Fugado 1

Esta es la historia de un hombre septuagenario que le toca vivir una extraña y amarga experiencia. corrupción, huida y camping, vecinas.

FUGADO 1

Corrupción.

Esta es la historia de un hombre septuagenario que le toca vivir una extraña y amarga experiencia…

_Tony, vení urgente a verme que tengo que decirte algo muy importante…

Una abogada muy, pero muy allegada a mí, me citaba, no quiero mencionar más mi relación con ella para no comprometerla…

Cuando nos vimos en su estudio me dijo…

_Tony, una amiga mía que trabaja en el juzgado me dijo que el lunes vienen a arrestarte, por un caso de corrupción en el sindicalismo docente y la cosa parece que es una causa muy importante…

­Me dijo que las mayores autoridades están interesadas en que no escape ninguno, en principio arrestar a todos los que figuran en los listados de autoridades sindicales, que van a hacer de éste caso un ejemplo para ganar puntos en las elecciones….

­­_Ella vió tu nombre y me lo contó, trasgrediendo un montón de normas.

_Te conviene “borrarte” por un tiempo, ya que encima viene el mes de feria, por lo tanto para aclarar el problema te vas a tener que pasar dos meses o más en “cana”…

_Pensá bien lo que vas a hacer, no me cuentes nada, es más, no le cuentes nada a nadie para no comprometerlo, yo te lo digo corriendo el riesgo de perder mi matrícula al no ser todavía tu abogada…

_Pero hace más de treinta años que no estoy en el sindicalismo docente le dije…

_Parece que han seguido con el tema y tu nombre aparece…

_No me cuentes nada por favor, yo cuando venga la citación o lo que aparezca me voy a ocupar, se levantó como diciéndome, se terminó la conversación…

Me fui hecho mierda de su estudio, ahora qué hago?

Era un jueves al mediodía, crucé de su estudio a un bar enfrente y me puse a  tomar un café…

En la mesa, con el café y con mi amada agenda, cada vez que se me ocurría una idea la anotaba…

Las ideas que me salieron fueron que tendría que ir al banco por plata…

Que le iba a decir a mi señora que me iba a pescar…

Lo que no sé es para dónde mierda me iba a ir…

Pensé en un pueblo que pasé hace un tiempo de paseo con mi señora y mi cuñada…

Estuve como dos horas pensando y escribiendo…

Si llegan a ver mi agenda me descubren al instante, tengo que romper las hojas de todo lo anotado para “el escape”…

Fui al banco, retiré todo el dinero que teníamos, en pesos y en dólares, que me llevara todo no quiere decir que me lo gastaría, es que no sabía hasta cuándo andaría vagando…

Pensé en que dejaría mi tarjeta de cobro de sueldo para que retiren mi salario, que si yo lo retiraba al toque me ubicarían…

Empiezo a pensar como “el fugitivo”.

Le mandé un mensaje a mi señora si “me dejaba” ir de pesca hasta el lunes, que unos amigos me invitaron “de raje”, que no los conocés, pero son “buena gente”…

Ya te preparo el bolso, que tengo que ir de los nietos, con amor, me contestó, con muchos corazoncitos…

Cuando llegué a casa, mi señora estaba, como lo había escrito, en lo de los nietos…

Tenía unas horas para “juntar” cosas para mi huida…

Y qué mierda me llevo?...

No sé por qué pero se me ocurrió llevarme una escopeta de repetición que le regalé a mi finado padre hace como 50 años, de cinco cartuchos, los dispara uno atrás del otro, podés “bajar” una manada…

También el revólver, lo tuve que buscar en el ropero arriba de todo…

Mi señora no lo quiere al alcance, teme por los nietos, si vienen “los chorros” yo tendría que pedirles permiso para subirme a una escalera y buscarlo, las balas están en otro lado…

También busqué la carpa, el colchón inflable, la reposera, el disco de arado, la guitarra, las cosas de pescar.

Dejé el celular (le saqué la memoria) y la notebook.

