Gabriel y María 7
Continua, la sumisión de María a Gabriel, pero con una pequeña variación
- Ven aquí alma de cántaro que te contaré una cosa._ Dijo María
Y sin más le contó que era transexual, como consecuencia de la mente conservadora de los japoneses, esta revelación, le ocasionó un auténtico shock, todo lo que le estaba diciendo su jefa y le costó asimilarlo.
Primero no entendía muy bien eso de que era una mujer en el cuerpo de un hombre.
Cuando aceptó finalmente que podía ser posible, esta situación, lo que ella pensaba es que debería de haberse conformado con ese cuerpo con el que había nacido y quedarse como estaba.
Al final consiguió convencerla de que la libertad personal y de elección, son imperativos de una democracia, y, ella viviendo en una debería respetarlo. Además si una mujer se ponía tetas y culo y se cambiaba quirúrgicamente la cara, ¿por qué no podía adaptar ella su cuerpo a su mente?.
Es curioso el carácter japonés, como su jefa la respetaba profundamente, pero fuera del ámbito profesional no le tenía ningún respeto. Al final aceptó sus argumentos, pero tardó meses en respetarla, como persona.
El problema del alcoholismo se fue agravando progresivamente, sí la obligamos a ir al sicólogo, pero ella no tenía asumido que era adicta al alcohol. Poco a poco le afectó en su trabajo diario, no solo se levantaba diariamente con resaca, si no que empezó a volverse descuidada, tuvo lagunas de memoria y su estado físico empeoró.
Un día llegó el desastre, podando las ramas secas de un ciprés se hizo un tajo tan grande en el dedo que se le quedó colgando, gracias a que estaba María cerca y la llevó al hospital inmediatamente, porque hubiese perdido el dedo de lo contrario.
Cuando llegué yo a casa y tras contarme María lo que había pasado nos reunimos los tres en el despacho.
- Bien Niky esto no puede continuar así.- Dije yo
- ¿A que se refiere?._ Contestó
- Lo que hagas en tu vida privada a mi no me incumbe, a menos, que afecte en tu trabajo diario._ Comenté
- Esto ha sido un accidente, tan solo._ Dijo ella señalando la mano vendada.
- No solo eso, cada día haces peor tu trabajo._ Dijo María
- Si tienen quejas de mi trabajo, despídanme, pero porque tome una copa o dos después del trabajo, no pasa nada._ Dijo enfadada
- El problema es que ya no sólo bebes fuera del trabajo, cuando hemos estado en el hospital te han hecho análisis de sangre y tu nivel de alcohol eran muy elevados._ Dije yo
- Es que esta mañana, me tomé dos copas de vino para desayunar….
- No me vengas con escusas de alcohólica, cualquiera te vale para beber.- Dije yo enfadado
- Niky, no admites que tienes un problema, por lo que no te podemos ayudar, en ese sentido._ Dijo María
- Exageran el problema._ Dijo Niky
- ¿Admites que tienes un problema?._ Dije yo
- Bueno un pequeño descontrol, tan sólo. Dijo Niky
- Donde estuviste anoche._ Dijo María.
- Anoche no salí._ Dijo Niky
- ¡No? ¿Y esto?._ Dijo María
Y puso un CD, Donde se mostraba una tambaleante Niky saliendo a las 9 de la noche de casa y volviendo a las 12, literalmente, arrastrándose.
- Son las imágenes de la cámara de seguridad anoche. Por si piensas que lo hemos manipulado, mira el día y la hora que quedan marcados digitalmente._ Dije yo mostrándole en una esquina dicha información
- Yo no recuerdo nada de eso._ Dijo Niky
- Yo sí porque tuve que acostarte yo, y por cierto venías sin bragas._ Dijo María
- Por eso me escuece el coño, dijo Niky con una sonrisa.
- ¿Te hace gracia?._ Dije yo mientras me levantaba de la silla y me acercaba a ella
- A nosotros no nos hace ninguna._ Dijo María, cogiéndome de la pernera del pantalón, para que no me sobrepasara.
- Lo siento, no volverá a ocurrir._ Dijo.
- Ya no es suficiente con eso._ Dije mientras paseaba por el despacho.
- Si no te tomas en serio las sesiones del sicólogo y te apuntas a una reunión de alcohólicos anónimos._ Te devuelvo a Japón.
- Eso no por lo que más quiera, haré todo lo que me digan._ Dijo Niky
- No Niky has de hacerlo por ti misma, porque tienes un problema y quieres solucionarlo, porque eres una mujer fuerte y has de superar los problemas._ Dijo María
- ¿Y para que? Ya no tengo patria ni familia ni amigos._ Dijo Niky ¿Ese es el problema?:_ Dije yo
- Si.- Dijo Niky bajando la cabeza.
