Fuera de clase

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Hola tengo 27 años y soy profesora de biología y geología, soy de estatura normal, ojos verdosos, pelo rizado muy definido y mi cuerpo está muy bien por lo que dicen, soy bisexual aunque la mayoría de las relaciones que e tenido han sido con hombres ya que aun no tengo muy asumida mi sexualidad, pero en verdad me gustan mucho mas las chicas, al principio cuando me empecé a fijar en las mujeres solo tenia 10 años y pensé k era la edad, asta que con 16 años tuve mi primera experiencia con una chica de la que nunca volví a saber nada. Ahora con 27 años y tengo la madurez suficiente como para asumir mis gustos y preferencias, por cierto me llamo Carmen.

Además de la definición de mi físico debo añadir que me gusta vestir casual, normalmente pantalones de cargo y ropa así, soy un poco raperilla, pero por mi trabajo no suelo ir enseñando mucho las braguitas, no daría buena impresión a mis alumnos, aunque a mas de uno no le importaría.

Actualmente estoy trabajando en un instituto de Zaragoza, entre a trabajar en este en el curso pasado (2007-2008) doy clase a los 3º y los 4º de ESO y esto que os cuento me viene pasando desde el primer día que di clases allí.

Entre en la primera clase y me hice la mala ya que no quería darle mucha confianza a mis alumnos aun así fueron muy agradables con migo a pesar de que era la primera clase de verdad que daba en toda mi vida. En primer lugar me presente y después les ordene que se presentaran uno a uno por orden de lista. El día transcurrió así asta que llegue a la ultima ora en la que tenia que dar clase a los de mi tutoría entre entusiasmada porque me dijeron que era una clase buenísima y eran todos muy aplicados y atentos, excepto una muchacha. Cuando entré todos se sentaron y se callaron, y repetí lo mismo que en las demás clases, hasta que llegue al numero 22 de la lista, Irene, me había estado mirando durante todo lo que llevábamos de hora, y no era una mirada normal de atención, parecía que me estaba estudiando a fondo con esa mirada fija en mis ojos, y esa expresión de indiferencia que me incomodo bastante, parecía que escondía algo y no pude dejar de pensar en esa mirada durante mucho tiempo, y para colmo era de mi tutoría y todos los días tenia clase con ellos me puso tan nerviosa que olvide presentarme y cuando sonó el timbre se acerco con un paso firme y seguro hasta quedar frente a mí en la clase vacía y me dijo:

y usted… ¿como se llama?

Perdone que no me halla presentado es que estaba un poco nerviosa.

Soltó su mochila en una mesa y me dijo con descaro:

ha sido por mi ¿verdad?

No tranquila es que… es la primera vez que doy clase y

No importa pero dime tu nombre ¿no?

Se acercó más a mi y yo me empecé a poner nerviosa

Carmen, doña Carmen para los alumnos, que habéis olvidado el uso del don y del doña, y a mi a pesar de ser joven me gusta.- estaba tan nerviosa que no podía dejar de hablar, mientras ella me miraba divertida, sabía que me estaba poniendo nerviosa.

No se crea Carmen

Doña Carmen por favor…- me interrumpió diciéndome:

Ahora no estamos en clase- cogió su mochila y añadió: - encantada de conocerla- me dio dos besos que yo no me esperaba y se marchó .

Era de pelo moreno, largo y rizado, sus ojos tenían un color parecido al mío, pero mas intenso, su cuerpo era precioso y estaba bien formado para tener aun 15, porque no cumpliriría los 16 hasta mayo del año próximo, según mi ficha, su piel parecía muy suave.

Yo me quedé algo así como hipnotizada, me quedé varios minutos en silencio, en la misma posición dentro del instituto que ya estaba vacío pensando en aquella mira tan fija y penetrante. Al día siguiente le pregunte a los profesores por Irene, y todos coincidieron en que era una alumna inteligente, muy inteligente pero que perdía muchas veces la razón por su forma de ser, era muy rebelde, decidida, segura, y aunque la mayoría de las cosas que hacia parecían hechas por pasión o por dejarse llevar, tenia todas las situaciones muy estudiadas, además era una alumna respetada por todos los alumnos y alumnas del centro e incluso profesores que vivían en el pueblo de hace varios años dijeron que era una de las personas mas conocidas en el porque todos la respetan y temen. Yo que siempre me han gustado los retos me propuse conocerla y hacerla estudiar y que aprovechara al máximo sus recursos que a veces parecían ilimitados. Cuando volví a entras en esa clase allí estaba ella sentada, al fondo, como todo alumno revoltoso, con su mirada fija de nuevo en mi, yo mantuve la calma puesto que me había enfrentado varias veces a situaciones parecidas, saliendo victoriosa de ellas, aunque esta vez me sentía diferente, durante la clase me decidí a ponerla a prueba, y se confirmó lo que mis compañeros me dijeron, era muy inteligente, pero al intentar hacerla dudar, perdió las formas:

