GENIA:El polvo con Sergio
Genia viaja a Barcelona para visitar a su amigo Sergio.
GENIA: EL POLVO CON SERGIO
Mayo del 92.
En una Barcelona pre-olímpica, Sergio está apunto de acabar brillantemente el primer curso de Económicas en la Universidad Autónoma. Desde que se licenció no ha tenido ningún contratiempo que le haga sospechar que los malditos contactos de José Antonio están encima de él. Parece que la pesadilla ha acabado. Aún así el odio hacia esa persona persiste y lo hará siempre.
Toda la ciudad está como loca. Los Juegos Olímpicos cada vez están más cerca, el Dream Team de Cruyff va a jugar la final de la Copa de Europa y a mediados de mayo va a tocar U2.
Aprovechando que tiene alojamiento. Comparte un piso antiguo de cinco habitaciones con dos compañeros en el barrio del Raval, justo a la espalda del mercado de La Boquería. El inmueble pertenece a unos abuelos adinerados que no les cobran mucho. Sergio ofrece la posibilidad a varios de sus amigos para que vayan a la ciudad condal a ver el concierto. Tras varias renuncias, la única que Sergio lamenta verdaderamente es la de Alfonso que sigue en Pamplona estudiando, son tres los que se apuntan. Joselu, que cada vez le gusta más esta ciudad, Pili que desde que lo volvió a dejar con Ricky a primeros de año se ha tirado a la vida alegre y Genia que este viaje le ha costado otra discusión con Dany.
El dieciocho de mayo a las seis de la tarde se acercan los cuatro amigos a las inmediaciones del Palau Sant Jordi, donde en cuatro horas no se cabrá para ver a los irlandeses.
Los madrileños han venido en el Austin Victoria verde que Joselu heredó de su abuelo. Llegaron a las tres de la tarde.
Sergio les ha llevado por todo el barrio gótico descendiendo desde la catedral hasta el puerto donde se sentaron a comer en uno de los restaurantes para luego tomar café en la Barceloneta, antes de volver a subir por las famosas Ramblas desde Colón hasta la Plaça de Catalunya.
Una vez dentro del pabellón, el calor durante la actuación es sofocante, al punto que las dos chicas se quedan en sujetador mientras que los chicos las soportaban a hombros. A la hora de concierto los chicos se quejaban y vuelven a estar todos de pie. Para cuando suena One, Genia está en sujetador abrazada a Sergio. Aquello pinta a polvo. Ahora sí están lo bastante lejos de Dany como para que pase algo. Los otros dos, aunque cuenten algo no supondrán un problema. Además, Joselu disimuladamente ya le ha pedido a Sergio alguna dirección de bares de ambiente y Pili está fuera de sí bailando en medio de un corro que le han hecho un grupo de turistas galos.
Tras el concierto acaban en una famosa discoteca bailando. Joselu ya no ha llegado hasta aquí por lo que se “entiende” donde puede estar. Pili está abrazada a uno de los franceses que conoció en el concierto y con quién dormirá. En la discoteca suena Estoy por ti de Amistades Peligrosas y como sucediera un año antes en Flying Genia baila pegada a Sergio:
-Qué buena canción… -le dijo ella a su oído. –He venido a terminar lo que empezamos en Madrid hace un año...
-Lo estoy deseando –le contestó él con complicidad.
Salieron apresuradamente del local y ya en la calle pidieron un taxi que les llevara a casa. Por el camino van besándose de manera apasionada en el asiento trasero, ella agarrada a su cuello, él abrazado a su cuerpo. Por el retrovisor el taxista les echa un vistazo envidioso. Ellos le dedican una sonrisa lasciva y siguen a lo suyo. La chica ha empezado a desabotonar la camisa de él. El taxi paró en la Rambla de San José en dirección al puerto antiguo, frente al mercado de La Boquería. La pareja salió del coche tras abonar la carrera y corren hacia la escalera. Al entrar en la casa se abrazan y se van desnudando mutuamente por el corredor hasta llegar a la habitación del chico sin dejar de besarse. Sergio con sus fuertes brazos levanta a Genia en vilo y la pega a la puerta cerrada de la habitación.