- ¿Quieres una nueva patria?, mañana mismo empezaremos los papeles para tramitar tu nacionalidad española._ Dije yo
- Familia la tienes aquí, llevas aquí trabajando unos meses, sabes que somos más una familia que jefes y empleados._ Dijo María.
- Y amigos, harás nuevos, en cuanto dejes de ir a emborracharte todas las noches._ Dije yo
- No es tan fácil, como ustedes lo plantean, me levanto y me acuesto pensando en el alcohol._ Dijo Niky ya entre sollozos.
- Nosotros te ayudaremos, no va a ser un camino, fácil y seguramente tendrás alguna recaída, pero vas a salir del pozo donde te has metido._ Dije yo
- No se si seré capaz, ahora sólo pienso en que necesito unas copas para afrontar todo esto.- Dijo Niky ya llorando como una magdalena.
- Pues es hora de ir a una reunión de alcohólicos anónimos. Yo conozco una asociación que te puede ayudar. Vamos ahora mismo._ Dijo María.
Y se levantaron, sin más y se fueron a la asociación de alcohólicos anónimos, la verdad tuvo un par de recaídas, pero tras la última no volvió a probar el alcohol.
Fue curiosa, su transformación física. Su extrema delgadez, que rayaba en la pura anorexia, se convirtió en una delgadez más sana, su cara en vez de la de un cadáver, se llenó de vida y mostró lo guapa que era. Los pechos le crecieron una talla, seguía teniéndolos pequeños, pero ya no eran las de una adolescente impúber. Os preguntaréis porque sé lo de los pechos ¿No?. No penséis mal tomó la costumbre de estar con nosotros en el solárium tomando el sol desnuda.
Enseguida se unió a nosotros en la gimnasia diaria y su cuerpo se tonificó en poco tiempo.
Lucy en pocos meses se quedó preñada, su cuerpo redondeado de por sí se volvió inmenso, sus enormes tetas crecieron dos tallas más, aumentó más de veinte quilos, llevaba trillizos, eso sí las tres nenas. Otras mujeres en el embarazo ven aumentado su apetito sexual, no fue el caso de ella, pasó el embarazo, con mal carácter, sólo quería estar sola, que nadie la molestase. Gritaba a todo el mundo por la mínima tontería. Al final la hicimos caso y le hablábamos lo justo. Viendo la que se nos venía encima con tres bebés de golpe decidimos contratar ayuda desde un primer momento.
Decenas de candidatas pasaron por mi casa. Lucy al ser la encargada de su contratación, las hacía irse llorando a casi todas, y las que no salían de casa sin querer volver a verla
Una noche estábamos follando María y yo. El sexo que a ambos nos gustaba, tenía a María de rodillas, con las piernas abiertas, con las manos atadas a la espalda con una cuerda enganchada al cabezal de la cama, mientras me mamaba la polla al ritmo que le marcaba dándole con una fusta en la polla y los huevos alternativamente.
Ella como siempre no paraba de correrse, la polla conseguía ya se le ponía dura como el hierro. Las nuevas hormonas que se tomaba, habían conseguido devolverle la vida a su polla.
Entonces y sin previo aviso, le di una buena bofetada para que se apartase y sin lubricar, como a ella le gusta la enculé.
La verdad es que no le hacía falta preparación previa tras tanto tiempo follándole el culo, dos o tres veces al día, lo tenía completamente dilatado y mi polla entraba sin problemas. Empecé a sodomizarla de forma brutal, no había soltado la fusta y no paraba de darle golpes con ella( la fusta tenía la parte delantera plana para no dejarle marcas en el cuerpo cuando la fustigaba) hasta que me corrí. Ahora que Lucy no necesitaba mi semen para preñarse, me encantaba llenarle el culo de leche a mi esclava. Y obligarla a que se la comiese después… cuando se le salía del culo. Para lo cual la obligaba a meterse un dedo en el culo para así poder recogerla. Y no soy una persona escatológica, María siempre llevaba el culo limpio como una patena a base de enemas.
Al acabar desaté a María y empezamos ha hablar, ahora que nuestro inmenso apetito sexual estaba saciado.