¿por qué está tan segura de eso que a afirmado?

Pues ¿por que me lo he estudiado quizá? No te digo yo que…- esto provocó las carcajadas del resto de los alumnos, así que me vi obligada a tomar una represária:

Señorita Irene no me conteste de esas maneras o me veré obligada a expulsarla.

Bueno y ¿a que espera? Todos sus compañeros lo hacen usted no iba a ser diferente.- volvió a causar la risa de sus compañeros, lo que me enfureció aun mas.

Irene recoja sus libros y márchese con el profesor de guardia, además ya que sabe tanto del tema quiero que me traiga al final de la clase todos los ejercicios de las 3 siguientes páginas.

Irene se marchó marcho muy enfurecida añadiendo lo siguiente:

No sabes donde te metes preciosa, porque estamos en clase que sino…- y tos volvieron a reír, ella disfrutaba mientras me lanzaba miradas de picardía, esto me encendía mas ya no era capaz de pensar con racionalidad y me deje llevar por sus comentarios manteniendo la discusión que interrumpía mi clase hasta que al final se marchó.

Al sonar el timbre me marché hasta que la vi venir hacia la clase con su libro y su libreta y recordé que había quedado con ella para que me mostrara la tarea, se acercó mirándome a los ojos de manera intensa pero sin decir nada hasta que la tuve frente a mi como aquella vez:

entre por favor.

Entró sin más replicas:

siéntese junto a mí por favor.

Se sentó sin más, yo estaba muy sorprendida de que no mencionara lo ocurrido pero yo como su tutora debía llamarle la atención pero primero revisé los ejercicios, su mirada una vez mas se poso en mi:

aquí falta la mitad del ejercicio

Ella sin decir nada pasó un par de paginas para enseñarme donde lo tenia escrito, al pasar la primera cogió mi mano y la apartó, yo estaba muy nerviosa.

De acuerdo, está todo, y bien hecho- ella seguía sin contestarme, ahora ni me miraba, algo le preocupaba pero yo no quería involucrarme demasiado aun porque ella me hacia sentir de manera extraña, y en cierto modo deseaba sentirla, saber que se siente estando con una persona así tan decidida y… no se diferente a las demás simplemente, pero ella era mi alumna y no puedo permitírmelo.- Irene ¿me puede explicar a que vino la discusión de antes? ¿le pasa algo? ¿es así normalmente? Mis compañeros me hablaron de que usted tiene malas formas, y yo como tutora suya querría ayudarla porque por lo que veo usted si quiere podrá tener muy buen futuro, tiene mucho potencial.

Todos dicen eso, y yo se que puedo y debo, pero entienda- por primera vez me hablo de usted- que he pasado una mala época y ahora mismo lo que me apetece no es estudiar, sinceramente.- me volvió a lanzar su mirada pero de una manera muy tierna y no me pude resistir , la tuve que abrazar, y cuando me separé de ella que me abrazaba fuertemente le dije:

Tranquilícese, que si usted lo desea yo la puedo ayudar, vivo aquí por lo de mi trabajo, además paso muchas tardes aquí metida trabajando.- mientras decía esto se le ilumino la cara y sonrió, en ese momento me sentí muy feliz de haberla hecho sonreír, además empezaba a entender lo que me decía con cada mirada y con esta acerté porque me dijo:

Le doy las gracias sinceramente, es la única profesora que se ha interesado por mi, y que me ha ofrecido su ayuda, sinceramente, me alegro de ser su alumna… y espero que - agacho la mirada, ella que se veía tan segura tenia una debilidad, era tan dulce que le cogí la barbilla la miré fijamente a los ojos, está vez sin el miedo que me causaba, esta vez me sentía a gusto, cómoda, y le dije:

