fin de semana ya estaría arreglada la avería, pues esta, estaba relacionada con los bajantes. Y no me quedo otra que ducharme ya sea con la compañía de Maxi, como de otras personas, hombres que me extraño, pues normalmente no solían coincidir conmigo, pero bueno, cosas más extrañas suceden.

Y recuerdo uno de esas tardes, cuando había llegado al vestuario para prepararme para ducharme, estaba desvistiéndome cuando llegó uno de los compañeros de Maxi. Hombre que por su apariencia me dio por pensar que era algo más viejo que él, persona muy callada y sería, hombre que recuerdo que le sonó el móvil y sin esperar a vestirse, le dio por contestar. Escuchándole decir...

  • “Sí aún estoy aquí, yo sí... él aun no; no lo sé, bueno espero cinco minutos y si no, me marcho... vale”.

Y yo en verdad, no me había desnudado aún, pues estaba esperando que esta persona se marchara, estando perdiendo el tiempo en coger la toalla y ordenar la taquilla. Pero tras ver que no me quedaba otra, acabe finalmente por desvestirme, comenzando por despojarme de la camiseta, las calzonas (pantalón corto deportivo). Y antes de quitarme los calzoncillos, me dispuse a descalzarme, dándome por apoyar el pie sobre el banco de madera, dándome por mirar de reojo hacia atrás, pudiendo ver a ese hombre como me miraba el culo, ¡mientras se apretaba el bulto de su entrepierna... uuummm!! (debo confesar que aquello me gusto).

Acabe por desvestirme, coger la toalla y enrollármela a la cintura, tomar la pastilla de jabón y me encamine hacia el interior de la ducha común, abrir el grifo y meterme debajo, comenzando con mi ritual. Y tuve la sensación de ser observado, cosa que pude ver con prudencia mientras me enjabonaba, sintiéndome por un lado molesto pero por otro a contento... uuummm!!. Siendo en esta ocasión mi ritual más lento y a fondo, pudiendo mirar con sigilo a este hombre, llegando a descubrir como el muy cabrón se había sacado su miembro del interior de su pantalón, y se estaba masturbando... uuummm!!.

Pero un ruido de fondo, me lo acabo por espantar, escuchando como este se alejaba y las puertas de entrada al vestuario, acabo por dejarme confirmarme que se había marchado. Acabando por enjuagarme y marcharme, y esa noche en mis sueños, estaba yo de rodilla comiendo me esa polla... uuuffff!!.

Y no volví al gimnasio hasta el lunes siguiente, no deje de ir por esta persona, cosa que no fue así, sino por tener muchos estudios y saber que, si los dejaba de la mano, volvería a dejar de ir al gimnasio. Ese lunes llegue, y tras entrar esa persona encargada del mantenimiento, me informo que las duchas individuales funcionan a la perfección. Y aunque me alegre, pero por otro lado me entristeció, pues pensé que me iba a quedar sin diversión, ya que le había cogido el gustillo a recrearme en las duchas. Pero sobre todo a la vista de estos son personas, disfrutando como me enjabonaba despacio, mientras fingía que no sabía que me miraba... uuummm!!.

Sigo, tras cambiarme y subir al interior, saludando a unos y a otros, comenzando con mi rutina deportiva, acercándose a los pocos minutos Maxi, preguntándome cómo iba la tabla de ejercicios, o como me había ido del fin de semana. Donde la confianza le daba ya por hacerme preguntas más personales, preguntas como saber si había estado follando con chicas o simplemente... ‘morder la perdiz’. Y cuando comienzas con las pesas, esté me ayuda con ellas, acabando por acercarse aquel otro, hablando entre ellos con bastante confianza, como si se conocieran de toda la vida.

