Fútbol, sinónimo de apuesta

El fútbol es su pasión pero lo cambio por mi.

Nuestro primer Classico, Barça – Madrid. Él era claramente del Madrid pero a mi simplemente me gustaba el futbol, no era de un equipo concreto pero esta vez para que hubiera un poco de enfado decidí ser del Barça.

Ese día recuerdo que él se puso su camiseta del Madrid, colgó la bandera, en el sofá estaba la bufanda y hasta los platos eran del Madrid. Yo me encargaba de llevar las pizzas y a él para nada le gustaba la pizza con piña así que decidir llevarla. En ese momento decidí llevar algo provocativo para calentar él ambiente, me puse una minifalda y una blusa con escote pero no podía faltar que llevara una coleta para dejar al descubierto mi cuello y todo ese look estaba cubierto por un largo abrigo ya que era febrero y hacia frio. De camino a su casa mis pezones se estaban endureciendo y creo que eso se noto.

Llegué a su casa y sus padres no estarían ya que se fueron de viaje. Toque el timbre y gracias a las pizzas me pude calentar un poco pero cuando él abrió la puerta cogió las pizzas y yo pude sacarme el abrigo. Él me comía con la mirada y se quedo fijo en mis pechos con los pezones duros.  Era inevitable ya que tengo los pechos grandes por naturaleza. Él no dijo nada solo me beso y me agarro de la cintura para oler mi perfume del cuello. Al cogerme de la cintura él en su pecho podía notar mis pezones y eso lo calentaba bastante. Nunca había hecho eso y la verdad que me sorprendía que oliera mi cuelo descubierto. Siempre me la podía cuando quedábamos pero eso de olerme el cuello me excitaba un poco.

-          ¿Qué perfume es? Siempre que la huelo me enloquece pero ahora que estoy más cerca me vuelve loco del todo - dijo él sin separarse de mi cuello.

-          Pues… emmm… es channel el típico bote del nº5 pero cada perfume huele diferente en cada persona ya que se mezcla, nuestro aroma con el perfumo y es una olor única – dije yo temblado como una hoja.

Se aparto de mi besándome el cuello y yo continuaba en la puerta inmovilizada con lo que había sucedido. Había venido para excitarlo a él pero creo que la que más estaba excitada era yo.

Él me dijo que podía entrar y sentarme en el sofá. Era el momento de que viera que pizzas había comprado yo no podía aguantarme la risa, una era su favorita y la otra la que más odia. Cuando abrió las cajas me dijo que era pura maldad.

-          Lourdes sabes que no me gusta la piña y aparte un día que no puedo estar centrado en ti, te pones así de sexy. ¿de verdad que has venido a ver el futbol o a que te empotre contra la pared furioso por lo de la pizza?

-          Jajajajaja No no yo solo vengo a ver el futbol y me voy solo, espero que no pierda el Madrid que sino lo pagaré yo – dije eso sin parar de reír por la cara que se le quedo

En ese momento estaba excitada por eso de la pared ya que lo hico una vez y fue de lo más placentero. A si que se me ocurrió un juego que seguramente que esta vez lo hiciera ya que el juega era sexual y habría un ganador.

-          ¿Amor? – le llamé antes de que empezara el futbol y se quedara hipnotizado

-          Dime cariño

-          Te puedo proponer un juego que también podría ser una apuesta

-          Emmmm no se, das miedo con eso de “apuesta”.

-          Tranquilo será divertido, mira te explico. Si el Madrid marca un gol al Barça yo me bajo al pilón durante 20 segundos y si el Barça le marca al Madrid bajas tu. ¿Qué te parece?

-          Pufff me parece bien, ¿pero eso de apuesta que tiene que ver? – dijo con cara de lujuria

-          La apuesta es si el Barça es el perdedor yo seré tu sumisa esta noche, si el Madrid es el perdedor tu serás mi sumiso. ¿ Vale ?

-          Lourdes tu hoy vienes muy juguetona – se acerca con una sonrisilla mientras sus manos me rodean la cintura y sus labios me besan, se aparta y me muerde un pecho.

-          Aii, aparta que esta a punto de empezar el partido – le digo eso riéndome mientras estoy excitada y con ganas de que continuará.

Empezó el partido y yo más caliente que las pizzas estaba deseando que algún equipo marcara para saber que hacer y como reaccionaria él.

Minuto 6 y Lucas Vázquez marco el primer gol. Así que le tocaban 20 segundos de placer, se señalo el miembro y se bajo el pantalón corto de chándal con los calzoncillos. Puse el temporizador en el móvil y me arrodille ante él, él tenia una sonrisa picarona en su rostro.

Empecé acariciar su suave pene con mi mano, acerque mi boca y la empecé a besar su polla. Su polla todavía no estaba excitada y su tamaño era normal. Pero él quería algo más brusco. Así que hice lo que él quería, empecé a lamer su puntita que se alegraba de verme y mi mano iba de arriba a bajo. Cuando empezó a crecer me la puse toda en la boca y moví mi cabeza de arriba a bajo hasta dejarla bien húmeda. A él le gustaba suave al principio ya que gemía y suspiraba por mis movimientos de lengua. Pero me sorprendía cuando me cogió de la coleta se levanto del sofá y me follo la boca. Le encantaba como sonaba su polla en mi boca y a mi me encantaba también. Saco su mano de mi coleta y saco mis pechos de la camiseta. Era fácil ya que el escote era muy grande. Me pego un azote en los pechos y me volvió a coger de la coleta hico que me la tragara entera hasta que se acabo el tiempo. Pego un grito de rabia por no continuar.

