Fuentes del Bellagio con mi sobrina.

De viaje con mi sobrina tenemos tiempo para estar juntos

Continua mi viaje a Las Vegas con mi sobrina...

Hace una hora estábamos subidos en la “High Roller”, la noria más alta del mundo disfrutando de una de las mejores vistas de la ciudad. Mi sobrina antes de subir experimentaba una mezcla de emociones totalmente contradictorias que he tratado de armonizar.

Por una parte estaba su afán por experimentar cosas nuevas, su indómita curiosidad, su atrevimiento juvenil, y por otra el temor hacia lo desconocido, lo inexplorado. He estado junto a ella para animarla, para darle mi apoyo. Enseguida ha encontrado en mi la seguridad que necesitaba para aventurarse ante este pequeño reto.

Superadas las dudas iniciales, se ha aferrado a mi brazo, nos hemos subido a la noria y hemos disfrutado del espectáculo los dos juntos. Ella estaba muy contenta por lo que podía ver desde lo alto y también por haber superado sus recelos iniciales.

Yo me he sentido muy satisfecho porque ha confiado en mí, también porque en su recuerdo ésta bonita aventura estará unida a mí, aunque lo que más me ha gustado es ver la expresión de su cara cuando subíamos y bajábamos mientras ella se agarraba a mi.

Después hemos paseado por el Strip delante de los grandes almacenes. Ya de vuelta al hotel nos esperaba la cena y una nueva experiencia. Desde la azotea de nuestro hotel se puede disfrutar en primera línea del espectáculo de las fuentes del Bellagio donde se combinan agua, luces y música en un espectáculo único.

Allá en lo alto había bastante gente apostada en la baranda contemplando el espectáculo. Nos acercamos a un hueco, Karla se pone delante y yo justo detrás, para mirar por encima de su hombro. La abrazo cruzando los brazos por encima de su cintura.

Vemos finalizar una canción y enseguida empieza la siguiente. Pronto nos damos cuenta que a esta altura la brisa es fría y más con la humedad que el aire arrastra. Mi sobrina lleva ropa de verano y empieza a sentir frio. La abrazo con fuerza para darle mi calor, aunque esto no evita que empiece a tiritar.

Unos auxiliares del hotel se acercan a los huéspedes ofreciendo una especie de manta para mitigar el frio. Debe ser habitual que algunos días la temperatura nocturna descienda mucho respecto a la del dia.

Me pongo la nuestra por encima de los hombros como si fuese un poncho, la extiendo por delante de Karla quedando los dos perfectamente envueltos por la manta. Ésta es de un tejido muy liviano pero muy calentito con lo que en unos par de minutos ya hemos entrado en calor. Esto nos va a permitir gozar del espectáculo mucho más confortables.

Mi sobrina mantiene con sus manos cerrado el envoltorio, mientras yo apoyo las manos en sus caderas. Estamos tan cerca, tan calentitos uno junto al otro,. Disfrutamos mucho del espectáculo y casi sin intención le doy unos besos en el cuello, pues justo lo tengo delante.

Gira la cabeza lo suficiente para que le pueda dar un beso fugaz en la boca. Uhmm!!!! que jovencita tan cariñosa es mi sobrina. A nuestro lado hay otra pareja que parece que están disfrutando de la luna de miel, y al otro una pareja bastante mayor. Ellos han optado por tener una manta cada uno, sin saber que entre dos se mantiene mucho mejor el calor.

A cada cambio en las fuentes, la gente lo acompaña con “ohhhh…ohhhhh”, aplausos y silbidos de aprobación. Mi sobrina ha ido mas allá, me ha cogido la mano izquierda y la ha llevado hasta coger su pecho, y la derecha la ha estirado hasta ponerla encima de su muslo a la altura de la ingle.

Enmascarado por la manta atiendo a su invitación y la acaricio lentamente. Sus pezones todavía están duros a causa del frio, mientras que la piel de su vientre irradia una tibieza muy apetitosa. Continuamos viendo el espectáculo, mi sobrina aprovecha para culear un poco buscando el bulto de mi polla que no ha tardado en aparecer.

