Garaje
Como me inicie en el mundo del bdsm gay
GARAJE
Este relato que voy a contar es una vivencia real. Voy a intentar sobretodo reflejar la esencia de lo que sentí y ocurrió, aunque imagino que cometeré algún fallo debido al tiempo transcurrido.
Llevaba un tiempo queriendo entregarme a algún Dominante, bien fuera mujer u hombre. Encontré un Amo, primero me llamó por teléfono, no pude cogerle. Me ordenó buscar un hueco y llamarle y lo hice, obedecí. Tenía mucha curiosidad. Luego vía mensaje intercambiamos mensajes con mis gustos, límites etc.
No había vuelta atrás. O seguíamos cambiando mensajes como amigos, pero desde nuestros roles o quedábamos en real e hicimos esto último. Yo podía el lunes siguiente y Él también. No teníamos sitio, pero ´´El podía recibirme en su garaje donde almacenaba cosas, objetos etc y allí me usaría.
Llegué en autobús, en el trayecto iba la verdad con una sensación mezcla de miedo y de excitación. Recibió un mensaje diciéndole la matrícula del coche en que iría a recibirlo. Cuando bajó del autobús vió el coche aparcado algo apartado. Llegó hasta el coche y abriendo la puerta del copiloto se sentó allí. El hombre era fuerte, bastante más fuerte que yo y con una expresión seria.
Solo saludó y condujo hasta donde iba a tener lugar la primera sesión. Aparcó a unos metros del garaje y me indicó que esperase. El caminó a la puerta del garaje comunitario y la abrió. Entonces me hizo una señal imperceptible hacia cualquiera que estuviera mirando. Entré detrás de Él y cerró la puerta. Todo estaba a oscuras y fue hacia el interruptor y encendió la luz. Entre su expresión seria y la oscuridad me asusté. Pero la excitación podía.
El Amo vino a mí y me sacó la polla de mis pantalones y así me condujo a su parcela. Abrió la pequeña puerta y me hizo entrar. Luego entró Él y volvió a cerrar la puerta. Ya estábamos a solas, completamente a su merced. La primera orden fue desnudarme, cosa que hice con rapidez, me hizo ponerme al lado de un banco donde Él se sentó. Comenzó a palparme entero el cuerpo. Con la mano empezó a sobarme la polla y jugar con ella masturbándola un poco para despertarla. Luego acarició mi culo y mi ano. Me hacía tener los ojos cerrados. La sensación me excitaba, pero también tenía bastantes nervios.
Luego me hizo ponerme contra una pared y me hizo alguna foto. Seguido me colocó en otro lugar y me colocó como un suspensorio de cuero. Colocó unas pinzas y de alguna forma sujetó un balde a mi polla en el que metió alguna pesa. Estuvo jugando así un buen rato para luego poner como un radiador tan cerca que casi se me quemaba el vello.
Volvió a hacer fotos. Ahora me hizo tumbarme en un banco y me ató las piernas a los lados y los brazos en cruz arriba. Ahora sí que estaba a su merced. Tapó mis ojos.
Así puesto el Amo encendió una vela, lo supe por lo que ocurrió después. Vertió cera en varias partes de mi torso y de mis muslos. Luego la echó en mis pezones, la sensación de dolor aumentaba. Soltó las cuerdas de mis piernas y me hizo elevar el culo para tener acceso al ano donde echó más cera. Os juro que es una zona muy sensible. Asimismo, me introdujo un vibrador en el ano y volvió a colocarme en la postura anterior.
Liberó mi glande y jugó con mi polla echando algo de cera en la punta. Cuando se cansó comenzó a masturbarme, cuando notaba que me calentaba paraba y dejaba de hacerlo para así que no eyaculase, estuvo jugando hasta que fue clemente y me dejó correrme.
Me limpié y me colocó contra la entrada del garaje donde me azotó con una porra similar a una porra. Me fotografió. Esa primera sesión terminó. Otros días siguieron más sesiones en el garaje y una en su casa donde rasuró mi pubis. Cada vez que acudía estaba cachondisimo.
Quizás fue una de las experiencias más excitantes de todas las que he vivido.
Todo es real, me he podido equivocar en el orden, pero todo es real. Me encantaría que me escribierais a: