Géminis 2

La historia sigue

Géminis 2

Me metí en la cama, pero no podía dormir, Noelia lloraba amargamente. Me levante y me dirigí al cuarto de invitados, llame a la puerta y le pregunte si podía pasar. Ella me dijo que si y encendió la lámpara de la mesita de noche.

Me metí con ella en la cama y la abracé, se arrebujó contra mi cuerpo y poco a poco fue calmándose, Noelia había sufrido tanto como yo o tal vez más. Pasados unos minutos el sueño la fue venciendo hasta que se quedó dormida, su respiración se acompasó.

No pegue el ojo en toda la noche, sabía que el haber atacado a mi hermano les traería problemas a Sara y Helen. Os preguntaréis quienes son estas dos chicas, si tenéis un poco de paciencia lo descubriréis. La mañana llegó y nos levantamos a desayunar, Noelia me miraba y no aguanto más.

• Porque proteges a tu hermano por pedido de un padre que te abandono, además de que tu hermano es un ser detestable.

• Porque no tengo más remedio, de no hacerlo mi familia estaría en peligro.

• ¿Tu familia?

• Bien te lo contaré, presta atención.

En mi familia creían que solo un hijo tenía que heredar, en pasadas generaciones habían visto como las luchas entre hermanos había llevado el patrimonio a la bancarrota. Cuando mi hermano y yo nacimos éramos gemelos, mi padre temeroso de que en el futuro mi hermano y yo entráramos en una especie de guerra, decidió que uno de los dos sería el heredero y el otro su protector sin derecho a nada.

Yo llegué a la isla de la reina muerte siendo un bebe, según me contaron fui adoptado por una mujer guerrera, para criarme como su hijo. Esa mujer tenía dos hijas más, Sara dos años mayor que yo y Helen de mi misma edad.

Ellas tampoco eran hijas biológicas de esa mujer, esa mujer era dura, pero justa y cuando tenía que ser cariñosa lo era con los tres. Fue una buena madre que se esforzó para que no nos faltara de nada, no teníamos mucho, pero por lo menos durante unos años fuimos felices. Lo bueno se acaba pronto y nuestra madre murió en una misión, uno de sus compañeros quería fallársela y nuestra madre se negó.

Aquel hombre sintiéndose insultado disparo a nuestra madre por la espalda, murió al instante. La vida de los tres cambios a mucho peor, yo empecé mi adiestramiento a cinco años y esto sucedió cuando tenía diez. Me jure que ese hombre pagaría por lo que había hecho, tendría paciencia todo llega al que sabe esperar.

Mis hermanas se convirtieron en curanderas, era lo más parecido a médicos que teníamos en la isla. Mi madre nunca quiso que sus hijas se convirtieran en guerreras y tampoco lo quería para mí, pero mi suerte ya estaba echada.

Día tras día llegaba muy herido a casa, muchas noches las pasaba con altísimas fiebres por las heridas que se me habían infectado. Mis hermanas cuidaron de mí y si sigo con vida es gracias a ellas. Mi adiestrador me dio una familia y mi mayor debilidad.

• ¿Qué quieres decir Saga?

Mi adiestrador sabía que haría cualquier cosa por ellas, él tenía órdenes precisas de convertirme en una máquina de guerra perfecta, no lo consiguió claro. Para eso tendría que haber destruido mi empatía y no fue capaz de hacerlo, pero sabía perfectamente que amenazando a mis hermanas yo cedería.

En una ocasión querían que me deshiciera de la competencia de mi padre biológico, era un hombre que había inventado algo que hacia sombra a mi padre y eso el aristócrata no podía consentirlo.

Me negué claro, pero mi adiestrador me acompaño a mi casa y dentro de ella, estaba el mayor asesino de toda la isla. Él me dijo que mis hermanas estuvieran bien dependería de si realizaba mi misión o no, para ello mando otro de los asesinos para cerciorarse que cumpliría la misión.

Cuando llegamos a la casa de la familia de ese hombre, el asesino quiso violar a la mujer y la hija. No se lo permití, le clave mi kunai en el cuello con tal rapidez que no le dio tiempo a reaccionar, el hombre abrazaba a su familia mientras temblaba de miedo.

Le dije que no tenía que temer a nada, les ayudaría a desaparecer, pero para ello tendría que dejar su proyecto. El hombre acepto para él su familia era lo más importante, me enseñaron a cubrir mis huellas sin dejar rastro y utilice esas habilidades para salvar la vida de esa familia.