Me separé de él sin casi aliento y estaba suspirando por como me había comido su polla pero con una inmensas ganas de que utilizara con esa fuerza todo mi cuerpo. Él no podía dejar de suspirar y de morderse el labio creo había picado en mi anzuelo de morbosidad. Se sentó sin pantalones y yo decidí sacarme la camiseta ya que solo llevaba eso, una imple camiseta.

La verdad que parecía en esa época una chica buena que no tiene idea de nada pero en verdad era una chica que sabe mucho más de lo que todos piensan y más de sexo. Tenia y tengo una mente traviesa como estos jueguecitos que se me ocurrían para hacer que un chico se excitará.

Estuvo acariciándose la polla y mirándome de reojo mis tetas yo tampoco podía dejar de mirar su pene que tanto me fascinaba. Era la única polla que había visto en esos momentos y me parecía fascinante.

Después de 51 minutos del gol de Lucas marco Malcom Filipe Silva de Oliveria del Barça estaba feliz, me tocaba a mi así que hice que se tumbara en el suelo, puse el cronometro a 1 minuto ya que él no miraba y empezó el juego.

Me quite la falda y ya estaba desnuda. Él no se podía creer que durante todo ese tiempo no llevaba ropa interior y puse encima de su cara mi coño para que estuviera cómodo, mi coño ya estaba húmedo así que él solo tenia que acariciar con su lengua mi clítoris para que me excitara más. Empezó a mover su lengua poco a poco en mi clítoris y invadía la entrada de mi vagina. Yo solo sabía acariciarme los pechos y mover mi pelvis en círculos y mi boca sacaba pequeños gemidos. Después hizo un movimiento que me volvió loca y no sabría explicarlo en palabras, cogió mis muslos y acerco mi vagina a su boca, empujaba su lengua en mi entrada y cada vez movía más rápido su lengua en mi. Me levanté y se podría decir que quería probar un 69. Así que metí su polla en mi boca y él su lengua en mi vagina. Los dos estábamos disfrutando de los fluidos del otro hasta que él empezó a introducirme dos dedos en mi, los movía despacio mientras me lamia el clítoris y me estaba encantando demasiado eso. Yo gemía mientras succionaba su polla y acariciaba con mi mano sus bolas. Mi mano paso a masturbar su pene mientras yo me comía esas bolas que tanto me gustaba acariciar. Volví atacar su polla y está palpitaba dentro de mi boca creo que estaba a puntito de caramelo  y mi clítoris también estaba hinchado y palpitante pero sonó la alarma. Paramos en seco y él la apago, cuando vio que puse 1 minuto se levanto, me cogió del cuello me hizo sentar en el sofá y me empezó a besar con mucha pasión y dijo:

-          Eres mala ya me lo pagaras cuando acabe el partido.

Yo solo supe reír y me acerqué a su oído para gemir y decirle:

-          Soy tuya recuérdalo.

Os pongo en situación yo desnuda en una punta del sofá y él con la polla rosada en la otra. Que morbo todo la  verdad. no creía viable poder aguantar hasta el minuto 90 así que apagué la tele en el minuto 60 puse música y me lancé contra él. Estaba encima de él besándolo y moviendo mi cadera y notaba como su miembro estaba feliz de que hiciera eso. Me apartó y me dijo:

-          ¿Quién gana entonces?

-          Nadie así que me tendrás que follar normal

-          Lo siento me has puesto demasiado burro así que solo avísame si te hago daño.

-          Empieza

Me tumbo en el sofá busco en un cajón del baño un condón y sabía que empezaba la acción.

Se puso el condón mientras venia del bañó, se acercó a mi boca me beso mordiéndome el labio.  Abrió mis piernas y bajo su mano para acariciarme el mi clítoris para ver si estaba húmeda e hizo que su pene entrara en mi despacio, me dio un escalofrió que me puso la piel de gallina. Empezó despacio y la verdad que me gustaba hasta que me pidió que me diera la vuelta yo seguía sus ordenes. Puse mi culo en pompa para que él entrara. Esta vez entro con más dureza. Solté un grito. Me dio unos azotes y me cogió de la coleta y empezó acelerar me estaba gustando ese estilo. Me envistió hasta que solo sonara mi culo en su pelvis y sus gemidos y los míos fueran uno.

Me hizo que me levantara sabia que pronto me tenia que ir así que me llevo a la ducha mientras me iba dando azotes en mi culo. Encendió el agua caliente. Me hizo mirar hacia los azulejos de su baño. Me levanto una pierna y me introdujo su pene y sabia que la cosa iba a ponerse fea. Mis gemidos estaban grabándose en sus azulejos, mis pechos estaban cubiertos con sus manos y su polla esta moviéndose a su gusto dentro de mi. Bajo sus manos a mi cadera. Hizo que mis caderas se movieran más deprisa quería correrse dentro de mi a si que subía el ritmo. Me cogió del pelo y del cuello he hizo ir más rápido. La imagen me encantaba. El agua caya por mi espalda, yo empotrada en la pared y él penetrándome con todas sus fuerzas y con furia. Estaba a punto y él también así que me aparto de la parte me cogió en brazos y me penetro hasta que los dos nos corrimos. Él gritaba mientras me mordía un pecho y yo solté un grito de placer por toda la situación.

Se sacó el condón y lo tiro a la basura, saco unas toallas del armario y acabamos duchándonos juntos.

Lo que él no sabía es que esa noche me quedaba a dormir con él así que saque del cajón del baño unos cuantos condones.