Con su pene erecto la penetra de golpe, separando sus labios vaginales cubiertos de una gran cantidad de rizos negros. Ella se aferra a su cuello rodeándolo con sus brazos:
-Qué bueno estás, Sergio –suspira Genia recibiendo gustosa las embestidas del chico.
El bombeo de él es incesante y hace que el cuerpo de ella golpee contra la puerta provocando un ruido que desde fuera se hace inconfundible. La chica jadea con el buen polvo que le está echando su amigo. Quién ahora la tumba sobre la cama y sigue penetrándola sin darle tregua. Los gritos de ella delatan el placer que siente mientras sus piernas se cruzan en la espalda de él. Después de unos minutos Sergio es quién está boca arriba sobre la cama y Genia le cabalga dándole la espalda, moviendo la cadera de una forma muy sensual. Sergio se incorpora haciendo que su polla aumente su grosor, para cogerle las tetas. Ella vuelve a suspirar al notar el cálido tacto de las manos del amigo de su novio acariciar sus senos y pellizcar sus pezones. Apoyada con la mano izquierda entre las piernas de él se hace un dedo con la mano derecha al tiempo que logra que el chico se corra dentro de su coño… El orgasmo conjunto hace que ambos caigan rendidos.
A la mañana siguiente los dos se despiertan abrazados. No sienten ningún tipo de remordimiento por lo que han hecho. Tienen una sensación de satisfacción que se muestra en sus caras risueñas. Entre ellos siempre había habido una atracción que a lo largo del tiempo les había provocado una tensión sexual resuelta por fin esta noche. Se miran y se besan:
-¿Qué tal? –pregunta él.
-Uf en el cielo… -contesta ella con una sonrisa delatora.
-Lo de anoche fue genial –dice Sergio condescendiente.
-Mmm… hacía mucho que no disfrutaba tanto. –Aclara su amiga estirando todo su cuerpo a lo largo de la cama mientras Segio la observa deleitándose con el maravilloso desnudo.
-Ya será menos. Tienes pareja –apunta él simulando inocencia.
-Bah, Dany es un cabrón que no sabe follar. Se corre muy rápido.
Los dos vuelven a estar excitados. Se vuelven a besar. Ruedan por la cama. Se giran para comenzar un 69. Sergio está abajo mientras que la novia de Dany está sobre él y ya ha empezado con una mamada. Él no se hace de rogar y comienza a practicarle una comida en su negro coño. Con las manos le abre los labios dejando a la vista una vagina rosada y jugosa que se afana en limpiar a lengüetadas mientras ella se estremece de placer. Por su parte Genia tiene cogida la polla de su amigo con la mano derecha al tiempo que con su dulce boca engulle su gordo capullo. Comienza a mover rápidamente la boca hasta lograr que Sergio se vuelva a correr. La corrida es muy abundante. El primer chorro logra tragárselo pero los restantes los dirige a su cara y sus tetas. Para entonces ella también se ha corrido en la boca de él que saborea gustoso el abundante flujo vaginal de la novia de su amigo…
A las diez de la mañana, la pareja está en la cocina, Genia está sentada en una silla con las piernas abrazadas y la cabeza apoyada en las rodillas mirando a Sergio. Éste, se mueve descalzo y solo vestido con un pantalón deportivo prepara una cafetera de café. La cara de la chica es risueña demostrando el placer que le ha producido la sesión de sexo prohibido que ha tenido con su amigo de la pandilla. Cuando están desayunando llaman a la puerta. Es Joselu que viene de marcha y no sabe en que momento perdió las llaves de la casa:
-Me encanta Barcelona –dice eufórico el madrileño tras haber pasado toda la noche de juerga.
-¿Te lo has pasado bien? –pregunta Genia tan solo vestida con una amplia camiseta de su anfitrión y una taza de café entre las manos.
-Imagino que igual que vosotros –dice el chico riéndose con complicidad -¿y Pili?
-No la hemos oído llegar, pero vamos, la dejamos bien acompañada por un francés –contesta Sergio que también bebe café apoyado contra el marco de una puerta que da acceso a un lavadero.
Diez minutos después la puerta se abre y es Pili que llega con el pelo alborotado y la ropa un tanto descolocada. Los otros tres cuando la ven entrar así empiezan a reírse a carcajadas entendiendo que ha encontrado la misma diversión que ellos…