Gabriel y MAria 3
La convivencia entre los dos se hace mucho más interesante
Estábamos un sábado por la tarde mirando una película insulsa, una comedia americana que, cuando se estrenan, ataren en masa a los adolescentes y que a los pocos años se olvidan de ella. Bueno mirando María yo estaba leyendo un informe de mis asesores sobre la posibilidad de abrir nuevos mercados en la India. Cuando María me llamó la atención:
- Jefe quiero una tetas como esas
En la pantalla aparecía una chica con cara de estar colocada, pero eso sí con unas tetas inmensas más de la 120 seguro. Entonces yo le dije:
- ¿No te parece una exageración?
- Es que a mi me gustaría tener tetas grandes._ Me contestó
- Entre tener tetas grandes y esa monstruosidad hay mucho camino._ Le dije yo
- Pero mire son divinas._ Dijo señalando a la actriz.
- Pues a mí me gustan más las de la morena, son grandes y bonitas, no dos sandías, como las otras.
- Jefe, pero yo quiero lucir pechuga grande, pero, grande._ Dijo con un mohín de disgusto
- María ten en cuenta que tienes también un problema físico, tu cuerpo no ha ido poco a poco acostumbrándose a tener tetas y vas a pasar de las tetas del tamaño de una nena a unas del tamaño de balones de reglamento.
- Para eso llevo meses haciendo gimnasia con usted jefe._ Dijo
- No es suficiente la gimnasia que hacemos es de mantenimiento, tonificamos los músculos y loa mantenemos en forma. Tu tono muscular no aguantaría ese peso extra._ Le aclaré yo
- Va sea bueno jefe que yo soy buena.
Se me acercó me bajó la bragueta y sacó mi polla totalmente flácida. Empezó a acariciarla lentamente con las yemas de los dedos, mientras hacía esto con la otra mano me acariciaba los mis grandes huevos, al tener la polla tan gorda los huevos los tenía en consonancia. Cundo la tuve morcillona, con la lengua empezó a lamérmela y sus manos se dedicaron en exclusiva, y me soltó.
- ¿Ve como soy buena? Imagínese esto en unas tetas inmensas.
- Ven aquí y sácate la polla que te la voy a machacar como a ti te gusta._ Dije mientras le acariciaba la entrepierna.
- Aproveche ahora que tras hacerme las tetas, eso, se va fuera.
Eso me chocó un poco, no es que su polla fuese funcional, porque no lo era, por culpa de las hormonas no podía mantener una erección completa, pero me gustaba machacársela, me gustaba mucho.
Mientras pensaba esto mi polla se puso como una barra de hierro y le dije.
- Yo también voy a ser bueno contigo desnúdanos y dame tu culo que te voy a partir por la mitad.
- Si jefe, me encanta que me rompa el culo
- Pues ves a por la vaselina que estoy que reviento
- De eso nada quiero que me la meta a pelo sin dilatar ni lubricar._ Dijo
- ¿Niña tu sabes lo que dices?. Te voy a destrozar.
- Ya va siendo hora que trate mi culo como se merece.
Nos desnudó y puso el culo en pompa, con poco o ningún miramiento, fui metiendo mi gordísima polla por el culo. Ella empezó gritando de dolor, pero a medida que le entraba esos gritos se mezclaron con los de auténtico placer. Cuando la tenía entera dentro pasó lo de siempre se hinchó un centímetro más. Fue entonces cuando soltó.
- Puta madre jefe, empiece a machacarme el culo que estoy en el séptimo cielo y no quiero bajar de él.
- Lo que tu quieras puta pervertida.
Sin más miramientos empecé un brutal mete y saca, mi polla le daba tan duro que el golpe de mis huevazos con su culo sonaban como auténticas nalgadas dadas con inmensa furia. Al cabo de diez minutos de follar así, cuando ella estaba por su segundo orgasmo, paré de golpe.
- Joder jefe ahora no pare.
- Continuaré si eres buena de verdad.- Dije
- ¿Que quiere?._ Preguntó
- Quiero que te pongas las tetas que yo diga.
- No sea malo jefe, por favor siga follándome.
- No hasta que me prometas que te pondrás las tetas que yo diga.
- Vale lo haré jefe._ Dijo a regañadientes.
- Con cada pollazo que te de repite; Voy a ponerme las tetas que quiera mi jefe.
- Si jefe.
Y así empezó haciéndolo, al principio con tono cabreado, pero tras veinte pollazos, empezó a decir.