Y en momento dado, decirles que ya había acabado, dirigiéndome hacia los vestuarios, dejando a estos juntos en las maquinas, personas que di por hecho que no debían de ser conocidos solo de allí. Y entre en los vestuarios, encaminándome hacia mi taquilla, abriéndola y sacar la toalla, las chanclas, pastilla de jabón, ropa para cambiarme y calzado. Continuando por despojarme de mi ropa, desnudándome y escuchar pasos a lo lejos, enrollándome la toalla a la cintura, cuando vi entrar a Maxi en los vestuarios.

Cogí y entre en una de las cabinas, dejando la toalla colgando en el perchero, ropa y calzado sobre la balda, y sin llegar a cerrar la puerta del todo, pues la deje entornada, me metí en la ducha. Comenzando por disfrutar de esa agua caliente deslizarse por mi cuerpo, cogiendo la pastilla de jabón y embadurnarme bien todo el cuerpo. Llegando a percibir ser observado, pudiendo descubrir una silueta en el reflejo de la tubería, silueta que di por hecho que debía de ser de ese hombre... uuummm!!.

Debo confesaros que me sentía excitado, llegándose a notar hasta en el estado de mi miembro, pues estaba empalmado, dándome por juguetear con la pastilla de jabón y mis dedos con mi orificio... ooohhh!!. No deje de mirar el reflejo en esa tubería, reflejo que era la silueta de una persona, y esta pude constatar que cada vez estaba más cerca... uuuffff!!. Mi corazón latía a mil por hora, mis pulsaciones debían de estar por las nubes, mi orificio mejor no decir como estaba, perro si os puedo jurar que estaba... ‘facilón’.

Y yo pensaba si esté iba a actuar o no, pues ya era hora de salir, y cuando perdí la esperanza a que esta persona actuara, fui a darme la vuelta cuando esté se me hecho encima. Sintiendo su gran cuerpo tomarme, cuyos fuertes brazos me empujaban hacia el interior de la ducha, cuya una de sus manos me oprimía por mi cuello hacia delante sin poder girarme, mientras la otra manoseaba mi pecho, vientre y finalmente mi miembro... ooohhh!!.

Aquella persona de fuerza descomunal, me tenía prácticamente a su merced, intente apartar ese brazo, pero me fue inútil, mire hacía mi miembro y pude verlo lo empalmado que estaba. Y como pude, miré hacia atrás, pudiendo ver esa polla balancearse, miembro que vi como este se lo cogía, y en segundos sentir su glande en mi orificio... ooohhh!!. Comenzando a empujar, sintiendo como me lo iba introduciendo, sintiendo flaquear mis piernas ante tal fuerza... ooohhh!!.

Y esté soltarme, tomándome por mi frente y tirar hacia atrás, sintiendo su boca morder mi cuello y hombro, mientras esa verga me entraba hasta sus grandes huevos... aaahhh!!. Tomarme por las caderas y comenzar un incesante mete saca, cuya venas pude notar y constar su virilidad, hombre que no dijo palabra alguna, pero sus intenciones lo decían todo... uuummm!!.

Sentía su tronco en mi interior, cuyo grosor hizo que sintiera placer y no solo dolor, dándome por mirar hacia mi miembro y comprobar como este había desaparecido, pues perdí toda erección, y se me había empequeñecido... uuuffff!!. Semental que jadeaba y suspiraba en mi oído, pudiendo comerme la oreja cuando tenía ocasión, mordiendo cuello y arañando mi espalda, mientras me estremecía... aaahhh!!. Dándole por pellizcar mis pezones, acabando por preguntarme...

  • “Boca o culo”.

Y ante mi extrañeza, soltar...

  • “Mejor culo, ¡dejemos la boca para otra ocasión... uuuffff!!”.

Y decir eso, y sentir como esté entre fuertes embestidas, comenzaba a correrse dentro de mí, mientras continuaba bombeando, no dejando de penetrarme... ooohhh!!. Sacándola y dejarme caer al suelo, mientras pude comprobar que no era Maxi quien me había follado, sino aquel otro que me estuvo el otro día espiando en la ducha. Ese que hoy se nos acercó y comenzó a hablar con Maxi, pues ese ha sido quien me había cogido, mientras que Maxi nos miraba desde la puerta.