Cargué mi caja de herramientas de mano, la verdad es que no sé para qué me llevaba todo eso, si ni siquiera sabía dónde iría…

Mi señora me armó el bolso con ropa como para una semana, inclusive me puso pantalón de vestir y camisa de salir, zapatos lustrados…

Por si el sábado o el domingo se van a tomar algo a algún lado siempre me dice…

Pensaba, la puta, me voy a ir como mínimo un mes y no les voy a decir nada, tengo que dejarle algo escrito,  así lo hice…

Amor.

Me han avisado que el lunes vienen a arrestarme, me voy hasta que se aclare todo, vos decí que me fui a pescar a San Blas con los amigos…

Es por un acto de corrupción en el sindicato docente, como sabés, yo hace como treinta años que no tengo nada que ver, pero parece que siguieron sin cambiar nada y mi nombre aparece…

No quiero estar preso hasta que todo se aclare, por eso me voy…

No te digo dónde para que no tengas que mentir, aclarale todo a todos, te amo con locura, Tony.

PD: quemá esta carta.

Huida y camping.

A las 3 de la tarde del jueves 12 de diciembre, yo un setentón, con dolores de rodilla, excedido de peso estaba huyendo, llevaba en mi auto un montón de cosas…

Dejé las tarjetas con las claves anotadas en un papel, también pensé que en cuanto dieran la orden de captura para mi auto estaba hasta las pelotas…

Tenía dos o tres días para ver qué hago con ese problema…

El jueves cerca de las 7 de la tarde paré en un camping, grande, como a 300 kilómetros de mi casa, parece que acostumbra a venir mucha gente ya que hay mesas por todos lados…

Me dieron una parcela no lejos de los baños y bastante cerca de la pileta y a como doscientos metros de la laguna…

Tiene parrilla y una mesa de material con bancos, además del enchufe y lámpara, bien prolijo…

Infinidad de árboles, todos bastante altos, tupidos, producen una sombra perfecta para mitigar el calor del sol.

Armé la carpa y la reposera y ahí estaba, sentado en el duro cemento, sólo con mis pensamientos, si tenía que pasarme algún tiempo acá, voy a tener que comprarme algunas cosas…

A la agenda, a anotar lo que me parecía imprescindible, hice un recorrido de cómo sería mi día, desde que me levantaba hasta que me acostaba y escribía y escribía.

Con una lista bastante grande y diferenciada por rubros llegué a la ciudad más cercana del camping, menos mal que los negocios en verano cierran tarde…

Primero fui a un negocio de electrodomésticos grande y compré una heladera chica, de esas bajo mesada, un microondas, una pava eléctrica, un anafe de camping con varias garrafitas, un alargue de 20metros, una zapatilla para cinco enchufes, cubiertos, vajilla, una olla, una sartén, por donde pasaba y veía algo me lo cargaba…

Hasta una alfombra de goma para la entrada de la carpa, para limpiarse los zapatos y así no meter tierra o arena en la carpa, un cubre auto, sábanas y dos frazadas…

Si me agarran “los canas”, no sé qué va ser de todas éstas cosas…

Después a un supermercado, carne, verduras, especies, bebidas, también manoteaba lo que veía y me gustaba, con dos carritos salí del súper, tiré todo dentro del baúl del auto…

Igualmente en el camping había una proveeduría…

Cuando estacioné el auto metí la heladera dentro de la carpa, el microondas arriba de la heladera, terminé de acomodar todo y le puse el cobertor al auto, había caído la noche…

Mi primera noche fuera de casa “escapado”, un sanguche con pan lactal y fiambre, una lata de cerveza fue mi cena, después a tirarse en el colchón inflable, a mirar el techo, es bastante incómodo, claro comparado al colchón de 30 cm., de mi cama matrimonial.

Recorrí con mi mente, todas las luchas sindicales como gremialista docente, los interminables reclamos, siempre solicitando aumento de sueldo y mejoras laborables, las marchas por todos lados, qué época difícil y tan linda a la vez, qué jóvenes que éramos.

Vecinas.

Me desperté bien temprano, apenas estaba saliendo el sol, con la pava eléctrica y un buen jarro preparé café como para seis, y ahí estaba tranquilo, leyendo tirado en la reposera y siempre con mi agenda anotando las boludeces que se me ocurrían, ya había salido el sol, me quedé dormido.