Acepto la provocación con lo simultaneo la contemplación de las evoluciones de la fuente con un apasionado toqueteo de sus tetas y su entrepierna. Mi sobrinita viste una blusa camisera a la que puedo deshacer los botones y así colocar mi mano sobre el blaiser. También lleva un pantaloncito corto con la pernera ancha que me permite meterme hasta llegar a su braguita y colocar mi mano entre sus piernas.

En medio de esta intima actividad la pareja de novios que hay a nuestra derecha se ponen a comentar con mi sobrina las excelencias del espectáculo que estamos presenciando. Karla les sigue la corriente sin dejar de culear para animarme a que siga con mis tocamientos.

Intervengo poco en la conversación pues disimulo mucho peor que ella, y aprovecho que la manta nos envuelve sin descubrir lo que sucede debajo para acariciar a mi sobrina hasta conseguir que l humedad de su vagina atraviese la braguita.

Mi polla ya ha crecido lo suficiente, mi sobrina la busca con una mano mientras la otra mantiene nuestra capa bien cerrada manteniendo nuestro secreto. Me la toca por encima del pantalón, dándome apretoncitos y frotando donde está la punta. Hace esfuerzos por bajar la cremallera, como no atina le ayudo y dejo que pueda poner la mano dentro y me la agarre por encima del slip.

  • "Sácatela, quiero sentirla en mi mano", me dice susurrándomelo al oído mientras todos los demás aplauden la última canción bailada por el agua de la fuente.

Me escandalizo un poco por su atrevimiento. Mi sobrina no deja de sorprenderme, pero me encanta dejarme llevar por sus ocurrencias y su naturalidad al afrontar estas nuevas experiencias. Le hago caso y me la saco fuera, la coloco vertical en la raja del culo y dejo que ella la acaricie entre sus cachetes moviendo las caderas.

La pareja que hay a nuestra izquierda la componen una señora de cara redondeada y simpática que no deja de aplaudir ante las evoluciones de las fuentes. El marido la acompaña silbando poniéndose los dedos en la boca y lanzando hurras como un enfebrecido fan.

Entre canción y canción tienen libres unos instantes para comentar con nosotros lo sorprendidos que están por tan maravilloso espectáculo. No sé qué pensarían de nosotros si supieran que mientras atendemos a sus comentarios mi sobrina me esta dando unos ricos meneos y yo le tengo puesta la mano por debajo de la braguita palpando su caliente vulva.

Karla está experimentando, le gusta que la acaricie y sentir mi polla ardiente en su mano, aquí delante de la gente, en público pero a escondidas de sus miradas indiscretas.

A mí me tiene loco, pues juega con el capullo pasando su dedo pulgar justo por la punta o desplazando los dedos en forma de V para que tropiecen con la parte inferior. Me tengo que proteger si no quiero terminar con una corrida incontrolada, así que me pongo justo detrás, a salvo de su intrépida mano.

Con disimulo y con un rápido movimiento, hago que mi polla se coloque entre sus piernas paralela al suelo rozando justo sobre su rajita. Karla culea para sentirla bien entre las piernas, y a continuación acerca una mano para tocarla de nuevo.

Una conocida canción arranca los aplausos del público y es tan conocida que algunos se prestan a improvisar unos pasos de baile. Nosotros también lo hacemos pero con otro objetivo, queremos poder frotar nuestros cuerpos y acariciarnos con más descaro.

Hago ver a Karla que no me puedo contener por más tiempo y necesito que vayamos a un sitio más íntimo a dar rienda suelta a mi pasión por ella.

Nos encaminamos hacia la habitación. Por el camino nos entretenemos para comernos la boca, acariciarnos como posesos sin importarnos que la gente nos vea y sienta envidia de nuestra pasión.

Ya en la habitación, Karla se mete en el baño y yo me siento recostado sobre el cabecero esperando a que ella vuelva a completar su obra. Instantes después se presenta ante mi con un body negro super sexy. La combinación de satén y encaje es deliciosa.

Contiene sus pechos voluptuosos, ciñe la cintura y deja al descubierto toda la cadera. Por detrás tiene un escote generoso que deja su espalda desnuda y precioso culo repartido en dos cachetes firmes y de curvas perfectas.

