Fuera de la Rutina

El decide mudarse con sus suegros para ayudarlos mientras pasaba la situacion que estaban viviendo.

Fuera de la Rutina

¿Yo me pregunto cuantas veces he quitado el polvo de estos estantes en todos estos años?" Lucia se preguntaba esto mientras robóticamente realizaba la misma rutina semanal desde hace 32 años.

Y es que estos 32 años casada con Juan, no habían sido fáciles, casada desde los 22 años, prácticamente había compartido toda su vida con El, embarazada a la edad de 24, 26 y 27, tuvo tres hijos los cuales ya habían crecido y habían hecho sus vidas, todos casados.

Ahora ella se preguntaba que había hecho toda su vida, aun permanecían en la granja que su esposo había adquirido cuando se casaron, pero ahora que su esposo Juan, quien era ocho años mayor que ella, había tenido un descenso en su salud, ella se preguntaba que harían. Dos infartos lo habían amenazado en los últimos años, combinados con dolores de espalda y hombros, que eran ahora mas frecuentes. Aunque con todo esto tenían una vida tranquila, Lucia podía aún poner su cabeza en la almohada junto a la de su esposo y agradecer por todas las bendiciones.

En otro Lugar muy lejano, una chica de 27 años, hablaba con su esposo, diciéndole que se encontraba preocupada por la salud de su padre, que desde que su madre le había escrito para contarle sobre la situación en que estaban, ella no tenia mucha tranquilidad, y es que como su madre le había escrito, su padre estaba un poco delicado por lo que no podía hacerse cargo de la enorme granja que poseían. Ella le decía a su esposo que sus otros hermanos estaban demasiado comprometidos en sus trabajos para dedicar un tiempo a ayudar a su padre en la granja, su esposo al ver la preocupación le dijo que si ella estaba de acuerdo, El sacaría un permiso en su trabajo he iría ayudarlos, ella estuvo muy contenta y le dijo que eso la haría muy feliz. Así es que mientras ella seguía en su trabajo, El iría a ayudar a sus suegros, seria por unas semanas mientras las cosas salían adelante.

Así fue como Roberto manejo durante muchas horas hasta el pueblo donde Vivian sus suegros.

Lucia pensaba en la ayuda que les brindaría su yerno en la granja, aunque su marido era un hombre muy duro, El debía admitir que la ayuda de su yerno seria muy buena, aunque no se habían tratado mucho por la lejanía en que Vivian, ellos sabían que Roberto era un buen hombre y que hacia muy feliz a su hija.

Cuando Roberto llego a la granja, estaba un poco nervioso, sus suegros lo recibieron muy amablemente, conversaron durante varias horas, hasta que cansado Roberto decidió retirarse a la habitación que habían acondicionado para su nuevo huésped sus suegros. El día siguiente además seria duro, se levantarían temprano, tomarían un café y desayuno y luego saldrían a cuidar los animales y trabajar las grandes hectáreas de terreno.

Así fueron pasando los días, mientras Roberto se acostumbraba a su nueva rutina en casa de sus suegros, le gustaba en realidad aprender a manejar todas las labores de la granja y el trabajo resulto ser mas placentero de lo que imagino, aunque muchas veces extrañaba a su esposa, tan lejos de El, y cuando mas la extrañaba era en aquellos momentos en que el deseo sexual se manifestaba aun a pesar de todo su cansancio.

"Pobrecito Roberto, me imagino que debe extrañar mucho a nuestra hija, hoy mientras comprábamos las cosas en el pueblo, lo pille mientras miraba a una de las chicas de la tienda", Dijo Lucia a su esposo, una noche mientras permanecían en la cama, antes de dormir.

"Si debe ser duro estar lejos de su esposa, mas que es un hombre adulto, con muchas necesidades" Dijo Juan

"Quizás podamos lograr que nuestra hija venga unos días," agrego Lucia

"No creo, recuerda que por sus labores en la oficina, es casi imposible" le respondió Juan.

Mientras decía esto empezaba a quedarse dormido, y su mujer guardaba silencio mientras también empezaba a descansar.