Noté como a unos 10 metros de mi parcela a una señora y a una chica, estaban tratando de armar una carpa, se veía que no podían, me miraron dos o tres veces…

Me levanté de la reposera y me acerqué…

_Hola chicas, parece que tienen problemas para armarla, puedo ayudar?...

_Siii, buenas señor, yo soy Leticia me dijo la chica, yo María la señora que se quedó mirándome un ratito…

_Hola yo soy Antonio pero llámenme Tony…

Y nos pusimos a ver cómo caranchos se arma la dichosa carpa, era de esas estructurales que se le cuelgan los dormitorios, que llevan enchufes de caños por todos lados, estuvimos un rato probando y no la acertábamos…

_Acá están las indicaciones me dice Leticia…

Ahora sí, yo las guiaba, ellas, una de cada lado iban insertando los caños siguiendo mis indicaciones, no tardamos mucho…

Cuando estuvo toda la estructura armada colgué las lonas de los parantes, eran algo pesadas, tenían unos ganchos, así quedó armada la carpa, dos dormitorios y un recibidor…

Lo lindo es que ellas tenían solamente un bolso pequeño como equipaje…

_Chicas las dejo que tengo que ir a cocinarme les dije…

_Nooo, nosotras trajimos un montón de sanguches de fiambre, te invitamos a almorzar para agradecerte tu ayuda, dijo la jovencita…

Insistieron, entonces yo dije que iba a traer unas latas de cerveza…

Estuvimos como dos horas almorzando, me contaron que, María vivía sola, su marido el mismo día que llegaron al pueblo (uno a bastantes kilómetros del camping, pasando la ciudad donde fui a comprar las cosas), la abandonó, ella tiene su casa y vive muy modestamente de una jubilación docente.

Dijo que se había ido del pueblo, de la casa donde vivía con sus padres, con su novio, después marido, cuando tenía 21 años.

Que trabajó como maestra hasta los 50 años, se jubiló, ahora tiene 60 años, no había vuelto casi por 30 años, vino cuando murió su padre, para hacerse cargo de la casa…

Que ni vino para el entierro de su madre, lloraba cuando contaba su vida entera, las cervezas ayudaban…

Leticia tiene 18 años, trabaja en el negocio de sus padres, un almacén de ramos generales que provee a todo el pueblo, que está podrida de “siempre lo mismo”.

Fue a la escuela hasta terminar la primaria, que le ayudó mucho María, sino todavía estaba en sexto ja ja, que no le gusta estudiar, a mí me gusta bailar dijo…

_Bueno yo soy jubilado docente también, separado, ando paseando sin pensar en nada, tengo 70 años y un montón de kilos de más, me duelen las rodillas, así que no me hagan caminar mucho ja ja…

Me propusieron de ir a la pileta, que ellas para eso habían venido, además de disfrutar de la tranquilidad del camping y de escapar de la rutina agobiante…

_Chicas vayan ustedes, yo voy a leer un poco en mi reposera y dormir una siesta, a las 20 vengan a cenar que las invito…

Estaba tirado en mi reposera cuando pasaron como a cinco metros de mí, me hice el dormido, pero las vi bien…

María de aproximadamente 1,60m, culona, tetona, con algo de panza, morocha, llevaba una malla enteriza que se le pegaba al cuerpo, se ve que era de cuando estaba un poco más delgada…

Lo que se diría una señora entradita en carnes (bueno, mirá quien habla)…

Leticia, más o menos de la misma altura que María, flaca, de piernas largas, sin culo, pero con unos pechos importantes, llevaba puesto un biquini verde que la parte de abajo le bailaba pero la de arriba parecía que se les iban a escapar las tetas…

La pileta es bastante grande, debe medir como treinta metros de largo por quince de ancho, tiene una profundidad igual en todos lados de un metro veinte  más o menos, en una esquina hay un recuadro para chicos, con una profundidad de cincuenta centímetros. No hay bañero.

