Fuera de Juego (2)

Borja intenta averiguar quien es el amante del entrenador, pero acabará disfrutando como nunca en el vestuario junto a uno de sus compañeros. Sexo, adolescentes y fútbol.

Fuera de Juego

Capitulo 2: Daniel: ¿El amante del entrenador?

Un vaquero azul claro, un polo blanco (el mejor que tenía) y unas zapatillas Nike a juego con el polo. Esa sería la vestimenta de Borja para enfrentarse a su segundo día de clase. No era una tarea sencilla la que tenía entre manos, sabía que sería difícil volver a sentir la piel de Alex entre sus dedos. Pero la resignación no estaba en su vocabulario así que, ataviado con con aquel modelito, Borja salió camino del instituto.

No podía dejar de pensar en el encuentro que tuvo con Alex ni tampoco en lo que sucedió después. Se preguntaba quién era aquel chico que se estaba enrollando con el entrenador del equipo, sentía la necesidad de investigarlo pero no sabía por donde empezar.

Al llegar a clase se encontró con Mario, que por cierto cada vez le caía mejor. Para su sorpresa Mario llevaba la misma ropa del día anterior, cosa que no le extrañó sabiendo lo descuidado que la había parecido en su primer encuentro. Aún así aquel chico eufórico de ojos marrones seguía desprendiendo un encanto natural que no pasaba desapercibido para Borja.

  • ¿Qué tal tu primer día en el equipo de fútbol? -preguntó Mario con fingida curiosidad.

  • Bien, es decir, aún estoy en practicas o algo así. Espero que me cojan. -Borja no confiaba lo suficiente en Mario como para contarle lo que había pasado en las duchas y mucho menos lo del entrenador Julio y su amante adolescente.

  • ¡Ya verás como te cojen! Esa beca será tuya -lo animó Mario- Sólo ten mucho cuidado.

  • ¿Cuidado? -repitió Borja exaltado.

  • Sí, el equipo de fútbol está lleno de adolescentes frívolos y vacíos que solo piensan en sí mismos. Ten cuidado con ellos. En especial con Alex -Borja se sobresaltó- Yo estaba en el equipo de fútbol hasta que él se cabreó conmigo, si quiere puede hacerte la vida imposible.

No daba crédito a lo que escuchaba. Alex, su chico perfecto, era un déspota y no solo eso, había echado a Mario del equipo de fútbol. Ya sabía que Alex se creía Rey del instituto, pero de ahí a conseguir que echaran a Mario del equipo había mucha tierra de por medio. Borja le agradeció aquella información y siguió meditando en silencio.

La tarde cayó y el segundo entrenamiento llegó con ella. Borja observaba la forma en que Alex se comportaba con los demás y tuvo que reconocer que Mario tenía razón, Alex se creía la ultima Coca Cola del desierto, pero motivos no le faltaban. Los demás lo adulaban, quizá por respeto o miedo. Solo Daniel parecía ser inmune a la personalidad magnética del capitán. Tras unos minutos de espera el entrenador Julio se dirigió a los alumnos, llevaba un pantalón corto de color blanco marcando su prominente paquete, cosa que hizo subir varios grados la temperatura de Borja.

  • A ver, aspirantes. De ahora en adelante estaréis divididos en equipos de 5 personas capitaneados por los mejores jugadores del equipo original. Ellos elegirán a uno de cada equipo, es decir, lucharéis entre vosotros por ser elegidos. Alex, Daniel, Mark y Luis serán los lideres de los equipos.

A continuación los capitanes se repartieron a los aspirantes y, por suerte o por desgracia, Borja acabó en el equipo de Alex. Su sueño estaba en manos del chico perfecto.

  • Al parecer tendré que elegir a uno de vosotros -dijo Alex- así que he decidido no malgastar mi tiempo aprendiendo los nombres de todos vosotros. Tú serás "Uno", tú "Dos", tú "Tres", tú "Cuatro" y tú -dijo señalando a Borja- tú serás "El chico de los masajes". Ya sabes por qué -dijo entre risas.

Borja no sabía si su apodo le molestaba o por el contrario era un privilegio que aquel Dios de carne y hueso le concedía. El entrenamiento fue más duro que el anterior, todos se esforzaban al máximo para conseguir su objetivo y Borja no iba a ser menos. Tenía dos motivaciones principales: conseguir una beca para estudiar medicina e impresionar a Alex. Tanto fue su esfuerzo que en una carrera tras el balón Borja sintió como sus piernas le abandonaban y caía al suelo. Yacía inerte cuando escuchó la voz de Alex.

  • ¿Qué pasa? -dijo- ¿No eres capaz de seguirnos el ritmo?

Inmediatamente después el entrenador Julio llegó y echó un vistazo rápido a la pierna del muchacho. Aquel Top Model treintañero lo tranquilizó diciéndole que sólo tenía los músculos cargados y que no había ningún tipo de rotura.

  • Te llevaré a mi oficina para ponerte un poco de hielo -añadió Julio.

  • No -lo interrumpió Alex- El chico de los masajes está en mi equipo, yo decido qué hacer con él.

Borja se dio cuenta de que Alex intentaba apartarlo de las manos del entrenador. Era como si no soportase la idea de verlos a los dos solos en la oficina de este. Al final, y por mandato de Alex, Borja tuvo que pasar el resto del entrenamiento sentado en el banquillo con una bolsa de hielo en las piernas.

Desde su posición Borja tenía una vista privilegiada del campo. Podía ver a aquellos adolescentes atléticos mover sus cuerpos semidesnudos en busca del balón. Posó su mirada en Daniel, el segundo capitán del equipo. Era un chico rubio de ojos azules, tenía un buen culo pensó Borja. Por alguna extraña razón era el único que podía llegar a desafiar la autoridad de Alex sobre la manada. Daniel pasaba totalmente del entrenamiento y se limitaba a juguetear de aquí para allá tocándole el culo a sus compañeros e incluso al entrenador.

Entonces Borja lo comprendió. La complicidad de Daniel con el entrenador, el peso que tenía dentro del equipo, su actitud altanera y arrogante, y sobre todo su buen culo, lo convertían en el amante perfecto para el entrenador. Borja observaba como se comportaba Daniel en su presencia y cada vez lo tenía más claro.

El punto álgido de aquella sesión espiratoria llegó cuando los chicos se disponían a estirar de dos en dos. Daniel se colocó con el entrenador y empezaron a "estirar" sus extremidades en posiciones diversas y muy sugerentes, tanto que Borja no pudo evitar ponerse palote. El entrenador levantaba las piernas de Daniel mientras dejaba caer lentamente su cuerpo sobre ellas, a su vez Daniel soltaba ligeros gemidos que hacían que el entrenador sonriera. El magnifico culo del segundo capitán del equipo rozaba el paquete del entrenador para disfrute de ambos y del espía improvisado que los observaba. Parecía el principio de una peli porno.

Estaba claro lo que pasaba, ahora solo faltaba confirmar esa teoría.

--Al día siguiente--

Tras el entrenamiento, que había acabado con alguna que otra burla de Alex hacía sus compañeros, Borja se las arregló para entrar el primero al vestuario. Sabía que la única forma de saber si Daniel era el amante del entrenador era mirando su prominente y apetecible culo. De encontrar una marca en forma de nube en la nalga derecha de Daniel, sabría que este es el folla-alumno del profe.

Los adolescentes se sucedían uno tras otro dentro de las duchas, pero Daniel no llegaba. Borja aprovechó para captar imágenes de aquellos cuerpos desnudos para futuras pajas. La verdad es que los chicos no estaban nada mal. Borja estuvo a punto de tirar la toalla en varias ocasiones, pero las ganas de saber más lo empujaban a seguir allí. Tras casi una hora de espera Daniel entró en el vestuario.

  • ¿Aún aquí? -dijo Daniel.

  • Sí, hasta ahora no he podido ducharme -contestó Borja sabiendo que esa excusa ya le había funcionado en el pasado.

  • Pues yo me voy a dar un duchazo, ¿te vienes?

Borja asintió con la cabeza y se desnudó lentamente. A continuación Daniel hizo lo mismo. Primero se quitó las botas de fútbol, los calcetines y la camiseta del Barça que llevaba. Dejo al descubierto unos pectorales formidables de gran tamaño que conducían directamente a una tableta de chocolate formada por los músculos ceñidos del torso de aquel joven. Borja no pudo apartar la vista de aquel torso imponente y majestuoso, intentado contener sus ganas de lanzarse a por él.

A continuación Daniel se bajó los pantalones, llevaba un bóxer de color rojo muy ajustado que encerraba lo que se insinuaba como una polla normalita: ni muy grande, ni muy pequeña. Daniel tenía un cuerpazo. Destacaban unas piernas largas, fornidas y bien formadas. Ambas formaban un arco entre sí que haría babear incluso al mejor de los heteros.

Borja esperaba impaciente a que aquel chico se desnudara por completo para así poder comprobar su teoría. Daniel se percató de que Borja lo observaba y le lanzó una indirecta:

  • Eh... ¿me puedo quitar los calzoncillos a vas a seguir mirándome así todo el rato?

Borja apartó rapidamente la mirada dándose la vuelta. Estaba muy nervioso por lo que ocurría, empezaba a pensar que había tenido una mala idea. De pronto Borja sintió como unas manos desconocidas lo agarraban por la cintura, trató de soltarse pero aquellas manos eran más fuertes que él. El chico desconocido lo apretó contra su cuerpo y Borja puedo sentir como su polla rozaba violentamente su culo. Entonces escuchó su voz:

  • ¿Por qué te resistes? -dijo.

Reconocía esa voz, era la de Daniel. Era él quien lo sujetaba.

  • ¡Déjame en paz de una puta vez! -gritó Borja

  • No te hagas el estrecho, vi como me mirabas durante el entrenamiento y mientras me quitaba la ropa. ¿Vas a decirme que no te gusto?

¡Era la ocasión perfecta! Si Borja se dejaba llevar por ese juego sexual podría comprobar si él era el amante del entrenador o no. Tendría que sacrificar su dignidad si quería conocer el ansiado secreto, la pegunta era: ¿estaría dispuesto Borja a sacrificarse con tal de comprobar su teoría?

Daniel empezó a mordisquear las orejas de Borja. Pequeñas descargas de placer sacudieron el cuerpo de aquel adolescente al sentir como su compañero magreaba su oreja. Los mordiscos eran lentos, indoloros y con un sabor a prohibido que los hacía doblemente excitantes. A su vez Daniel empezaba a frotar su miembro erecto sobre el culo de Borja. Poco a poco la escena se hacía más interesante: Borja dejó de resistirse y se entregó a aquel chico rubio.

Daniel siguió magreando sus orejas mientras una de sus manos se deslizó hasta el trabuco de Borja. Estaba erecto y habían gotas de fluido pre-seminal, cosa que demostraba que Borja también estaba disfrutando. Empezó a masajear la polla del chico mientras seguía frotando la suya contra el culo de su vicioso compañero. Borja dejaba escapar pequeños gritos de placer al sentir el contacto de aquel nabo erecto sobre su culo. La polla se deslizaba entre las nalgas de Borja mientras Daniel empezaba a a chuparle el cuello.

Borja quiso ayudar al segundo capitan del equipo y para ello se colocó en un posición tal que Daniel pudiese rozar su culo sin problemas. La polla de Daniel era bastante gorda aunque no muy grande, justo como a Borja le gustaban. Podía sentir los cojones de su compañero chocar una y otra vez contra sus nalgas aún sin penetrarle. Las tenía peludas y calientes. Una delicia.

Aún de espaldas, Borja se las arregló para llevar sus labios hasta los de Daniel. Había probado lenguas prodigiosas, pero la de Daniel era sin duda la más agresiva de todas. Daniel aumentó la velocidad con la que masturbaba a Borja hasta que entre jadeos este empezó a expulsar grandes chorros de semen que se esparcieron por el suelo del vestuario. A continuación Daniel llevó su mano hasta su polla y empezó a masturbarse sobre el culo de Borja. Tras varios minutos pajeándose Daniel inundó el culo de su compañero con su leche viscosa y blanca.

  • ¿Te gustó? -dijo Daniel.

  • Sí  -contestó Borja entre jadeos.

  • Si dices una palabra de esto te rompo la cara -sentenció Daniel a la vez que le daba una palmada en el culo- No soy maricón, pero de vez en cuando me gusta jugar con los novatos que llegan al equipo. Tú y yo lo pasaremos muy bien juntos.

A continuación el chico de ojos azules se apartó del culo de Borja y se dirigió hacia las duchas. Borja se incorporó en busca de su premio: una mirada al culo de Daniel y sabría si era el amante del entrenador o no. Borja observó la nalga derecha de Daniel en busca de la marca y, para su sorpresa, allí no había nada. ¡Todo había sido en vano! Había caído en las garras de aquel vicioso para nada.

Consiente de su fracaso, Borja se preguntaba aún con más fuerzas quien era el amante del entrenador. Había sido un primer intento infructuoso pero por lo menos había disfrutado. Alex, Daniel y el chico misterioso. Los problemas aumentaban sin parar. Con paso firme se internó en una de las duchas y dejo que aquellos chorros de agua se llevaran sus preocupaciones  .

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Muchas gracias por leer amigos! Y gracias por vuestras opiniones sobre la primera parte de este relato.  En este capitulo conocimos mas en profundidad a Daniel, buff!! Lo que me gusta este chico xD Además Borja es el primer personaje que creo que no es un mojigato y que disfruta con lo que le pasa. En el proximo capitulo concoeremos a Marc y Lucas y su forma de darle la bienvenida a los aspirantes del equipo. No os lo podeis perder!

Como siempre pueden valorar el relato y dejarme vuestros comentarios :)

--Lollipop16--