- Me pondré las tetas que me diga mi jefe porque el sabe lo que me conviene.
Después de veinte pollazos más paré otra vez.
- ¿Qué quiere ahora jefe?
- Quiero que no te quites jamás la polla.
- Eso sí que no me lo puede pedir._ Dijo María
- Puedo pedir lo que quiera, ¿Quién es el jefe?
- Usted pero quiero ser una mujer completa.
- ¿Quieres polla a diario?._ Pregunté
- Si Jefe
- ¿Quieres vivir en esta casa, como hasta ahora?
- Si jefe pero me pide demasiado.
En ese momento le saqué la polla por completo del culo.
- No por lo que más quiera no me la saque._ Dijo María entre sollozos
- Tú has decidido desobedecerme._ Dije serio.
- No jefe por favor se lo suplico, vuelva a meterme su polla.
- No te la meteré jamás, tu lo has decidido así._ Le dije.
Diez segundos se lo pensó pasado los cuales dijo.
- Haré lo que usted diga, no me quitaré eso, pero fólleme sin piedad.
Y en ese momento le endiñé mi polla entera de un solo golpe hasta los huevos y no paré de follarla hasta que se desmayó del placer momento en el que yo me corrí. Al notar mi lefa en el culo recobró un poco el sentido y dijo.
- Jefe soy completamente suya, haga de mi lo que quiera, tome las decisiones por mi, mi voluntad es suya. No hay nadie más que usted para mí y así lo será siempre.
- Muy bien María.
Os parecerá estúpida la conversación, pero no supe que decirle, primero porque volvió a perder el sentido y la tuve que llevar yo al cuarto, limpiarle la leche que le rezumaba del culo y dejarla dormir. Y segundo nunca había tenido a una persona que dependiese tanto de mi, que pusiese su razón de ser en mis manos y lo más curioso: que me gustase tanto esa sumisión completa de María.
Al día siguiente María me despertó, como todos los días. Pero en vez de hacer todo lo que solía hacer por las mañanas se quedó arrodillada al lado de mi cama.
- ¿Qué pasa María?._ Le pregunté.
- Nada mi señor estoy esperando órdenes.
- María quiero que sigas haciendo todo como hasta ahora, cuando quiera algo específico te lo haré saber.
- Sí jefe._ Contestó y con una gran sonrisa en la cara volvió ha hacer lo que hacía a diario.
Cuando acabé de desayunar estaba tan caliente que tumbé a maría en la mesa boca abajo, le rasgué el vestido y le metí la polla sin miramientos veinte minutos estuvimos follando como animales, mordiéndonos más que besándonos, arañándonos más que acariciándonos y en todo momento tuve su polla y sus huevos apretándolos sin miramientos, en mi mano, notando sus corridas continuas y las palpitaciones de sus huevos.
- María esta tarde la tendré libre pide cita en la mejor clínica estética que conozcas, no pidas precios sólo una cita con su mejor cirujano plástico.
- Como usted diga jefe.
- Hoy cogeré el coche de empresa, por lo que quiero que cojas el mercedes deportivo para venir a buscarme esta tarde.- Le ordené más que pedí
- Si jefe así haré
- Una cosa más quiero que lleves vestidos más anchos para trabajar, no me gusta rasgar la ropa cada vez que te quiera follar._ Dije
- Si jefe.- Dijo
Me acerqué a ella y la besé hasta dejarla sin aliento, y me dirigí a la puerta. Antes de irme, me paré un momento y le dije.
- Mejor ven a media mañana que te follaré y comeremos juntos. Trae también ropa de repuesto porque te aseguro que te la voy a arrugar._ Dije.
- Si jefe._ dijo mientras agachaba la cabeza y asomaba en su cara una sonrisa.
A las 5 de la tarde nos encontrábamos en la puerta del despacho del cirujano plástico en la mejor cínica estética de la ciudad y una de las 5 mejores del país. Una mujer de cara y cuerpo perfecto, embutido en un traje de enfermera, nos dio paso.
- ¿Que se les ofrece?._ Preguntó el médico.
- Mi empleada querría un aumento de mama._ Contesté yo
- Pues bien, pase a la camilla mientras la examino.
Tras un examen exhaustivo donde comprobó la elasticidad de la piel su tersura y su color. No me digáis porque lo hizo, pero lo hizo, nunca nos explicó el porqué.
