Gabriela - cuatro fantasias

Un joven comienza a tener deseos con una amiga que lo llevan a incursionar en el fetiche de las pantys y mas. (primera parte de una gran historia)


Nombre del relato: Gabriela - Vivir una fantasía

Ubicación: Argentina

Última actualización: 28/08/04

Comentarios y sugerencias: pecamind@yahoo.com


PREFACIO

El siguiente texto ha sido escrito con el objetivo de transmitir las emociones vividas de la manera más adecuada posible. Quiero mencionar que el echo de sentarme a escribir me trajo buenos momentos al recordar los echos relatados y espero que el lector los pueda disfrutar tanto como yo. Puede que el texto esté un poco desprolijo, con gran cantidad de errrorres de puntuasión y de ortógráffia, pero el lector sabrá disculpar estos inconvenientes debido a que no soy un escritor profesional. Publico este texto sin haber dedicado el debido tiempo al proceso de edición. La historia que se presenta está inconclusa, tan solo se presenta una pequeña introducción de la historia total vivida. La verdad es que me aburri un poco de escribir y tampoco cuento con mucho tiempo pero si al lector le parece adecuado que continue con este texto por favor que me lo haga saber.

Este texto está basado en una historia real.

CAPITULO 0

"Introducción"

Gabriela es esa chica que conocí en el curso introductorio de historia contemporanea en el segundo año de mis estudios universitarios. No es una chica de las que llaman la atención cuando uno las ve por primera vez, pero tampoco es de las que pasan desapercibidas. Ella está siempre de buen humor y en todo momento da la impresión de recién haber salido de la ducha. Me gusta sentir el olor a vainilla de su pelo cada vez que la saludo con un beso en la mejilla. Tal vez yo haya dejado pasar demasiado el tiempo esperando algo de parte de ella, o quizá halla sido al revés, no lo sé. No voy a negar que en un principio tuve la intención de tener una noche con ella, pero llega un punto en toda relación amistosa entre un hombre y una mujer a partir del cual una declaración de amor puede concluir en un desastre. No es que no crea en la amistad entre el hombre y la mujer pero a partir de cierto tiempo empecé a sentir ciertos deseos naturales hacia ella. Cada caricia inocente, cada roce casual . En cierta forma prefiero tener esta sensación a una noche de sexo apasionado y enfrentarme a lo que sigue después, cuando una caricia nunca más es inocente y . De todos modos la veo todos los días, estudiamos juntos y ocasionalmente salimos a dar un paseo o al cine.

Cuando yo la conocí ella tenía novio y yo no, pero las cosas cambian y hoy por hoy los dos estamos solos en lo que al corazón se refiere, lo que no significa por mi parte que no tenga mis aventuras ocasionales, aquellas en las que alguna noche entonado por el alcohol termine haciendo el amor con alguna mujer de la cual a la mañana siguiente no recuerdo nombre. En realidad soy un tipo bastante sano salvo por el echo de tomar alguna copa de vez en cuando y por el vicio de la lujuria. Desde que siendo chico encontré el placer de tocarme no he podido dejar de practicar este ritual y experimentar cosas nuevas. Es hoy en dia no conosco droga ni estimulación alguna que se compare a la sensación del orgasmo.

No intento hacer un relato cronológico de los echos, tan solo dar una idea de como las ideas fueron tomando forma en mi cabeza con el correr de los meses. Como he dicho, Gabriela no es de las que llaman la atención pero es de esas que con el tiempo pasan de ser normales a bonitas y terminan siendo deseables. Su tez es blanca y su cara redonda enmarca perfectamente sus facciones. Tiene ojos claros, nariz recta, unas cejas bien delineadas y una boca pequeña con labios carnosos. Tiene una dentadura perfecta: dientes redondeados y blancos como la nieve. Frente ancha. Su pelo es castaño claro algo artificial y lo lleva lacio y largo. Su figura es buena sin llegar a ser exuberante, tiene unas lindas piernas, medio flaca, algo floja de trasero para mi gusto y un busto respetable. Generalmente viste de jeans y a veces opta por vestidos cortos o faldas en épocas de mas calor.

El dia que la conocí llevava unos jeans y una remera mezcla de rosa con otros colores vivos por lo cual llamó mi atneción. Con el tiempo nos hicimos amigos y nos juntabamos a estudiar, generalmente, en su casa debido a que está ubicada a pocas cuadras de la universidad. Ademas, yo vivo solo en un departamento que rento y rara vez tengo ordenado o en condiciones de recibir visitas. Ella vive con sus padres, su hermana menor y Max, el perro, en una casa grande de dos plantas con un jardín trasero. Su habitación se encuentra en la planta alta y es bastante ordenada y cálida. Tiene una ventana sobre la cama que deja pasar el sol entre las enredaderas y le da calidez al ambiente por la tarde. Basicamente posee un escritorio, un tv y algo asi como quinientos peluches. En general estudiamos en el comedor (en la planta baja) aunque pasamos bastante tiempo en su habitación hablando de nada.

