Gerardo, vecino, amigo y algo más...

Como me hice amigo y mucho más de un treinton muy calentón.

Gerardo, vecino, amigo y algo más

Hola amigos de todo relatos, bueno hace bastante tiempo que no escribo algún relato, pero aquí estoy otra vez para contar una experiencia que sucedió hace alrrededor de un mes, y que bueno felizmente continua sucediendo jeje, pido perdón si mi ortografía o gramática no acompañan puesto que no es mi fuerte en verdad, en fin, procederé a contar lo que sucedió en septiembre

Soy homosexual, mi nombre es Lucas los hombres que me gustan son bastante variados, puesto que un maduro, de unos 35-40 años bien conservado me flipa igual que un veinteañero, pero en especial los hombres velludos, son una debilidad que los hace irresistible para mi. Yo tengo 22 años, soy de tez blanca pero con un bronceado ligero por el lugar donde vivo, viña del mar, chile, digamos que el hecho de que no ando con plumas por la calle y que a mi parecer no soy nada feo, me hacen un tipo atractivo para algunos, por que uno no es del gusto de todos jamás, pero bueno, delgado, con algunos músculos por aquí por allá, en fin un joven según dicen atractivo.

El lugar donde vivo es un sector bastante tranquilo con calles amplias, arboledas y lugares como para salir a correr, por lo que yo lo hago casi todas las mañanas, la casa contigua a la mía, siempre estaba desocupada o con inquilinos que pasaban muy poco tiempo y se iban, vaya a saber uno el motivo, por lo que era habitual ver mudanzas al poco tiempo de llegar estas personas, jamás había llegado ningún vecino para poder observarlo con detenimiento o eran muy feos a mi parecer o demasiados pernos( tontos, atarantados, etc.…), hasta que una mañana de finales de agosto, un día Domingo para ser preciso, sentí nuevamente una mudanza, solo abrí los ojos y pensé en cuanto tiempo se tardarían en irse, jaja, pero luego en la tarde me di cuenta de que por fin algo bueno había llegado al barrio, mis ojos contemplaron a un hombre de unos treinta años, en tenida sport, con una pantalón de buzo, y camiseta que hacia marcarle unos pectorales de ensueño, y lo mejor a mi gusto se veía un peludito adorable jeje, lo vi arreglando cosas en el jardín, se me hizo agua la boca, me di cuenta de que vivía con una mujer y un niño, su mujer y su hijo supuse, pero bueno, no pretendía mas que mirarlo, no tenía hasta ese momento intenciones de lanzarme en una casería, no me interesaba que en el barrio se dieran cuenta de mi condición. A la mañana siguiente salí como cada mañana a eso de las 8am a correr, antes de tomar desayuno para luego irme a la universidad, estaba estirando en el ante jardín cuando lo veo aparecer, en tenida sport, a pesar del frío que hacia esa mañana, con un short que dejaba ver unas piernas fuertes musculosas y velludas, algo morenas, con una sudadera y un poleron, me quedo observando y me saludo, comenzamos una amena conversación, le empecé a contar del barrio, cosas sin importancia en verdad, y me dijo, "veo, que saldrás a correr, podríamos ir en la misma dirección y seguir la platica", lo que acepte encantado, ni tonto ni perezoso no, jeje, corrimos alrededor de una hora, hasta que llegamos a nuestras respectivas casas, así comenzó una rutina que se hizo costumbre cada mañana, en una de estas conversaciones pude sacar una información que a pesar de no estar con malas intenciones me dejo contento, la mujer y el niño con el que vivía eran su hermana y su sobrino, que estaban con el hasta que se instalara del todo, ahí mi radar de casería se activo jeje.