- ¿Que tipo de forma querrían de pecho?:_ Dijo
- Grandes._ contestó María
- Del tamaño hablaremos después, ahora quiero que me digan que tipo de pecho le gustaría, redondas con forma de pera…
Nos fue enseñando unas fotos con diferentes formas de pecho. Nunca me había planteado la cantidad de formas de pecho que hay.
- Yo me decanto por este tipo de pecho en forma de pera, con los pezones puntiagudos._ Dije yo
- Y ¿usted que piensa señorita?.- Dijo el doctor
- Pienso lo mismo._ Contestó María
- Pues para este tipo de pecho yo aconsejo un tamaño grande pero no excesivo con una 100 quedaría perfecto, así no se le acabaría descolgando con el tiempo, y como usted no tendrá hijos, no perderán su dureza._ Dijo el doctor
- Pues decidido, esas.- Dije yo
- No se ha planteado, ¿feminizar su rostro algo mas?._ Dijo el doctor
- Pues la verdad es que no, ¿Tan masculina me veo?._ Dijo María.
- La verdad es, que no se nota nada más verte, pero se distingue que eres travesti si te fijas un poco._ Dijo el médico.
- ¿Que propones usted doctor?._ Dije yo
- Yo arreglaría la nariz, los pómulos los haría más atractivos y la barbilla más angulosa._ Dijo el doctor
- ¿Qué opinas María?._ Dije yo
- Me parece bien._ Dijo
- Además yo me depilaría con laser, así evitarías las molestias del vello, nosotros tenemos un método especial que en una sola sesión, o dos, conseguimos eliminar el vello para siempre. Así conseguirías bajar el nivel de hormonas que te tomas actualmente._ Dijo el médico.
- ¿Cuando lo hacemos?._ Dijo María
- Para la depilación laser tenemos un hueco esta misma tarde, la operación hasta la semana que viene no estará lista.
- Muchas gracias doctor._ Dije yo
- Una cosa más. Cuando acabe la operación tendrás, como una semana, toda la zona de la cara inflamada. Y dos semanas después continuarás vendada, para que se curen las heridas; y a la tercera semana será cuando te quitemos las vendas definitivamente, pero así y todo aún llevarás un sostén especial una semana más para que tu cuerpo se adapte a tu nuevo pecho.
Todo fue estupendamente, sin complicaciones y con un resultado final increíble. Tras mes de la operación, fuimos a la consulta del médico. Este hizo desnudarse por completo a María y dijo.
- La operación ha salido perfecta, no tienes ninguna cicatriz a la vista y ninguna mancha que te pudiese afear el rostro. Estoy muy contento del trabajo que hemos hecho contigo. Puedes llevar ya sostenes normales, y no los especiales que llevabas hasta ahora.
- Y¿ pudo ir sin sostén?._ Dijo María.
- Yo no lo haría en tres meses al menos, pues tu piel y tus músculos se están adaptando a este nuevo peso y hasta que no se hagan a ello podrían descolgarse y tus pechos parecerían los de una abuela.
- Buenos es saberlo doctor._ Dije yo
- Si no quieres llevar sostén hazlo de forma paulatina, de momento te lo quitas para dormir, De aquí a tres meses úsalo solo para salir y un mes después les das la libertad que quieres tu.
- Gracias doctor.__ Dijo ella
- Además quiero cambiarte las hormonas, ya no las necesitas tan agresivas, Tras las operaciones y el láser tu cuerpo se ha acostumbrado a su aspecto femenino. Nunca podrás dejarte las hormonas, pero si bajar su intensidad._ Dijo el médico.
- Como usted mande doctor y muchas gracias._ Dijo María
- Gracias a ustedes por elegir nuestra clínica y le espero en 6 meses para hacerle una revisión general y tras esta vendrá una vez al año para ver su estado.
- De acuerdo.
La verdad es que hicieron un trabajo extraordinario, sus pechos eran perfectos y preciosos, su cara era la de una sirena o una ninfa de lo femenina que era. Que vida doméstica más buena tengo. Al mes de la conversación con el doctor estábamos en casa leyendo. María había solucionado muy bien el problema de la ropa, en vez de falda lisa, se había puesto una falda de seda, como las que llevan las que bailan la danza del vientre abierta por todos lados emulando pañuelos que cuelgan de la cintura. Eso sí ella no llevaba ropa interior por lo que al sentarse, a mi lado, con apartar los primeros pliegues de la falda aparecía su polla. Además todo el vestido se anudaba con una larga cinta que con sólo estirar se caía al suelo todo el vestido
Yo había cogido la costumbre de ir acariciándole los huevos mientras leía, a ella poco a poco se le ponía más morcillona, pero sabéis que no pasaba de allí. Pero ese día empezó a crecer y acabó totalmente empalmada. Pero no creáis que se empalmó con una fuerza impresionante. No estaba dura del todo pero sí se mantenía tiesa.
