Fugado 11.

Aprendiz de todo, Cadáver, Sexo con Leonela, Clínica en funcionamiento, Sexo con Camila.

FUGADO 11.

Aprendiz de todo.

Teresa dijo que le iba a dar “cobijo” a un hermano con su señora y un hijito, que en el campo no iban ni para atrás ni para adelante, que vería que ayudaran en la cantina o conseguirle algún trabajo por ahí…

_Tere, le dije, presentámelo a tu hermano en cuanto venga que tengo una idea, muchas veces hablaba de lo voluntarioso y que se daba maña para todo su hermano…

En cuanto lo conocí a Diego, 30 años,  me cayó muy bien, un rubio todo nervio, muy educado…

Al hablar me contó que en el campo hacía de alambrador, carpintero, hasta  mecánico…

Yo le conté lo que quería de él…

La idea era que compraríamos las herramientas, para hacer todos los trabajos que necesitaba la futura clínica…

Que por ahora no cobraría, no es que trabajaría gratis, sino que lo que ganaba lo iba a ahorrar, por el momento no había efectivo, además  iba a aprender varios oficios, que yo le iba a enseñar…

Mientras la hermana (Teresa) le iba a dar de comer y dormir.

Así fue, no hizo falta mucho para que comprendiera el planteo.

Compramos las herramientas necesarias, yo le indicaba cómo se hacían las cosas, por dónde hacerlas y era más lo que me pasaba mirándolo que trabajar haciendo algo, las rodillas casi no me duelen, con mi “actividad sexual” y la pileta me está bajando la panza.

Le hice hacer las cañerías de gas, agua, luz, de albañil, plomero, electricista, de jardinero ja ja.

Con las mellizas empezamos la pintura, se pusieron unos ambos de doctoras viejos para pintar, al principio se pintaban más ellas que las paredes…

Cadáver.

El sábado cuando llegué con las faturas a “mi nueva vieja casa” estaba la hija de María, Estela, morocha de 35 años, parecía María con 30 años menos, trabajaba en un supermercado de la capital como cajera…

Se había tomado una semana para “arreglar” un problema, me abrazó y besó.

_Tony mi mamá me ha hablado mucho de vos, me encanta poder conocerte…

Por cómo se miraban comprendí que María había visto“ la montañita de tierra”, en el medio del patio, justo dónde estaba enterrado el marido, y se lo había comentado a la hija.

_Bueno, dije, parece que tu marido no se había ido, no.

Además había llegado la pileta de plástico que había comprado.

Estaba parada en el patio mirando “la montañita de tierra”, lugar dónde la iba a colocar y me encontré con el cadáver.

María se echó a llorar, la hija la abrazaba consolándola…

_Me quiso matar Tony, me puso una bolsa de nailon en la cabeza, yo desesperada alcancé a tomar el crucifijo que está sobre la cama y le di un golpe, se le incrustó en el ojo.

­_Murió en forma fulminante, después llamé a mi hija y entre las dos lo enterramos en el patio…

_Por eso nunca quise que viniéramos, cuando murió mi padre no tuve más remedio, me tenía que hacer cargo de la casa.

_No sabés cómo me castigaba, a las dos nos pegaba.

_A mí me violaba dijo Estela, desde los 12 años, era una basura de persona, era la hija Tony, la hija y lloraba a mares…

Nos abrazamos los tres dándonos consuelo, cuando más o menos apaciguaron los llantos.

_Hay que sacar el cadáver del patio dije, decime María tenés algún lugar dónde haya chanchos y se pueda llegar sin que nos vean demasiado…

Estuvo pensando unos segundos, medio cerraba los ojos, hasta que se le iluminó la cara.

_Siiii, en lo del loco Juan…

-Bueno pónganse guantes y vamos…

Con la pala de punta volví a cavar en “la montañita de tierra”, cuando encontré el cuerpo, a pesar del olor, a palazos de punta lo fui cortando en pedazos, les indiqué que “lo juntaran” en bolsas de residuos…

Dudaron unos instantes pero encararon, fueron juntando los pedazos que con la pala dejaba, ya no sentíamos tanto olor, por lo menos yo…

En ningún momento se me dio por pensar que estaba siendo cómplice de un delito.

