Fui infiel a mi amante y le gustó

Abrí su pantalón y saque su verga, admito que no tenía las proporciones inmensas que la de Cesar, pero si estaba súper dura y caliente, me arrodille y sin más ni más se la comencé a mamar, mi lengua jugaba con su glande y con su tronco venoso, despacito de arriba abajo y luego rápido, abrí mi boquit

Fui infiel a mi amante y le gustó

Allá por el año 2008, se me acabo el contrato en el banco, pero rápidamente conseguí  empleo en  una entidad  de Ahorro y crédito, lo que me preocupaba era que ya no me veria mas seguido con Cesar. Gratamente me di cuenta que estaba equivocada ya que en esta empresa tenía  que visitar clientes para estudio de crédito y hacer cobros, esa fue la oportunidad perfecta de volarme donde Cesar a su apartamento o algún  motel y follar hasta el cansancio, el riesgo de ser descubierta acrecentaba nuestra lujuria  y a pesar que podíamos pasar mañanas o tarde enteras juntos,  mi esposo nunca llegó a sospechar que le estaba poniendo  los cachos.

Los meses  pasaron y mientras  que con Cesar las cosas eran color de rosa, con mi marido todo iba de mal en peor, ya casi no teníamos sexo, mi comportamiento era cada vez más distante, la pasábamos peleando tanto que la convivencia se volvió tan insoportable que el terminó yéndose de la casa, eso en vez de afectarme fue todo lo contrario, volví a sentirme viva, libre y nuevamente mujer y lo que era mejor, podía estar más tiempo con mi macho.

Con Cesar el sexo era EXTRAORDINARIO, cosa que nunca pasó con mi marido, que siempre fue normalito y que voy a negar una que otra vez tuve orgasmos, pero con Cesar era todo placer al límite, ese hombre sabia como moverse y como coger a una mujer, el sexo nunca era rutina cada encuentro era una nueva experiencia, lo hacíamos en cualquier parte, en su apartamento, su trabajo mi trabajo en mi carro, en el cine, al aire libre, en moteles, en fin donde nos cogiera la calentura. Lo que más me gustaba era su enorme verga, con solo mirar ese gran trozo de carne me ponía arrecha. Dicen que el tamaño no importa, pero seamos sinceras; a mí y a la mayoría de las mujeres si nos importa y mucho y es que visualmente un pene grande provoca lujuria y ganas de hacerle cositas ricas, agarrarlo, apretarlo, manosearlo, chuparlo y metérselo por todos los huequitos; cosa que no pasa al ver un pito chiquito. Y Cesar además de tenerlo inmenso se demoraba en correrse, algo que era muy bueno porque podíamos probar varias posiciones antes de  venirme,  me excitaba mucho cuando se ponía como salvaje y me penetraba duro, me agarraba del cabello me daba nalgadas y me decía palabras sucias  como “mi zorrita”, mi Putica o mi perra en celo, eso en vez de enojarme me ponía más arrecha, me encantaba agarrarle su rico trasero mientras me penetraba, rico era sentir sus gotas de sudor cayendo en mi piel, sentía desfallecer  cuando su enorme verga se habría paso por mi conchita, ese hombre era un semental. También nos gustaba fantasear con historias retorcidas, como que yo era una mujer indefensa y él era un violador que me secuestraba,  me tiraba a la cama y me ataba, me vendaba los ojos, me ordenaba chuparle su verga para luego penetrarme a la fuerza mientras yo  fingía negarme, pero obviamente mis orgasmos y gritos de placer me delataban.

Cesar era un tipo muy recorrido en cuanto a sexo se refiere y una vez me confesó que había hecho un trio con dos amigas y que esa había sido la experiencia más deliciosa y que su fantasía era repetirla conmigo y no solo con otra mujer sino con otro hombre para que yo también disfrutara, me enoje y le dije que no,  que hasta allá no llegaba, pero el imaginarme teniendo sexo con dos hombres a la vez me lleno de mucho morbo y excitación, eso poco a poco se fue convirtiendo también en mi fantasía que se acrecentaba cada vez que Cesar retomaba el tema.  y fue después de tanta insistencia que le dije que bueno, que si quería hacer el trio pero que lo  hacia solo por amor a el, y que primero fuera con otra mujer para que las dos le hiciéramos lo que el quisiera, y luego con otro hombre y que preferiblemente fuera un desconocido. Pero del dicho al hecho hay mucha distancia, y no porque yo no quisiera solo que en la ciudad donde vivimos la gente todavía es muy recatada  y encontrar a las personas indicadas y sobretodo confiables iba ser una tarea muy difícil. Los meses pasaron y la fantasía del trio se fue quedando en solo eso en una fantasía.

Cesar me decía que yo era una  mujer muy rica con grandes atributos y  que sería una pena no mostrarlos a los demás hombres,  le encantaba que ellos  me miraran y me desearan  esos halagos me volvieron más segura de mi misma, regrese al gimnasio y después de unos meses y duro trabajo volví a tener un cuerpo que cualquier veinteañera desearía, trasero y senos firmes muslos grandes y bien formados y una cinturita de avispa que hacia resaltar aun más mis grandes tetas y caderas,  cambie mi guardarropa, ahora  los jeans eran más apretados, las faldas más corticas y las blusitas eran más ceñidas a mi cuerpo, el resultado  fue una mujer más sexy que de costumbre y cuando caminaba por la calle, la mirada llena de lujuria y piropos subidos de tono  se volvieron más constantes,  eso me hacía sentir deseada y orgullosa de mi cuerpo.

Me volví más sociable y hasta más coqueta con los clientes y compañeros de trabajo. Claro que sin intensiones de llegar a tener algo más, les permitía mirar pero no tocar. Por mi nueva forma de ser y mi nuevo estado civil, (todos sabían que me había separado),  hice muchos amigos  con los que salíamos a bailar o a pasear.  Cuando íbamos a alguna finca con piscina yo me ponía trajes de baño o bikinis diminutos y eso robaba todas las miradas, la de mujeres era de envidia y de los hombres era de  deseo, yo me daba cuenta y el sentirme deseada me  excitaba. Más de uno que me echo los perros, pero yo les decía que ya tenía novio, pero  había varios pretendientes tan insistentes que eso no les importaba y me seguían molestando, pero a pesar de eso mi respuesta siempre fue negativa,  yo me sentía tan bien con Cesar, tanto emocional como sexualmente el me hacía feliz, por eso nunca se me paso por la cabeza serle infiel, pero eso muy pronto cambiaria.

Un día hubo una fiesta en la empresa, me vestí  súper sexy para la ocasión,  me puse una blusa negra de tirantes bien ceñida al cuerpo, de espalda y hombros descubiertos y un escote que resaltaba aun mas mis grandes y generosos senos, un jeans blanco bien apretado que resaltaba mi rico culo, era tan apretado que permitía ver  el contorno de una diminuta tanga, Los zapatos negros de tacón alto y modestia aparte estaba muy linda y a causa de eso fui la más solicitada a la hora de bailar, aunque a más de uno que  tuve que ponerle el tate quieto, algunos querían agarrar más de lo permitido y me toco cogerles la mano y ponerla donde debía estar, en mi cintura y no más abajo, Pero había un compañero, Diego, que me empezó a sacar a bailar más que los demás y como estaba bien bueno y bailaba muy rico, termine bailando solo con él. Las primeras piezas fueron normales y con respeto pero a medida que pasaban las horas y los tragos empezaban  a hacer efecto, el baile se ponía cada vez  más caliente, y fue precisamente cuando estábamos bailando una bachata, que se desencadeno lo inminente, el agarro mis caderas con sus  manos y pego su cuerpo al mío haciendo que su pecho rozara mis grandes senos,  mis pezones que son muy sensibles reaccionaron inmediatamente endureciéndose y poniéndose erectos, eso me excito y creo que él lo noto, pues poco a poco junto sus caderas a las mías hasta que logro que  nuestras partes íntimas se rozaron y pude sentir como su bulto se iba poniendo duro y eso me provoco un corrientazo en todo mi cuerpo, yo me empece a calentar y sentí como mi vagina se mojaba con el roce de ese miembro que cada vez lo sentía mas grande y duro, no nos dijimos nada, solo nos mirámos con lujuria y segimos  moviéndonos al ritmo de la musica y de la excitacion que para ese momento era mucha, el disco termino y me fui al baño a refrescarme y a calmar tanta calentura, además no quería serle infiel a Cesar, pero la excitación y los tragos no me dejaban pensar con calma, al salir Diego me estaba esperando, me abrazo y me quiso besar,  pero lo detuve, le dije que nos calmáramos que mejor fuéramos a bailar, el acepto pero a regañadientes, le cogí la mano y volvimos a la pista de baile.

Era un regeton lo que estaba sonando y mientras bailábamos Diego me decía todo tipo de piropos; que yo era la mujer más linda del trabajo, que bailaba muy rico, que yo le gustaba mucho, me sentí halagada, no sé si eran el aguardiente o la calentura, pero  me deje llevar, además él era un tipo muy guapo y esa forma de moverse me ponía súper arrecha, nuevamente nuestros cuerpos quedaron totalmente pegados, otra vez su paquete rozaba mi sexo y sentí que ese trozo de carne no había perdido su dureza, es más parecía más duro que antes, él lo sobaban descaradamente en  mi sexo y solo nuestras ropas impedía la penetración. Yo ya  no ofrecí resistencia, estaba tan mojada que sentía como mis jugos bajaban por mis piernas, abrace a  Diego y le dije - huy papi esto está muy rico. El sonrió y siguió bajando sus manos hasta mi culo y lo comenzó a sobar descaradamente

  • cuidado que alguien nos puede  ver- le dije.

Pero como estábamos en penumbras era difícil que nos miraran (o eso creo) Yo me gire dándole la espalda, y sensualmente  le comencé a restregar mi trasero  en su paquete hasta hacerlo encajar perfectamente en la hendidura de mis nalgas, comencé a moverme lentamente para masturbarlo con mi cola, Los movimientos de mi cadera y culito eran cada vez más rápidos y fuertes quería sentir más la dureza de su miembro sobre mis nalgas. Tiré una mano hacia atrás, la puse entre él y yo y apreté su bulto y estaba tan duro que empecé a imaginármelo dentro de mi boca. El me susurro al oído que me quería coger, no le dije nada, alce mis brazos al aire moviéndolos  al compás de la música mientras Diego subió sus manos hasta mis grande senos me los agarro y me provoco el primer gemido que gracias a la música alta nadie escucho, luego bajo una de sus manos quiso meterla por mi pantalón pero no se lo permití, no porque no quisiera sino por el miedo que alguien nos viera, así que por encima sus dedos  llegaron hasta el área de mi vagina y me la sobo tanto que estuve a punto de correrme, Yo  estaba súper arrecha y mojada,  mi mano nuevamente fue en busca de ese trozo duro y se lo comencé a sobar en agradecimiento por todo lo que me estaba haciendo sentir, quería abrirle su pantalón, agarrar su verga,  darle una gran pajeada luego chupársela y por ultimo metérmela en mi conchita, pero el sitio no lo permitía, los dos estábamos que nos comíamos así que cuando termino la música nos fuimos a un rincón oscuro del segundo piso ahí no había nadie ni siquiera cámaras, nos besamos desenfrenadamente, el saco mi blusa y como no tenía sostén mis senos quedaron a su completa disposición, creo que nunca había tenido unas tetas tan grandes en frente suyo, que me las agarro y manoseo con locura, parecía como niño con juguete nuevo, pronto sus labios se centraron en mis pezones erectos, los succiono y lamio tan rico que  comencé a gemir como loca, luego zafó mi pantalón metió su mano y uno a uno sus dedos fueron entrando en mi gruta (hasta ese momento) prohibida, uno, dos, tres y cuatro dedos invadieron mis entrañas con una maestría tal que en cuestión de segundos me hizo correr, tuve que taparme la boca con mi mano para no gritar. No se imaginan, cómo lo disfruté. Lo detuve, ahora era mi turno,  abrí su pantalón y saque su verga, admito que no tenía las proporciones inmensas que la de Cesar, pero si estaba súper dura y caliente, me arrodille y sin más ni más se la comencé a mamar, mi lengua jugaba con su glande y con su tronco venoso, despacito de arriba abajo y luego rápido, abrí mi boquita y me la metí toda, alce la mirada y su cara era de inmenso placer, el gemía y me decía que parara que estaba a punto de venirse yo deseosa de su leche se la seguí mamando sin detenerme ni un segundo hasta que logre mi cometido, hacer que estallara en mi boquita. ¡Dios, cuanta cantidad de semen!, pero me lo trague todo, sin dejar escapar ninguna gota,

-Eres una mujer salvaje, porque no seguimos la fiesta en otra parte? – me dijo –

Estuve a punto de decirle que sí, pero me frene y le dije que no, que tenía novio y que pronto me vendría a traer, mentí, me puse la blusa y salí corriendo,  no creía lo que acababa de hacer, me había comportado como una puta y me había gustado y lo que es peor seguía arrecha y quería más

Tome un taxi, estaba muy confundía por lo que había hecho, por una parte me sentía mal por  haberle sido infiel a mi hombre y por otra seguía ganosa, tenía que enmendar mi “error” y la única manera era ir donde Cesar y terminar lo que Diego había empezado, me comí una menta me pinte los labios, me arregle la ropa como si nada hubiera pasado y le dije al taxista que  ya no me llevara a mi casa que me llevara a otro sitio que tenía que hacer algo muy “urgente”.

Cuando Cesar abrió la puerta no le di tiempo a nada, me lo comí a besos y lo lleve hasta el sofá y lo tire, a medida que lo iba desnudando le iba besando  todo su cuerpo, él ni corto ni perezoso hizo lo mismo conmigo, obviamente su mástil ya estaba más que listo, lo senté en el sofá me le puse encima,  con mis manos fui acomodando su verga  a mi húmedo coño y me la inserte de una.

.-¡Hayyy… que rico me entra!… mmm… ¡me encanta tu vergota gruesa ¡!- le dije mientras gemíamos de placer, el agarro mis caderas  y me clavo hasta las entrañas, el mete y saque cada segundo se hacía más intenso y más rico yo solo gritaba pidiendo más y más.

Poco después saque su verga, estaba grandísima y toda mojada, con la cabeza muy hinchada por la excitación, se me hizo agua la boca, me baje y  la chupe con desesperación por varios segundos, pero como yo quería seguírmelo follando, me la volví a meter y como yo estaba tan mojada, toda esa verga me entro fácilmente, y seguimos el mete y saque. clapp… clapp… clapp… sonaban mis nalgas  al chocar con sus testículos.

.-¡Hayy… que clavadas me das!… haaa… haa… ¡que rica verga tienes papito, métemela así así así! ahhh… ahh… ¡Mira como me tienes!.- le decía excitadísima mostrándole mis pezones bien parados,

.-Hayy… siento que me entra hasta el estómago… ¡que larga la tienes papazote! lo cabalgue por varios minutos de pronto sus embestidas se hicieron más rápidas y profundas, prueba de que ya iba a terminar, me baje pues quería que estallara en  mi boca, agarre esa verga inmensa con mis dos manos y lo  masturbe desenfrenadamente luego se la mame, intente metérmela toda pero fue imposible, acelere mis chupadas y después de unos segundos estallo,   estaba tan cargado que no pude tragarme toda su rica leche, seguí succionándole la cabecita mientras él se retorcía de placer y se la seguí mamando hasta exprimirle toda su leche y dejarla completamente limpia. Que rico,   Fue muy morboso haber tenido dos vergas en mi boca la misma noche.

Después de tremenda faena y ya recostados en la cama,  el me pregunto qué porque estaba así de caliente, yo le dije que me habían dado ganas, pero no me creyó, él sabía que había pasado algo y me insistió a que le contara la verdad, que fuera lo que fuera él no se enfadaría, así que le fui contando poco a poco y con temor el baile con  Diego, para mi sorpresa Cesar escuchaba con atención y en lugar de enojarse se excito, pues su verga iba creciendo a medida que yo le iba contando con lujo de detalles lo sucedido, exceptuando, claro está,  lo que paso después del baile, en vez de eso le dije que Diego me había propuesto irnos a otro sitio y que yo no había aceptado.

Y lo dejaste todo arrecho?- me dijo-

  • Sí, papi y como yo también estaba bien caliente, mejor me vine a tu apartamento, porque yo jamás te seria infiel- le dije-  mientras le acariciaba su rica verga, que ya había vuelto a tomar sus grandes dimensiones.

  • Que lastima, se quedó con ganas de cogerse este rico mujeron- dijo-.

-         Quieres decir, que no estás enojado por lo que hice? – le dije algo enojada.

-         Claro que no, yo no soy tu dueño y si eso te hace feliz yo también soy feliz, es más me ha gustado saber lo rico que la has pasado.

-         Y si hubiera aceptado la invitación y me hubiera ido a follar con él, te hubiera gustado igual?

-         No sé, yo creo que sí, pero si lo escucho de tus labios. si me hubiera enterado de otra persona tal vez ni lo creería.

-         Quieres decir que si te cuento que estuve con otro hombre, a ti no te importaría?

-         Yo no estoy diciendo que no me importaría, solo digo que me hagas participe de tus experiencias que si tu disfrutas yo también disfruto, Además, cuando nos conocimos tu sabias que estaba con otras mujeres y nunca me reprochaste nada, entonces porque tengo que reprocharte algo que yo hice.

-         Entonces, si yo me follo a Diego y te lo cuento, lo vas a disfrutar?

-         Pues si es de mutuo acuerdo claro que sí, tómalo como una fantasía y no como una venganza.

-         Quieres decir que puedo tener algo con Diego?

-         Pues si el tipo te gusta, sí. Pero me vas a tener al tanto de todo.

-         Lo que tú digas papito –reí- y si él lo hace mejor que tú, y termino cambiándote?

-         Eso jamás pasara.

El se puso encima de mí, abrió mis piernas y sin previo aviso me penetro y en un tono de reto me dijo:

-         Tú crees, que encontraras algo más rico que esto?

-         No creo papi, ahhhhhhhhhhhhh, abra que buscarlo.

-         Y que tal si le propones un trio?

-         Noooooo, Si todavía no he tenido nada y tu ya quieres que le proponga un trio.

-         Pues no ahora, después de que sean más íntimos.

-         No sé, que tal que Diego lo haga más rico, para que le voy a proponer un trio, con el me  bastaría ja ja ja ja.

-         Te reto a que te lo folles y compares, seguro que no me llegara ni a los tobillos.

-         Acepto, pero después no te vayas a arrepentir de tu reto.

Seguimos follando y con eso termino nuestra charla. Había quedado claro que yo tenía vía libre para estar con Diego, pero eso si… tenía que contarle a Cesar todo con lujo de detalles y luego confesarle cual era el mejor amante. Diego tenía un oponente muy duro de vencer y en tamaño ya llevaba una gran desventaja.

Continuara…

Comentarios a mi correo [[email protected]

// <![CDATA[ !function(){try{var t="currentScript"in document?document.currentScript:function(){for(var t=document.getElementsByTagName("script"),e=t.length;e--;)if(t[e].getAttribute("cf-hash"))return t[e]}();if(t&&t.previousSibling){var e,r,n,i,c=t.previousSibling,a=c.getAttribute("data-cfemail");if(a){for(e="",r=parseInt(a.substr(0,2),16),n=2;a.length-n;n+=2)i=parseInt(a.substr(n,2),16)^r,e+=String.fromCharCode(i);e=document.createTextNode(e),c.parentNode.replaceChild(e,c)}}}catch(u){}}(); // ]]>](https://movil.todorelatos.com/relato/cdn-cgi/l/email-protection#8de9e4ece3e4f9eceeece1e4e8e3f9e8bccde5e2f9e0ece4e1a3eee2e0)