Por la expresión de su cara y los movimientos de su cuerpo tengo claro que me toca ser la víctima y que ahora ella pide el control para poder llevar a cabo sus travesuras preferidas.

Sin pedir permiso, sin miramientos coge mi slip por ambos lados, tira de el hacia abajo y me deja completamente desnudo sobre la cama. Su plato preferido esta casi preparado, se relame y me mira con una lujuria impropia de mi modosita sobrina.

Con este look y esta actitud, se ha convertido en una pequeña pantera que se relame hambrienta antes de lanzarse sobre su presa. Me siento emocionado, quiero ser devorado por este precioso animal para satisfacer su salvaje apetito.

Mientras se contonea junto a la cama, yo recobro mi erección, me la toco, bajando el pellejo para mostrarle lo rico que esta mi capullo. Mi sobrina se acerca rapido y de un manotazo me separa la mano de mi sexo.

-“ Eso es mio. No te toques, solo puedes hacer lo que yo quiera, y las manos las tienes prohibidas. ¿entiendes? No hagas que tenga que castigarte”, me advierte muy seria.

Dejo caer los brazos al costado del cuerpo y mis manos rendidas con las palmas hacia arriba, sabiendo que están castigadas a la inactividad hasta que Karla me lo autorice.

Karla se acerca de forma desafiante, provocadora me coge por la barbilla y me come los labios con avidez y pasión. A continuación pasa la punta de las uñas desde el cuello hasta el pecho recreándose en mis tetillas y mis pezones. Me vuelve a besar en la boca distrayendo mi atención mientras sus manos buscan mi polla que está perfectamente dispuesta.

Mientras Karla me muerde y me sorbe el labio inferior, su mano se cierra alrededor del capullo dándole un cariñoso apretón. Cuando su boca se separa de la mia veo como sus dedos se acercan para que los chupe. Los lleno de saliva para que su caricia sobre mi glande sea como el roce del terciopelo.

Karla me examina y se regocija en la vision del bocado que se va a comer. Para probar si ya estoy al punto, inclina el cuerpo y me da una intensa chupada. Uhmmm que rica sensación sentir el calor de su boca abrazando mi capullo.

Por la expresión de su cara veo que esta satisfecha con la preparación de su presa y va a pasar a la siguiente etapa. Se levanta, improvisa unos excitantes movimientos que ponen de manifiesto el dominio de sus caderas. Me gusta verla bailar, insinuar y provocar.

Se deshace un corchete que mantenía el body estirado y en su sitio para dejar a la vista su panochita. Me la enseña con orgullo, sabiendo lo hermosa que es y lo mucho que me gusta contemplarla. Después de tocársela con los cuatro dedos, como si la quisiera alisar, el dedo índice y medio hacen separar los labios mayores y así mostrarme su sonrosada vulva.

Querría acariciarla con mis dedos, lamerla con mi lengua húmeda, pero está fuera de mi alcance y además no es eso lo que tiene en la cabeza para mi.

Después de mostrarme su chocho apoyando un pie sobre la cama, se lo acaricia como solo ella sabe hacer. Este reacciona reblandeciéndose y tomando un color rojo más intenso pues la sangre ya circula acelerada por cada uno de los capilares que lo rodean.

Le agradezco que me lo enseñe, es bonito, es poderoso, es la puerta de la vida, y la entrada al paraíso. Cuando me de licencia le dare cuidados y caricias como merece. Grabaré en mi cerebro la imagen, tomaré una foto y la guardaré como un preciado tesoro.

Apoya una mano sobre mi pecho, me mantiene apartado y le ayuda a mantener el equilibrio mientras se pone a horcajadas apoyada en las rodillas sobre mi pubis. La otra mano busca mi polla, la pone vertical y la hace frotar de atrás a adelante por encima de sus labios. Esto la estimula aun mas, le muestra el camino a seguir y también humedece mi capullo.

Le gusta sentir mi glande frotando con su clítoris y entreabriendo sus labios, y a mi me gusta ver como lo hace y sobre todo ver la cara que pone cuando el frotamiento se hace más intenso.