- ¿Qué ha pasado?._ Pregunté yo sorprendido ante esa erección.
- Pues la verdad no se jefe, serán los efectos de la reducción del tratamiento hormonal._ Dijo ella
- Pues a mi verte la polla empalmada me ha puesto a cien, así que déjamela que voy a disfrutar de ella.
Y sin pensármelo dos veces me metí su polla en la boca. Ya sabéis que tiene una polla pequeña por lo que tragármela entera no es una dificultad. Cuando me cansé de mamarle la polla la desnudé, saqué mi tremendamente gruesa polla le levanté el culo para que estuviese cara a mi y sin lubricar se la metí casi de un solo golpe. Empezó a correrse de forma inmediata, seguían siendo corridas minúsculas pero como se corrió en múltiples ocasiones, antes de llenarle yo las entrañas con mi leche, al final parecía que hubiese tenido una abundante cantidad de esperma.
A partir de ese día se empalmaba todas las veces que follábamos, no era una erección potente, era como cuando ves pasar a una tía buena y se te planta,, pero aún no es suficientemente dura para penetrarla, pues así eran sus empalmes.
Estábamos preparando la ropa irnos a la playa y se dio cuenta de que no tenía bikinis, como en casa habíamos aclimatado la piscina para poder nadar en invierno nunca le habían hecho falta. Por eso quedamos para comer en el centro comercial, con el fin de que le eligiese los bikinis que debía llevar. Yo llegué justo cuando ella estaba aparcando, pero el aparcamiento estaba tan saturado que tuve que aparcar en la otra punta del parquin.
Al bajarme del coche vi como María hablaba con un hombre, al tenerlo de espaldas no lo reconocí. Ella cada vez estaba más nerviosa y al intentar marcharse el individuo le dio tal empujón que cayó un metro más allá. A mí se me nublo la vista la ira más absoluta se apoderó de mí, y corrí, llegué justo cuando volvía a levantarle la mano para pegarle una bofetada.
Entonces le cogí de la muñeca y se la doblé hasta rompérsela, mientras se quejaba de una patada le rompí la nariz y cuando caía de un potente puñetazo le rompí el brazo izquierdo. Si María no me coge lo habría matado en ese momento
- Jefe pare, no merece la pena acabar en la cárcel por ese cabrón.
Entonces lo reconocí, era el antiguo chulo de María, la sangre me volvió al cerebro y le dije:
- María es mía ahora, ni te acerques y menos hables con ella, pues lo que te ha pasado hoy no será nada con lo que te pienso hacer. ¿Te queda claro?
- Si tio._ Dijo
- ¿Cómo me has llamado?
- Si señor._ Dijo.
- Así me gusta respétame siempre que me veas, y si quieres sobrevivir en este mundo desaparece de mi vista y de nuestro camino para siempre.
- Señor me ha dejado usted maltrecho ¿podría llevarme al hospital?
- Que yo sepa las piernas las tienes bien así que andando. Y por cierto diles que eres tan burro que te has caído, porque si me denuncias, el infierno será para ti un paraíso en comparación de lo que te haré pasar.
- Como usted diga._ Dijo
La verdad nunca más lo volví a ver, cuando nos sentamos en el restaurante y pedimos el primer plato, más calmados empezamos ha hablar.
- ¿Qué quería ese capullo?
- Que volviese a trabajar para el.- Contestó María.
- Ahora que eres una diosa quiere su parte ¿no?.- Le dije yo
- Más o menos jefe, entonces le dije yo que mi obediencia era total y absoluta hacia mi jefe. Y se enfadó y me empujó.
- Habrá que solucionar eso._ Dije yo
- ¿Cómo? A partir de mañana te voy a enseñar artes marciales, quiero que puedas defenderte por ti sola, cuando no esté yo para hacerlo._ Le aclaré
- Lo que usted diga bien dicho está
Fuimos a comprar, a la tienda y decidimos que con los pechos tan bonitos que tenía debía de exhibirlos y compramos bikinis con la sana intención de hacer top-lees, la parte de abajo la llevara porque me suplicó que no quería enseñar la polla por la playa.
Así que dos días después con losdos coches cargados fuimos a mi chalet de la playa