Géminis 3

La historia sigue

Géminis 3

Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos, en el umbral se encontraba Sonia, se notaba que había llorado mucho. Sus ojos estaban irritados de tanto llorar, sus ojos también estaban suplicantes porque la dejara entrar y poder explicarse.

Le daría la oportunidad de explicarse, pero eso no cambiaria en absoluto la decisión que había tomado, esta era absolutamente irrevocable. Mire hacia el salón donde se encontraba Noelia y esta me hizo una señal afirmativa con la cabeza.

Sonia no sabía de la presencia de Noelia, cuando me aparte para dejarla pasar y la vio enfrente de ella agacho la cabeza muy avergonzada.

• Antes de nada quiero pedirte disculpas Noelia, yo sabía de las intenciones de Philippo y no te dije nada pensando que estabas al corriente, me equivoque.

• No eres tú quien tendría que disculparse, tú no fuiste quien me quiso prostituir para su beneficio.

• De todas maneras quiero que sepas que lo siento mucho Noelia.

Las dos se miraron, Sonia estaba nerviosa, pero esa conversación con Noelia le tranquilizo bastante, yo había cerrado la puerta y estaba apoyado contra esta con los brazos cruzados.

• Bien Sonia dejaré que te expliques, pero quiero que sepas que eso no cambiara mi decisión.

• Lo sé Saga, no merezco otra cosa.

• Bien comienza, te escucharemos sin interrumpirte.

SONIA

Todo comenzó la noche que me invitaron a una fiesta que se celebraba en una discoteca, no tenía intención de ir porque en una semana empezaban los exámenes en la universidad y yo iba muy retrasada. Al final mis amigas de tanto insistir me convencieron, la verdad es que llevaba un par de semanas muy estresada y decidí vestirme para romper.

Todas las amigas fuimos en dos taxis, teníamos intención de beber y no era plan de coger el coche después. Llegamos a la discoteca, había cola, pero no tardamos mucho en entrar. Estaba abarrotada, todas fuimos a la barra a pedir las consumiciones.

Yo me estaba meando les dije a las chicas que iría al baño, pero en el baño de las chicas había una cola enorme. Vi que en el baño de los chicos no había cola y me metí con mucho disimulo, si hubiera tenido que esperar me lo habría hecho encima.

Cuando entre escucha como dos personas estaban follando, sonreí y me metí en el habitáculo más alejado donde la pareja estaba gozando al máximo. Termine de mear, tendría que haberme ido, pero la curiosidad me pudo.

Me fui acercando con mucho cuidado, no quería cortarle el rollo. Me metí en el habitáculo de al lado y me subí sobre la taza, lo que vi me dejo con la boca abierta, el hombre más guapo que hubiera visto en mi vida tenía a una mujer con los ojos en blanco de la follada que le estaba pegando. Instintivamente me metí las manos debajo del vestido y apartando el tanga empecé a masturbarme.

No contenta con eso saque mi móvil para inmortalizar ese momento y poder masturbarme, con calma en la intimidad de mi casa. Al mover el móvil la pantalla hizo un brillo que alerto al hombre, este levanto la cabeza y me sonrió. En sus labios pude leer como me decía si me gustaba lo que veía.

Salí de aquel baño corriendo, había cometido una locura. Llegue a la barra y me mimetice con toda la gente, con lo abarrotado que estaba seguramente no volvería a verlo nunca más, no tuve tanta suerte. A la hora o así mientras reía con mis amigas, alguien me toco el hombro, era aquel adonis.

Acerco su boca a mi oído y me dijo que quería invitarme a una consumación, yo no sé por qué pero le seguí. Empezamos a hablar de lo ocurrido en el baño y él se reía quitándole hierro al asunto, yo sin embargo no podía quitármelo de la cabeza y tenía el tanga encharcado. Entonces note como algo rozaba mi sexo, era la mano de ese desconocido, mientras hurgaba en mi coñito me dijo al oído si quería probar lo que había visto cuando le pillo fallándose a su novia.

Le dije que si sabiendo que era una mala idea, iba a cornear a una mujer que no me había hecho nada, pero sentía unos impulsos irrefrenables. Me cogió de la mano y fuimos otra vez a ese baño, entramos en el mismo habitáculo donde todavía perduraba el olor a sexo. Vi como se bajaba el pantalón y la ropa interior, se sentaba en la taza y como se agarraba su polla dispuesta para penetrarme.

Me hice a un lado el tanga y me dispuse a introducirme ese trozo de carne, fue introduciéndomela poco a poco, era de un buen tamaño sin ser grande. Empezó un sube y baja que me tenía totalmente extasiada, eche mi cabeza hacia atrás y pude ver desde el espejo del lavabo mi cara totalmente desencajada por el inmenso placer que estaba sintiendo.