En seis bolsas no muy llenas “entró”, el finado marido, muerto “con la cruz”…

Al pasar por la verdulería le dije a Estela si no le pedía el desperdicio para tirarle a los chanchos…

_Siiii, dijo el verdulero, me saca la mugre de encima, gracias…

Es por si nos paran, llevábamos comida para los marranos.

Y los tres en silencio fuimos cruzando los campos, llegamos a una tranquera, nos metimos cerca de un corral de chanchos, se veía una casa como a trescientos metros.

María nos contó que el loco Juan es un muchacho al que le “faltan unos jugadores”, que tiene esos chanchos, que mayormente lo alimentan los vecinos, que cada tanto matan alguno, y por lo que vale le compran comestibles.

Le tiramos las seis bolsas con el marido y el desperdicio del verdulero, sin las bolsas, después las quemamos, parece que tenían bastante hambre los chanchos, no dejaron nada en unos minutos, hasta los pedazos de ropa se comieron…

Me parece que voy a dejar de comer lechón por un buen tiempo…

Después volvimos a la casa, les dije que teníamos que hacer la excavación para la pileta, fuimos llenando de tierra bolsas de residuos, hicimos como diez viajes, la tierra la tiramos en unos pozos que había en las calles del campo…

Nos pasamos sábado y domingo con esa tarea…

Había quedado un agujero en el patio para enterrar la pileta que como dije, ya la habían traído…

El domingo cerca de las 20 horas quedó todo terminado, con una manguera gruesa no tardó mucho en llenarse la dichosa pileta.

Estábamos llenos de tierra y sudor, les dije que tenemos que bañarnos…

Entré al baño, me di vuelta y…

_Vení Estela desnudame…

La miró a la madre, ella asintió y los tres bajo la lluvia, Estela se arrodilló a chupármela, se prendió enseguida a la fiesta la chica, con María nos besábamos, después María se arrodilló y nos besábamos con Estela, con Estela tuve sexo por todos lados, se notó que le daba seguido, no tuvo ningún empacho en recibirla por el culo o por dónde sea…

Quedé destruido, quemamos el documento, las patentes y todo rastro que pudiera quedar…

Tuve que ponerle las patentes originales a mi auto…

Si me paran estamos en el horno…

El lunes la encaré a Gladys, le dije si podía hacer desaparecer todo rastro de mi nueva identidad…

_Siii, no hay problema me dijo, qué pasó?...

_Mirá Gla, mejor no te cuento…

_Me imagino me dijo, lo “boleteó” no?...

Asentí con la cabeza…

Quedamos que usaría el auto de las chicas, que el mío iba a quedar ahí, en el camping, sin mover…

Seguimos con las reformas en la “futura clínica”, nos enteramos que la clínica existente se vendió, pero para hacer un edificio, la iban a demoler…

Qué cagada hubiéramos hecho si la alquilaban las chicas.

_Vayan a ver si les sirve algo de los instrumentos, camillas, sillas, o lo que sea les dije a las mellizas, compren todo lo que puedan, si no les alcanza la plata “entreguen el cuerpo” ja ja.

Vinieron contentas, habían comprado un montón de cosas, a precios irrisorios…

_Y no hizo falta entregar nada, pero si es necesario no tendríamos problemas, vos conocés a alguien que quiera invertir ja ja…dijo Leo.

_Esta fresco no, dije cambiando la conversación.

_Ja ja cobarde.

En la conversación surgió que se iba a necesitar a dos personas, una para atender y otra para la limpieza…

Yo les mencioné que podía conocerlas, (pensé en la hija de María, Estela para la atención y en Leticia para la limpieza).

El sábado cuando las mellizas  me llevaron “a mi casa” las conocieron, primero hablaron con Estela, después María las llevó a que conocieran a Leticia, quedaron encantadas con las dos…

Como estaba de lunes a sábado en la “futura clínica” el domingo me lo pasaba “en casa“, con María y Estela, no quise que vinieran más Leticia y Juana, estaban castigadas, ja ja.

Por lo tanto tampoco venía Oscar.

Estela ya iba a trabajar a la “futura clínica”, había renunciado a su trabajo y alquilado la casa de la capital…

Sexo con Leonela.

Una tarde de intenso calor, estaba tirado en una colchoneta tratando de dormir la siesta, veo pasar a Leonela en tanga, se había terminado de bañar…

_Leo vení!!!

Ella vino así en tanga.

_Cerrá la puerta le dije.

Lo hizo…

_Con pasador le dije, vení acercate.

Me senté en la colchoneta del suelo.

_Date vuelta.

Me arrimó esa hermosa colita, le saqué la tira de la tanga de entre los cantos del culo, le empecé a pasarle la lengua, le mordía suavemente los cachetes, la di vuelta y le bajé la tanga, le pasé la lengua por su vagina, le abrí los labios y le metí la lengua, le chupé el clítoris…

_Ahhh, siii, siii.

Acabó empapándome la cara, se agachó casi obligándome a acostar, se montó en mi cara, yo dale con la lengua y con los dedos, se dio vuelta me sacó la bermuda y el calzoncillo y me la empezó a  chupar, hicimos un 69 como de media hora, ella acabó dos veces más, yo una, se tragó todo…

_Podés seguir cogiendo? me dijo.

_Siii, respondí instantáneamente.

La tenía como un garrote, también, primera vez con ella y es una diosa, doctora, rubia de pelo largo, cómo no la iba a tener como un garrote…

Y con sus piernas en mis hombros le estuve dando como quince minutos, no pude acabar, ella sí, dos veces más…

Cuando se volvió a poner la tanga y el solerito, me preguntó si quería pastillas azules que tengo un parva…

_Siii, le dije…

Al no ir más a lo de Oscar se me están acabando pensé ja ja.

Con Débora, la esposa de Claudio tuve buena onda de entrada y con Benjamín el hijo, mejor, me hace acordar a mis nietos, él me dice abuelo…

Débora una morocha de 1,60m, con unos cuantos kilos de más…

Se encargaba de limpiarme la carpa…

Una tarde la encuentro con la cabeza dentro de la heladera, muy tranquilamente la apoyé, se sobresaltó un poco, después me dijo…

_Tony te doy media hora para que salgas de ahí, sino me voy a enojar, ja ja…

Y así jugábamos a toquetearnos, eso sí, siempre solos, cuando había alguien todo muy respetuoso, siempre estuvo latente el poder tener sexo con ella, nunca ocurrió…

Así siguió todo, de lunes a sábado en la “futura clínica”, Diego no necesitaba demasiadas explicaciones para hacer los trabajos, muy inteligente y constante.

Yo dormía con Gladys, casi como pareja, las hijas contentas de ver feliz a la madre, en las noches,  nadaba una hora antes de cenar, al rato aparecían las mellizas con la madre, desnudas, a nadar entre los cuatro “en bolas”, se me ponía “de hierro”, la que se llevaba el premio era Gladys ja ja…

Los domingos “a casa”, dormía con María y Estela, en las tardes nos metíamos a la pileta.

Ellas en un principio estaban un poco recelosas de meterse, vaya saber en qué pensarían.

Cuando les dije que si se portaban mal las tiraba a los chanchos ja ja, lo empezamos a tomar en broma el hablar sobre los chanchos y ya no tuvieron inconvenientes en meterse a la piletita, los tres desnudos, la de mamadas que he recibido…

El domingo 23 llamé a mi abogada, me dijo que todavía no había podido “hacerme zafar”.

_Yo te llamo en cuanto puedas volver, voy a avisar a tu esposa y por lo tanto a tu familia que estás muy bien y no me digas por dónde andás, me dijo.

Clínica en funcionamiento.

Habíamos decidido que se habilitaran las dos habitaciones del frente, para que las doctoras atendieran, todo hermoso quedó.

Hermosa la terminación de pintura, le habían dado una combinación de colores que quedaron preciosos.

A los muebles, camillas y demás “cosas” que compraron de la clínica anterior, Diego las había rasqueteado y pintado “a nuevo”.

De lunes a miércoles atendía Leonela, jueves a sábado Camila…

Estela y Leticia, con ambos violeta parecían doctoras…

Las doctoras no dejaban todavía sus trabajos, habían concentrado sus horarios en los días en que no estaban en el pueblo…

Se dejó bien aclarado en el pueblo que ésta clínica no tenía nada que ver con la anterior.

Que las dueñas, dos doctoras de la capital venían a poder establecerse  para siempre, se repartieron volantes con la explicación por todos lados.

Además se había establecido un régimen de precios económicos y al cerrar la clínica anterior, se hizo importante la cantidad de consultas, ya había que dar turnos…

Parece que la cosa iba a marchar bien…

En internet encontré a una especie de empresa que se ocupa de conectarte con los sindicatos y obras sociales, hay de todo en internet…

Camila habló con ellos en la capital y empezaron a venir pacientes de las obras sociales y sindicatos…

Hubo que contratar a dos enfermeras y las doctoras Camila y Leonela pidieron licencia en sus trabajos en la capital y empezaron a atender todos los días…

La verdad es que laburaban como negras, de 9 a 19 paraban un rato al mediodía para almorzar…

Se habilitaron las cinco habitaciones…

Débora también pasó a trabajar en la clínica, así que a la mañana veníamos en el auto Camila, Leonela, Diego, Débora y yo.

Seguíamos con Diego haciendo reformas, hicimos una especie de departamentito, cocina comedor, baño y dormitorio, patio tenía un montón.

Teresa se quedaba cuidando al nieto, a veces venía con nosotros, el problema era que tenía que estar todo el día y dentro de una clínica, en donde solo hay enfermos.

A la madre mucho no le gustaba, después arregló de venir día por medio.

A la noche regresábamos los mismos, un laburo de la gran puta…

Sexo con Camila.

El sábado a la tarde Camila me dice…

_Tony quisiera que me llevaras esta noche a cenar y después me hicieras lo que le hiciste a mi hermana el otro día, ella quedó contentísima…

Mirá vos con la doctora…

Y así hicimos, a la noche no regresamos con ellos, nos fuimos a cenar y después al hotel, claro previa pastilla azul de 100, rendí bastante bien, en la mañana del domingo tuvimos sexo anal, después, en taxi, cada uno se fue por su lado, ella al camping yo a “mi casa”…

Ese domingo decidí perdonar a Leticia y a Juana, si bien a Leticia la veía todos los días, no teníamos ya el mismo trato que antes.

Le mencioné a María que los invite a almorzar.

_Dice Oscar si querés que traiga el lechón para hacer a la parrilla, me dijo María…

_Nooo, hacé mejor ravioles María, le dije…

Me miraron y se rieron las dos a carcajadas.

Y volvió la armonía al hogar, Oscar antes de quedar destruido por la bebida nos hizo escuchar un montón de canciones que “la supiéramos todos”, después fuimos a la pileta…

Me saqué el short y me metí desnudo, las mujeres me imitaron y con cuatro mujeres desnudas me recreé la vista únicamente…

Así pasó casi un mes, la clínica funcionaba a todo vapor, habían pagado como una docena de cuotas adelantadas, las doctoras estaban contentísimas, me lo agradecían siempre, con una noche de hotel cada una.

El camping también iba muy bien, Gladys me lo agradecía todas las noches.

Con el pasar de los días, María iba a dormir a la casa de Oscar y Juana, Leticia venía a dormir con Estela, noté que mucho “no cortaba ni pinchaba”, dejé de ir los domingos…

Me metía en la pileta con Gladys en su casa…

Diego y su familia pasaron a vivir en la clínica…

Claudio y Teresa siguen dándole con la cantina…

El sábado 28 de marzo, bien tarde, después de casi 100 días me llamó mi abogada, que volviera que estaba todo arreglado…

Junté todo en mi auto y volví, hicimos un asado de despedida entre la gente que estaba en el camping el sábado a la noche.

A la gente de “mi casa” les mandé un mensaje de despedida, y saqué el chip del celular.

Mi última noche con Gladys fue entre placentera y triste, ella casi se había enamorado de mí, o por lo menos le gustaba la momentánea situación.

Me dio un cheque que cubría todo lo que había gastado, o sea que volví con la misma plata que me fui, deje la heladera, el micro hondas y todas las boludeces que había comprado para el camping…

Salí el domingo bien temprano y al mediodía estaba comiendo contentísimo, abrazado por todos,   unos ravioles con toda mi familia…

Había adelgazado como 15 kilos, “por la malasangre” vio…

Fin.

Si llegaste a leer hasta aquí te agradecería un comentario, bueno o malo, es para seguir aprendiendo.