- La contratación de la canguro empieza a ser un problema._ Dije yo
- Lo se, pero le dejaste muy claro que debía de encargarse ella de hacerlo._ Dijo María
- Pero no pensaba que se transformaría en una loca histérica._ Dije yo
- Creo que lo estamos enfocando mal. ¿No se te ha ocurrido contratar a un hombre?._ Preguntó María
- No quiero más gallos en mi corral, soy y seré siempre el macho de esta casa._ Dije yo
- Y si Lucy tuviese algún niño._ Dijo de forma socarrona María
- Ya veríamos lo que haríamos, los problemas se solucionan cuando aparecen._ Dije yo
- Tengo un amigo que estudió puericultura, pero como se le nota una barbaridad que es gay, no lo contratan en ninguna guardería y está trabajando en un espectáculo en el barrio Chino._ Dijo María
- Pues no sería mala idea, un homosexual ya de por si tiene una vida dura, y este que no ha podido ejercer la profesión que quería hará cualquier cosa por obtener este puesto, incluso aguantar a la loca histérica._ Dije yo
- Le llamo y hablamos con el._ Dijo
- No la entrevista la ha de hacer Lucy, así que si la convence en su estado actual, es la persona adecuada para el puesto._ Sentencié
- Eso sí que es cierto jefe._ Dijo
- Por cierto no quiero que lleves el pelo tan largo, no me gustan las melenas hasta el culo._ Le dije yo
- Como mi jefe desee._ Dijo María
- Y deja de morderte las uñas, las tienes horribles._ Le dije.
- Si lo dice mi jefe es una orden para mi._ Dijo María.
- Además en casa no quiero que lleves nada que impida que la polla se te vea empalmada, me gusta ver que tienes una polla en ese cuerpo de diosa griega.
- Si jefe._
Pero esta vez lo dijo apretando el morro, la única razón por la que tenía polla era que le había prohibido tajantemente que se la quitase, por lo que mostrar, aunque solo fuese a nosotros su polla empalmada no le hacía ninguna gracia.
Tres días después vino el amigo de María, se llamaba Julio, pero quería que lo llamásemos Julito, vete tu a saber por qué. A la legua se notaba que era gay, su vestía colores chillones, caminaba de forma amanerada, y nada más presentarse a Lucy se le notó en la voz.
Yo me tuve que ir a trabajar, por lo que no sé cómo fue la entrevista, además como fue entre Lucy y Julio, a solas, María tampoco pudo contarme nada de lo que hablaron. Y Lucy esos días estaba intratable por lo que ni me molesté en preguntárselo. El hecho es que contratamos a Julio, empezaría a trabajar el día siguiente que naciesen las niñas y su jefa directa sería Lucy. Esa noche hablando con María
- Aún me pregunto, que habrá hecho este chico para convencer a Lucy._ Dije yo
- Es un chico muy extrovertido con un gran carácter y muy buena persona.- Contestó María
- Como el han pasado por aquí media docena, algo tiene que haber inclinado la balanza._ Le contesté
- Bueno una pequeña ayuda por mi parte pudo influís.
- ¿Qué has hecho?._ Le pregunté
- Tan sólo le comenté el estado en que estaba
- Es decir que le advertiste de la mala leche que se gasta últimamente._ Dije yo
- Si, además de contarle que es lo que más le gusta y lo que detesta Lucy._ Dijo ella
- Sabes que lo que has hecho es favorecer a tu candidato sobre los demás.- Dije yo
- Sí jefe
- Y que eso acarrea un castigo._ Le dije
- Si jefe
- Y que voy a ser muy duro contigo
- Lo se jefe
- Desnúdate y Túmbate en la cama boca arriba._ Le dije
- Si jefe._ Y lo hizo
Entonces le agarre los huevos con una mano y los apreté de forma brutal, eso hizo que se empalmase inmediatamente, cuando llegó a su máximo esplendor, que no era mucho recordad que su pene en erección mide 11 centímetros. Empecé a pegarle con la mano abierta y de lado a lado, con cada golpe la polla se le volvía más morada, hasta que entre gritos se corrió abundantemente.
- No creas que hemos acabado, esto no ha hecho más que empezar, tráeme la maleta de la tortura.
- Si jefe.- Contestó María
Esa maleta contenía, todo lo que un sádico podía desear. Empecé con un nuevo juguete, había mandado fabricar unos succionadores de pezones, de silicona, con el tamaño perfecto de sus aureolas, al accionarlos hacían que sus pezones creciesen tres veces su tamaño, por supuesto el proceso era doloroso hasta que alcanzaban el tamaño que a mí me gustaba .
Le até los huevos para que no pudiese descargar la leche, su flácida polla la metí en una funda metálica, donde cabía justa, así como estaba, la enganché fuertemente a la cuerda de los huevos, cosa que haría imposible que pudiese empalmase, y cuando estuviese excitada el dolor sería atroz. Le até las manos y enganché la cuerda al techo, le tapé la boca con una mordaza y le vendé los ojos.