No sé cuanto tiempo estuvimos follando, pero yo tuve tres orgasmos como mínimo, al final se corrió dentro de mí, normalmente sin condón no follaba con nadie, pero no sé por qué con este hombre ni me lo plantee. De salió de mí, me dio un beso en los labios y metió una tarjeta en mi bolso.

Cuando salimos vi como se dirigió a la mujer de antes y le daba un beso en los labios, después de pasarse el calentón me sentí un poco mal. Había hecho cornuda a esa mujer. Volví con mis amigas intentando disimular, no volví a verlo en toda la noche. Al día siguiente metí mi mano en el bolso y cogí su tarjeta.

No tuve valor de llamarle en toda la semana, pero al llegar el fin de semana le llamé y vino a buscarme a casa, entonces se presentó como era debido y me dijo que su nombre era Philippo. Esa noche también volvimos a repetirlo, pero esta vez en un almacén del local al que me llevo a escasos metros de su novia.

Yo trabajaba media jornada en una cafetería para sacarme dinero para mis caprichos, una mañana entraste tú y cuando fui a salir a besarte, me di cuenta de que no eras él. Erais como dos gotas de agua, pero tú tenías una cicatriz que recorría tu mejilla y tus ojos tenían un tono grisáceo. Me pediste un café, me fijé que me mirabas y yo tenía que disimular porque también sentía mucha curiosidad.

Cuando salí del trabajo quede con Philippo y le comente que había visto a otro tío idéntico a él, al día siguiente me acompaño y se quedó en el coche vigilando. Cuando salí me dijo que eras su hermano gemelo y que parecías coladito por mí, yo me reí y le dije que se equivocaba.

Pero resulto que no se equivocaba, me pidió que te siguiera el juego y que antes de quedar contigo falláramos toda la tarde para que tú follaras sobre follado, a mí la idea me puso muchísimo. Solo fui a una cita con el semen de él en mi coño la primera cita, después de conocerte no lo volví a hacer no te lo merecías, me limpiaba a conciencia y luego le decía lo que él quería escuchar.

Me acostumbro a locales caros, vestidos caros y con mi sueldo de media jornada no me llegaba, una noche que me llevo a una fiesta me comento que uno de sus socios estaba muy interesado en pasar tiempo conmigo y si lo hacía me lo recompensaría con creces.

Desde esa noche siempre terminaba fallándome a uno de sus socios o a más de uno a la vez, para serte sincera no te fui fiel en ningún momento de la relación y lo siento. Nunca estuve enamorada de ti, mi amor era para tu hermano. Después de estar esos siete meses contigo me di cuenta de que en realidad me había enamorado del hermano equivocado.

La noche que nos pillaste en su barco tenía la intención de decirte la verdad y entregarte esto, Philippo no sabe nada y si se entera sería capaz de matarme. Lo Siento de verdad Saga, en otras circunstancias sé que hubiéramos sido felices, pero ya es demasiado tarde.

DESPUÉS DEL RELATO DE SONIA

Me quede mirando a Sonia, no sentía rabia hacia ella, me parecía que ella sola se iba a hacer muchísimo daño, mire el sobre que dejo sobre la mesa. Vi como se levantaba para irse y entonces le pregunte.

• ¿Qué es esto Sonia?

• Mi forma de pedirte perdón, es la dirección donde encontraras a tus hermanas.

• ¿Esto no te traerá ninguna repercusión?

• Si, pero te lo debía, sé que aunque me perdones jamás volverás conmigo y sé perfectamente que me lo merezco.

Cogió su bolso y salió de mi casa, antes de salir por la puerta miro hacia atrás con una mirada de profunda tristeza, dio un paso hacia delante y cerro la puerta tras de sí. Mire a Noelia y esta se acercó a mí, me abrazo y me pregunto.

• ¿Cómo estás, Saga?

• Bien, lo mío con Sonia se rompió, cuando le pille con mi hermano.

• ¿No vas a abrir el sobre?

Cuando abrí el sobre en él aparecían dos fotos recientes de mis hermanas y un mapa con unas coordenadas, en una de las fotos salían mis hermanas y otra mujer apoyada en el quicio de la puerta, como la foto era oscura no se distinguía bien. No sería fácil entrar en esa casa.

• Noelia quiero que vayas a esta dirección.

• Que hay en esa dirección.

• Es un piso franco, sus padeces están blindadas con veinticinco centímetros de acero y sus puertas son acorazadas, métete ahí y no salgas hasta que yo te avise.

Cogimos una de mis maletas y metimos toda su ropa que ya estaba limpia, cogimos la maleta y bajamos al garaje. Después de meter la maleta en el maletero, nos dirigimos hacia el piso franco.

• ¡Me estás asustando Saga!

• No te preocupes Noelia, voy a ir a por mis hermanas, solo quiero que estés a salvo.

• ¡Pero será peligroso!