Lo que sus suegros habían hablado sobre la necesidades de Roberto, no era nada comparado con lo que El sentía, porque dos puertas más allá en el pasillo, Roberto se encontraba desnudo sobre su cama, con el ventilador a su lado.

Sus instintos sexuales estaban al máximo, El agarraba su verga completamente erecta en su mano, mientras daba vuelta en la cama, tratando de dormir, sabia que la única manera de desahogarse ahí seria masturbándose, no estaba su mujer para satisfacerlo, por lo que cerrando sus ojos acaricio su verga, recordó entonces a la chica que había visto esa mañana mientras fue a hacer las compras con su suegra, su verga se puso mas dura al recordar a aquella chica, pero también recordó la mirada de su suegra cuando lo había pillado mirando a la chica, El había sentido una tensión diferente mientras regresaban a la granja por parte de su suegra, ella estaba nerviosa, acariciando su verga mas rápido puso esa imagen de nuevo en su cabeza, sintió como un espeso y potente chorro de semen salía disparado de su verga hacia sus muslos, la ingle y el vientre.

"Ahhh que bueno, esto es lo que necesita para relajarme" se decía mientras empezaba a relajarse para dormir.

Así fueron pasando los días. Una noche mientras Lucia luchaba contra el insomnio escuchando a su esposo roncar, ella pensó

"Hay una carga de ropa sucia abajo, quizás pueda lavar un poco mientras me da sueño, así adelantare algo para mañana"

Así que estirando su cuerpo fuera de la cama, salio en bata silenciosamente de su dormitorio, bajo la escalera del sótano, y así se dispuso a encender la lavadora y cargarla con la ropa, el zumbido de esta la tranquilizaba un poco, no sabia porque no podía dormir.

Un pequeño ruido la saco de sus pensamientos, " Debe ser Roberto, es probable que fuera al baño", pensó, mientras escuchaba la puerta del baño cerrarse, subiendo la escalera se paro en la oscuridad en un rincón de la cocina esperando comprobar si en realidad era su yerno el que estaba en el baño, un instante después la imagen que miro desde su rincón la hizo poner todos los pelos de punta, del baño, surgía su yerno Roberto, pero estaba completamente desnudo, ella pudo mirarlo un instante mientras este cruzaba de nuevo el pasillo rumbo a su habitación.

La cara de Lucia ardió como si ella hubiera sido bofeteada, y quedo un momento inmóvil tratando de convencerse de que no había visto lo que ella pensaba.

"El estaba desnudo, no llevaba ninguna ropa encima, estaba desnudo" pensó para si misma.

"El se ha quejado algunas veces de cuan caliente es este lugar" recordó. "Además es tarde, El debió pensar que Juan y yo estábamos dormidos" agrego.

Retrocedió al sótano donde ahora con la lavadora silenciosa, sintió como su cuerpo ardía quizás de vergüenza, había visto desnudo a su yerno.

Y es que en ese momento su cabeza estaba mezclada, recordó todos sus años con su marido, el amor que ella sentía por el había crecido con el tiempo, pero también había una cosa que había ido disminuyendo y era la pasión, con todo el trabajo, los hijos y ahora la enfermedad de su marido habían ayudado a aquello.

"Pero que estoy pensando" Lucia trato de calmarse mientras sentía como si tuviera una llama en la cara, mientras todos los instintos reprimidos por mucho tiempo se encendían en su interior.

Lucia no podía negar que haber visto a su joven yerno desnudo provoco un calor muy fuerte en su cuerpo.

Una sacudida eléctrica atravesó su sistema cuando sus manos tocaron los pezones que se encontraban erguidos contra su bata, así que quitándolas inmediatamente, subió en silencio a su habitación, una vez dentro ella miro a su marido dormido, se sentía como una vieja tigresa hambrienta por un pedazo de carne.

"Oh que vergüenza, pero lo necesito tanto en este momento", se dijo mientras se acercaba lentamente a la orilla de la cama.

Había pasado mucho tiempo desde que ella, había sentido deseos sexuales, parándose al lado de la cama, ella sentía como sus muslos ardían.