Cuando acabé estaba completamente empalmado y aunque no era mi intención, empecé sodomizándola como un animal en celo, cogiéndole el pelo y estirándoselo para que su cabeza girase hacia atrás y de paso me sirviera de improvisadas agarraderas. Estaba tan cachondo que no duré ni diez minutos. Cuando acabé y antes de sacar la polla me hice con un dildo anal y le taponé el culo. Y le liberé la mordaza
- Jefe perdone a esta esclava, pero me estoy cagando
- Calla esclava, no te he dado permiso para hablar y aún menos en ese lenguaje._ Le dije
- Perdón jefe
- Por tu osadía vas a recibir 20 fustigazos.
Cogí la fusta en mi mano y me acerqué a ella.
- Cuéntalos._ Le ordené
- Si jefe
Empecé a fustigarla y en ese momento me di cuenta, en que me estaba convirtiendo, odiaba la violencia y estaba propinando una paliza a la persona más importante de mi vida. Esto tenía que parar ya. En ese momento gritó.
- Libertad
Era la palabra fetiche, la que paraba todo, inmediatamente fui quitándole as correas de sus huevos y polla, lo que hizo que empezase a mear de una forma exagerada, continué con el consolador anal, cosa que provocó que empezase a cagarse y seguí con la venda y los succionadores de los pezones, cuando le solté los brazos que la mantenían sujeta al techo tuvo que aguantarla porque no tenía fuerzas para hacerlo.
Cuando se descargó completamente de sus heces, miró al suelo y empezó a llorar. Sin decir nada la cogí al brazo, la llevé al baño y la limpié completamente, mientras tanto llené la bañera y la dejé en el baño, limpié el cuarto de todo el estropicio, además limpié y guardé todos los juguetes sexuales y, cuando finalicé todo esto salió del baño María.
- ¿Puedo hablar jefe?
- Adelante María tienes mi permiso para hablar sin restricciones, ven vamos a sentarnos en la cama._ Le dije.
- Jefe no aguanto tanto dolor, mi cuerpo se ha rebelado y sólo acepta, que me machaques la polla y los huevos._ Dijo entre sollozos
- ¿Quieres dejar de ser mi sumisa?._ Le pregunté
- No jefe, mi vida y mi alma son suyas para siempre, es usted mi jefe, mi amo, mi voluntad y mi dios, pero por favor no me pegue más._ Dijo ya llorando como nunca le había visto hacer.
- Lo siento María, no sé que me pasó, nunca más volveré a pegarte, te lo prometo._ LE dije mientras la abrazaba.
Sentía una gran opresión en el pecho, sabía que nunca debería haber llegado a ese extremo, la violencia, cuando te arrastra es como una adicción, o te paras a tiempo o caes en ella sin remedio y te conviertes en una persona horrible.
- ¿Jefe va a echarme de su lado?._ Dijo con una mirada de auténtico terror.
- Sabes que tu y yo estamos unidos para siempre, jamás te podrás marchar de mi lado, nunca te dejaré ir, por lo que nunca te echaré. Eres tu la mujer de esta casa, por mucho que nominalmente le haya otorgado ese nombre a Lucy._ Dije yo
- No jefe ni soy, ni quiero ser la señora de esta casa, a mí solo me interesa servirle a usted en cuerpo y alma, Los demás quehaceres de una señora no me interesan en absoluto, yo representaré mi papel ante la sociedad. No quiero ser más su ama de llaves, mi devoción es y será usted únicamente._ Dijo María.
- Bien pues quiero algo más._ Dije yo
- Lo que usted mande jefe.- Dijo María
- No quiero que seas mi asistente personal, a partir de ahora serás mi chofer personal y me acompañarás en los viajes, estarás conmigo en la oficina, es decir quiero que seas mi sombra.- Le dije
- Como usted mande, entonces le daré mis funciones a Niki._ Me dijo.
- No Niki es un ser delicado, una carga de trabajo, la estresaría en exceso y podría romper definitiva su maltrecha confianza._ Le comenté.
- ¿Entonces que solución propone jefe?._ Preguntó María.
- Niki va a dedicarse únicamente al jardín y a los trabajos manuales, ayer estuve observándola. Es muy buena y aplicada en estas tareas, y el resto de tareas las hace con desgana._ Dije yo
- Pero necesitaré ayuda en la casa, si no estoy, alguien ha de ser la ama de llaves jefe.- Dijo María.
- Por eso vamos a contratar a alguien más.- Dije yo.
