Gang bang

Habíamos fantaseado en hacerlo pero nunca créimos que sucedería.

Hace ya unos años que paso y aun nos excitamos cuando lo pensamos.

Llevamos unos años en el mundo del intercambio de pareja, ahora tenmos 45 yo y 37 ella, y habíamos frecuentado varios clubs de intercambio de la geografía española. Habíamos hecho muchos intercambios y alguna vez habíamos hecho un trío con otro chico, siempre en los clubs y a mi me excitaba mas que el intercambio de pareja..

Llevábamos cuatro años casados y desde antes de casarnos nos iniciamos en este mundo. Yo había observado que Marta cuando bebía mas de la cuenta perdía el control y era capaz de hacer cosas que cuando estaba mas sobria nunca hubiera hecho.

Marta y yo decimos que lo mejor del intercambio de pareja no es el momento cuando lo haces sino cuando vuelves a casa y recordamos juntos lo que hemos hecho, y nosotros así lo hacíamos pero aparte de recordar lo que habíamos hecho también fantaseábamos con que ella estaba con varios chicos que habíamos visto en el club. Esto nos ponía muy cachondos a los dos pero nunca había pasado de ser una fantasía.

Un día nos fuimos de vacaciones a una ciudad costera de levante y teníamos intención de ir a un club de intercambio como siempre hacemos cuando viajamos. Marta se vistió para la ocasión y nos fuimos a cenar. La verdad es que estábamos muy relajados y la cena duró mucho por lo que nos bebimos dos botellas de vino y luego unas copas. Yo vi que Marta empezaba a estar en este estado cuando es capaz de todo y a mi se me empezó a ocurrir, supongo que también debido a lo que habíamos bebido, ver hasta donde era capaz mi mujer.

Antes de salir de viaje miré por internet los clubs de la ciudad donde íbamos a viajar y me llevé una lista de ellos. Entre ellos había uno que no recomendaban a parejas ya que al parecer iban pocas parejas y muchos hombres solos. Lógicamente no le dije nada a Marta y allí nos dirigimos.

Al entrar nos recibió una chica muy guapa y muy amable, no recuerdo su nombre y como es habitual nos enseñaron el local donde había jacuzzi, cuarto oscuro y lo de todos los clubs y viendo el local me fijé que no había ni una sola pareja y aunque había poca gente ya había 4 ó 5 hombres en la barra.

Mientras estábamos en la barra hablamos con la chica y el que dijo ser su marido y nos tomamos unas cuantas copas mas. Para entonces Marta ya iba bastante colocada y yo no le iba detrás. Mientras tanto seguía llegando gente pero solo hombres solos,

En un momento dado la dueña del local se subió a un escenario y empezó a hacer un striptease empezando a caldear el ambiente. Cuando volvió a la barra le preguntó a Marta si se animaba a hacer un striptise a lo que Marta un poco turbada le dijo que quizás mas tarde. Yo tenía una mezcla de nerviosismo y excitación pensando en lo que podía pasar pero pensaba para mis adentros que no pasaba nada ya que en cualquier momento podíamos irnos. A eso de la una ya debían haber unos 12 clientes en el bar y ninguna pareja, además los clientes eran de una edad superior a la nuestra, el mas joven debía tener 40 años y alguno mas de 60 y la verdad no me apetecía mucho quedarme y le dije a Marta que cambiáramos a lo que me respondió que le daba morbo hacer un striptise. Me quedé sorprendidísimo a la vez que me entró una excitación impresionante ya que nunca pensé que Marta se hubiera atrevido a hacerlo allí. Me dijo, pídeme una copa mas, lo hago y nos vamos. Pensé que podía estar bien y que además luego pensaríamos en esto y nos excitaríamos juntos en la cama. No hace falta decir que mientras tanto Marta era el objetivo de todas las miradas de los hombres que había en la sala, pero bueno, ya estábamos un poco acostumbrados ya que pasaba lo mismo cuando íbamos a los clubs de intercambio donde dejan entrar hombres solos.

Marta empezaba a ir bastante colocada y en un momento dado me dijo: Ahora¡, pidió una canción a la chica de la barra y se dispuso a subir al escenario.

Cuando se encendieron las luces del escenario todo el mundo empezó a aplaudir, no se cuanta gente había 20 ó 30 personas pero aparte de la chica de la barra Marta era la única mujer. Poco a poco Marta empezó a moverse como sabe ella y las palmas empezaron a sonar.

Marta no es ninguna modelo pero tiene una cara guapa, pelo largo moreno, pechos pequeños pero como está un poco gordita tiene unas piernas gorditas y un culo espectacular.

Poco a poco Marta fue quitándose la ropa y se quedó en ropa interior. Como siempre que vamos a los clubs Marta llevaba medias con ligueros y cuando se quedó solo con ropa interior los aplausos y los silbidos eran ensordecedores. Yo estaba un poco cortado pero Marta parecía disfrutar y la verdad es que estaba convencido que se iba a parar allí y como mucho se iba a quitar el sujetador cuando le pidió a uno de los hombres que estaban sentados junto al escenario que se acercara y le pidió que le quitara el sujetador. Los aplausos, los gritos y los silbidos seguían y el hombre lejos de cortarse empezó tocarle el culo a Marta y a acariciarle los mulos. No me lo podía creer pero yo también lejos de cortarme empecé a dar palmadas al ritmo del resto de la gente. Marta me miraba y reía, tenía la mirada que yo tan bien conocía cuando se ponía lujuriosa conmigo en la cama y pensé para mí que o nos vamos ahora o ya no sé lo que va a pasar.

En este momento la dueña del bar me cogió del brazo y me dijo, vente conmigo al cuarto oscuro... yo no sabía que hacer, no quería dejar a Marta allí y por otra parte no quería parecer un novato, también es cierto que aquella mujer me gustaba y me excitaba la idea de meterle mano, accedí, al fin y al cabo estaba convencido que Marta se quitaría el sujetador y se bajaría del escenario.

Cuando salía de la sala vi como el hombre un tío con una barriga descomunal se habia subido al escenario y le estaba tocando las tetas a mi mujer. Nos metimos en el cuarto oscuro y la chica empezó a morrearme, yo estaba excitadísimo con aquella mujer y con la idea de que Marta se dejaba tocar delante todos aquellos hombres. La chica me empezó a tocar por encima los pantalones sin dejar de morrearme y yo le empecé a tocar las tetas, joder como las tenía comparado con las de Marta eran enormes y aunque estaba concentrado en tocárselas no podía dejar de escuchar los gritos en el salón. Cuando la creía que la canción que bailaba Marta terminaba la volvieron a poner y los aplausos y silbidos seguían. Mientras tantos yo ya estaba ocupado tocando la entrepierna de mi acompañante y me quedé de piedra cuando vi que no llevaba bragas.