Con 35 años Gerardo como lo llamare estaba buenísimo, alto como de un metro ochenta y algo, fuerte, con pectorales marcados, piernas fuertes puesto que juega fútbol, de hecho es un fanático del este deporte, una cara muy masculina y atractiva, pelo castaño, claro, lo que no permitía ver las pequeñas canas que ya comenzaban a aparecerle, en verdad este hombre se había transformado en una especie de obsesión para mi, una obsesión sexual, y sentimental por que no, puesto que era un hombre muy interesante, en fin, pero todos estos sentimientos no surgieron solos, ya que el de a poco fue alimentando todo esto, estaba casi seguro que me miraba mientras estiraba, y muchas veces nos ayudábamos en nuestros ejercicios, muy rápidamente tomamos una confianza como si hubiésemos sido amigos por mucho tiempo, pasaron alrededor de dos semanas y en nuestro país se comenzaron a celebrar las fiestas patrias, una semana entera de fiestas y asados ( barbacoas, parrillas, etc.…) y Gerardo organizo una parrillada en su casa, invito a sus amigos y familiares, me invito también y ahí estuve buena parte de la tarde, hasta que se hizo noche, y como mi familia se había ido a buenos aires aprovechando el fin de semana largo, estaba completamente solo, la noche llego, y los invitados de Gerardo comenzaron a irse, entre esos su hermana, que ya llevaba cerca de una semana que no vivía con el, por lo que quedamos solos, claro ya varías veces habíamos estado solos, pero esta vez estábamos con algo de copas, aunque no ebrios, yo me iba a ir pero Gerardo insistió:

Gerardo: "Pero Lucas quédate, así me ayudas a ordenar jaja, y podemos ver una película"

Yo:" hmm, esta bien"

Así le ayude a Gerardo a ordenar y comenzamos la búsqueda de una película, nos tiramos en un futon, y el comenzó a buscar dicha película mientras yo comencé un zapping entre varios canales hasta que llegue al canal del conejito, cosa que me sorprendió mucho, el me miro y se rió, me dijo:

"Tengo que tener alguna entretención para cuando estoy solos jeje."

Con algo de malicia le mire y deje el canal ahí, el se sentó a mi lado y con varias películas en la mano, me dijo que si prefería ver eso a el no le molestaba, por lo que asentí con la cabeza, el se saco las zapatillas, y puso sus largas y fuertes piernas sobre la mesa, la situación ya me tenía bastante nervioso y excitado, tenía una erección monumental que trataba de disimular, porque a pesar de que ya teníamos cierta confianza era primera vez que nos acercábamos tanto la película subió bastante de tono y apareció una tipa haciéndole una mamada a un hombre estupendo, con una tranca de unos 20 cm., lo cual me termino de calentar aun más ahí Gerardo me pregunto:

Gerardo: "¿te gusta que te la mamen?"

Yo: hmm, si, bastante en realidad.

Gerardo:" a mi me encanta, recuerdo una tipa que me hizo una mamada que fue de los dioses"

De reojo mire su paquete y pude ver que estaba muy empalmado, y que no hacía ningún trabajo en disimular, y fue ahí cuando note que se comenzó a sobar por encima del pantalón, ahí me dijo:

Gerardo: "¿te molestaría si me la corro?"

Yo: no, no para nada

Gerardo: "obviamente si quieres tu también corretela, me gustaría mucho que me acompañases"

Yo: perfecto.

Yo esperaba que Gerardo se sacara el mazo ahí en la misma posición, pero me sorprendió cuando lo veo parase y bajarse los pantalones por completo quedando en unos sexys boxers negros y por encima del elástico sobresalía una cabeza rojiza, se volvió a sentar, esta vez muy junto a mi, yo tomando confianza me levante e hice lo mismo, me baje los jeans, me los saque, sentándome al lado de el ahí fue cuando nuestras piernas quedaron en contacto, habiendo un sutil roce que no podía ignorar, ya poco me importaba la película solo el sentir de su piernas grande y peluda con las mías me tenia a mil por hora y el ver ese mazo que debía medir unos 18-o 19 cm., era espectacular, lo que mas me llamo la atención era que era muy grueso como de unos 6 o 7 cm., Todo un semental este hombre pensé entre mi, llevábamos solo un minuto de masturbación cuando de pronto siento la mano de Gerardo en mi pierna con una sobajeo que me éxito muchísimo, yo solo me deje hacer hasta que lo mire, y me dijo:

Gerardo: "¿Puedo?"

Mirándome la verga dándome a entender que quería masturbarme, yo respondí asintiendo con la cabeza y una gran sonrisa

Ahí el tomo delicadamente mi verga y comenzó a masturbarme, con su otra mano apago el televisor y me miro se acercó y me dijo al oído:

"He esperado este momento hace mucho tiempo"

Yo: yo también, jeje.

Ahí puso su boca de gruesos labios sobre la mía y comenzamos a besarnos apasionadamente en un beso caliente, y muy húmedo, introdujo su lengua hasta el fondo con una maestría como jamás lo habían hecho, el me soltó la verga y yo me senté sobre sus piernas comenzando un roce increíble, nuestras vergas se encontraba una junta a la otra, con mis piernas y culo podía sentir sus piernas peludas y musculosas, con mis manos recorría ese pecho velludo de macho caliente que tanto me excitaba, y con nuestras bocas no parábamos de besarnos, en ese momento me dijo que fuéramos a su cuarto, lo seguí, ahí me lanzó sobre la cama y se lanzó sobre mi en otro acalorado beso, mientras sus manos recorrían mi cuerpo, me tocaba la espalda y los glúteos, mientras yo con una mano no paraba de tocar esas piernas y culo que me volvían loco, y con la otra acariciaba su cabello, comenzó a bajar y entre lengüetazos y besos me comía mi abdomen, hasta que llego a mi verga que apuntaba orgullosa hacia el techo, le dio suaves besos en la punta de la cabeza y luego lengüetazos, por toda la cabeza mientras me decía palabras sucias y llenas de deseo, estuvo mamandome por un buen rato hasta que me volteo y quede ahí frente a su magnifica herramienta dura como piedra, palpitante y con una cabeza jugosa que llegaba a estar morada de lo dura que estaba, comencé a pasar mi lengua por su glande cosa que le provoco escalofríos, y fui oliendo ese olor a macho fuerte e impregnante que me calentó mucho más, luego seguí recorriendo su tronco con mi lengua, hasta llegar a esas magnificas bolas, gordas, morenas y peludas que colgaban como fruta lista para ser devoradas, no espere y me las comí, así estuvimos un momento que me pareció una fracción de segundo en este maravilloso 69, hasta que volvió a voltearme dejándome de con el culo al aire, debo admitir que instintivamente comencé a mover y levantar mi culo, como ofreciéndome, mi ano palpitaba solo, era primera vez que sentía esto, y me tenía loco, ahí sentí que se dejo caer sobre mi sobando su dura y húmeda verga en mi culo, podía sentir su pecho peludo y sudado en mi espalda, y su piernas agarrandome fuertemente como para que no escapara, y en mi nuca su aliento cálido y agitado, me decía que me deseaba, que ansiaba tenerme así desde que me conoció, y yo le respondía que era mutuo, que deseaba que me tuviese así desde que lo vi, me daba fuertes beso en mi oreja y nuca, me besaba me chupaba, me lamía, me tenía loco mientras no paraba de sobarse contra mi, fue ahí cuando me dijo:

Gerardo: ¡te la quiero meter toda!

Yo: dale, métemela, hazlo

Gerardo: uy, mi niño valiente ahora vas a sentir una verga durita y de verdad en ese culito tan rico que Dios te dio.

Yo: ahh, siiiiii, dale Gerardo por favor.

Por dentro igual tenía algo de miedo, aunque a pesar de que no iba a ser la primera vez que me la metieran no era una de mis practicas usuales, y el tamaño de la verga de Gerardo era mayor a cualquiera que me había metido antes. El bajo besándome y lamiendo mi espalda dándome muchas cosquillas y escalofríos, hasta llegar a mi culo que ya estaba algo húmedo y palpitante, pero ahí vino un momento que jamás olvidare, metió su lengua en la entrada de mi ano, como un verdadero tornillo, dejándome en el cielo, y luego dio un gran lengüetazo en el, cosa que provoco que me corriera en el instante, el noto esto y yo muy avergonzado por no poder aguantar más me di vuelta, el me miro con cara de ternura, sonrió y dijo:

Gerardo: veo que no pudiste aguantar

Yo: (con cara de vergüenza)

Gerardo: no te preocupes mi niño, esto se arregla muy fácil, y aun nos queda mucha noche y muchas corridas más por venir jeje.

Yo sonreí, y muy excitado pude observar como con su propia lengua limpio todo rastro de semen, subió hasta mi, y me dio un beso increíble con mi propia leche, cosa que jamás habría hecho, pero que me calentó de sobre manera, algo de semen quedo en mi estomago, y él bajo lo recogió con su lengua, me volvió a voltear y siguió con su labor de dilatarme usando su saliva y ahora el rastro de semen que había recogido segundos antes desde mi estomago, así continuo con su tarea introduciendo suavemente sus dedos hasta lograr meter tres de sus gruesos y largos dedos, ahí dejo de hacerlo y supuse que estaba listo, el dijo:

Gerardo: ahora quédate tranquilito, por que esto puede doler un poquito.

