Fuí el primer hombre en la vida de Mario

Mario era un joven de 24 años que tenía deseos de probar a estar con un hombre y no se había atrevido hasta que logre en un viaje del trabajo que se me entregara totalmente en dos ocasiones.

Fui el primer hombre en la vida de Mario.

He decidido contar como me empezó mi relación con Mario desde hace año y medio, porque ha sido una de las mas bella en mi vida. Mario trabaja para la misma empresa que yo y cuando inició sus labores, este era su primer trabajo formal (ya que solo había trabajado como estudiante en algunas investigaciones). Por ser yo el que contaba con mas experiencia en la empresa se me asigna que le oriente y ayude con cualquier duda También debía revisar los reportes finales o presentaciones que tuviera asignado. Esta labor la realizaba solo cuando Mario me pedía ayuda o orientación o mi jefe me indicaba que quería que revisara cualquier trabajo que estuviese realizando por su importancia. Mario tenía entonces casi 24 años y era recién casado, pero era como un niño grande todavía.

Nuestro grupo esta conformado mayormente por personas que llevamos muchos años juntos y cualquier persona nueva pues tiene que pasar por los debidos ritos de acoplarse con el grupo y entre éstos se encuentran las bromas y tratar de cogerlo a uno de tonto. Desde un principio a Mario le cogí cariño por ser muy amable y además era inteligente, solo le faltaba experiencia. Nuestras oficinas se encuentran en dos áreas diferentes por lo cual no siempre le veía pero mantenía una comunicación telefónica de ser necesario.

Siempre me he caracterizado por ver el sexo como algo natural y así mismo lo expreso en las conversaciones de grupo por lo cual dentro del área de trabajo cuando existía una discusión relacionada al tema exponía mi posición de una forma muy liberal y franca. Mario de vez en cuando visitaba mi oficina para alguna consulta y así iniciamos nuestras conversaciones con el tema del sexo. Al principio eran muy triviales pero al éste tener mas confianza me daba yo cuanta que estaba ante un ser muy sexual. Así que empecé a hacer bromas con el y a hacerle comentarios de lo rico de la sexualidad. Con el tiempo empecé a jugar con el y decirle cosa de doble sentido o sea sexual.

Durante este proceso también inicie el de tratar de tocarle los genitales, sus piernas y sus nalguitas (que se me antojaban que estaban riquísimas) y él como que se molestaba y se alejaba pero me dejaba que volviera a intentarlo pero rehuyendo. Otro cosa que me dio idea que esto le gustaba era que siempre volvía a mi oficina y si yo lo llamaba por estar cerca de mi oficina por cualquier pretexto, el iba. Por lo cual me doy cuenta que realmente era muy curioso pero que no se atrevía por ser joven y también porque estábamos en el ambiente de trabajo y quizás por ser casado. Nuestros juegos duraron como dos años ya que yo tampoco me atrevía a pasarme más de la raya porque como quiera con toda la confianza, yo le supervisaba en parte su trabajo. La situación cada vez se ponía mas caliente cuando yo le veía y siempre que iba a mi oficina trataba de poder tener algún relajo sexual con el.

Parte de nuestra responsabilidad en el trabajo es tener que realizar viajes al exterior (mayormente EU) para asistir a reuniones o conferencias relacionadas a nuestra área de trabajo. En diciembre de 2002 me asignaron viajar, séptima vez en el año, lo cual ya no me hacia ninguna gracia porque ya estaba cansado y realmente no quería ir. Pero a Mario también le asignan el mismo viaje y le indicó al jefe que tal vez no podría ir por estar enferma su suegra. Yo entonces aparte le indico a Mario que solamente yo viajaría por estar con el y compartir durante el viaje. Finalmente nos vamos de viaje mi jefe, Mario y yo.

El viaje era para WDC y por mi parte aprovecho para estar el fin de semana previo en NY así que yo llego primero a WDC por unas horas y pienso como podría estar con Mario cuando el llegue mas tarde. Salí por la ciudad y cuando regresé compré unas galletas y leche para por la noche e invitar a Mario a un "snack" nocturno. Cuando llegaron me puse en contacto y salimos los tres a cenar y lo pasamos divinamente. Al regresar a los cuartos acompañamos a nuestro jefe a su cuarto y yo y Mario nos fuimos a nuestros cuartos que estaban por casualidad en el mismo piso. Le acompaño a su cuarto y me despide en la puerta y yo trato de convencerlo de que habláramos algo y el no quería que se iba a bañar, llamar a la esposa y luego acostar porque estaba cansado del viaje.

En eso me fijo que hay un calzoncillo en el baño que quedaba justo en la entrada del cuarto. Entro y alcanzo su calzoncillo y le indico que me lo voy a llevar, lo huelo y me doy cuenta que esta limpio y me indica que era el que se iba poner cuando se bañara. Sigo en broma con el y le digo que se lo cambio por el que tiene puesto y seguimos coqueteando hasta que concluyo que esa noche no iba a pasar nada y le regreso su calzoncillo y me voy a mi cuarto. Por la noche estuve pensando como podría hacer que se diera algo entre Mario y yo o al menos que fuera a mi cuarto que me daba la ventaja.

Al otro día estuvimos en la reunión hasta las 5:00pm y salimos del hotel a despejarnos para luego ir a cenar. Esa noche al regresar para el cuarto le indico a Mario que era cierto que había comprado unas galletas para compartir y que además hice que tuviera curiosidad de ver la vista desde mi cuarto. Así que nos dirigimos a mi cuarto y al llegar le enseño las galletas y las vista. Durante el proceso me le pego por detrás y empiezo a tocarle su entrepierna y como que se opone.

Empezamos entonces un forcejeo pero no con mucha resistencia. Estuvimos como dos minutos en ese juego y finalmente noto que tiene una erección que había que atender inmediatamente y se lo empiezo a sobar insistentemente y el como luchando pero dejándose hacer. Entonces le empiezo a desabrochar la camisa y acariciar su pecho porque estaba realmente caliente y el a su vez me indica que estaba bien que nos quitáramos la ropa. Mario me pide que moviera la cortina de la ventana pero yo no quería perder ni un momento de dejar de tocarle así que la dejé abierta.

Realmente estamos bien bellacos ambos y en menos de un minuto estábamos casi desnudos los dos. El terminó primero y yo aún no me había quitado un suéter que llevaba y así mismo le empiezo acariciar la pinga que la encontraba hermosa, era como de 6.5 pulgadas y no muy gruesa (perfecta para ser mamada sin muchos problemas, solo con mucho placer) Y no pude contenerme y lo tiré sobre la cama para poder empezar a comerme esa pinga que me tenía loco. Realmente me disfrutaba el lamerle la cabeza y saborear las primeras gotas de la lubricación que producía. Me metía luego la pinga poco a poco hasta los vellos que tenían un olor rico de macho que me volvía loco y que hacía que mi pinga ya me estuviera doliendo de la hinchazón con que se encontraba. Luego empecé a lamerles sus bolas peludas y realmente me sentía en la gloria tenía un verdadero manjar en mi boca y ya no sabía que hacer, le chupaba la cabeza, luego me lo metía hasta mitad para terminar luego hasta en fondo, volvía a lamerle su bolas y el tronco, a vez le acariciaba las piernas y así estuve como por cinco minutos.

Entonces me pidió que parara y yo no quería, pero le hice caso para que no se viniera en leche todavía y seguir mamándoselo luego Nos acostamos de lado y empezamos a acariciarnos y yo le pido que me coja mi pinga y me empieza puñetear suavemente y yo a ponerme mas caliente y decido de nuevo empezar a mamárselo y le pido que se ponga al borde de la cama y yo me tiro al piso de donde empiezo a mamárselo nuevamente de forma completa y también a chuparles las bolas. Esto me deja que lo haga por unos tres minutos y me pide que nos vayamos al baño y yo no entendía porque.

En el baño me siento en el inodoro y sigo mamándosela bien rico y el me empieza a puñetear nuevamente y yo dándole cabeza a esa pinga y después de unos cinco minutos mas de momento me la quiere sacar y yo resisto con mi boca pero logra sacármelo y sale un primer chorro que cae por el área de mi pecho pero en el suéter y enseguida me meto nuevamente su pinga en la boca y empiezo a sentir los chorros de leche que me van llenando la boca. y él como que se resiste pero no puede porque empieza a temblar según va viniéndose en mi boca. Realmente fue una experiencia maravillosa sen tir toda esa leche en mi boca y poder saborearla y sentirla bajar por mi garganta a tragarmela.

Después fue que comprendí que la petición de Mario ir al baño era para echar la leche en la bañera cuando fuera el momento, el no pensaba que yo me la fuera a comer. Que equivocado estaba cuando yo hacia tiempo que no me tragaba una rica leche de un joven (se me olvido comentar que yo tenía entonces 42 años o sea le llevaba 16 años, imaginen mi placer).

Luego nos fuimos a acostar a la cama y es de donde hablamos de nuestra aventura y yo diciéndole de todo el tiempo en que realmente le deseaba y el comentándome que él tenía curiosidad pero que no se atrevía. De la conversación me confiesa que esa era su primera vez con un hombre a lo cual me quedé totalmente sorprendido de haber yo sido el elegido para perder su virginidad en experiencias con hombres.

Me indica que soy también la tercera persona con la que ha tenido sexo ya que solamente había estado con una chica antes de su esposa y luego con su esposa con la que llevaba apenas tres años. Yo por mi parte le confieso que hacia tiempo que no tenía sexo con una persona mucho menor que yo, ya que siempre a mi me gustaron los hombres mayores (por lo menos mas de 10 años que yo, una vez cuando tenía 20 años tuve uno de 52 años y fue maravilloso).

Entonces le comento que solamente él y otro que había tenido hace como 4 años eran menores que yo (Alex era 8 años menor). En medio de las confesiones me indica que el había pensado que pasara algo entre nosotros y que me iba proponer que viéramos una película caliente en el cuarto a ver que pasaba y yo le dije que el debía saber que yo le deseaba en serio y que no eran bromas mis acercamientos ni tampoco que lo estaba probando en vano.

Hablamos que todo se mantendría entre nosotros, que el quería a su esposa y que deseaba dejar las cosas ahí yo por mi parte estuve de acuerdo pero le indique que deseaba estar nuevamente con el y siempre que el quisiera yo estaba dispuesto porque realmente me gustaba. También le indique que no me interesaba que dejara a su esposa ya que la conocía. Había compartido con ella e varias ocasiones y me parecía una buena muchacha.

A decir verdad su mujer me agradaba mucho porque era una mujer sencilla y muy trabajadora y por nada haría algo que le molestara. Bueno hablamos de varias otras cosas y nos conocimos mejor y prometimos que todo quedaría entre nosotros nuevamente y nos despedimos.

AL Mario irse a su cuarto yo me quedo pensando en el y todo lo que hicimos y hablamos y se me empieza a parar nuevamente mi pinga y me acuerdo que entre todo el goze yo todavía no me había venido y me empiezo a puñetear y saboreando el sabor que tenía todavía en mi boca de su gran venida y así fue que tuve unos de mis grandes orgasmo llegándome la leche hasta la frente, el hombro, pecho y barriga.

Estaba todavía recuperándome cuando suena el teléfono y es Mario que me dice que si estoy bien y que estaba bien bellaco y se empezó a puñetear y que pensó que para que se perdiera la leche mejor me llamaba para ver si yo la aprovechaba. En esos momentos me sentí el hombre mas feliz del mundo y quise volar a su cuarto cuando me doy cuenta que estoy cubierto en mi propia leche y así es que me meto al baño y en un minuto me baño y me pongo ropa cómoda y salgo disparado para el cuarto de Mario.

Al llegar a su cuarto el estaba en calzoncillos esperándome y me pregunta que porque me había tardado pues llegó a pensar que ya no me interesaba. Yo le dije que estaba ocupado y el entendió bien que era que yo me había venido en mi cuarto.

Enseguida le quité el calzoncillo y empecé a mamar esa pinga que ya me había cautivado anteriormente. Realmente Mario tiene una pinga para ser mamada, que deleite poderla gozar en mi boca sin ser corta ni larga ni flaca ni gorda que uno tuviera problemas al tragársela o que la quijada te duela de tratar de meter algo mas grande y por mucho tiempo. Nuevamente me entretuve entre la cabeza, su tronco, sus bolas y algo que me volvió loco, su olor entre las piernas quedé intoxicado en una forma rica de ese olor a macho que es totalmente agradable y que uno quiere seguir oliendo por siempre porque lo pone a uno mas caliente. Entonces decidí seguir lamiéndole más a bajo hasta que descubro su culo que era peludo y muy rico.

Entonces el se trepa sus piernas a su barriga para darme espacio y le lamo su culo por un rato y se cansa de tener las piernas arriba y yo vuelvo entonces a dedicarme a su pinga y bolas. Por lo menos estuve mamándole por veinte minutos hasta que se vino nuevamente en mi boca sin tratar de sacarla esta vez. Yo estaba completamente feliz de poder darle todo el placer posible por segunda vez en una noche al hombre que me tenía en sus bolas desde hace tiempo. Me quedé relamiendo y limpiando bien su pinga por u buen rato y nos pusimos hablar de todo lo maravilloso que había sido y yo seguí acariciando suavemente y lamiendo la pinga ya dormida y exhausta. Por mi parte me hubiera quedado dormido con la prenda de mi placer en la boca toda la noche pero Mario no quiso y nos despedimos hasta vernos en la mañana para la reunión.

Al otro día intenté que volviéramos a repetir la noche pero Mario no quiso porque llegamos muy tarde de cenar y el y el jefe se regresaban en un vuelo muy temprano en la mañana así que solo contaba con cinco horas para equipaje y dormir. De esta manera empezó todo entre nosotros.