Se agachó y empezó a bajarme la cremallera, estaba excitado pero no era capaz de concentrarme, los gritos de fuera iban aumentando así que le dije: luego entramos juntos y la cogí de la mano y nos dirigimos al salón. Al salir no vi a Marta en el escenario pero había un circulo de hombres y evidentemente Marta estaba en el centro, me temí lo peor pero vi a Marta de pié pero lo que vi me volvió a sorprender; Marta estaba totalmente desnuda y los tíos se la iban pasando de uno a otro y aprovechaban para tocarle todo lo que podía. Me acerqué y la cogí del brazo, la abracé y la bese y le dije : ven vamos a tomar una copa. Me la lleve a la barra y le pedí que se vistiera a lo que ella me respondió que no hacía falta ya que la gente había visto todo lo que tenía que ocultar y que a estas altura la excitaba estar así. Cuando me la llevaba hacia la barra oí que alguno me decía aguafiestas, déjala disfrutar... Nos pusieron otra copa y le dije a Marta que nos teníamos que ir a lo que ella me preguntó porqué. Le dije que estaba un poco nervioso y que no estaba cómodo con tanto hombre a lo que me respondió que no pasaba nada, que la excitaba estar desnuda con tanto hombre alrededor y que le gustaría que fuéramos a un reservado para que nos vieran como follamos. Esto lo habíamos hecho anteriormente en otros clubs, pero delante dos o tres chicos y allí había por lo menos 20 pero sabía que sería imposible convencerla para irnos ahora por lo que nos metimos adentro donde había unos sofás. Nada mas llegar Marta empezó a quitarme la ropa, estaba excitadísima, lo mismo que yo así que cuando me quitó los pantalones y calzoncillos al mismo tiempo me preguntó: Que has estado haciendo con la guarra de la barra? Sin dejar que le contestara empezó a chuparme la polla. Estaba tumbado boca arriba y Marta chupándomela cuando empecé a ver como entraban los tíos y empezaban a tomar posiciones alrededor nuestro. Algunos ya estaban desnudos y otros se habían sacado la polla pero todos se la estaban tocando. Yo estaba nervioso pero al mismo tiempo excitadísimo, pero hacía como si no los viera. Estaba bastante colocado pero aún podía oír cuando uno dijo: venid aquí se le ve bien el chumino. Me imaginaba las vistas, Marta de rodilla chupándomela y ellos detrás mirando, a esto Marta separó las piernas todo lo que pudo, no podía mas. De pronto Marta se levantó, se dio la vuelta y antes de que yo pudiera reaccionar se sentó encima de mi polla. La tenía durísima y Marta estaba mojadísima por lo que entró de golpe. Marta cabalgaba y empezó a correrse sin ningún pudor montando un escándalo a lo que empezaron todos a gritar así, así, córrete guarra, ahora nos tocará a nosotros. Yo no podía correrme, aunque estaba excitado estaba nervioso y un poco colocado pero sabía que hasta no lo hiciera Marta no dejaría de dar saltos encima de mí. Intenté concentrarme y cerré los ojos. Creí que fueron dos segundos pero cuando los abrí se habían acercado dos tíos y le estaban chupando las tetas a Marta y ella lejos de cortarse les había cogido las pollas y se las estaba meneando con vigor. No podía hacer nada, estaba alucinado y de pronto Marta se levantó se puso de rodillas y empezó a chupármela de nuevo. No podía correrme y Marta lo intentaba con toda su alma de pronto vi como se acercaba un tío y sin que yo pudiera hacer nada se la metió que lejos de rechazarlo dio un alarido y empezó a correrse por segunda vez montando un nuevo escándalo para regocijo de todos. El tío no duró mucho y empezó también a correrse para provocar un nuevo jolglorio entre los mirones que para entonces ya estaban todos tocando a Marta como y donde podían. Tan pronto como le saco la polla el que se había corrido ya había otro metiéndosela al tiempo que exclamaba coño como entra, esta tía está a tope. No pude mas, exploté en la boca de Marta que no dudó en tragarse todo lo que salía de mi polla. En estos momentos ni Marta ni yo ya éramos dueños de nuestros actos. Marta se levantó se giró y quedó de rodillas delate de los tíos, pareció como si hubiera tocado una señal y todos se tiraron encima de ella con sus pollas, Marta no daba abasto chupándo una tras otra. La cogieron en brazos, se la llevaron a otro colchón y allí ya fue el arrebato. Todos la tocaban, le ponían las pollas en la cara y se íban turnado para follarla. Era una juerga, parecía un panal de rica miel rodeada de abejas. La imagen aunque era un poco patética por el físico de los tíos era excitante, estábamos haciendo lo que cientos de veces habíamos fantaseado hacer cuando estábamos en la cama. Conocía bien a Marta y sabía que no pararía hasta que se la follaran todos todas las veces que quisieran. Marta no paraba de correrse mientras follaba chupaba y se restregaba el semen que caía encima de ella por todo el cuerpo..