"Acuéstate y duerme, El tiene que levantarse temprano" Trataba de decirse a si misma siendo racional. "NO no yo lo necesito ahora en mi" recapacito.

Así que estirando su mano, los dedos de Lucia avanzaron lentamente hacia abajo hasta que acariaran el frente de la ropa interior de su marido.

"Ahí esta, esto es lo que necesito", decía mientras bajaba el calzoncillo y tocaba los genitales de su marido.

Girando un poco en la cama, Juan siguió dormido, mientras su esposa seguía acariando su verga. De pronto despertó sintiendo la caricia de su mujer sobre su pene.

"Que es lo que usted hace?" Pregunto Juan.

"Usted sabe lo que el doctor dijo, acerca del sexo…, acerca de ahhh..", El trato de razonar aunque era difícil sintiendo las caricias de su mujer. Cuando la verga de Juan estuvo completamente erecta, Lucia se coloco sobre El mientras le decía

"No se preocupe amor, yo haré todo el trabajo"

"Ahhhh " gimieron los dos cuando la verga de Juan entro hasta el fondo de la vagina de su mujer.

"Ohhh Si Si", ella gemía mientras su esposo se estremecía abajo. La cama empezó a crujir con sus movimientos.

"Guarde silencio amor, porque talvez nuestro yerno podría oírnos" agrego Juan.

"Ahhh es muy tarde para eso," y mientras decía esto a su mente venia de nuevo la imagen de lo que había visto en la cocina.

Sujetando una almohada, Lucia la mordió mientras reprimía sus gemidos de placer, estaba disfrutando aquella sesión de sexo.

"Ohh Sii, no aguanto mas", gimió Juan. "Lucia por favor" replico pero era demasiado tarde, sentía como su cuerpo expulsaba todo su semen.

"NOoooo nooo, aun no" Lucia suplico, aun no estaba completamente satisfecha, pero era tarde, la erección de su marido empezó a descender, entonces retirándose se acostó a un lado de la cama.

Ahí estaba ella, su vagina aun ardía, se sentía insatisfecha y culpable, ella había tomado desprevenido a su marido, y El no había resistido mucho, cerrando los ojos trato de dormir, pensando que en la mañana no recordaría lo que acababa de pasar.

Mientras tanto en la puerta de su dormitorio, Roberto miraba fijamente hacia la habitación de sus suegros, su verga estaba completamente dura, había sido despertado por los gemidos provenientes de la habitación de ellos, lo ultimo que había escuchado era un gemido por parte de su suegro, una triste y ahogada negación por parte de su suegra y luego un largo silencio.

Dos semanas después

Una tarde mientras Lucia lavaba los platos miro hacia fuera por la ventana de la cocina, ella se sobresalto cuando vio a Roberto correr hacia el granero, inmediatamente ella presintió lo peor, así que corriendo lo mas que podía para su edad, fue al granero, su presentimiento se confirmo cuando vio a su esposo sobre el piso y su yerno arrodillado a su lado. Los ojos de su esposo estaban abiertos, pero expresaban un gran dolor.

"Juan que paso, estas bien?" Lucia pregunto, acercándose a su marido.

"Lo escuche gritar, así que vine corriendo, creo que es su espalda" dijo Roberto su yerno

"Si es mi espalda, otra vez!" agrego Juan mientras su esposa y su yerno trataban de levantarlo.

"Puedo levantarme" – "usted no puede hacerlo, estése quieto Juan" Dijo Lucia.

"No se preocupe Roberto, El esta bien, lo que necesita es descanso," Rió Lucia tranquila de que su esposo no estaba tan grave como pensó.

Levantándolo entre los dos, lo llevaron a la casa, Juan estaba un poco apenado de que su yerno y su esposa lo vieran en aquel momento de debilidad.

"Vamos a llevarte al medico" agrego Lucia.

"No, no nada de eso, estoy bien, lo que necesito es una pastilla y un poco de descanso." Dijo Juan

Una vez dentro de la casa, Roberto dejo a su suegro en su habitación, mientras su suegra iba por las píldoras, hielo y una almohadilla caliente para atender a su esposo.