No tiene por qué esperar yo me considero su amiga ya.- yo sabia que ella se refería a otro tipo de relación pero no me atrevía a decir lo que ambas sentíamos, porque si decía esas palabras me debilitaría aun mas, acto seguido me cogió del cuello y suavemente me besó en la mejilla, mas bien en la comisura, lo que me puso muy nerviosa, y aceleró mi respiración, acto seguido se levantó recogió sus cosas arrancó un trozo de hoja y apuntó su numero y añadió:

Mis amigas tienen mi numero, espero que me llame si se siente sola, o si necesita algo, supongo que sus compañeros también le habrán contado que tengo todo tipo de contactos en este lugar…- esto me dejó aun mas descolocada, aquel primer encuentro no fue tan intenso.

A partir de este momento no podía dejar de pensar en ella, conocen la frase de todos los caminos llevan a Roma ¿verdad?, pues todo lo que hiciese o viese me la recordaba, me recordaba ese beso, sus manos en mi espalda, y su mirada diciéndome lo que ella en verdad quería hacer, mas bien donde me quería besar.

Esa misma tarde decidí salir para intentar evadirme de su recuerdo, llame a un par de amigas y nos fuimos a echar un par de copas. Al llegar al bar allí estaban Helena e Ingrid, que me recibieron con una amplia sonrisa:

Carmen ¿Cómo estas chica?- dijo Helena.

Buff! Pues hecha un lío jajaja.

Pues como siempre ¿no? Jajaja- se rió Ingrid.

Bueno y vosotras ¿Cómo lleváis el día? ¿Qué os contáis?

Pues mi día no se sale de lo normal, trabajo, a casa, la llamada de mi chico, no se, lo típico diría yo.- Helena llevaba 2 años con el mismo chico y les iba bien, el nunca le ha sido infiel, pero Helena es un poco cabeza loca y aunque lo quiere con locura ha tenido algún desliz.

¿y a ti Ingrid?

Mas o menos como a Helena pero a mi no me llama nadie jajaja estoy muy bien así sin pareja, a por cierto al final me voy a montar mi propio buffet de abogado estoy ya hasta las narices del salido de mi jefe, así que si tenéis algo pendiente llamadme que por ser amigas seguro que haré algún descuento jejeje.- Ingrid también es muy alocada y liberal, además tiene un cuerpo escultural y un pelo precioso aunque Helena tampoco se queda atrás, pero son mis amigas y nunca he tenido pensamientos de tener nada con ellas, y ella respetan mi sexualidad.

Bueno y cuéntanos ¿has cazado ya alguna joyita?- me sacó Helena de mis pensamientos.

Pues la verdad es que hay algo muy raro pero no va a funcionar, es que ni si quiero lo voy a intentar.

Que pesimista eres cuando quieres ¿eh?, llevas mucho tiempo estando sola y creo que deliras un poquito, mírame a mi estoy sola y disfruto de todos jajaja- dijo Ingrid riéndose.

Venga cuéntanos quién es el o ella, que viniendo de ti… jajaja era no broma no te ofendas- dijo Helena.

Anda ya que os voy yo a contar ahora nada vamos a pedir algo que nos están mirando con mala cara jajaja y después nos vamos a otro sitio con mas ambiente jajaja.

La noche siguió normal, bebimos un par de cubatas en aquel bar, y después nos fuimos a una discoteca, bebí tanto que no me acuerdo de la mitad de las cosas que hice, pero si me acuerdo de que conocí a un chico, tenia 30 años o así, no recuerdo bien, el caos es que cuando llegamos a mi casa la borrachera se me había pasado media, y no pude evadirme otra vez de ella, de mi pensamiento recurrente, mientras lo hacia con aquel pobre chico que estaba ilusionado porque creyó que estaba logrando que llegara al orgasmo, pero yo estaba pensado en ella, en sus manos, en sus labios, en esos ojos inquisidores, en su cuerpo, mientras el llevaba su ritmo cada vez mas frenético, ya eran embestidas brutales pero yo seguía pensando en ella, quería que fuera ella la que estuviera ahí con migo, besándome, tocándome toda, de repente el chico me dio la vuelta, me cogió de los pechos para que no me bajara de el, y siguió hasta que por fin llego a vaciarse, yo quedé muy cansada me tumbé boca abajo y dormí, ya que al día siguiente tenia guardia las 3 primeras oras.