Fuera de clase (8)

...

Seguía acariciándome, pero poco a poco iba disminuyendo la intensidad, la velocidad, hasta que paró totalmente, estaba dormida, estaba totalmente agotada, no me podía creer que faltara tan poquitas horas para que acabara esto, le dije bien claro que cada vez que quisiera que viniera pero no dejaba de ser menor, me daba igual, jamás me arrepentiría de lo que hice, de lo que hicimos.

Me levanté despacio, no quería despertarla aunque la verdad, parecía imposible, le di un leve beso en la mejilla y cerré la puerta, me monté en la parte delantera y arranqué el coche puse la radio muy bajita, de manera que se escuchaba la música y la voz del cantante era un murmullo, volví al lunes, ¿qué haríamos? Creo que lo mejor sería disimular, antes de dejarla en casa se lo diría, esta sería una demostración de cómo sería nuestra vida hasta que pudieran cambiar las cosas.

Llegué casi a su casa, paré en una esquina y la llamé:

¡Irene!... Irene despierta que ya estamos en tu casa.- intenté hacerlo con dulzura, tal vez porque así me costaría más despertarla y la podría mirar más tiempo.- Irene, son las 11:30… venga mujer

Ya, ya… dame 5 minutos- volvía a ser aquella niña, lo dijo de una manera muy dulce, me fui al asiento de atrás, la puse bocarriba y comencé a besarla- ¿ves tú? Así si que me gusta despertar jajaja.

Venga Irene, que tenemos que hablar de un asuntillo que nos incluye a ambas.

¿qué te pasa Carmen?- de repente despertó, y se despejó.

No es nada grave, bueno, es que no se que vamos a hacer mañana, he pensado que podríamos disimular, y por las tardes podrás venir a casa cuando lo necesites, pero en el instituto debemos mantener la relación que teníamos, ¿de cuerdo?

Me parece justo, aunque así estaré muchas tardes por tu casa, y cuando vayan tus amigas será un problema.- no fue de su agrado, pero era lo justo, era tan madura, me volvía loca, era tan contradictoria.

Ellas son lo de menos, suelen llamar antes de venir.- cogí su cuello por la nuca y la besé, para despedirnos, ella agarró mi cintura, iba a extrañar esos labios esa cara, esos ojos que se sumergían en mis pensamientos

Sus manos tocando mi espalda estaban quemándome por dentro, sería difícil pasar la noche sola después de la noche que habíamos pasado juntas, pero su lengua seguía en mi boca, luchando con la mía para saber cual era más fuerte, teníamos mucha pasión dentro.

Nos separamos, nos miramos, y ambas reímos, parece que en nuestra cabeza coincidió el pensamiento de lo que habíamos hecho, su mirada denotaba complicidad:

me cuesta dejarte ir, pero tienes que hacerlo.- mi pecho saltó .

Que vamos a hacer, espero que mañana nos veamos en el instituto.- su corazón también se escapó para venir conmigo.

Abrió la puerta e iba a salir, sin despedirse, sin un último beso:

señorita Irene, ¿no se le olvida algo?

¿el qué Carmen?- volvió a decir mi nombre como antes .

Aparte de no tutearme, pues un regalo hasta que nos volvamos a ver ¿no?

Es que estaba esperando que me lo pidieras.- se apoyó en el asiento de rodillas y me besó de manera tan intensa que esa noche no podría dejar de pensar en ese beso seguro- bueno espero que pase una buena noche, y que extrañe alguna compañía especial .- sabía perfectamente que me iba a costar conciliar el sueño .

Lo mismo le digo señorita Irene.

Salió del coche, yo me quedé mirando su figura, contando los segundos que había entre paso y paso, estaba triste, quería volver conmigo y pasar otra noche inolvidable, y yo solo quería arrancar el coche y volver a montarla para llevarla a casa, a mi casa. Pero ya había entrado en casa, oí a su madre preguntarle que dónde había estado, que ya habían pasado tres horas desde que volvieron de su viaje, quería sacarla de ahí, y que estuviera con migo, tan segura.