Una mano apoyada sobre mi vientre y la otra sobre mi muslo te permiten dominar el movimiento a tu antojo. Se deja caer lentamente hasta que mi capullo separa sus labios y se abre camino hacia el interior. La presión es grande, se toma su tiempo para acomodarse antes de dejar caer tu cuerpo un poquito más.

Lo hace con comedimiento, lentamente, dejando tiempo para que todo se recomponga, mi polla es gorda y su coño necesita acomodarse a la intrusa.

Me coge la cara entre las palmas de sus manos, toda mi polla está dentro, se inclina hacia mi y me regala un dulce beso en la boca. Después, recupera la vertical, apoya las manos sobre mis piernas por detrás de su cuerpo.

Mueve las caderas adelante y atrás , al principio lentamente, recreándose en los movimientos. Luego cada vez más deprisa, con más amplitud y con mucha intensidad. Siento como mi polla frota intensamente con las paredes de su chocho, percibo su cálido abrazo y como cada vez está más mojado.

De forma involuntaria hago intención de apoyar mis manos sobre sus muslos, reacciona rápidamente y me devuelve a la postura pasiva que me ha asignado. Para compensarme se quita el body quedando completamente desnuda, inclina su cuerpo mi poniendo los pechos al alcance de mi boca.

Uhmmm!!! que rico bocado. Le lamo los pezones, primero uno , después el otro. Le paso la lengua, lo chupeteo, pongo mi cara entre las tetas y dejo que me golpee las mejillas con ellas. Le gusta maltratarme dándome golpecitos con sus tetas en la cara, y poniéndome difícil el alcanzar el pezón.

Querida sobrina ¡que traviesa eres!.¡Cómo le gusta juguetear conmigo! ¡Dame con tus pechos, restriégalos con mi cara, es una delicia!

Mi polla está enorme y tu chocho ya la acoge perfectamente. Eleva el cuerpo apoyándote en las rodillas, separando su cuerpo de mi pubis y haciendo que mi polla salga parcialmente. A continuación desciende volviéndola a acoger dentro completamente.

Ha tomado la dimensión, ahora sube y baja haciendo que entre y salga. Incrementa el ritmo, y la intensidad, mi polla frota con la pared de tu vagina y el capullo llega hasta el final golpeando en el fondo.

Que buena amazona es, me encanta ver cómo me monta, como cabalga como domina el paso, el trote y el galope. Se le escapan gemidos cuando notas mi polla hurgando en lo más profundo, parece que quieres contener sus quejidos, se muerde los labios, pero yo la animo a que grite, que gima, que se desahogue.

A mí me gusta verte, me gusta oírte me excita, me estimula, te envidio mientras gozas de esta forma tan efusiva, tan escandalosa.

Las fuentes sentirían envidia si pudieran comparar su espectáculo con el que tu me das. Tu cuerpo ondulándose sobre mí, moviendo las caderas de mil maneras para que mi polla visite todos los rincones de tu vagina, y todo acompañado por la música de tu gemidos, de tus gritos de placer, tu resoplidos.

Esto es lo mejor que puedo contemplar. ¡no pares… sigue botando sobre mi… deja que mi polla se hunda en ti y deja que tus flujos me mojen la entrepierna!

Viéndote brincar sobre mí, tan alegre, con ese ímpetu, gimiendo tan intensamente me voy acercando al orgasmo. Tengo que hacer enormes esfuerzos para no correrme ya llenándote con mi leche. Por suerte, puedo controlarme, aprieto los músculos púbicos y cierro los ojos unos instantes cuando ya no lo puedo resistir más.

Pasados unos instantes vuelvo, pero cada vez estoy mas cerca del precipicio. No lo puedo controlar, eres un torbellino que me arrastra hacia un clímax inaplazable.

Me gusta mucho verte cuando levantas los brazos por encima de los hombros, te recoges el pelo haciéndote una coleta con la mano y sigues botando sobre mi. Tus tetas parece que adquieran vida propia, suben y bajan con un movimiento hipnótico desafiando la gravedad y mostrando su turgencia.

Siento ganas de chupetearlas, de atrapar los pezones entre mis labios al tiempo que los sorbo delicadamente. Me gusta ver el movimiento de tus tetas y también ver cuando te las tocas, las aplastas, me las ofreces y cuando te aprietas el pezón para darte un estímulo extra.

Se ve que estas en forma pues tus movimientos son armoniosos y con ritmo. Subes un nivel cuando cambias la postura, te colocas en cuclillas sobre mi pubis y haces una larga serie de sentadillas. Necesitas apoyar las manos sobre mi pecho para mantener el equilibrio mas fácilmente, pero tu culo sube y baja con buen ritmo haciendo que mi polla entre y salga bien mojada.

Contemplo el mete y saca emocionado. Me gusta ver como se clava, desaparece dentro y vuelve a salir brillante por la película de jugos que la envuelven.

Me gustaría ayudarte poniendo mis manos debajo de las nalgas y así facilitar el movimiento ascendente, pero no me ha dejado… también me gustaría acariciarte los muslos, el culete… pronto lo conseguiré.

Es una postura que permite una penetración de amplio recorrido, a mi me gusta verte “trabajando” así… como la piel de todo tu cuerpo adquiere un tono brillante por el sudor que empieza a aparecer por todos tus poros. Mientras te tomas un respiro, te cojo de las manos y te propongo otra alternativa mas descansada para ti.

Gatita, ponte de pie frente a mi. Pon tu sexo delante de mi cara, quiero verlo de cerca, olerlo, ver como palpita. Quiero ver como rezuman tus jugos, como los labios mojados se presentan como un jugoso manjar, ofreciéndose para ser devorados por un hambriento animal.

Hazme caso, déjate conducir. Haz lo mismo que al subir a la noria que tanto respeto te causaba. Agárrate fuerte a mi brazo, atrévete y déjate llevar. Cuando estés en lo alto de la atracción veras que ha merecido la pena. Vas a disfrutar de mis caricias.

Apóyate en el cabecero, mantén los pies pegados a mis caderas y déjame que coma en tu entrepierna. Veo que tu chocho está caliente, húmedo y muy sensible, por eso mi lengua lo lame lentamente de abajo a arriba, y luego mi labio superior hace el recorrido inverso. Mi saliva se mezcla con los jugos que no dejan de salir convirtiéndose en un néctar delicioso.

Te oigo gemir de gusto y eso me anima a continuar mi lamida lentamente pero sin pausa. Alterno momentos de mas ritmo e intensidad con otros mas relajados y delicados. Nunca he comido un chocho tan rico como el tuyo, asi me puedo pasar horas, hasta dejarte seca o hasta que no puedas mantenerte de pie.

Te agarro por los tobillos para asegurarme que no te puedes mover, a continuación la punta de mi lengua busca entre tus labios tu clítoris. Deslizo su capuchón hacia atrás y así puedo acariciarlo con la punta de la lengua de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba.

Uhmm que durito está y cuanto jugo para sorber. Me gusta mucho darle golpecitos con la lengua, repetidamente… cambiando la orientación, de lado, de arriba abajo… uhmmm.

Siento tus estremecimientos, el temblor de tus piernas y tu respiración acelerada. Te gusta que te coma el coño y a mí me encanta hacerlo. Tanto es así, que desde hace rato mi polla chorrea liquido preseminal que anuncia que mi orgasmo también está muy cerca.

Tengo una última sorpresa para ti. Acerco mi mano a la raja, separo los labios mayores y dejo al descubierto tu clítoris, acerco la boca, saco la lengua y te doy unas ultimas lamidas. Lo aprisiono entre los labios y sorbo con mucho cuidado mientras noto tus manos temblorosas en mi cabeza, enredadas con el cabello y dispuestas a intervenir si la caricia no es lo que esperas.

Te lamo, te chupo, te sorbo…. quiero que te corras en mi boca.

Por fin llega tu orgasmo, te derrumbas, caes sobre mi mientras gimes y tiemblas. Te abrazo y te acojo junto a mi, te pongo la palma de la mano sobre la raja, sin moverla solo manteniéndola presionada, como para mantenerla protegida. Reposa, disfruta, goza del momento…esto es lo más cercano a la felicidad que podemos estar.

Deverano.