Un día de descanso, se convirtió en tres para Juan, aunque rehusó ver al doctor, si sabia que tenia que descansar, desde el punto de vista del trabajo en la granja, Roberto se había hecho cargo de todo, el principal problema de Lucia era tratar de mantener la cordura, tratando de atender a su esposo y atender las labores de la casa.

Ella sabia muy en el fondo cuanto dañaba la virilidad y moral de su esposo, saber que no podía ocuparse de las labores de la granja, El debía saber que su salud estaba en un descenso constante.

Mas que nunca Lucia agradecía a su yerno que estuviera ayudándolos.

El tercer día al anochecer Juan pensó que estaba un poco mejor y que seria bueno tomar un baño, Lucia decidió que ella lo ayudaría, esperaría a que Roberto se acostara y luego lo metería en la tina con agua tibia y sales relajantes.

"¿Se acostaría ya Roberto?" Pregunto Juan

"Si, pienso que si" Lucia respondió

Juan se paro y camino hasta la tina sin dificultad, y se metió en esta por cerca de 20 minutos, relajándose, desgraciadamente cuando se iba a levantar de la tina su espalda se puso tiesa, causándole un dolor insoportable, que lo hizo desplomarse de nuevo dentro del agua.

"Ahhhhhhhhhuuuu" resonó su quejido por todo el cuarto.

"Oh Dios que voy a hacer ahora, Juan puede usted levantarse?" pregunto Lucia

"No.. yo pienso que no.." admitió Juan después de una larga pausa, sus palabras sonaban tristes y a derrota.

Durante los siguientes 10 minutos Lucia hizo varios intentos de levantar a su marido, pero era demasiado pesado, sabia que ella no podría sola.

Así que meditándolo unos minutos, ella se dispuso a salir del cuarto.

"A donde va?" pregunto Juan

"Voy por Roberto, para que nos ayude" dijo Lucia

"NO.. no haga eso" Juan quiso implorarle a su esposa, pero muy en el fondo El sabia que la única alternativa.

Tras escuchar como tocaban a su puerta, Roberto salto de la cama, colocándose un bóxer un poco ajustado y abrió la puerta

"Esta todo bien?" pregunto inmediatamente a su suegra. Era la primera vez que su suegra llamaba a su puerta en la noche desde que se había venido a vivir con ellos.

"Es Juan otra vez, esto sonara estupido, pero trataba de darse un baño y debe de haberse lastimado la espalda en la tina, por lo que ahora no puede salir solo de ella", La voz de Lucia temblaba de desconcierto.

"Yo le daré una mano" Agrego Roberto mientras se dirigía al cuarto de baño.

Vestido únicamente con un bóxer, sintió desconcierto cuando vio desde la puerta del baño, la cara de pena de su suegro en la tina, quien estaba desnudo dentro de esta aceptando su propia impotencia física, no le había quedado otra opción que sentarse y esperar por ayuda.

"Quizás si usted lo levanta de un brazo y yo del otro, podamos sacarlo mejor", dijo Lucia

"Déme un minuto tratare de hacerlo solo" Dijo Roberto mientras avanzaba y trataba de levantar a su suegro, no haciendo contacto visual con EL, pues sabia la pena que debía sentir. Intentando levantarlo vio que la situación era incomoda, el cuerpo mojado de su suegro, lo hacia muy resbaladizo, lo incomodo de la tina ayudaba.

Volteándose hacia su suegra para sugerirle como sacar a su marido, noto la mirada de ella en su cuerpo, una corriente eléctrica corrió por su cuerpo, miro como Lucia bajo la mirada, de pronto empezó a sentir un deseo extraño, el ardor de aquella mirada era el mismo que lo había excitado una vez, cuando lo pillo mirando a la chica de la tienda, y ahora estaba ahí ella, parada frente a El, impotente, mirando a su esposo aun mas débil dentro de la tina.