Arranqué y me fui, esa noche no recibí ningún mensaje suyo, solo un toque al que respondí rápidamente, estaba ansiosa por volver a estar con ella. Recogí y fregué el plato de la cena, me di una ligera ducha, me puse el pijama y me fui a la cama, olía a ella, mis sabanas estaban totalmente impregnadas con su aroma, parecía que estuviera aquí con migo, cuando me llegó un mensaje, cogí el móvil rápidamente, era de ella:

Buenas noches preciosa, yo ya estoy en mi cama, sola, te echo de menos, no sabes como me gustaría que todavía fuera la mañana del domingo, espero que el próximo fin de semana volvamos a estar juntas, me encantaría sentir tu cuerpo aquí y tener tu boca y tus palabras, te amo.

Ambas estábamos en la cama, le respondí rápidamente al mensaje:

Yo también estoy ya en la cama, seguro que yo te extraño más, mi cama tiene tu olor y mis sabanas se quejan porque hoy no pueden acariciar tu cuerpo, me costará dormir sin tenerte entre mis brazos. Te quiero un beso enorme.

Después de recibir y contestar ese precioso mensaje me quedé más tranquila, y me dormí a los 10 minutos.

Dormí tranquilamente, pero se me estaba haciendo muy larga la noche, yo creí que era por la soledad, me desperté y el sol había salido, miré el reloj y eran las nueve en punto, joder, se me había olvidado poner el despertador, me levanté corriendo, cogí unos vaqueros, una camiseta ligera y una sudaderilla, puse la ropa en el radiador mientras me duchaba, así se calentaba, salí de la ducha, me sequé, me vestí, me lavé los dientes y la cabeza, cogí la cartera, los libros, el móvil y las llaves del coche.

Llegaba tarde y tenía clase a primera ya solo me quedaba un cuarto de hora de clase, pero cuando llegué al centro y entrar a la clase no había nadie, ni alumnos, ni profesor de guardia, nadie, me fui a la sala de profesores y tampoco había nadie así que decidí preguntar a las conserjes, me dijeron que el profesor de matemáticas había tenido un accidente y por lo tanto había un profesor sustituto que iba a estar en el centro un mes, y que se estaba presentando a todos los alumnos en la sala de actos, entré y la sala se fijó en mi, no pude hacer otra cosa que decir buenos días avergonzada, hablé con una profesora que estaba a mi lado:

¿qué le ha pasado a Francisco?

Pues un accidente de tráfico, venía de visitar a sus padres con su mujer y se les cruzó un camión.

¿pero el y su mujer están bien?

Si, afortunadamente solo han sido daños materiales, pero Fran se ha roto un brazo y tiene una esguince en el codo del otro brazo.

¿y solo le han dado un mes de baja?

Si, aunque parece mucho, las lesiones que tiene no son tan graves, la esguince de su brazo izquierdo es la que tardará más en recuperarse pero como no es zurdo, jajaja

Nos reímos las dos, no tenía mucha gracia, la verdad, pero es que yo estaba hecha un manojo de nervios, toda la sala me volvió a mirar, me disculpé y busqué a Irene con la mirada, no estaba en la sala, sin duda se había dormido también, miré al profesor, era muy joven, de mi edad más o menos, era alto y guapo, tenía un aire de nobleza, me miró a los ojos y me sonrió, yo le respondí la sonrisa por cortesía.

y ¿quién es este profesor?- le volví a preguntar a la misma profesora.

Es Enrique, de Oviedo, se ha sacado la carrera hace poco, y por lo visto aun no hadado clase.

Vale, pobre, vaya un comienzo seguro que lo pasa fatal.

Con las chicas no será, solo hay que ver como está el muchacho.

Jajajaja que mala eres.

Y ¿Qué te ha pasado? Menos mal que esta hora ha sido libre al final, porque si el director se hubiera enterado de que has llegado tarde… con los humos que tiene hoy

Nada mujer, la cama que no me quería dejar salir. Dije recordando la soledad de la noche. .