Fui la hembra por pedido de mi Ama... y me gustó
Mi mujer me da un ultimatún... o me dejo penetrar por su amante... o me deja.
Relato verdadero ... sí, es posible que algún termino este exagerado o algo así, pero es basicamente verdad... por suerte.
Lo hice por presión de mi Ama... fue un proceso laaargo pero todo salió bien, muy bien.
Es que mi Ama la verdad... es una genia... el tema fue así:
Veníamos con sesiones de Strap on furiosas, donde ella aprovechaba para calentarme la cabeza pues me decía al oìdo (entre beso y beso en la nuca): "así me lo hace Walter... ves que bién que se siente... es un capo", "algún voy a dejar que te haga feliz"... pero eso quedaba ahí nomas, la sola mención de tener contacto sexual con su amante suponía para mí un límite que no estaba dispuesto a pasar .... o eso creía.
Lentamente ella comenzó a decir que había que hacer realidad ese deseo de ella ... y la cuestión se tensó hasta que me puso contra la espada y la pared. Alegó que ella estaba al mando, que no era un buen sumiso, que para qué servía sino pues otras "cosas" las podía obtener en otros lados...y que me iba a dejar... cómo anduve ese tiempo... creo que casi muero. Hoy pienso que ella no me iba a dejar, pero sabía que tenía que presionar hasta el final para vencer mis últimas resistencias...
Y acepté, y ella prometió hacerlo lo más suave posible para mí. Así un día, a la tarde, lluviosa la tarde, me estaba dando y dando con el Strap On. Yo tenía los ojos vendados, manos atadas y estaba arrodillado con el torso sobre la cama, pero las rodillas sobre el piso (bah, sobre un almohadón). Posiciones sumisas si las hay. Retira el StrapOn de mi cola, y me susurro al oído "llegó el momento de ser hembra verdadera amor", y siento el sonido de un cierre bajándose, y luego como una hebilla golpeando el suelo.
El tipo, Walter, no dijo ni una palabra. Simplemente siento que me toma por las caderas, fuertemente, con una firmeza que no había sentido de mi ama, y me penetró sin mas preámbulo. No le costó pues, dilatado estaba yo, por la labor de mi ama. El tipo era un maestro... al fin entendí las alabanzas de mi mujer hacía su macho amante: era puro vigor, sin ser violento, es difícil explicitarlo, firmeza y agresión, pero contenida hasta el punto justo, el sentir que con cada estocada se hacía una fiesta, que reclamaba su placer y lo tomada sin pedir permiso ni disculpas. Tal vez un verdadero hombre... algo que en ese momento sentí que jamás sería... de vez en cuando, aun con su falo inserto en mi cuerpo, paraba y me daba nalgadas, y otras veces, me acariciaba la espalda. No se si eran premios o castigos, no pregunté, lo estaba disfrutando demasiado, de una u otra manera.
Luego de un rato largo, comenzó con estocadas mas fuertes y profundas, me tomó de los hombros y comenzó a olvidar los límites físicos de mi cuerpo, obnubilado por el placer, desdeñaba cualquier signo de dolor que yo pudiera emitir....y es que yo ocultaba mi dolor... no quería cortar su placer.
Sentí una oleada de líquido en mi recto, y ahí tome conciencia de que no había usado preservativo. "Te ha fecundado" gritó mi mujer en éxtasis, y yo me revolvía entre el placer y la humillación de sentir el semen de otro hombre en mi cola, mientras sentía cómo frotaba su pene en mi nalga derecha, como limpiándose algún viscoso e incomodo resto de semen.
Y se fue como llegó, sin decir una palabra ... supongo que fue lo acordado, para hacérmelo más fácil.
Luego mi mujer me desató, me levanto y nos acostamos abrazados en la cama. Lloré, si lloré, no se si por mi masculinidad perdida, o por que me sentía sucio y carente de todo valor ... entonces, intuyendo, ella me dijo: "ahora te amo más que nunca".
La muy guacha, en los días siguientes, me hizo hacer test de embarazo... que dio negativo, obvio!.
Somos felices.