En esa familia todos eran muy inteligentes y sabía que saldrían adelante sin ninguna dificultad. Hoy en día sigo en contacto con ellos utilizando un teléfono indetectable inventado por la mujer de aquel hombre.

Después me colé en la oficina de mi padre biológico, le deje la cabeza del asesino clavada en una pica como advertencia de que si quería asesinar a las personas que le hacían sombra lo hiciera el mismo.

Después de eso mi adiestrador me empezó a enviar misiones para asesinar a gente realmente mala, yo como no me fiaba hacia mis propias averiguaciones. Nunca me engaño, cumplí mis misiones con éxito. Al ser de alto riesgo me pagaban muy bien, de esa manera con lo que ganaba yo y lo de mi hermana vivíamos bien.

El dinero que entraba en casa era de los tres, hacíamos los gastos del mes y lo que sobrasaba lo guardábamos para una emergencia. Llego un buen día que mi adiestrador vino a buscarme, me llevo a un gran barco y me dijo que entrara mientras él esperaba fuera.

Lo que vi hizo que me hirviera la sangre, dentro del camarote había un hombre atado de manos y pies a una silla viendo como otro hombre se follaba a dos mujeres, después me entere de que eran la mujer y la hija del hombre que estaba atado y llorando.

Aquel cabrón estaba encalando a la mujer mientras esta apoyaba su cabeza sobre la entrepierna del hombre atado, mientras que la hija le comía el culo a mi padre biológico, después le obligo a chupar el coño de su hija mientras esta le comía la polla a mi padre.

Lo más dantesco era que por lo que parecía tanto la mujer y la hija estaban disfrutando de la follada mientras veían a su esposo y padre hundido en la miseria, la hija tendría unos dieciocho años y por la complicidad que demostraban con mi padre biológico no era la primera vez que se las follaba.

La guinda del pastel fue cuando mi padre biológico le obligo a chupar los coños de madre e hija después de que este se corriera en ellos, soltaron a aquel hombre que parecía muerto en vida y lo echaron por la borda.

Estaba cansado del espectáculo y entre sin llamar, las dos mujeres al ver mi rostro decidieron meterse en el cuarto de baño a ducharse y dejarme solo con mi padre, la conversación fue más o menos así.

• Pareces molesto hijo.

• Yo no soy tu hijo y si me ha molestado y mucho lo que he visto.

• Hay personas que tienen que aprender, eso es todo.

• !Tal vez algún día seas tú el que tenga que aprender¡

• ¿Es una amenaza hijo?

Miro a sus dos gorilas como diciéndome que si le hacía algo no saldría con vida, me di media vuelta usando dos dedos les golpee en la tráquea, los dos gorilas cayeron redondos al suelo.

• Estos dos gorilas no te protegerán de mí, a mí no me puedes comprar y si sigues en este plan, acabaras mal.

• Menudo genio tienes.

• ¡Dime que hago aquí y deja de hacer que pierda el tiempo!

• Quiero que protejas a tu hermano, de hecho te han adiestrado para ese propósito.

• ¿Qué pasa que tu hijo no es capaz de defenderse solito?

• Digamos que él ha tenido otro tipo de enseñanzas.

• ¡Si lo que le has enseñado es esto, no vivirá mucho!

• Ahí entras tu, tu le protegerás para que no le ocurra nada.

Le mire con el mayor de los desprecios y decidí salir de aquel camarote, baje del barco y me acerque a aquel pobre hombre que habían humillado delante de mí.

• ¡Estás esperando para reírte de mí, hazlo ya no me queda nada!

• No, toma esta tarjeta y llama al teléfono que sale en ella.

• ¿De quién es este teléfono?

• De una psicóloga muy buena, te ayudará.

El hombre se quedó mirando la tarjeta y después me miro otra vez, yo le sonreí y le dije estas palabras.

• Amigo, no llueve eternamente, con la ayuda de esa psicóloga saldrás adelante y tendrás la claridad para tomar las decisiones más oportunas.

Me monte en el coche que me esperaba en el puerto, volviendo a la Isla de la reina muerte. Al llegar a casa me di cuenta de que Sara y Helen no se encontraban allí y encima de la mesa había una nota escrita a mano.