Cuando me desperté eran como las siete de la tarde, empecé a preparar la cena, bifes con verduras al disco, hay mucha hojarasca por el piso, seca que prende enseguida fuego, hice un montoncito y a calentar el disco de hierro…

Llegaron a las 20,30 con dos botellas de vino y postre…

Con unos shorcitos bastante chicos y unas camisas atadas a la cintura, un poco de maquillaje, muy lindas, se los hice saber, ellas agradecieron el piropo

_Mmmm, que rico olor que tiene esto dijo Leticia…

Cenamos con una conversación de lo más variada, noté que María no preguntaba sobre mi vida, me miraba y parecía que quería hacerlo o decir algo pero la veía a Leticia y no decía nada…

Les mostré que tenía una heladera y demás…

_Ja ja, estás equipado para pasar un tiempo, dijo María…

_Siii, me pienso quedar como un mes, así que si quieren venir a visitarme acá estaré, me gustaría mucho seguir conversando con ustedes…

El sábado desayunamos juntos, luego los tres a la pileta, hice los kilómetros de natación correspondientes, ja ja que voy a hacer si con tres vueltas completas estaba fusilado, almorzamos juntos unos sanguches que armó María,  ellas volvieron a la pileta, yo una pequeña siesta y después sí, en la pileta otra vez juntos, mientras jugábamos en el agua hubo algunos toques indebidos, tanto de mí hacia ellas como de ellas a mí ja ja, quedamos en que podríamos salir  a cenar a la ciudad…

En un restaurante con una muy buena parrilla cenamos, una parrillada para dos, con abundantes papas fritas y ensalada mixta, vino tinto y postre. Cena saludable y dietética ja ja, sobre todo para mí que tengo que bajar bastante de peso.

No aceptaron que pagara, llegamos al acuerdo de que cada uno pagase una parte, pero el café lo invitó yo dije.

Al lado del restaurante una cafetería, por supuesto que ni tocamos el auto que estacionamos justo frente a la parrilla.

El domingo al mediodía después de comer unos ravioles les ayudé a desarmar la carpa, es pesada pero tienen un carrito y la llevan tranquilamente, con todo bien acomodado las llevé hasta la ciudad otra vez, para que se tomaran el micro…

Volví a estacionar el auto y cubrirlo…

Tenía la impresión de que no lo iba a usar por un buen tiempo…

El lunes cerca de las diez de la mañana me acerqué a la administración del camping…

Son construcciones todas de troncos, muy bonitas están hechas con buen gusto, hasta las ventanas son de palos.

Tenía que renovar mi estadía, pensé en pagar por una semana más…

Me  atendió otra vez Gladys, una rubia, creo que teñida, de pelo lacio, muy bonita de cuerpo bien proporcionado, era más bien chiquita, muy simpática y parlanchina, me contó que podía alquilar cañas, botas, botes y de todo para ir a pescar a la laguna, que no hacía falta tener un guía, que ella me diría por dónde ir con el bote,  el día que quisiera salir de pesca…

Le conté que tenía una pequeña heladerita y un micro hondas.

_Epa, te pensás quedar a vivir con nosotros?...

_Y mientras no me eches…

_Tranquilo  por cualquier cosa que necesites, vení acá que yo estoy siempre…

_Para lo que quiera pregunté pícaramente…

_No te hagas el vivo, me respondió sonriendo…

Al lado de la oficina de administración estaba la proveeduría, tenía ganas de comer empanadas…

Me encontré con Teresa y Claudio, matrimonio, Teresa una mujer bastante alta, 1,80 como mínimo, grandota, tetona, culona, con bastante kilos de más, pero ágil, rubia casi colorada, parecía una alemana del campo…

En cambio Claudio, chiquito, bastante flaquito, claro comparado con la señora y conmigo, blanquito, de pelo negro con un bigotito muy finito, muy delicado el hombre…

Mientras me freía media docena de empanadas me tomé un porrón de cerveza…

Claudio se sentó a conversar conmigo, trató de averiguar algo sobre mí, le dije que me había separado y estaba queriendo hacer vida de joven, aunque no me daba el cuerpo, que había pagado por una semana, pero me parece que me voy a quedar por más tiempo…

Con las empanadas en la mano me acerqué a la pileta, no había nadie, dejé las chinelas, la camisa y las empanadas y estuve nadando como una hora, se enfriaron las empanadas…

Se me quería salir el corazón del pecho, tengo que venir a practicar todos los días pensé, me impuse la rutina de 11 a 13 y de 17 a 18 horas, vamos a ver si cumplo…

Continuará.