Siempre fantaseábamos que ella era una zorra y que se follaba a todos los que se ponían delante y lo estaba haciendo y conociendo a Marta yo sabía que lo que mas deseaba en el aquel momento era ser la guarra mas grande del mundo y para ello se tenía que sentirse humillada. Lo sabía y ya que habíamos empezado lo íbamos a acabar, sabía que posiblemente nunca tendríamos aquella oportunidad así que me levanté y dije en voz alta: Aquí la teneis, menos daño, podeis hacerle lo que querais, no acabé de decirlo cuando Marta tuvo otro orgasmo corriéndose como siempre lo hace: con mucho ruido.

Necesitaba salir de aquel barullo humano, olía a sexo, semsn y sudor, me fui a la barra sabiendo que esto excitaría mas a Marta.

En la barra no había nadie, tan solo en una mesa había dos hombres mayores seguro que tenían mas de 60 años, pero lo que mas me llamó la atención era que eran enormemente obesos. Solo de pensarlo volví a notar como se me ponía dura de nuevo. Me acerqué a la mesa y les pregunté si no les gustaría follarse a la chica de dentro y me dijeron que les daba vergüenza desnudarse. Ahí tenía nuestra mejor oportunidad de satisfacer nuestra fantasía: Sabía que lo haría. Les pregunté cuanto tiempo hacía que no follaban y no recuerdo lo que me dijeron pero que hacía tiempo cuando se fueron de putas.

Les dije que yo lo arreglaría que no se tendrían que desnudar pero que ella les haría una mamada y se tenían que correr en su boca.

Me fui a la barra y la chica que había vuelto me sonrió, no le dije nada, sabía que ella había sido partícipe de lo que había pasado. De tanto en cuanto caía una pareja despistada y sus clientes se divertían, así mantenía el negocio. Sabía que la única capaz de poner un poco de orden dentro la habitación era ella así que le pedí que entrara y trajera a Marta para que se la chupara a los dos viejos. Se fue hacia adentro y aún tardó un tiempo en salir. Ya casi me había acabado la copa cuando salió llevando a Marta con un collar y la cadena. Estaba con los ojos inyectados en sangre, el pelo revuelto. Su piel brillaba del semen que le habían echado encima. Me miró y yo la miré. La chica del bar me miró y asentí con la cabeza. Cuando Marta vió a los hombres hizo ademán de retroceder pero al ver mi mirada sabía que yo había accedido a su fantasía y ahora ella tenía que acceder a la mía. Se acercó a la mesa y se puso de rodillas delante los dos hombres y con voz firme le dije: Chúpasela hasta que se corran en tu boca. Era mi fantasía que se follara a quien yo le ordenara. Así que le abrió la cremallera al primero y le costó encontrar la polla de viejo pero cuando empezó a chupar se le puso dura. Para entonces habían salido todos los tíos del cuarto, empecé a contar pero al llegar a quince me cansé ya bastaba, y aún debían quedar diez mas por lo menos mas los que se habían quedado dentro. Volví a mirarla cuando el viejo empezó a jadear y se empezó a correr. Le dije que no podía caer ni una gota y se pasó un buen rato chupando. Luego empezó con el otro, me acerqué y no pude contenerme, me puse de rodillas y empecé a follarla, nos hicieron un circulo y todos gritaban, jaleaban y Marta empezó a correrse de nuevo al tiempo que el otro viejo empezó a correrse. Todos aplaudieron, gritaron. Me daban palmadas en la espalda y me preguntaban cuando volveríamos.

Cuando salimos ya era de día y ya estábamos mas claros.

Al llegar al hotel volvimos a ponernos a follar como locos.

Al día siguiente fuimos a comprar la píldora del día después ya que muchos se la follaron sin condón. También hemos ido a hacernos la prueba del Sida y por suerte no hubo problema. El único problema que tuvimos fueron las ladillas que cogió pero la verdad es que valió la pena. Desde entonces y esto hace mas de cuatro años no hemos vuelto a hacer intercambio ni hemos ido a ningún club pero cada vez que follamos recordamos esta noche.