Ganas de ti
Cuando las ganas nos atrapan y no podemos controlar tanto deseo.
Ese martes me levanté más temprano que de costumbre para evitar la congestión en el baño después con mucho cariño me acosté a tu lado para despertarte y comencé a darte muchos besos y acariciarte el rostro. Despertaste, me diste los buenos días me diste un beso y me pediste que te abrazara porque tenías mucho frío y no querías levantarte.
Yo sé mi flojita bella; pero el trabajo llama tienes que levantarte!
Sí mi amor pero tengo mucho sueño, no me dejaste dormir anoche, aunque para ser sincera no me molesta para nada siempre y cuando pase todo lo que pasó así de rico.
Ella es así tremenda y te provoca sin que lo notes siquiera, suelta las cosas por debajo de cuerda para que las captes y actúes nada más; pero se estaba haciendo tarde y no podía comenzar nada y le prometí que al regresar tendríamos una "conversación" sobre eso.
Tranquila princesa cuando vuelva del trabajo hablamos de eso vale? Ahora a la ducha mi vida que te espero para acompañarte al trabajo.
Termino de arreglarme, perfumarme y tomar una taza de café mientras ella hacía lo mismo, me mostraba su cuerpo desnudo húmedo y se colocaba la crema y me miraba con sus ojos pícaros y llenos de deseo que me vuelven loca dentro de mi decía tranquila.
Mi vida vas a llegar tarde a trabajar en la noche, en la noche pasaran muchas cosas. Ella seguía jugando conmigo, me mostraba la ropa interior y me decía que la ayudara a ponérsela; al subir la blumer mi cara se poso frente a su rajita divina y el olor a ganas de sexo me enloqueció y no se imaginan lo mucho que me costó contenerme para poder cumplir con mi deber. Durante todo el día tenía ese olor presente que me envolvía, no podía sacar de mi cabeza la imagen de su cuerpo desnudo y húmedo frente a mi pidiéndome a gritos que lo tomara y lo hiciera mío, sus senos con los pezones apuntándome como dos cañones y solo esperaba la hora de salir y buscarla para llevarla a casa y poder cumplir eso que me tenía como loca desde la mañana.
La imaginaba en la cocina, en el comedor, la sala, el cuarto, en la alfombra, quería hacerle el amor recorriendo toda la casa. Le enviaba mensajes de texto diciéndole lo que quería hacerle y ella respondía con mensajes muy sugerentes que me excitaban cada vez más. Con cada mensaje sentía que de mi entrepierna salían litros y litros de flujo de solo imaginarlo.
SMS: Quiero lamer cada centímetro de tu rajita mi vida y sentir como derramas todo tu jugo en mi boca, unir nuestros cuerpos para rozar nuestros senos, nuestro clítoris; quiero que me sientas dentro de ti.
Y ella respondía:
SMS: Quiero que me cojas con toda tu fuerza bebé y me hagas sentir que tu lengua caliente está en mis entrañas volviéndome loca de placer.
Ya no podía ocultar, ni disimular que estaba exiliada así que corrí al baño de mi trabajo a masturbarme para calmar un poco tanto deseo, casi era la hora de salir así que faltaba muy poco para encontrarnos, cuando termine agarre un pañuelo que tenía siempre conmigo y limpie mi flujo con el, lo doble y lo guarde.
Cuando salí del baño ya era la hora de salir y sin dudarlo tome mi bolso y fui corriendo a buscarla. Ella me estaba esperando afuera de su trabajo y sin pensarlo después de el saludo acostumbrado le di el pañuelo.
Mami huele es un obsequio para ti, sé que ese olor te encanta!
Olió el pañuelo y me dijo: Bebé por dios vámonos ya que no aguanto más quiero que me hagas el amor como solo tu sabes hacerlo. Y prácticamente corrimos hasta la casa, entramos casi comiéndonos a besos y desprendiendo la ropa de nuestros cuerpos y la alfombra nos acogió para dar vida a nuestro acto de amor. Arrebate su ropa interior y bese todo su cuerpo, pasaba mi lengua por su espalda; su piel se erizaba y yo me enloquecía de solo verla. Con una de mis manos fui acariciando suavemente su clítoris para ir abriendo paso a mi lengua caliente.
