Fuí sorprendida por mis alumnos (2)
Los alumnos que habían abusado de mí en el camping me buscaron a la salida de la otra escuela y bajo amenazas hicieron que tuviera sexo oral con ellos dentro de mi automóvil.
FUI SORPRENDIDA POR MIS ALUMNOS
Parte Dos
Recordarán que después de lo acontecido con mis alumnos en el campo de deportes tomé la decisión de pedir licencia hasta fin de año.
Desaparecí de ese colegio y me dediqué por entero a mi profesión y a las clases en la otra escuela a la que concurría en las últimas horas de la tarde, tratando de olvidarme de lo que había pasado aunque siempre tenía la espada de Damocles pendiente sobre mi cabeza.
Y mis temores no fueron infundados. Lamentablemente no me había equivocado y un día, no muy lejano al de mi renuncia, sucedió lo que ahora les voy a relatar.
Lamentablemente creo que es algo de nunca acabar o mejor dicho, que no se cómo acabar con esa tortuosa relación, que a la vez que me produce una determinada excitación me hace poner muy furiosa y con ganas de hacer cualquier cosa, aún a riesgo de perder mi matrimonio, porque creo que si mi esposo se entera accidentalmente van a ser peor las consecuencias posteriores.
Había terminado las clases de ese día miércoles y me disponía ir a mis clases de pintura, porque no se si les comenté anteriormente que los miércoles, junto con unas amigas, tomamos clases de pintura y ya tengo un par de obras hechas que, según el profesor, están muy buenas y no parecen de una novata como yo, aunque siempre pensé que me halaga porque es muy adulador y simpático y además porque siempre noté que me mira de otra manera que a mis compañeras de clase.
Bueno, no quiero distraerme ni distraerlos y sí ocuparme de lo sucedido ese día.
Cuando subí al auto para dirigirme hacia mis clases de pintura sorpresivamente y sin que me diera tiempo a reaccionar se subió por la puerta del acompañante uno de los cabecillas del grupo ese que habían abusado de mi en el camping aquél día.
Me miró, me sonrío y luego de decirme ¡Qué tal profe! Me pidió que arrancara despacio y parara en la esquina donde iban a subir dos más de mis ex alumnos o de sus compinches, según el lado con el que se lo mire.
Me negué rotundamente y le pedí casi a los gritos que se bajara inmediatamente de mi auto pero él, muy descaradamente me dijo que no me ofuscara, que si no le hacía caso la cosa iba a resultar peor para mi, que una copia del video que me habían hecho estaba en las proximidades de mi casa para a ser entregada a mi esposo si no recibían pronto una llamada y me mostró su celular, así que no tuve más remedio de acceder a ello.
Cuando subieron los otros dos les pregunté qué más querían de mi, si no habían obtenido todo ese fatídico día y por qué no me dejaban tranquila. Que no había hecho ninguna denuncia y me había retirado del colegio para que ellos no tuvieran que compartir más la clase conmigo. Que me habían hecho mucho daño y que desde ese día no podía conciliar el sueño. Que siempre pensaba en esos malos momentos vividos y que no había podido desde entonces dirigirle más la mirada directamente a los ojos a mis esposo. Que sentía que lo había traicionado aunque hubiera sido contra mi voluntad, y hasta me puse a llorar y les pedí, por último, que me dejaran en paz, que desaparecieran de mi vida que ya bastante daño me habían hecho.
Fue entonces que casi al unísono y risotadas de por medio me dijeron que no disimulara más delante de ellos, que me había gustado que me cogieran y que era más putita de lo que habían pensado. Que les había chupado la pija a todos y me habían cogido por la concha y por el culo y que me había compartado como una lady ese día.
Que pensaban que yo era una de esas que les gusta exhibirse y por eso llevaba puestas polleras muy cortas para mi edad o profundos escotes que dejaban ver buena parte de mis tetas, para así excitarlos y dejarlos bien calentitos, pero que en realidad, el día ese que abusaron de mi notaron que no la pasé tan mal y que por momentos hasta gocé con la situación.
Ahí me sentí avergonzada porque algo así me había pasado y a pesar de la brutalidad con que actuaron me hicieron pasar también unos buenos momentos, debo de reconocerlo.
Fue entonces que les pregunté qué querían de mi esta vez y me dijeron que extrañaban mucho mis mamadas y querían repetir.
Me puse muy nerviosa y casi tartamudeando les dije que evidentemente estaban locos, qué cómo podían pensar que iba a acceder a ello y simplemente sonrieron y me mostraron nuevamente el celular.
Pensé que estaba perdida y no me quedaba más remedio que acceder a sus bajos instintos, así que asentí bajando la cabeza y cerrando los ojos.
Me pidieron que parara en un lugar que no estuviera muy iluminado y así lo hice.
De las palabras pasaron a los hechos y empezaron a manosearme por todos lados y a querer quitarme la ropa, pero me opuse rotundamente y dije que solo se las chuparía pero que no me desvistieran.
Parece que los convencí porque siguieron tocándome pero sin intenciones de sacarme la ropa.