- Como usted diga._ Me dijo María
Otro proceso de selección de personal, últimamente parecía que no hacía otra cosa. Quería una persona con experiencia, no me interesaba enseñar a alguien desde cero, ya estaba cansado de ello. Así que publiqué un anuncio en una agencia especializada en este campo y fueron ellos quienes me enviaron los candidatos.
Tres de estos candidatos me sorprendieron por su currículum y su experiencia, así que los convoqué a una segunda entrevista.
El primero de ellos, experto en protocolo, hablaba cuatro idiomas y tenía nociones de otros tres, además de contar con dos carreras y un master. Por supuesto que lo contraté, pero no para mi casa, lo contraté como relaciones públicas internacional de mi nueva empresa. Era el candidato perfecto y el estuvo encantado con la sugerencia que le hice.
El segundo con un currículo parecido, al hablar más detenidamente con el, noté, claros signos de dependencia a estupefacientes, por lo que fue descartado tras la entrevista.
La tercera y como habréis adivinado la contratada, era una mulata despampanante, Curvas de infarto, pero no estaba gorda era grande, de esas mujeres que imponen tan solo verlas, alrededor de metro ochenta de estatura, pelo largo rizado y ojos negros, era hija de española y estadounidense, un militar destinado aquí, que cuando volvió a su país no se las quiso llevar, les estuvo mandando dinero hasta que ella acabó la carrera y después si te he visto no me acuerdo. Esto me enteré tiempo después, pero os lo cuento para que os hagáis una idea . La segunda entrevista fue como os la relato a continuación
- Muy bien señorita Smith encantada de volverla a ver.- Dije yo
- Por favor llámeme Marta._ Dijo ella.
- Muy bien Marta sabe usted que está sobre cualificada para el puesto al que opta. Es usted experta en protocolo, habla inglés español y alemán, ha trabajado para embajadores, entre otras personalidades._ Fui diciendo, mientras releía un currículo que me sabía de memoria
- Se cual es mi currículo, al igual que se a que puesto opto._ Dijo ella
- Muy bien, porque a mí su currículo solo me impresiona si su trabajo es proporcional a el. Dije yo
- Mi casa es una casa grande, ya la verá, en este momento viven en ella, la señora de la casa, que en estos momentos está embarazada, por lo cual cuando nazcan las trillizas, vendrá a vivir un canguro para ayudarla. Una jardinera y mi asistente personal._ Le expliqué
- ¿Quiere decir que he de encargarme de las tareas domésticas? Como ¿limpiar y planchar?.
- Una empresa externa se encarga de la limpieza, por lo que usted deberá encargarse de contratar al personal necesario para poder hacer las demás tareas. En definitiva, no quiero saber nada de la casa. Quiero que sea mi refugio, el lugar donde des estresarme. Usted será la barrera entre el personal doméstico y yo.
- Entendido.- Dijo Marta
- Además mi empresa está extendiéndose internacionalmente, por lo que recibiré visitas de otros países, quiero que usted se encargue de que sean perfectas, al igual que si organizo un evento, usted será la encargada de buscar el sitio y de que todo salga perfecto._ Dije yo
- Está claro._ Contestó
- Además quiero que de clases de protocolo tanto a la señora como a mi asistente personal, para que puedan manejarse en este tipo de eventos.
- De acuerdo._ Dijo
- ¿Se ve usted capacitada para realizar este cometido?
- Si señor._ Dijo sin titubear.
- ¿Quiere hacer alguna pregunta?._ Le dije yo
- Sí, ¿tendía que pernoctar en la casa?
- Sí._ Contesté
- ¿Que días tendría libre?
- Un día por semana, no puedo especificarle cual, porque dependerá de los eventos de esa semana, un fin de semana al més. Quince días en navidad y 30 días en verano, pagados. Puede usted disfrutarlos o cobrarlos, eso ya es cosa suya._ Dije yo
- ¿Cuántas horas por jornada?.- Preguntó
- Será de ocho horas, no puedo precisar cuándo empezará, pues dependerá de cuando acabe el día anterior, pero eso sí acabará a las ocho de la tarde a partir de esa hora todo lo que trabaje serán consideradas horas extras._ Le aclaré yo
- ¿Cómo deberé dirigirme a usted?._ Preguntó
- Como jefe, nunca me llame amo o señor. No estamos en la edad media.- Le aclaré
- ¿He de llevar uniforme?._ Preguntó
- No, pero en las galas tendrá que vestir siempre de forma profesional. ¿Me entiende?._ Le dije
- Si con traje chaqueta._ Asintió ella.
- Muy bien, quiere saber algo más
- No por mi está todo claro._ Dijo Marta.
- Pues está usted contratada. Aquí tiene la dirección de mi casa, la espero en tres días._ Dije yo.
- Muy bien allí estaré