Este que no sabía ni como coño se llamaba, acabo por tomarme por la cabeza y acercar su polla, comenzando por restregar su glande por mi cara y boca, restregando su capullo por mis labios, acabando yo por separarlos y permitir que entrara... uuuffff!!. Comenzando a chupársela, viendo y sintiendo cómo iba tomando tamaño, acabando esté por girarse hacia su amigo, y decirle...

  • “Entra hombre y cierra la puerta, no te hagas de rogar y únete que lo está deseando”.

Y debo confesaros que para nada esté mentía, pues en verdad deseaba más a ese argentino que a este otro, aunque el decidido fue ese, pero que finalmente me vi comiéndole la polla... uuuffff!!. Mientras Maxi, no dejaba de decirme...

  • “Uuuffff!!... que maricona, pues ahora que ya estas estrenado, no me importaría cogerte en una cama como Dios manda”.

Escuché mientras pensaba que no creía que fuera tan remilgado y mijita, e incluso escrupuloso a la hora de hacerlo en cualquier sitio, pero cuando tuve su polla en mi boca. Chupando y lamiendo tanto miembro como huevos, como que se le olvido todas esas tonterías, acabando por sujetarme por la nuca y obligarme a tragármela en su totalidad, poniéndole incluso mis arcadas... aaahhh!!. Acabando estos por correrse ambos, acabaron por ducharse y se marcharon, dejándome a que yo terminara, cosa que hice y me marche. Viéndome mas tarde en casa los efectos que ese otro hombre me dejo, muerdos, arañazos y moratones por mi cuello, hombros y pecho. Aunque estaba ciertamente excitado, también por estas marcas me veía como una vulgar putilla, viendo que tendría la prudencia el no verme en unos días, cosa que hice. Pero pasado estos, volví al gimnasio y recuerdo que, entre decidido, entre buscando a estos dos, deseado dejar las cosas claras a uno, y pedirle las explicaciones al otro.

Pero fue entrar en la zona de las maquinas, pudiendo ver allí que estaba estos dos juntos... junto a un tercero, hombres que me miraban y me turbaban, miraban, murmuraban y reían, dando por hecho que debían de hablar de mí. Hombres que cuando me tumbé sobre la bancada para coger las pesas, estos se me acercaron tanto que con prudencia, me mostraban por sus perniles sus capullos... uuummm!!. Dejándome caer que los disfrutare, palabras que me hacían temer y por otro lado desear, pues llegaba a sentir como se me endurecían mis pezones... uuuffff!!.

Y aunque me dije a mi mismo... no, acabe en esa cabina individual cogido por turnos, viendo en primera persona como estos disfrutaban, comiéndome sus pollas, y acabar por ser sodomizado por uno mientras se la chupaba a otro, y ese tercero nos miraba con deseos... uuuffff!!. Mientras me decían...

  • “No te preocupes que no seremos más, vamos a turnarnos contigo, ¡lástima que no tengas más orificios, pero tranquilo que con el tiempo uno se ensanchara y podrá entrar dos... uuummm!!”.

Y durante seis meses, no hubo día en que iba a ese gimnasio y acabara en las duchas individuales, veces en el cual me vi con uno, dos e incluso tres, y mientras hice lo posible para que mis notas no se vieran afectada. Pues uno de ellos, me dijo...

  • “No te preocupes por los estudios, conozco un viejo profesor que con gusto te puede instruir en cualquier materia, solo tienes que mostrar interés, pues como te castigue con su pedazo de regla, como que te veo sin sentarte en días”.

Y bueno, aquí os lo dejo, y lo dicho, agradecer a todos aquellos que me seguís y leéis, deseando que os haya gustado. Si queréis saber más de mí, me lo hacéis saber a mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo).