Gabriel y María6
La nipona cambia de trabajo
Al llegar a casa el médico estaba allí, ventajas de tener un carísimo seguro privado. La cogí en brazos porque seguía sin sentido y la llevé a una de las habitaciones de invitados. Lo primero que nos ordenó el médico fue que le quitásemos la ropa mojada. De eso se encargó Lucy, los japoneses son muy tradicionalistas y si supiese que María mea plantada podría mosquearse al desnudarla. Al examinarla nos dijo.
- Me preocupa la temperatura tan alta que tiene, de momento sólo tiene un enfriamiento, pero podría derivar en una pulmonía.
- Y que recomienda doctor._ Dije yo
- Le he dado medicación para que le baje la fiebre, pero no estaría mal, darle un baño templado para que entre en calor y baje su temperatura._ Dijo el médico
- Lucy encárgate tu._ Le dijo María
- Ahora mismo voy ._ Contestó
- Espere señorita que yo le ayudo a llevarla_ Dijo el médico
- No hace falta, gracias.- Dijo Lucy
Como si de un juguete de trapo se tratase Lucy levantó a la japonesita y sin aparente esfuerzo la llevó al baño donde María ya había preparado el agua.
Estuvo como media hora bañándola, hasta que consiguió estabilizar su temperatura corporal, tras lo cual e puso ropa de cama y la llevó a la habitación.
- Bien ahora solo queda esperar a que descanse lo suficiente para que su cuerpo se restablezca, vayan controlándola sobre todo a la noche por i le sube la temperatura. Si pasa eso, llámenme y vendré en menos de cinco minutos, que hoy estoy de guardia.
- Gracias doctor.- Dijo María mientras lo acompañaba a la puerta.
Al marcharse el doctor, las reuní a las dos en el salón para hablar con ellas.
- Ayer follando, decidimos que tu engendrarías a mis hijos.- Dije mirando a Lucy
- Si jefe, y lo haré con mucho gusto._ Dijo Lucy
- Pero eso conlleva ciertas responsabilidades y obligaciones._ Dije yo
- Empiece por las obligaciones que siempre suele ser lo más farragoso._ Dijo Lucy
- La primera y fundamental, quiero más de un hijo, concretamente un mínimo de cinco y quiero que se lleven más o menos dos años cada uno._ Dije
- No hay problema, nunca me gustó ser hija única, por lo que siempre quise tener una gran familia._ Dijo Lucy
- Si eres la madre de mis hijos, no podrás volver a salir con ningún chico más, jamás._ Dije
- No hay problema estoy profundamente enamorada de usted._ Dijo poniéndose roja y bajando la cabeza
- Drogas tabaco y alcohol en exceso, queda prohibido para siempre._ Le dije
- ¿No podré pillar un buen pedo, en fechas, señaladas, como mi cumple o en navidad?._ Dijo abriendo los brazos
- De acuerdo, pero, sólo si no estás embarazada o dando el pecho._ Dije
- Muy bien jefe._ Dijo
- Quiero que les des de mamar, al menos hasta que cumplan un año, si no te lo impide algún problema físico, como que no tengas leche._ Dije yo
- ¿Eso no debería decidirlo yo? Aunque es lo que pensaba hacer._ Dijo Lucy.
- Yo seré quien dirija su educación, académica, hasta que sean mayores de edad._ Dije yo
- De acuerdo._ Dijo Lucy
- Estas son las obligaciones fundamentales que te exijo, el resto sobre el terreno ya lo veremos._ Dije
- ¿Y las responsabilidades?._ Preguntó Lucy.
- Tú eres la encargada de los niños, tu velaras por su bienestar, estarás atenta a sus necesidades, eso no quita que si necesitas ayuda puntual se te dé. Pero no esperes ayuda de María, porque es sólo mía y no atenderá a nadie más que a mi._ Dije yo
- ¿Y si necesito ayuda? Con un hijo me manejaría bien, pero cuando empiecen a ser más me será difícil manejarlos._ Dijo Lucy.
- Contrataremos a una niñera desde el primer día, pero tendrás que encargarte tu de hacerlo, además deberá firmar una clausula de confidencialidad, por si ve algo que no debe._ Dije yo.
- Será tu obligación, el que no vean ninguna escena sexual, hasta que cumplan los 16 años, como mínimo._ Dije yo
- Eso lo daba por hecho.- Dijo Lucy.
- Esto es lo que te exijo, si quieres seguir adelante dímelo ya._ Dije yo
- Por supuesto que quiero seguir adelante._ Dijo Lucy
- Desde hoy tu estatus en eta casa ha cambiado, no nos casaremos, porque no me voy a casar, pero eres mi pareja oficial, reconoceré a todos nuestros hijos y les daré mis apellidos. Desde ahora dejas de ser criada y eres dueña. _ Dije yo
- Si señor dijo Lucy
- María encárgate de buscar a alguien que ocupe el lugar de Lucy en la casa
- De acuerdo jefe._ Dijo María
- Pues vamos a preñarte._ dije yo mientras le daba una nalgada
María se quedaba atrás mientras nosotros nos empezábamos a desnudar, entonces me acerque a ella y le dije.
- Tu participarás,, siempre, en todos mis juegos sexuales, si tú no etas presente, no habrá sexo esclava._ Le dije
- Si jefe.- Dijo María con una sonrisa radiante en la cara.
Como siempre el sexo con Lucy era salvaje, como su carácter, arañaba mordía, te mamaba la polla succionándola como si te la quisiese arrancar. Sus besos eran de gata salvaje, era una auténtica pantera negra. Y cuando la penetrabas, gritaba como una posesa, perdía tanto el control que lo pagaba con María, que por otra parte estaba encantada de recibir las fuertes bofetadas de Lucy. Cuando me corrí dentro de ella, perdía el sentido, era entonces el turno de María a la que, en ningún momento, habíamos parado de machacarle la polla sin piedad y sin tregua. Tras 20 minutos de caricias, comidas de polla, besos y golparla, mi polla estaba otra vez a cien y entonces la enculaba sin piedad, si lo hacía a lo perrito, Lucy, que ya había recuperado el sentido, saltaba sobre ella y mediante brutales nalgadas me marcaba el ritmo. Si la tumbaba boca arriba Lucy le impartía besos y bofetadas sin parar. Pero si decidía cabalgármela, Lucy se ponía detrás y le retorcía los pezones de uno en uno, pues la otra mano la tenía estrujando sus huevos hasta que los ponía morados, mientras yo la pajeaba brutalmente, pellizcándole el pezón, que Lucy dejaba libre. Siempre me corría en el coño de Lucy toda mi leche sería para ella en los periodos que quisiese preñarla.
María cada vez se introducía más y más en el mundo de la sumisión y del masoquismo, hasta el punto de no poder correrse si no se le propinaba una gran dosis de golpes. Y no poder levantarse de la cama si no se lo ordenaba yo, su voluntad era total y absolutamente mía.
Eso no quiere decir que no tuviese iniciativa propia, pero todo lo que hacía me lo consultaba antes de hacerlo y si no estaba en persona lo hacía mediante wasup.
La japonesita, tardó tres días en poder levantarse de la cama y una semana en restablecerse completamente. Pasado ese periodo la llevé a mi despacho y le dije.
- ¿Qué piensas hacer a partir de ahora?
- No lo sé, mi vida en Japón murió, buscaré trabajo por aquí supongo._ Dijo con un hilo de voz
- No digas eso Japón es grande y aunque no tengas trabajo en tu ciudad, puedes buscarla en oro otra._ Dije
- No lo entiende, soy una mujer sin honor, y el honor en Japón lo es todo, mi familia entera me ha despreciado y ha dicho a todo el mundo que no tengo honor, mis jefes se han encargado de que todo el mundo empresarial sepa de mi deshonor, no podré encontrar un trabajo decente en Japón, durante muchos años y quizá no lo pueda encontrar nunca. Dijo echándose a llorar.
- Joder como se las gastan en Japón._ Dije yo
- Además yo estoy de acuerdo con esta decisión._ Dijo NihigushiKo, que así se llamaba.
Pero ni Lucy, ni maría eran capaces de pronunciarlo correctamente así que la llamaban Niki y así acabamos llamándola todos; y ella lo aceptó de buen grado
- Si hubiese tenido bastante valor me hubiese suicidado, pero ni para eso sirvo._ Dijo NiKi con cara compungida.
- Mira quitarse la vida es algo extremo, segundo no estás en Japón, aquí no somos tan rígidos como en tu país, así que olvídate del suicidio._ Le dije yo.
- Pero dígame que hago, mi permiso de residencia va ligado a tener un trabajo, sin trabajo de vuelta a Japón._ Dijo Niki
- ¿Que más sabes hacer además de la traducción?._ Le pregunté.
- Adoro la jardinería, es mi gran pasión, busco la armonía a través de la naturaleza._ Dijo Niki
- Ya se que no es lo que estás buscando, pero recientemente en mi servicio doméstico se ha producido una baja. ¿Te interesaría trabajar en esta casa?.
- No se me da muy bien limpiar, más bien todo lo contrario, pero aprendo rápido y soy una gran trabajadora._ Dijo
- Eso sí el trabajo es de interna, tendrías los sábados por la tarde y los domingos libres, pero el resto de la semana trabajarías y vivirías aquí._ Le puntualicé.
- ¿Me hará un contrato?._ Preguntó
- Por supuesto
- ¿Podré dedicarme al jardín en exclusiva?
- No, nuestro jardinero lleva toda la vida con nosotros, le quedan dos años para jubilarse y no pienso despedirlo ahora. Eso sí te daré un rango superior al suyo, el hombre ya está mayor y le cuesta seguir el trabajo diario, por lo que la dirección del jardín será prácticamente tuya. Y si te quedas con nosotros definitivamente en dos años será absolutamente tuyo._ Le expliqué.