Yo: dale Gerardo.

Gerardo: shhh, shhh, tranquilo.

Yo: ahh, ahh, ahh,

Gerardo: rico, eres exquisito, tienes un culo de morirse

Yo: y tu una verga genial

Así él metió la cabeza de su mazo en mi culo, no le costo mucho trabajo por lo dilatado que estaba, pero a mi me dolió mucho, ahí el se quedo quieto por un rato mientras me acostumbraba a este cuerpo extraño que entraba en mi ano, luego que el dolor paso el prosiguió con su tarea y cada movimiento de el de dolor pasaba a placer, hasta que la mezcla de ambos daban a la situación una sensación demasiado excitante además de estar siendo dominado, otra cosa que me extraño que me gustase tanto, pero bueno, me agradaba que fuese él, en fin, el comenzó un mete y saca y al ver que ya el dolor no era mucho, comenzó con juegos bastante ricos, sacaba toda la verga y la volvía a meter de una fuerte y entera hasta el fondo, luego comenzó a moverse en forma circular cosa que me dejo jadeando y loco, hasta que pude notar que su respiración se agitó su ritmo cada vez se hizo más potente a esa altura podía sentir sus bolas golpeando mis nalgas, y al oído me dijo:

Gerardo: uy, niño, ya me vengo, quieres toda la lechecita de papa, dime que si, dime que si

Mientras me daba calentones besos en la oreja

Yo: dame toda la leche, lléname de ti

Gerardo: uy, mi niño obediente quiere tomar leche

Yo: si

Gerardo:¿ termino en tu boca?

Yo: ya! Dale

Gerardo: espera que estoy apunto.

Ahí Gerardo saco su verga de mi culo, se saco el condón, me volteo subió sentándose en mi pecho y metió esa rica verga en mi boca, tan rápido que llego a atragantarme, me acomode y comencé con mi trabajo de lamer y chupar esa rica verga caliente y ahora hinchada, llena de liquido preseminal, que no dejaba de saborear, hasta que sentí las manos de Gerardo que acariciaban mi pelo apretarme con fuerza, y sentí el primer chorro caliente y salado de leche, que rica leche, era un verdadero manjar, con el estaba haciendo cosas que no me atrevía hacer con otras personas pero me encantaba, me lleno la boca y la garganta de su leche y decía:

Gerardo: uy que rico, dale así mi niño rico!.

Al terminar saco su verga de mi boca y rápidamente me beso sin darme tiempo de tragarme todo por lo que compartimos en un rico beso su leche, al terminar este me miro sonrío y me dijo:

Gerardo: ahora queda que tu termines como corresponde, ¿que quieres hacerme?

Yo: quiero follarte

Gerardo: un placer, pero dale con cuidado que hace mucho que no lo hacen

Yo: a la orden papi jeje

El miro con cara lasciva y ahí lo puse de espalda puse un cogin bajo su culo y comencé a devorarme ese hoyito tan rico que tenía, me pasee entre sus bolas y su ano, hasta que me dijo:

Gerardo: dale niño que no puedo más

Ahí me levante puse sus pesadas y peludas piernas sobre mi hombro, me puse el preservativo y se la metí casi sin contemplación el dio un grito ahogado de dolor, pero yo estaba muy ansioso, le pregunte si le dolía mucho, el me respondió:

Gerardo: Dale fuerte, dame duro, dame, dame, follame

Así seguí por un buen rato el gemía mucho, y me decía que rica verga tienes, y muchas otras cosas, que me calentaban y me hacían darle con mucha fuerza, tanto que el sonido de mis bolas golpeando esas nalgas era casi lo único que escuchaba hasta que le dije:

Yo: me vengo!

Gerardo: andate adentro

Yo: dale!

Termine dentro de Gerardo y aunque estaba con condón fue una sensación exquisita ya que sentí igual como si no hubiese estado, ahí caí rendido sobre su pecho húmedo y velludo, el me tomo la barbilla y me beso tiernamente. Desde ese 16 de Septiembre no a habido día en que no follemos y empezamos una secreta relación de encuentros que hasta hoy perdura…, ojala les haya gustado me despido hasta la próxima, suerte a todos.