Hijo si lo quieres por las malas, así será. La vida de tus hermanas dependerá de que mi hijo siga con vida, haga lo que haga. Partí la mesa del salón de un puñetazo, desde ese día he protegido a ese cabrón depravado. De esa manera gano tiempo hasta que pueda encontrar a mis hermanas, una vez que las encuentre que mi hermano y mi padre se preparen.

• ¿Y tu madre biológica?

• No se nada de ella, de momento le daré el beneficio de la duda.

• Ahora entiendo de donde ha salido tu hermano y porque sois tan diferentes.

• Ese día en el barco me alegre de no haber sido el elegido, lo he pasado realmente mal, pero he disfrutado de una familia de verdad.

Noelia se quedó mirando al techo pensativa, después giro su cabeza y me miro. Pareciera que su mente estaba viajando al pasado.

• Yo también te contaré mi historia, Saga.

NOELIA AÑOS ATRÁS

Provengo de una familia pobre, siempre se me dio bien la informática. Mis padres eran pobres y no me podían pagar la carrera y me denegaron todas las becas que solicite. Empecé a buscar trabajo y encontré un de fin de semana en una discoteca.

No me hacía mucha gracia, pero no pagaban mal, empecé a ahorrar y pasado un año pude pagarme la matrícula. Me hacía ilusión empezar en la carrera y además como trabajaba los fines de semana tenía toda la semana para estudiar.

El trabajo en la discoteca era duro pues las camareras no parábamos en toda la noche, una de esas noches se me acerco mi encargado y me comento que su mejor cliente me había solicitado para ser su camarera y la de sus invitados en la zona vip. Me pareció extraño, pero ganaría el doble y ese dinero me venía muy bien, de esa forma podía dejar parte en casa para mis padres.

Pensé que el trabajo en la zona vip sería desagradable por si se me exigía algo más que las copas, pero no fue así. Tu hermano fue muy amable conmigo, incluso en un momento me pidió que bailáramos. Tenerlo tan cerca me turbaba, eso él lo sabía y se aprovechó de ello.

Cuando llego la hora de cierre me invito a tomar la última copa en su casa, sabía lo que eso significaba pero accedí. Durante el trayecto supo decirme lo que mis oídos querían escuchar, me tenía en sus manos y yo no era del todo consciente. Para cuando me di cuenta de lo que pasaba tenía mis bragas en los tobillos y tu hermano tenía su cabeza entre mis muslos.

Me estaba comiendo el coño de tal manera que me tenía del todo excitada, apretaba su cabeza contra mi coño, con la esperanza de que ese placer no acabara nunca. Pasado un rato que a mí me pareció muy corto se separó de mí, señalo su entrepierna y con su mirada me indico lo que quería. Desabroche su pantalón y me metí su polla en la boca, tenía un buen tamaño. Intente devolverle el placer que él me había dado, tu hermano cogió mi cabeza y empezó a meter su polla cada vez más adentro hasta que me entraron arcadas.

Nunca había sentido nada parecido, estaba tan caliente que habría aceptado todo lo que me habría pedido, después de un rato de sexo oral. Decidí que quería su polla adentro de mi coño, pose mis manos contra la pared sacando mi culo hacia fuera. Tu hermano sonrió y enfilo su polla dentro de mi coño, sentir como iba entrando casi me deja sin respiración, que manera de follar. Hasta ese momento nadie me había follado así, ese sexo fue lo que me termino de enganchar a él.

Le permití lo que nadie jamás había conseguido, correrse en mi cara, para mí eso era una humillante, pero a él se lo permití sin rechistar. Desde ese día quedaba con él todos los días, mis notas se resintieron mucho. Una de las noches vino con un hombre que decía ser fotógrafo de moda, me dijeron que tenía cuerpo para ser modelo.

Yo me deje seducir por sus cantos de sirena y decidí acceder a que me hicieran un book, la verdad que la sesión de fotos fue muy divertida. Después de eso trabaje en un par de sesiones para catálogos de ropa interior, después de una de esas sesiones le acompañe a una fiesta que daba para agasajar a sus clientes.

Cuando estábamos allí uno de sus clientas se encaprichó de mí, era un político al que tu hermano le debía algún que otro favor, no me dio más explicaciones. Tu hermano me pidió que fuera amable con él y le concediera todos sus caprichos. Me pidió que lo acompañara, a mí esto me empezó a escamar. Decidí meterme en el baño a echarme agua fría en la cara y pensar las cosas fríamente.

La puerta del baño se abrió y el político baboso entro con la intención de follar conmigo, yo le solté un tortazo que le hizo retroceder. Eso le enfado, hizo el amago de acercarse, yo le respondí con un rodillazo en los huevos que lo dejo doblado en el suelo.