Roberto mantuvo la vista fija en el cuerpo de aquella mujer, su suegra, como recorriéndola con un rayo láser, tratando de descubrir sus pensamientos mas profundos. De pronto Juan se percato de la fascinación con que su joven yerno miraba a su esposa, en un momento recordó todos aquellos intentos fallidos de tener sexo con ella, todas las veces que ella lo había buscado y El por su salud no había podido satisfacerla, y ahora estaba ahí sin poder hacer nada, mientras miraba la protuberancia inconfundible en el frente del bóxer de su yerno.

Pero tratando de calmar su excitación, Roberto miro de nuevo hacia su suegro sentado en la tina, sus ojos parecían decirle "Prueba a sacarme una vez más por favor"

Pero sus pelotas hormigueaban mientras sentía como su verga seguía endureciendo.

Entonces girando hacia su suegra de nuevo, El estaba frente a ella, su erección señalaba directamente hacia ella, camino un paso mas hacia ella, estirando su mano hasta ponerla en su espalda, la bajo hasta tocar su nalga, el aire que estaba en los pulmones de Lucia fue expulsado al sentir la mano de su yerno tocando sus nalgas, ella era impotente mientras sentía como Roberto la atraía hacia El, hasta sentir el duro pene de su yerno apretado contra su vientre.

El empezó a acariciar con ambas manos las gordas nalgas de su suegra, deslizándolas hasta su cintura, marcando el camino hacia el frente de su camisón, poniendo su mano sobre el seno derecho de su suegra, Roberto sentía las oleadas de deseo invadir su cuerpo mientras seguía acariciando a su suegra.

Apretando los ricos senos de su suegra, Roberto miro rápidamente por el espejo como su suegro estaba aun sentado en la tina, mirando impotente por no poder nada con lo que miraba.

Tomando una de las manos de Lucia, El mismo la dirigió hacia el frente de su bóxer, poniéndola directamente contra la dura erección que tenía.

"Ahí Dios" Lucia jadeo débilmente, mientras El mismo hacia que con su mano tocara su dura verga a través del bóxer.

"Ahora tóquela usted sola señora" dijo mientras soltaba la mano de su suegra, para su satisfacción la mano de ella seguía sobre su erección, acariciándola suavemente.

Rápidamente Roberto quito los botones del camisón de su suegra, liberando sus grandes y redondos senos, aun muy ricos para una mujer de su edad.

"OH si, estas son las tetas mas grandes que he visto" dijo Roberto a su suegra ignorando completamente la presencia de su suegro en la habitación.

"Quiero ver su raja también" agrego

Inclinando su cabeza , su boca empezó a chupar y besar aquellas enormes tetas de su suegra, mientras sus manos desabotonaron la parte baja de la bata, Roberto metió una mano en la región pubica de su suegra, una mata gruesa de bello pubico estaba en su mano, mientras empezó a acariciarla.

"Esto es lo que realmente necesita, verdad señora?"

Tomando un pezón en cada mano, Roberto empezo a acariciar de nuevo las tetas de su suegra.

"Ahora pongase de Rodillas suegra.. en este momento!" Roberto dijo suavemente a Lucia.

El la tomo por los hombros y lentamente la empezó a bajar, hasta que ella estuvo de rodillas, su cara frente a la protuberancia en su bóxer.

"Esta es su oportunidad suegra, de satisfacerse con un hombre joven y viril, saque mi verga del bóxer y haga lo que quiera con ella"

Los dedos de Lucia temblaban mientras bajaban la banda elástica de los bóxer de su yerno, Roberto miro como su suegra bajo completamente su bóxer dejando en libertad su enorme y gruesa verga frente a ella.

"Ahora chupela suegra," Roberto dijo mientras veía como su suegra acerca su cara mas a su verga.

Roberto lanzo una mirada malévola mientras veía la cara de admiración de su suegro, mirando como El incitaba a su suegra a que se inclinara y le mamara la verga.

Recostándose al lavado, al lado de la tina, Roberto miro a su suegra y luego a su suegro mientras El apuntaba su verga hacia los labios de su suegra.

"OHHH si, que delicia" gimió Roberto, sonriendo malvadamente mientras miraba a su suegro, quien para su asombro, había bajado una mano dentro de la tina, bajo el agua, como acariciando su verga. Seria que su suegro se excitaba que se cogiera su esposa frente a El.

"Abra la boca y chupe toda mi verga suegra" Roberto insto a Lucia, dándose cuenta de que El tenia todo el control de la situación.

El miraba como su suegra quería devorar su verga, la metía y sacaba de su boca, mientras su lengua y labios la recorrían entera.

Después de disfrutar varios minutos de la rica mamada que le daba su suegra Roberto le hablo " levántese!"

Inclinandose hacia delante Roberto chupo sus tetas, luego bajo y beso lujuriosamente su cintura y vientre.

El bajo y su boca quedo frente a la rica y gruesa raja de su suegra, acercando su boca, El empezó a chupar su raja, pasando su lengua sobre ella, abriéndose camino en su interior, ahh que delicia era aquella vieja mujer que tenia frente a El, ella empezó a gemir sintiendo como sus rodillas empezaban a ceder, así que acostándose sobre el suelo, sintió como su yerno se colocaba sobre ella.

"Esta usted preparada para lo que le espera suegra" pregunto en forma lujuriosa Roberto

"Pues aquí viene" Gimió Roberto mientras deslizaba toda su gruesa y larga verga dentro de su ardiente y lubricada raja, Lucia se estremeció en el piso al sentir como la enorme verga de su yerno penetraba por completo en su interior.

Si una mamada era fabulosa, sentir su verga dentro de la apretada y húmeda vagina de su suegra, era lo máximo, además era muy excitante aquella raja pertenecía a una mujer mucho mayor, su suegra, y su marido impotente estaba presenciando como se la cogia, con todos estos pensamientos Roberto se cogia aún mas fuerte a su suegra.

"Ahhhhh AHHHH" ella gemía con cada empuje que Roberto daba en lo mas profundo de su ser.

Roberto empezó a sentir como su suegra empezó a tener un fuerte orgasmo, empezó a retorcerse bajo El, " OHhh así, cojame ahhh" gemía su suegra.

"Ohhh si si ahhh" me estoy viniendo gimio ella mientras lloraba de placer, el sintió como su raja se lubricaba con todos los líquidos que ella estaba segregando.

El estaba también muy excitado a punto de terminar, levantando su mirada hacia la tina, el comprobó que su pensamiento inicial era real, varios hilos blancos lechosos flotaban sobre el agua de la tina encima del vientre de su suegro.

"Hijo de puta, se excita viendo como su yerno se coge a su mujer" pensó Roberto.

"Levántese y meta mi verga en su boca" Dijo Roberto a su suegra

Levantándose ambos Roberto puso su verga frente a la cara de su suegra, sus pelotas llenas de semen se columpiaban directamente frente a su boca.

"Abra su boca completamente" mientras El decía esto, su suegra ponía sus labios de nuevo alrededor de la verga súper excitada de su yerno.

El empezó a cogerse literalmente la boca de su suegra, frente a su impotente esposo, Roberto gozaba en la forma en que su suegra mamaba su verga mientras sus pelotas golpeaban la barbilla de ella.

Sintiendo como todo el semen contenido en sus bolas salía disparado por su verga Roberto metió aun mas profundo dentro de la boca de su suegra su pene

"Ahhhh Si ohhhh si AHHH " gimió mientras una onda eléctrica recorría su cuerpo y su semen salía disparado contra la garganta de su suegra.

"Rica rica ahhh si ahhhh!" gemía mientras sus peludas bolas chocaban contra el mentón de su suegra, y el semen empezó a salir por los costados de los labios de su suegra.

Sacando su verga de la boca de su suegra, miro como esta chupaba su verga hasta ir dejándola completamente limpia, girando hacia su suegro, miro como este con cara de resignación y culpa veía como su fiel y devota mujer mamaba aun con muchas ansias la joven verga que le había dado tanto placer, mirándolo a los ojos directamente empezó a hablar.

"Tranquilo suegro, recuerde que estoy aquí para hacerme cargo de todas las labores que usted no pueda cumplir, así que solamente lo realizo una mas…"

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