El muchacho que estaba sentado junto a mi en el asiento delantero procedió entonces a bajarse el cierre de su jean y sacó a relucir su verga que a esta altura estaba bien erecta y con su cabeza rojiza que parecía a punto de estallar.
Por mi mente pasaron mil imágenes en ese instante y no podía creer lo que estaba a punto de hacer ¡Chuparles la pija una vez más a mis alumnos! Porque a pesar de ya no estar más al frente del curso no dejaban de ser mis alumnos estos mocosos que habían interrumpido en mi auto.
Tomé la verga con mi mano y me la llevé a la boca. Me la metí casi toda y se la chupé. Los chicos que estaban en el asiento trasero gritaron alborozados y el que yo estaba mamando me tomó la cabeza con ambas manos como para que no abandonara mi tarea.
Yo pensaba en ese instante que podía llegar a pasar la policía y descubrirme en esa posición y haciendo ese acto y llevarme presa junto con los muchachos. No deben olvidarse que estábamos teniendo sexo, aunque solo fuera oral, en la vía pública y ello está prohibido, aunque sabemos a ciencia cierta que la mayoría de las parejas lo hace o lo hizo alguna vez dentro de un automóvil.
Mis movimientos se aceleraron porque quería terminar y pronto con ello y así fue que el muchacho me sujetó fuertemente por la cabeza y tuve la certeza que estaba por acabar y no le había errado. Un chorro de leche caliente se derramó en mi boca y por la forma en que me tenía agarrada casi me deja sin respiración cuando la leche atravesó mi garganta.
Parecía que no terminaba nunca de salirle leche y hasta que no acabó del todo no me soltó. No fue para nada agradable y eso que, debo confesarlo, no me disgusta mamar una buena pija pero en otros momentos y otras circunstancias.
Inmediatamente abrió la puerta e intercambió el lugar con uno de los que viajaba atrás.
Este cuando se sentó junto a mí ya tenía su verga afuera y tomando una de mis manos me hizo pajearlo al tiempo que me tocaba las tetas con las suyas. Se lo notaba muy excitado y acabó en mi mano luego de un par de movimientos, pero me pidió que se la chupara y se la dejara bien limpita de leche, cosa que así hice.
Luego llegó el turno del tercero, que por lo que dijo y noté se había pajeado mientras veía lo que estaba ocurriendo adelante y no obstante ser joven tenía su verga en reposo.
Me pidió que se la chupara igual porque suponía que se la iba a hacer levantar y estaba en lo cierto porque apenas la introduje en mi boca y le di un par de lengüetazos esa pija empezó a crecer y crecer y tuve que acomodármela dentro de la boca para que no me incomodara.
Creo que fue la mejor mamada que hice porque me llevó su tiempo, no fui sujetada por la cabeza y lo pude hacer casi como a mi me gusta, digo casi porque lo hacía forzada por las circunstancias y no como cuando estoy con mi esposo haciendo el amor.
Creo que para una buena mamada no hay nada mejor que haberse masturbado un rato antes porque así la que lo está haciendo se toma su tiempo y puede hacerlo gozar más al que la está recibiendo (siempre que no se trate de una persona a la que le cuesta recuperarse porque en ese caso pueden pasar muchos minutos sin que suceda nada).
Cuando el muchacho acabó fue un torrente de semen el que me introdujo en la boca pero lo supe captar bien y no tuve mayores problemas.
Luego de haber atendido a los tres me dijeron que les había gustado mucho lo que les había hecho y que como me había portado bien por ahora la muestra del video quedaba para más adelante.
Fue ahí que sorprendida (aunque no tanto porque ya me la veía venir) les dije que pensaba que luego de lo que me habían obligado a hacerles acabarían de una vez por todas con el calvario por el que estaba pasando pero me dijeron que no, que era muy buena haciendo mamadas y que no podían dejar de quedarse sin ese goce, que no me obligarían a hacerlo todos los días pero que de vez en cuando me exigirían que se las chupara. Que no pretendían cogerme por ahora (¿por ahora me pregunté mentalmente?) aunque cuando lo habían hecho les había gustado mucho. Que sabían de mis movimientos y en cualquier otro momento aparecían así, de improviso, que no tuviera miedo porque no me iban a hacer daño y que no se me ocurriera denunciarlos porque el video se hacía público tanto en el colegio que había dejado como en éste en el que estaba ahora y en mi casa.
Dijeron también que generalmente iban a ser ellos tres, porque tanto Gabriel (mi ex ayudante) como los otros chicos no sabían lo que ellos estaban haciendo y pensaban que luego de lo del campo de deportes se había acabado todo.
Fue otra pesadilla para mi. Cuando se bajaron el auto ya era tarde para mi clase de pintura y además estaba sin ganas de concurrir.
Solo rogaba que ninguna de mis compañeras hubiera llamado a casa a preguntarle a mi esposo el porqué de mi ausencia.
Los muchachos habían vuelto a sus andadas y no creo que allí termine la cosa.
Si me vuelve a suceder, cosa que creo muy posible, se los vuelvo a contar.
PIRU ( piruchantres@eresmas.com )