Generalputo (02: por fin)
Volvió a mis pezones erectos y duros como piedra, cada lenguetazo era un cocientazo que me hacia gemir: ahhh, rico papi, asiiiiii cómetelos, ahhh como goza tu puta, rico.
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Después de recibir muchos mail motivándome a salir y tener una relación con un hombre de verdad, para así dejar atrás las fantasías y el vibrador, y no es que reniegue de el ya que hemos tenido aventuras y momentos memorables, como la vez que lo use en el baño de la oficina un lunes, en fin son otras historias.
Un día tome una afeitadora y me depile todo el cuerpo, la verdad es que no soy muy velludo, solo unos cuantos en las piernas, las axilas y el pubis en donde puse mayor empeño, me hice un corte como el bigote de hittler que salía de la base de mi pene hacia arriba unos 5 cm., cuando salí aplique en todo mi cuerpo crema humectante y aceite, ritual que desde ese día es reglamentario. Al verme en el espejo sin un solo pelo, note lo femenino que era mi cuerpo, y mi piel canela brillaba como nunca la había visto, mi hermana muchas veces me dijo que yo tenia piernas de mujer y sin los vellos ya no se veían varoniles, y como yo uso el cabello largo hasta debajo de los hombros, aunque habitualmente lo llevo recogido, el efecto fue mayor.
Desde ese día mi mente y cuerpo estaba sierre alerta de cualquier señal o gesto que me indicara en donde podía encontrar esa persona que me iniciara en lo que yo llamo, sacar la puta que llevo dentro, y a la que la estaban matando las ganas de tener entre las piernas un trozo de carme que la llenara. Pasaron varias semanas y un día fui al medico por unos dolores de cabeza que se estaban haciendo muy frecuentes, el dr me reviso y me recetó, unos medicamentos, al momento de despedirme me dijo "que lindo corte tienes" , por un momento no entendí pero luego caí en cuenta a que se refería, a mi pubis, lo había visto cuando tenia la bata que le hacen poner a uno al momento examinarlo. Me tomo solo un segundo reaccionar tratando de no sonrojarme, porque la verdad es que se me había olvidado por completo el corte. Le dije en verdad te gusta, alo que el asintió con la cabeza sonriendo porque sabia que me estaba poniendo en aprietos, cuando me iba le solicite a la asistente una tarjeta de presentación, me cerciore que en ella estuviera el numero del celular y salí.
El resto del día me la pase recordando todo lo que había pasado y pensando lo rico que estaba el dr, no aguante las ganas y me fui al baño de la oficina, me metí un dedo en el culo y me hice una paja fenomenal. Esa noche pensé mucho en llamar pero afín me decidí, el sabia quien era conversamos un rato lo invite a mi apartamento y acepto, enseguida corrí a bañarme, no habían pasado 20 minutos cuando el timbre sonó, muerto de miedo abrí y ahí estaba todo varonil y bien plantado, lo invite a seguir y nos sentamos en el sofá de la sala, me hablo de el, era casado y tenia 2 hijos, yo le conté de mi, de mis andanzas en el Internet y de las ganas que tenia de ser vuelto una puta.
Luego de unas copas el tomo la iniciativa y puso su mano en mi rodilla para luego acariciar mi muslo, con su mano derecha me tomo por detrás de la cabeza para acercarme a la suya invitándome a un beso el cual respondí con pasión, nuestras lenguas parecían culebras en pleno goce, yo lo había abrazado y lo tumbe sobre mi en el sofá, el se acomodo entre mis piernas mientras seguíamos basándonos, por un instante nuestros labios se separaron en medio de la pasión y le dije: cómeme, cómeme, hazme tu perra, te voy a "romper puta" me contesto, seguimos besándonos y frotando nuestras caderas por un rato, cuando nos despegamos los labios me picaban, el estaba mordiendo y chupando mi cuello, las sensaciones eran maravillosas, me quito la camisa y comenzó a lamer y a mordisquear mis pezones mientras abría mi pantalón, de un solo golpe lo arranco junto con el boxer, mi pene estaba como de piedra en erección máxima y pegado a mí ombligo, se tomo un segundo para verme todo, me lo agarro, lo movió a un lado y dijo: " ese es el corte que me gusta, eres una puta", y volvió a mis pezones erectos y duros como piedra, cada lenguetazo era un cocientazo que me hacia gemir: ahhh, rico papi, asiiiiii cómetelos, ahhh como goza tu puta, rico.
