Gabriel y María 10 Final
Llegamos al final de la historia, espero que les gustase leerla tanto como a mi escribirla
Mi vida era perfecta, no podía pedir más, había pasado un año de nuestra visita a Japón, Ahora Niki pasaba una semana de cada mes allí, dirigiendo y organizando la empresa de su padre, que gracias a nosotros se había convertido en la de mayor reputación de todo Japón.
Niki se había puesto tetas algo más de 90, pero para una chica bajita y delgada, parecían unas tetas enormes. En una de sus estancias en Japón se tintó el pelo al estilo manga de color azul, y le gustó tanto que, cada vez que iba a Japón se lo teñía de un color distinto y se maquillaba y se vestía como si fuese una muñeca de anime. A nosotros nos gusta verla feliz y si a eso contribuye su nueva afición adelante
Lucy se había vuelto a quedar preñada esta vez de gemelas, era increíble, Lucy tendría un parto múltiple por segunda vez. Y yo sólo sabía hacer niñas por lo que se ve. Eso si este embarazo no le dio por la mala leche sino por el sexo continuo siempre andaba cachonda, pidiendo sexo continuo, un sexo más suave del que pedía cuando no estaba preñada, pero cuando no estaba dando de mamar a las trillizas estaba follando. Lucy se convirtió en la reproductora de la casa, con el tiempo llegaría a tener cinco hijas más, y hubiese tenido más si una enfermedad no me hubiese dejado estéril. Estéril no quiere decir impotente. No confundamos términos
Me había aficionado a reventar el culo de Julio, el así se tenía sexo continuo, no soy homosexual, solo que me encantaba ver su pollón bamboleando mientras yo lo sodomizo.
Marta por supuesto entró a jugar con nosotros. ¿Cuál fue el detonante? Pues el pollon de Julio, además fue de lo más curioso:
Un día estábamos en el solárium Follando Niky María y yo. Niky llevaba puesta unas orejitas de oso panda en su pelo de color naranja y en los pezones un par de ventosas con cintas de colores que le tapaban toda la aureola.
María esa mañana al verla vestida le hizo gracia su indumentaria y ella se puso un par de orejas de lobo la nariz pintada como si fuese una loba y unas lentillas amarillas. También se puso una ventosa en la polla en cuyo extremo había una cola de lobo, que al empalmarse giraba hacia atrás dando la sensación de que era una cola auténtica.
Yo ante estas dos beldades animales me empalmé como un caballo, y sin más miramientos puse a María sentada en el suelo a cuatro patas y le metí la polla en el culo a, Niki se acercó con una cara de lujuria que pocas veces había visto, pues ella es más pausada, y nos besábamos como poseídos por un instinto animal.
Al separarnos Niki y yo no lo pensé dos veces, la cogí en volandas y la senté en la espalda de María a la que no le había dejado de follar el culo en ningún momento y en esta postura empezamos a besarnos acariciarnos, mordernos y arañarnos, fue una follada brutal.
A los 20 minutos María se derrumbó, ya no podía más, yo me puse un condón y metí de un solo empujón la polla en el húmedo coño de Niki. Porqué lo del condón porque nunca meto mi polla en el coño de una mujer si antes se lo he metido por el culo a otra, pura higiene. Empezamos los dos a gritar, rugir, insultarnos y pegarnos como locos los dos follando de pie, Niki puso sus piernas alrededor de mi cintura, para poder meterse mi polla más a dentro y cuando estábamos a punto de corrernos, paró se sacó mi polla, se puso a cuatro patas y dijo, rómpeme el culo. Nunca le había follado el culo, pero era tal nuestra locura que se la metí de una estocada, a eso ayudó lo lubricadísima que la tenía gracias a las enormes cantidades de fluidos que estaba sacando ella. Agarré las tiras que colgaban de sus pezones y usándolas como riendas fui machacándole el culo, me maravilló la resistencia de esas ventosas, pues seguimos follando así de locos diez minutos más y no se soltaron. Nos corrimos a la vez y Niki cayó fulminada como un rayo.
Niki acabó tan dolorida y su culo tan destrozado que en un mes no quiso follar, estuvo ayudando a Lucy a cuidar de las trillizas, cosa que le dio un poco más de tiempo libre a Julio para estar en el solárium.
Pues un día que estaba sodomizando a Julio mientras María le daba bofetadas en la cara, apareció Marta, esta al parecer no había visto la polla de Julio, pues al verla se arrancó la ropa que llevaba y tras rugir que quería probar esa polla, se puso debajo de él y mientras yo tenía mi polla en su culo ella fue metiéndose centímetro a centímetro la polla de Julio. No me digáis como lo hizo, pero se metió los treinta centímetros de Julio enteros, los enormes huevos de Julio chocaban con su culo a medida que yo los ensartaba.
Sí lo digo bien pues Julio no hizo nada por follarla fui yo a través de él, el que se la folló ya que mis empujones fueron los que hicieron entrar y salir la polla de Julio del coño de Marta. María, en ese momento, metió su pequeñísima polla por mi culo y estuvimos follando juntos hasta que nos los cuatro nos corrimos a la vez.
Nunca me habían sodomizado, pero el micro pene de María no se podía considerar una polla, pues sus dedos eran más largos y más gruesos, pero fue curioso sentir el semen que salía de las innumerables corridas de mi esclava.
Desde ese día Mata se enamoró de la polla de Julio. Pero Julio era gay y si no palpaba la polla de un hombre no se empalmaba y si no lo sodomizaban era incapaz de follarse a una mujer. Por lo que me urgía cada dos por tres a que me follase a Julio.
Al no poder aguantar su insistencia, autoricé a los dos a que fuesen a un club de orgías donde hombres homosexuales o bisexuales le rompían el culo a Julio mientras este follaba a Marta, eso conllevó varias cosas, primera que mi interés por el culo de Julio desapareciese, cosa que no creáis que le importó mucho pues ahora tenía todas las pollas que quería, segundo tenían prohibido follar con ninguno de los miembros de la casa, pues aunque nunca pillaron nada yo ya no me fiaba de ellos en ese aspecto.
María seguía siendo mi sombra, liberó a Julio de su dominio, para entregárselo a Marta, la cual lo aceptó encantada. Al preguntarle el porqué, me contestó
- Jefe, me quitaba tiempo de servicio a su persona.
- ¿María quieres ser ya una mujer completa?._ Le pregunté
- Jefe sabe que esa es mi mayor ilusión.- Contestó
- He estado pensando que es hora de convertirte en una mujer completa, pero eso no te va a librar de tu servicio con respecto a mi._ Dije yo
- Jamás dejaré de servirle, aunque tengo miedo de perder mi apetito sexual, me encanta que me folle y no querría perder ese placer.
- Hay una clínica en Ginebra que ha sacado una nueva técnica de reconversión de genitales que aseguran que el 100% de los operados conservan su apetito sexual. Pero es una operación larga y la recuperación lenta, además te implantarán un dispositivo que te irá proporcionando hormonas femeninas de forma periódica, lo que te evitará tener que tomarlas por vía oral. Y si a eso le sumamos el que al no tener genitales masculinos ya no producirás testosterona, te ayudará a ser una mujer completa._ Le expliqué yo
- Pero mientras este recuperándome no le podré servir, ¿se buscará una nueva esclava?._ Preguntó asustada.
- No, tranquila que nunca buscaré a nadie más tenlo por seguro.
Es una historia corta porque sólo pretendía acabar el relato, pues este ya no da más de si. Por lo que más que el último capítulo es un epílogo