CAPITULO I

"Cuatro fantasias"

FANTASIA I - La panty de Gabi

Todo comienza con el incidente del lápiz. Recuerdo una vez que, estudiando, un lapiz se me resbaló y fue a parar bajo la mesa, y al ir a juntarlo le vi la bombacha. Eso fue realmente excitante para mi. No se si lo habrá hecho a proposito pues resulta que justo se cruzó de piernas mientras yo estaba bajo la mesa y por un instante pude ver su pantaleta blanca. No habia mucha luz pero creo haber visto unos pelitos escaparse por el borde. De todos modos mi mente aun conserva esa imagen con bastante delatalle. A partir de entonces comencé a mirarla más. Cuando vestía jeans se me hizo una costumbre espiarla por atras para verle la bombacha. Siempre usa ropa interior blanca. Nunca tangas. Asi, el sol en su habitacion, su ropa inerior blanca y su olor a limpio comenzaron a forjar en mi un pensamiento pecaminoso hacia ella. Llegue al punto de tener erecciones mientras conversaba con ella, tan solo de imaginarme su ropa interior complementada con el olor a limpio de su cabello. Intenté repetir la escena del lapiz pero nunca conseguí mi objetivo por algun potivo o por otro, tampoco quise abusar demasiado de este recurso por si ella sopechase algo.

Con el tiempo el deseo fue creciendo al punto tal que una noche en mi cama, tras haberme masturbado pensando en Gabriela, tuve una idea. Decidí robarle una bombacha. Asi yo podría masturbarme en casa con ella y satisfacer todas las fantasias que se me ocurriesen sin que nadie me vea. Esa noche pense cuidadosamente un plan, analicé cada detalle. Había muchas cosas a tener en cuenta. Ella era bastante prolija y seguramente su cajón de lencería estuviese bien ordenado, con lo que se daría rápidamente cuenta de la falta. Además yo tenía que buscar la forma de quedarme solo en su habitación por unos segundos, situación en la que, pensandolo bien, recuerdo haber quedado solo una o dos veces. Después de dudarlo por unos minutos decidí llevar adelante mi 'operación panty'.

Varias semanas de estudio pasaron hasta que se presentó la oportunidad. Estando los dos en su cuarto ella recibió un llamado telefónico de una amiga y por algún motivo tuvo que salir del recinto. Yo estaba sentado en la cama con mi corazón latiendo a mil pulsaciones por minuto. Me levanté despacio, me asomé por la puerta para asegurarme que no venia nadie y me dirigí hacia los cajones. Los abri despacio, tratando de hacer el menor ruido posible. Busqué uno por uno. Cuando hallé el inidicado mi corazón se aceleró aun más. Un cajón lleno de bombachas blancas de la mujer que deseaba ante mis ojos era demasiado. Comencé a dudar sobre cual tomar. A cada rato volteaba la cabeza para asegurarme que no hubiera moros en la costa. Yo trataba de adivinar cuál era la prenda que yo le habia visto. No había forma de saberlo. Tal vez si tomaba una cualquiera. Debía darme prisa. Tenía una con unas puntillas que llamaba bastante la atención, pero temí que se diera cuenta de la desaparición de esa pieza en particular. Había dos que se parecían entre sí, entonces decidí llevarme una de esas. Pero no alcancé a extender el brazo que sentí un ruido en la escalera y tuve que abortar. Cerré el mueble a toda prisa y para disimular me acerqué a la tv y la encendí. Gabi entró y todo siguió con normalidad. Esa noche me reproché a mi mismo lo lento que fui y de no haber dudado tanto podría haber disfrutado de una bombachita de ella solo para mi. Tan solo pensar en el tesoro que tuve esa tarde frente a mis ojos...Ni modo, tuve que esperar a otra oportunidad.

FANTASIA II - Gabi, te tengo

Todos los martes a las catorce horas yo tocaba el timbre de su puerta y nos poniamos a estudiar. Pero aquel martes fue distinto. Me atendió su madre y me dijo que ella aun no habia llegado de jugar al volleyball pues se habia retrasado, pero que una amiga la estaba trayendo en camino. Igualmente me hizo pasar. Platicamos. La mujer, que ya me habia tomado cariño, me hablaba de la situacion el país pero yo no veia la manera de escaparme y subir las escaleras. Pensé en pasar al baño, pero habia uno justo al lado del comedor, de modo que no era la excusa adecuada. Ella hablaba y yo sólo acentía mientras me ponía cada vez más nervioso. Escuché el ruido de un auto frenar afuera y sentí mi nueva oportunidad escaparseme de las manos. En seguida entró Gabriela y saludó a su madre y a mi.

Dijo que se iba a bañar, que bajaría en cinco minutos y subió a toda prisa por las escaleras. Pero algo distinto sucedió cuando Gabriela me saludó. Su cabello no olía a vainilla y su mejilla estaba roja y transpirada. Cuando acercó su cara hacia mi, algo agitada por el apuro, sentí su aliento en mi oreja y su jadeo me excitó. La madre continuaba con su lata y para sacarmela de encima comencé con mis 'preparativos de estudio': me sente en la mesa y comencé a abrir libros. Me dejó solo. Yo hacía como que leía pero en realidad no paraba de pensar en Gabi. La verdad es que nunca la había visto así, agitada, transpirada. Me excitó al punto que tuve una ercción formidable. Por poco y no me vengo ensima. En eso pasó la madre cargando un canasto con ropa. Las ideas en mi cabeza tomaron forma: ya no quería una panty de Gabriela con olor a vainilla; por el contrario, ahora quería una con olor a ella.

Mi objetivo ahora era mucho más difícil: ¿cómo se supone que iba a conseguir una bombacha usada de Gabi? La idea me estaba matantdo pero ver a la madre con el canasto de ropa sucia me dio la pista. Esa misma tarde tal vez pudiera llevar a cabo mi nuevo plan. Luego de algo más de cinco minutos gabriela bajó por la escalera con una banda elastica en la boca peinándose el pelo con las manos. Verla asi con el pelo mojado me excitó. Además el echo de saber que habia una bombacha en el canasto de ropa sucia esperando para mi no me dejaba concentrar en absoluto. Asi paso la tarde y yo esperando la ocasión. Alrededor de las cinco como de costumbre ella me ofreció algo de tomar, era la ocasión perfecta. Nos dirigimos a la cocina y mientras ella preparaba el café yo hacía como que leía las notas en la puerta del refrigerador. Como siempre ella puso los cafes y un plato con galletas en una bandeja y se fue para el comedor. En vez de seguirla, sin perder tiempo, me dirigí hacia el lavadero que estaba a una puerta de distancia.

El cajón de ropa sucia estaba a la vista esperando por mi. Voltee la cabeza para asegurarme que nadie me viera y comencé a revolver. No habia mucha ropa, pero sí la que Gabi tenia puesta al entrar. Habia una sola bombacha, asi que no había dudas de que esa era la que buscaba. Rapidamente la metí al bolsillo y me fui para el comedor. Ella me preguntó que hacía y le dije que me entretuve mirando a Max en el jardín. Disimuladamente me olí la mano y sentí un aroma a calcetín sucio apestoso por lo que me fui al baño a lavar. Una vez dentro no resistí la tentación, saqué mi premio del bolsillo y lo lleve a mi cara con ambas manos. Aspiré ondamente. Ese era la fragancia que me volvía loco, el aroma del extasis, el olor a Gabriela. Ahora la tenia para mi.

Ese dia al llegar a casa me desnudé completamente, tomé la bombacha de Gabi y me la llevé a la cara mientras que me masturbaba con la otra mano. La olía, la chupaba, respiraba a traves de ella mientras me tocaba. Yo decia "Gabi...Gabi...te tengo". Me recosté en la cama, cerré los ojos y comencé a pensar en ella. El beso que me dio agitada, cuando bajó con el pelo mojado, su sonrisa, su voz. Comencé a jadear con la bombacha en la boca. Mantenía los ojos cerrados y la imagen de Gabriela en mi mentes mientras me jalaba el pene hacia arriba y hacia abajo. La tenía. Por fin la tenia solo para mi. Iba a eyacular. Que bien que se sentia, estaba en el cielo. Mordí fuerte la bombacha de Gabi y me vine. Sentí el alivio y me quedé un rato recostado con la prenda en la cara y el semen en mi abdomen. Solo pensaba en mi Gabi.¿Que estaria haciendo en este momento?. Mientras yo tenía lo mas íntimo de ella justo en mi rosotro, podía sentir su aroma, saborearlo. Pensaba "Gabi si supieras...". Mi fantasía estaba cumplida. Pero aun sentía deseo. Me recompuse y limpié todo el semen con la panty de Gabriela. Ella nunca se imaginaría que mi semen estuviese ahora en su pantaleta. ¿Se habría ella masturbado alguna vez con esa prenda? Todo tipo de pensamientos pasaban por mi mente. Me excitaba pensar que esa tarde la habia transpirado jugando al volley sin saber que lo hacía para mi. Fui rápido al baño y la lavé, luego me di una ducha. Estaba muy caliente por lo que me masturbé otra vez.

FANTASIA III - Un poco más allá

Al otro dia, a la mañana me levanté muy excitado. En realidad me preocupaba un poco que ella se diera cuenta, pero lo hecho hecho estaba. Estuve todo el dia fuera de casa, como de costumbre. Me la pasé todo el día pensando el la panty que me esparaba en casa. Entré en mi apartamento completamente desidido a repetir lo de la noche anterior pero al agarrar la bombacha limpia se me ocurrió ponermela. Me saqué toda la ropa rapidamente y me la probé.

Claro, etaba lo suficientemente excitado como para que el pene erecto me cupiera. Posé un rato frente al espejo y la imagen no me agradó para nada. No se veía nada bien esa tela blanca y suave entre mis piernas peludas y con un miembro erecto sobresaliendo. Pero había algo que me excitaba y no era mi figura sino la ide de saber que que me etaba portando mal. Me la calsé entre las nalgas y me acaricié el ano sobre la tela durante un rato. Ya me estaba apretando los testículos demasiado, asi que me la saqué. La coloqué alrededor del pene y me masturbé suavemente hasta acabar en ella. No cesaba de pensar "Gabi, si supieras que te tengo...".

A la mañana siguiente mientras me vestía tuve una idea muy excitante: salir a dar una vuelta con la panty puesta. Esto me calentó. Nuevamente la erección no me entraba y los testículos me apretaban, pero decidí seguir adelante. Me vestí y salí a dar una vuelta. Al poco tiempo me acostumbré y la erección se me bajó por lo que disminuyó levemente el dolor. Decidí entonces ir un poco más allá, aquel día me la pasé con la bombacha puesta. De momentos me excitaba mucho y me venía una erección, sobre todo cuando la vi a Gabriela. El echo de hablar con ella y al mismo tiempo llevar puesta su ropa interior me excitaba mucho mucho. Llegúe a mi casa con un dolor de testículos terrible y con muchas ganas de orinar. Yo ya había tenido mis experiencias sexuales con orina y esta no fue la excepción.

Decidí orinarme encima con la bombacha puesta. Me saqué toda la ropa excepto la panty de Gabi, pero tenía el pene practicamente fuera. Pensé rapido pero no habia solucion, no habia forma que cupiera dentro. Pero yo queria mear a traves de la tela, asi que tomé una remera vieja que usaba para dormir la hice un bollo y la coloque sobre mi pene. Me senté y me oriné encima. Sentí el líquido absorverse. De repente todo estuvo calentito y yo podía sentir el excitnate olor a meo. Senti también como el liquido bajaba por la bombacha. Con un dedo me acaricié el ano a traves de la tela húmeda. Sin retirar la remera humeda me masturbé hasta eyacular pensando en Gabi. Esto se ponía cada vez mejor, mis fantasias parecian no tener limite.

FANTASIA IV - Alcanzar el límite

Tirado en el piso del baño seguía aun excitado y pensaba que más podía hacer con la bombacha de Gabi. Ya había hecho todo. Lo único que se me ocurrio fue defecarme encima, pero consideré que no valía la pena ensuciarla de esa manera. Como seguía caliente me comencé a acariciar los huevos que todavía me dolían bastante. Comencé a acariciarme nuevamente el ano atraves de la tela humeda que ya estaba fria y la idea de colar el dedo con bombacha y todo se me vino a la mente. Empecé a empujar de a poquito pero la panty no cedía. Yo solo pensaba en llevar mis experiencias al límite y seguí pensando en que forma podría conseguirlo.

Si bien ya haía experimentado con heces, en ese momento defecarme estaba más allá del límite, pero por suerte tuve una idea que podría decirse que estaba justo antes de ese límite.¿por qué no introducirme la bombacha de gabriela por el culo? La idea me sobre excitó. Como no queria hacer ningun enchastre decidí primero hacerme un enema. Hacia tiempo que no me hacía uno asi que me excite más. Tomé un pedazo de tubo plástico que tengo exclusivamente para eso y me lo metí suavemente en el recto. Luego me acosté en la tina, levante las piernas y alinee el tubo con la canilla. Abrí el grifo y deje un chorro pequeño de agua tibia entrar dentro de mi. Hacia tiempo que no sentía esa sensación: sentir el agua entrar dentro de uno es verdaderamente placentero. Respiraba suavemente mientras sentía mi cuerpo llenarse de agua.

Cuando ya no puede más, me levanté y fui hacia el inodoro. Largúe todo violentamente. Luego vino otra descarga no menos violenta que la primera. Me decía a mi mismo "vamos, échalo todo, que bien te gusta". Tras asegurarme de haber vaciado todo, de estar completamente limpio por dentro y tener el ano algo dilatado decidí proceder con mi nueva fantasía. Priemro me colé un dedo como para abrir terreno, todo parecía estar en orden. Medité sobre si la tela absorbería demasiado dificultando la inserción y decidí empaparla con agua. Me ubiqué en posición de cuclillas y puse la prenda en mi ano. Comencé a empujar despacio. La verdad es que se sentía un poco áspero al principio pero de a poco llegúe a meter el dedo entero junto con una parte de la bombacha.

Retiré el dedo con mucho cuidado de modo de no sacar lo que ya había metido. Nuevamente empujé más y luegeo un poco más. Llegué al punto tener dentro más de la mitad. A esa altura me puse de pié con la prenda colgando de mi trasero y admiré mi figura en el espejo. Separando las nalgas podía ver como de mi ano se asomaba aquel pedazo de tela blanca que tanto significaba para mi. Luego de mirarme un rato regresé a la posición de cuclillas y terminé el trabajo. Una vez que tuve toda la bombacha dentro, empujé con el dedo mayor hasta lo mas ondo que pude.

Me puse de pie nuevamene y di un pequeño paseo por la sala. No era tanto la sensación física, debido a que todos generalmente andamos con los intestinos llenos la mayor parte del tiempo, sino la idea de tener dentro mio la bombacha de mi amiga Gabriela. Ella debía estar durmiendo en ese momento sin sospechar en lo más mínimo de mis acciones.

Lo que yo estaba haciendo me excitaba en todo sentido, la estimulación física era increible pero además estaba respaldada por la idea sucia de estar portandome mal. La estaba disfrutando bien con la bombacha que me había robado dentro mio. Decidí cagarla. La mejor foma que se me ocurrió fue de pie. Separé ligeramente las piernas y comencé a hacer fuerza. Se sentía exactamente igual a defecar. Me costó bastante debido a que la había empujado bien adentro pero al fin la vi caer al piso. Me alivió ver que no tenia nigngua mancha indeceada, ninguna 'palomita'. La verdad es que no me produjo una sensación extraordinaria, simplemente fue como ir al baño aunque algo distinto porque fue de pie. Asi que decidí volver a introducirmela para luego sacarla bien despacio sintiendo el roce de la tela con mi esfinter. Poco a poco la volví a introducir dentro mio. Fui hacia el espejo y comencé, en una posición no muy cómoda, a retirarla suavemente de mi ano. Me excitaba ver como salía y al mismo tiempo sentir como salía. Primero tiré continuamente muy despacio.

Luego comencé a tirar con golpecitos cortos y secos, eso me gustaba más. De echo, esa sensación me gusta mucho, tener algo mitad dentro - mitad fuera y al darle pequeños tironsitos sentir como responde todo lo de adentro. Asi que me tumbé en el piso y con la parte de la bombacha que sobresalía de mi trasero me envolví parcialmente el pene de modo que al jalarlo hacia arriba tiraba de la panty y me estimulaba el ano. Me comencé a masturbar. Cerré los ojos y me limité a sentir las cosquillas en mi entrepierna. Solo pensaba en Gabriela, la visualizaba en bombacha y remera totalmente transpirada, con el pelo mojada y jadeando de placer. La imaginaba en mis brasos, sintiendo sus senos en mi pecho a traves de la remera empapada y susurrandome al oido palabras sucias. Los pensamientos pecaminosos se tornaron y las sensaciones físicas insostenibles. Sentí mis testículos bombear el semen, fluir con rapidez por el pene erecto y saltar con violencia. Tuve el orgasmo más grande que había tenido en los últimos años y que nunca hubiese imaginado hacía un tiempo atrás. Todo gracias a Gabi y a su prenda que tomé prestada.

Y asi fue como llegué al límite. Todas mis fantasias fueron realizadas, lo disfruté mucho, pero siempre solito...

De esta manera mi vida siguió adelante. Llegó el verano, terminó el semestre en la universidad y dejé de verme a diario con Gabriela. Igualmente nos juntabamos de vez en cuando pues seguiamos siendo buenos amigos. Todo transcurria de manera tranquila hasta que un día...

(relato inconcluso por el momento)