En un momento comenzó a bajar por mi ombligo, mi pubis en donde jugueteó por un segundo con mis vellos, luego sentí el contacto de sus labios húmedos con la cabeza de mi pene, lo tomo por la base con la mano y comenzó a lamerlo de arriba abajo una y otra vez, con la otra mano apretaba con firmeza mis pezones primero uno y luego el otro, yo había abierto bien mis piernas en la posición del misionero, ofreciéndole todo para que el dispusiera como quisiera de mi. Mientras me daba una mamada de lujo nuestras miradas de cruzaron, después yo cerré los ojos y me entregué al mundo de sensaciones que me estaba invadiendo, lamió mis pelotas, las metió en su boca para bajar después hasta mi culo, lo beso con ternura y para mi fue la gloria, volví abrir los ojos de golpe: si ahí, chupalo, le dije casi sin voz, fue algo delicioso, me volvió loco por un buen rato hasta llevarme a punto de correrme en mas de una ocasión, luego metió un dedo en mi culo, arrancándome un suspiro de alivio, fue un mete y saca combinado con el lengüeteo que me hacían mover la cabeza de un lado a otro y balbucear incoherencias como un poseído, me estaba matando. Luego paro y se puso de pie, yo me senté en el sofá con el culo totalmente mojado y deseoso, le abrí el pantalón, su tranca brinco hacia mi cara, lo agarre con mi mano derecha, era el pene mas hermoso que había visto, pele la cabeza echando el prepucio hacia atrás, estaba toda humedad por la excitación, saque mi lengua y la roce con movimientos circulares saboreando el liquido viscoso, mi cuerpo no dejaba de estremecerse, mi tranca y el culo me palpitaban frenéticamente, sin dudarlo lo metí todo en mi boca hasta rozar con mi nariz su pubis totalmente afeitado, tenia ganas de tragármelo todo, de arrancarlo de un mordisco, lo saque y lo volví a meter así unas 5 veces, haciéndolo gozar y gemir mientras con mi mano izquierda acariciaba sus nalgas.
Comencé una mamada de película, desde la punta hasta la base bajeándolo al mismo tiempo: "eso es puta, comételo todo, desde que te vi sabia que eras una bandida". Sus palabras me estimulaban mas, porque sabia que estaba haciendo buen mi tarea: "anda puta, esclava mía, ponte en cuatro que te voy a romper ese culo estrecho", me puse de pie, le di la espalda y me acomode como me lo ordeno sobre el sofá, con la cara hacia el espaldar, doble la espalda lo mas que pude para levantar mas mis nalgas y ofrecérselas en un acto de total sumisión y obediencia: "así se hace perra, desde hoy eres mía", se acerco a mi culo y lo lamió frenéticamente dejándolo nuevamente empapado, se acerco tomándome por la cadera con una mano, mientras con la otra apuntaba el mástil a mi culo que palpitaba de alegría porque iba a recibir lo que tanto había esperado, lo fue hundiendo lento en mi carme para que yo disfrutara el momento, cada uno de los 20 centímetros de esa tranca me hicieron gozar, la saco y la volvió a hundir pero esta vez de un solo golpe, así papi, así rómpeme, jode a tu puta, cojéeme; le dije. Se aferro a mi cadera con las dos manos y comenzó a bombear con un ritmo parejo, todo mi cuerpo estaba en éxtasis, el gozo era inmenso, Luego se detuvo y me pidió voltearme , me acosté boca arriba sobre el borde del sofá, se acomodo entre mis piernas, las abrió, me volvió a clavar, con su mano derecha agarro mi pene y comenzó masturbarme, solo fueron necesarios dos pajazos para que explotara en cuatro grandes chorros que cayeron en mi pecho: "comételo" me dijo, lo tome como pude entre mis dedos y lo lleve a mi boca, lo que no comí lo restregué en mi pecho y cuello. Me siguió cogiendo y masturbando hasta que volví a correrme esta vez con menos intensidad, segundos después el acabo con sendos chorros de leche caliente sobre mi pene y mis bolas. Se echo sobre mi susurrándome al oído: "eres mía zorra, desde ahora eres mi hembra", seré todo cuanto tu quieras, me encanta como me das por el culo le conteste.
El resto de la noche y los días posteriores los contare después.