• Son mis hermanas mi queridísima pelirroja, todo saldrá bien.

• ¿Tanto te importo?

Vi como las mejillas de Noelia se ponían rojas y agachaba la cabeza en signo de vergüenza.

• Claro que me importas, no volveré a dejar que hagan daño a las personas que me importan.

Llegamos al piso franco, se lo enseñe y baje al sótano, allí tenía armamento y ropa de combate, cogí mi ninjato, una funda con kunais, una ropa hecha de kevlar y mis dos Beretta 92 con unos cuantos cargadores. Después de vestirme subí hacia el piso de arriba, Noelia me esperaba muy intranquila, la abracé para tranquilizarla y paso. Me beso, me separé para mirarla, tenía una mirada triste como si pensara que había metido la pata.

Fui yo quien le beso esta vez poniendo toda la pasión en ello, Noelia tenía los ojos brillantes y su rostro lucia una sonrisa muy bonita.

• Vuelve sano y salvo con tus hermanas.

• Volveré con ellas a tu lado.

Noelia no pudo contener las lágrimas, nos abrazamos por última vez y salí hacia las coordenadas que aparecían en el mapa que Sonia me había dado. Conduje el coche por una hora y media, decidí aparcar unos cien metros antes de llegar. De esa forma podría estudiar el terreno y ver a cuantos hombres tendría que enfrentarme.

La casa tenía un muro perimetral bastante alto, me subí a un árbol que me permitía ver la parte de adentro, fuera de la casa había cinco hombres. Por lo que pude ver, estos cubrían los puntos ciegos, cerca de uno de los lados del muro había un gran árbol y una de las ramas entraba dentro del muro.

Sin hacer mucho ruido y cubierto por una noche sin luna, me subí a ese árbol, mire dentro y como pensaba uno de los hombres cubría esa zona. Me alegré de que no fueran hombres entrenados en la isla de la reina muerte, de todas formas parecían bien entrenados. El hombre se giró y camino en dirección al árbol donde yo estaba, no moví ni un músculo.

Se puso debajo de la rama donde yo me encontraba y se puso a mear, saque de uno de mis bolsillos alambre de acero muy fino y resistente. Lo rocié con veneno y lo bajé hasta su cuello. Una vez estaba en su sitio tiré de él, la presión en su cuello le impedía gritar y el veneno se colaba por las heridas que el cable le estaba produciendo.

Hice fuerza hasta que dejo de moverse, salte de la rama y me cerciore que no respiraba. El segundo hombre se encontraba en el punto ciego entre dos cámaras, por suerte para mí, rodeando la casa había un jardín con frondosos setos que me cubrirían y me permitirían acercarme.

Me di cuenta de que el hombre caminaba entre los setos mientras fumaba, me acerque hasta uno de ellas que me cubriría por completo. Espere pacientemente a que el hombre se pusiera cerca, se paró justo en frente de mí dándome la espalda. Cogí uno de mis kunai y le corté el cuello.

Sujetándolo para que no se cayera, lo introduje dentro del seto. Me cercioré que este tampoco respiraba, el tercero y el cuarto cubría la entrada de atrás de la casa. Eran dos, tenía que ser rápido y certero para acabar con ellos, sin hacer ruido. Me moví de seto y tiré una piedra justo en el sitio donde quería que se colocaran.

Desenvaine mi ninjato y les espere agazapado, los dos hombres al oír el ruido de la piedra, se acercaron a ver que es lo que había hecho ese ruido. Al ver que no era nada se pararon a hablar, yo me coloque detrás de ellos y cuando se dieron la vuelta. De un rápido movimiento de mi ninjato les corté el cuello a los dos.

Solo me quedaba uno, este cubría la entrada principal de la casa, estaba armado con un fusil, pero pude percatarme que tenía el seguro puesto. Cogí otro kunai y lo impregné en veneno, salí corriendo del seto en dirección al hombre, este hizo el intento de dispararme, pero el seguro se lo impidió. Dándome tiempo suficiente para lanzarle el kunai al cuello y darle una estocada mortal con mi ninjato.

Vía libre a la casa, entre con mucho sigilo, la primera planta era una sala de estar enorme con una cocina de esas americanas y un cuarto. Me dirigí a ese cuarto y al abrir la puerta me di cuenta de que eran mis hermanas, no estaban retenidas y dormían placidamente.

No entendía nada, en el piso superior se escuchaban ruidos. Subí las escaleras con cuidado y llegué al cuarto del que provenían esos ruidos, más que ruidos eran jadeos de una mujer que se lo estaba pasando muy bien. La puerta estaba abierta, la mujer estaba cabalgando a un hombre al que no se le veía el rostro. Estaban tan entretenidos follando que no detectaron mi presencia.

Me acerque muy despacio a la mujer, saque otro kunai y le coloque el filo en el cuello. Me fijé que ese hombre no era mi padre o hermano lástima. La mujer abrió los ojos y me miro a trabes del espejo que tenían en la pared encima de la cama, no suplico, no lloro, simplemente levantó el cuello y me dijo hazlo hijo me lo merezco.

Era mi madre, gire el cuchillo para apoyar en su cuello la parte del kunai que no tenía filo, no quería matar a mi madre sin haber oído su versión antes. El hombre que se estaba follando a mi mujer aprovecho esto y me disparo tres veces.

Caí hacia atrás empotrándome contra un armario, el hombre con una sonrisa en el rostro se iba acercando a mí. Cometió el error de mirar a mi madre, yo aproveche este despiste para cortarle los tendones de la muñeca. De esta forma impedía que volviera a apretar el gatillo otra vez.

De una patada lo deje inconsciente y me levante en dirección a mi madre, dos sombras entraron en la habitación y se pusieron en frente de mi madre, impidiéndome el paso.

Eran Sara y Helen.

• ¡No le hagas daño hermano, nos ha protegido y a cuidado de nosotras!

• ¡No tenía intención de hacerle daño, Sara, Helen dejadme hablar con ella!

• ¡Estás muy enfadado Saga, te lo vemos en la cara!

• Lo estoy, pero quiero la versión de mi madre, tenéis mi palabra de que no le are nada.

Deje mi ninjato, kunais y mis Berettas en una mesita, de esa forma mis hermanas se quedaron más tranquilas y pude acercarme a mi madre. Era una mujer muy hermosa, ahora sabia a quien aviamos salido mi hermano y yo. Miraba a mi madre, su semblante era serio pero tranquilo.

• ¿Tú debes de ser mi madre biológica verdad?

• Así es, acércate y déjame verte.

Me acerqué a ella, poso sus manos en mi rostro y empezó a llorar, decía que lo sentía mucho, que debió ser más valiente y haber luchado por sus hijos, pero tenía miedo a mi padre. De eso no la culpo ese cabrón era un desalmado, entonces se levantó y me abrazo.

Yo la separé y le dije que se explicara.

Mi madre empezó a contar que le obligaron a casarse con mi padre porque se quedó embarazada, la familia de mi padre eran de creencias religiosas muy fuertes y les obligaron a casarse. Cuando dio a luz a gemelos, mi padre casi se vuelve loco y exigió a mi madre a escoger uno o él los mataría a los dos.

Mi madre muerta de miedo eligió a mi hermano y me condeno a la isla de la reina muerte, ahora que lo pienso. No sé si el condenado fui yo o mi hermano por tener que criarse al lado de un sociopata como resulto ser nuestro padre.

Mi madre no tuvo ni voz ni voto, prácticamente no le dejaba ver a mi hermano por miedo de que Philippo saldría débil, ella supo él infierno que tuve que pasar durante años y no paraba de llorar pidiéndome perdón de rodillas. Entonces mi padre secuestro a mis hermanas, mi madre tomo la decisión que no volvería a cometer los mismos errores que cometió conmigo. Una de las veces que mi padre y hermano salieron de viaje, se llevó a mis hermanas con la ayuda del hombre que se encontraba inconsciente en el suelo. Se trasladaban constantemente no con la intención de que yo no las encontrara, sino con la intención de protegerlas de mi padre y hermano.

• ¿Por qué no me avisaste mama?

• No podía arriesgarme hijo, tu padre tiene ojos y oídos en todos los sitios.

• Veo que os ha cuidado muy bien.

• Si – gritaron mis hermanas.

Mi madre no hizo nada en su momento por miedo a mi padre, pero protegió a mis hermanas y eso era suficiente para mí, le daría el beneficio de la duda. Ate al hombre que se follaba mi madre al cabecero de la cama que era de acero y nos fuimos a coger el coche.

Una vez fuera de la casa, mis hermanas se echaron sobre mí abrazándome muy fuerte.

• Bien chicas vámonos, os quiero presentar a alguien.

• ¿Es tu novia hermanito?

• Todavía no lo es, pero me gusta.

Mis hermanas se metieron en el coche riéndose y pude ver una sonrisa en el bello rostro de mi madre, conduje hasta llegar al piso franco donde me esperaba Noelia hecha un manojo de nervios. Cuando entre se echó sobre mí temblando del miedo que había pasado.

Mis hermanas empezaron a reírse y se presentaron ellas mismas, Noelia tenía miedo que al ver su rostro la rechazaran, pero mis hermanas estaban curadas de espanto después de criarse en la isla de la reina muerte, mi madre también recibió con los brazos abiertos a Noelia.

Todo eran risas y fiesta, pero como dice el refrán, que poco dura la felicidad en la casa del pobre, me llego un mensaje al móvil que ponía.

“Ve a tu casa, te hemos dejado un regalito”

Continuará.