Le abrí las piernas lo más que pude y hundí mi cara en su rajita húmeda y deliciosa en todo su esplendor y comencé a lamer rápido y lento todo su sexo, escuchaba sus gemidos y sentía su cuerpo temblar; me pedía que lo hiciera más rápido. Se inclinaba un poco y clavaba sus uñas en mi espalda la penetre con cuatro de mis dedos soltó un grito, araño mi espalda y decía:
Cójeme mami cojeme fuerte ah!!! Así mami así que rico como me excitas.
Continué estimulando toda su entrepierna y para completar el cuadro fui a chupar sus senos y ella metió su mano en mi rajita que goteaba de tanto placer. Que rico tu cuquita caliente me excitas mucho de solo sentirte, me estremecía nos besamos con pasión loca, salvaje y nos dimos con fuerza en una sola voz decíamos:
Vamos a llegar juntas; juntas mi amor que rico!!!!
Con fuerza, uff me moría de tanto gozo; rápidamente nos colocamos en 69 para llegar a la explosión con las lenguas hirviendo nos dimos placer hasta que las dos soltamos un gemido fuerte y caímos una la lado de la otra. Me acomodé para llegar a su boca y besarnos para disfrutar del sabor de nuestros sexos, el sabor de cada una mezclados en nuestras bocas.
Luego del beso nos fumamos un cigarrillo y conversamos un rato de todo lo que habíamos hecho hacía unos segundos. Nos reíamos de nuestras locuras y recordábamos con agrado el placer que sentimos, pero el hambre nos agarro sin aviso y nos levantamos para bañarnos y cocinar algo. En la ducha los juegos no pueden faltar y me gusta porque un oral en la ducha es riquísimo; me gusta mucho chuparla con el agua recorriendo su piel y como hunde mi cabeza con sus manos en su sexo para que no me detenga y la haga acabar.
Para secarnos también tenemos juegos, nos acariciamos con las toallas, en los senos, las nalgas, la cuquita y acostumbro a darle un beso en cada parte.
Claro así queda la llama encendida para una próxima. Nos colocamos las batas de baño y fuimos a la cocina y mientras cocinábamos las miradas, las tocaditas, los besos, el agarron desprevenido mantiene las ganas a tono.
Ella de espalda picaba los ingredientes de la ensalada y le rodeo la cintura metiendo mi mano por la abertura de la bata hasta su rajita que con el roce de mi cuerpo en su espalda ya esta húmeda; la acaricie por un rato y poco a poco fui saltando la bata para dejarla caer. Me arrodillé en el piso y la fui inclinando para hacer más facil el paso de mi lengua a su culo. Beso negro que llaman! Y sentí de nuevo su cuerpo vibrar y mientras abría sus nalgas para llegar lo más profundo posible; la escuchaba gemir y moverse de un lado a otro.
No te detengas me decía con la voz entrecortada y tocaba su clítoris; poco a poco me puse debajo de ella para penetrarla con mi lengua, sus piernas parecían quebrarse y coloque su bata y la mia en el piso para acostarla sobre ellas; me dedique a hacerle un oral rico que la hizo gritar, arañar mi espalda y acabar.
Me puse sobre ella para besarla y con mis dedos acariciaba la entrada de la rajita, se movia como un huracán con su mano empujaba la mia para sentirme más adentro, chupaba sus tetas y la cojia.
Así mami así que rico!!!! Cojeme duro mami Ah!!!!!!!
Me voy mami, me voy no te detengas, dale, dale!!!!
Y se escucho un gemido fuerte y su cuerpo cayó en descanso por el cansancio del orgasmo y tanto movimiento.
Nos besamos y ahora si a comer