Salí del baño y en vez de irme cometí el error de ir a donde tu hermano y contárselo, se enfadó mucho. Pensé que me apoyaría, pero cuál fue mi sorpresa que el enfado no estaba dirigido al político sino a mí.

Me cogió del brazo y salimos de la fiesta, nos montamos en su coche y me llevo a su casa. Allí se transformó en un monstruo, me agarro de los brazos zarandeándome y me dio un par de dolosos tortazos. En el último me caí al suelo, tu hermano estaba tan furioso que cogió un abrecartas y me lo apoyo en el rostro.

Me dijo que yo haría lo que él me dijera, me revolví y le escupí en la cara, su mirada se transformó, se acercó a mí y de un tajo me desfiguro el rostro. Viendo lo que hizo llamo a tu padre, este llego poco rato después y tapando mi cara con un trapo me llevaron a una clínica de la que tu padre era dueño y me hicieron las curas.

El cirujano ya me dejo claro que me quedaría una gran cicatriz surcándome el rostro. Tu padre y hermano me amenazaron, hicieron que me echaran de la universidad y que no pudiera conseguir ningún trabajo. También hicieron que despidieran a mis padres, Desde ese día mi hogar ha sido la calle y no sabes lo que he tenido que hacer para poder comer. Por mi boca han pasado las pollas más mal olientes del mundo. Desaparecí de la ciudad por un tiempo, pensé que en otra ciudad tendría más oportunidades, pero con esta cicatriz nadie quería contratarme.

Decidí volver, lo único que me quedaba era la venganza, entonces uno de los días te vi caminando por la calle. Decidí seguirte hasta ver donde vivías, al ver la zona de la ciudad pensé que el karma ya se habría vengado de ti. Tú pasabas todos los días delante de mí y me dejabas bastante dinero. Mi intención era apuñalarte, pero siempre guardabas las distancias, como si supieras que tenía un cuchillo.

• Claro que lo sabía Noelia.

• ¿Cómo que lo sabías?

• Sujetabas el cuchillo con la mano derecha y lo escondías debajo del vestido.

• Menos mal que no intente hacer nada.

• No te preocupes de eso ahora.

Día tras día intentaba buscar la oportunidad idónea para apuñalarte y tú no me dabas ni una oportunidad, el resto ya lo sabes.

• ¿Saga te importaría dejarme llamar a mis padres para decirles que me encuentro bien?

Saga me paso su móvil, al desbloquearlo vi una foto donde salía Saga con una chica que conocía, no pude reprimirme y se lo pregunte.

• ¿De qué conoces tú a esta chica Saga?

• Era mi novia, ¿de qué la conoces tu Noelia?

• Me la presento tu hermano una de las noches que salimos de fiesta.

• ¿Y qué hacia Noelia?

• ¡No quieres saberlo!

• Sí que quiero, cuéntame.

Noelia era otra de las chicas de tu hermano, yo no lo sabía, pero ella estaba allí para ayudarle a cerrar sus negocios, ya sabes esos negocios que se cierran con la polla del cliente en nuestros coños. Antes de lo que me paso a mí me intrigo ver que esa chica se dejara coger de la cintura por un hombre de unos cincuenta y cinco años y se la llevara a la planta de arriba de la estancia.

En un momento que tu hermano se despistó decidí seguirla, la curiosidad me mataba. Se metieron él los baños del local, estuve durante un rato dudando si mirar o no, me aterraba que mi pillasen. Al final la curiosidad pudo más, cuando me acerque vi que la puerta no estaba cerrada y se oían gemidos del interior.

Aquel hombre estaba sentado en una taza y esa chica estaba sentada sobre él con el vestido en la cintura y con la polla de aquel hombre bien metida en su coño. Les mire durante un rato, tu novia parecía disfrutarlo mucho.

• ¿Noelia cuando paso eso?

• Hace unos cuatro o cinco meses, ¿por qué?

• ¡Yo empecé a salir con Sonia hace siete meses!

• Me pregunto si me fue infiel ya desde el principio.

• No lo pienses, eso solo te hará daño.

Entonces sonó el timbre de la puerta, Saga se levantó a abrirla. Yo me levante para mirar y allí estaba esa Sonia, suplicándole que no le cerrara la puerta en los morros y le diera la oportunidad de explicarse.

Continuará.