- Entonces acepto._ Dijo Niki.
- Bienvenida a mi casa, María es la ama de llaves ella está al cargo del servicio, por lo que será tu jefa directa, si tienes algún problema acude a ella, pues yo de los quehaceres doméstico me olvido.
La dejé en manos de María, y yo volví al trabajo, pues tenía muchos flecos que cerrar aún con los japoneses. Sobre todo debía idear un plan para hacerles pagar lo que le habían hecho a Niki, ahora era una de mis empleadas y se lo debía.
- ¿Cómo debo dirigirme a usted?.- Preguntó Niki a María
- Como María, no soy partidaria de protocolos inútiles, sabes que soy tu jefa y me debes un respeto, demuéstramelo con tu trabajo, no con tu lenguaje.- Dijo María.
- Pues para ser sincera le he de confesar que no se nada sobre trabajo doméstico, lo siento. De hecho los últimos años he vivido en hoteles y no sé ni limpiar._ Dijo Niki avergonzada.
- Tranquila de limpiar se encargará una empresa privada, la chica que trabajaba en tu puesto, hacía el trabajo de tres personas, por lo que no voy a cargarte con él.
- Es usted muy considerada.- Dijo Niki
- No es consideración, es realismo, además el jefe quiere que te encargues del jardín y eso te quitará parte del tiempo. Te voy a enseñar a planchar, porque esa será una de tus funciones, pondrás y quitarás la mesa, y me harás a mí de pinche. Y más adelante ya iremos definiendo tus funciones. ¿te parece?._ Le dijo María.
- Sí jefa
- Una última cosa, en esta casa somos muy liberales, así que más de una vez nos verás, desnudos o directamente follando, ¿Tienes algún problema con eso?._ Preguntó María
- Estoy obligada a hacer lo mismo._ Dijo Niki
- Por supuesto que no, nunca obligamos a nadie ha hacer nada que no quiera._ Explicó María
- De acuerdo pues._ Dijo Niki
- Además en tu contrato habrá una clausula de confidencialidad, en la cual se te prohibirá, bajo amenaza judicial, difundir lo que veas aquí._ Explicó María.
- Este es tu cuarto, coloca tus cosas, en los armarios, al tras la puerta de la derecha hay un baño completo y tras la de la derecha una sala de estar, que son completamente tuyas, nadie entrará sin tu permiso y puedes decorarlas como quieras.
- Gracias jefa._ Dijo Niki
- Toma estas son las llaves de tu coche, dame tus datos personales, para que se los pase a la asesoría y lo pongan a tu nombre. Ves a tu casa y trae toda la ropa que quieras._ Dijo María
- ¿Mi coche?.- Preguntó Niki extrañada.
- Mientras trabajes con nosotros tendrás un coche propio, para tus necesidades._ Explicó María.
- Vaya, que sorpresa._ Dijo Niki cogiendo las llaves.
- Tiene muchas ventajas, trabajar en esta casa, ya las irás descubriendo. Del jefe me encargo yo en exclusiva, eso que te quede bien claro, no te lo perdonaría jamás si lo olvidases, y sería una falta muy grave._ Le avisó María
- Si jefa, no lo olvidaré.- Dijo Niki
- Te dejo que te instales y mañana empezarás a trabajar.
- Muy bien jefa.
Tras dejarla vino al solárium donde la esperaba. Se desnudó, me desnudó a mi, me mamó la polla y se sentó encima de mis piernas de culo a mi sodomizándose. Yo inmediatamente le agarré los huevos con una mano, se los estrujé y con la otra la pajeé de forma brutal como a ella le gusta. Mientras ella movía circularmente sus caderas, haciendo que nos corriésemos en pocos minutos. Ya más relajados y en esa posición empezamos a hablar.
- ¿Qué tal la nipona?._ Pregunté
- Tiene un problema grave con la bebida, no se si llega al alcoholismo, pero tendremos que vigilarla._ Dijo
- ¿Y eso lo has adivinado sólo con los pocos minutos que has hablado con ella?._ Pregunté
- Ten en cuenta que mi padre era alcohólico, y ella tiene los mismos síntomas._ Dijo María
- Llévala al sicólogo, dile que lo ordenó el médico, porque la vió muy deprimida._ Dije yo
- Como digas jefe.
- Ahora busca a la salida de mi novia y dile que la vamos a preñar hoy mismo._ Dije yo
Y con una sonrisa de oreja a oreja y completamente desnuda fue en busca de Lucy, cuando llegó al cuarto de Lucy se encontró en la puerta a Niki. Con una cara de sorpresa increíble y la boca abierta de par en par.
- Jefa no se si se a dado cuenta pero tiene pene.
En ese momento María estalló en una estruendosa carcajada