Fuego 2
Segunda parte con todo el sexo que falto en la primera. Sexo con sombras, felaciones y demas. Se demuestra la falta de experiencia de Anna en la cama
Parte 2
Me espabile en una cama con mi ropa desabrochada y él estaba sacándome la chaqueta y la camisa con cuidado. Deje que lo hiciese, entonces me di cuenta de que parte de la cicatriz se veía por encima de la cinturilla del pantalón. Me tape con ambas manos la cicatriz mientras mis pechos se bamboleaban con el repentino movimiento
-Te tapas en los lugares equivocados, hechicera tus hermosos pechos están a mi alcance-empezó a masajeármelos mientras jugaba con mis pezones y sus dedos amasaban la carne restante. Mientras soltaba suaves gemidos no separe mis palmas de la piel imperfecta. Entonces él me miro de manera extraña-¿O me estas ocultando algo?
Sus manos empezaron a desabrochar mis pantalones y tiro de ellos mientras intentaba mantenerlos en su sitio. La tela se escapo de entre mis dedos y le oí contener el aliento al ver mi cicatriz
-Hermosa…-susurro
-¿Qué?
-Es una cicatriz preciosa, como tu-sus dedos pasaron sobre la cicatriz y gemí ante esa nueva sensación, sin notar que mis zapatos caían al suelo y me acababa de quitar el pantalón- Y parece que es increíblemente sensible también. A los magos oscuros nos encantan las cicatrices
Se oyeron unos ruidos en el pasillo detrás de la puerta. Él me miro y las sombras a nuestro alrededor se espesaron y nos envolvieron. Lo siguiente que sentí es que estaba sobre una cama de agua. Eso se balanceaba de una manera increíble
-¿Qué...? ¿Un viaje a través de las sombras tan preciso?
-Si, estas en mi habitación. Y ahora me darás placer y si lo haces bien te recompensare
-Mi ropa…
-No te preocupes por eso-se sentó en un cómodo sofá y me hizo un gesto para que me acercase. Me levante y fui lentamente hacia él, su mano se apoyo en mi humedad y presiono mientras sentía el dildo vibrar a baja intensidad-Algodón blanco, que inocente, en tres meses solo llevaras lencería. Ahora de rodillas
Me arrodille sin plantearme si quiera porque le seguía el juego o por que no pensaba en resistirme. Saco su erecta verga del pantalón, de la punta supuraban pequeñas perlas de liquido. Era grande, de casi veinte centímetros de largo y cuatro de ancho con una enorme cabeza rojiza. La mire con asombro. Mi primer, y hasta la fecha único, amante y yo solo habíamos mantenido una relación. Con dieciséis años después de acompañarle al baile de graduación, y él era mi amigo gay que no salía del armario, me levanto la falda, me penetro se movió un poco y se corrió. No nos quitamos la ropa, a mi me dolió muchísimo pero quería dejar de ser virgen ya.
-Yo… no se qué hacer…-el dildo se movió con fuerza haciendo que diese un ligero chillido
-¿Nunca se la has mamado a nadie? ¿Una paja? ¿Una cubana? –Negué con la cabeza-¿Eres virgen?
-No
-Pues es como si lo fueses, te voy a enseñar muchas cosas. Voy a llevarme toda virginidad que quede en tu cuerpo, cuando acabe contigo no podrás mirarme sin excitarte-Jadee cuando el dildo empezó otra vez con suaves movimientos ascendentes y descendentes- Ahora sigue mis instrucciones, si las desobedeces no te hare nada más hoy
Volvía jadear
-Ahora quiero que lleves tus manos a mi miembro y que empieces a masajearlo suavemente. Desde la punta hasta la base. Esparce la lubricación natural y juega con mi piel
Mis manos se aferraron dubitativas a su miembro mientras notaba su dureza y el suave palpitar de las venas. Mis dedos jugaron con la punta de su miembro mientras hacía resbalar las gotas lentamente por toda su longitud y las extendía con lentos y suaves movimientos. Me encantaba sentir su piel contra la mía una y otra vez
-Utiliza tu boca-dijo con un jadeo
Bese la punta de su miembro y recordé lo que había visto en una revista de material pornográfico. Lo rodee con los labios y baje todo lo que pude mientras intentaba mover mi lengua alrededor de su verga, era una área complicada debido a su grosor. Sus manos se enredaron en mi pelo y obligaron a mi cabeza a bajar aun más hasta que casi había llegado al final de su longitud. Me retuvo en esa posición el tiempo suficiente como para que empezase a sentir la falta de aire en mis pulmones. Entonces me soltó y me dejo tomar aire durante dos segundos antes de agarra mi pelo con sus manos y empezar a marcar el ritmo. No podía negar que esa posesión y esa brutalidad no estuvieran excitándome.
Me estaba encantando y quería sentir más placer en sus manos. El ritmo aumento drásticamente mientras intentaba seguir manteniendo el ritmo con la lengua. Entonces me volvió a presionar todo lo que pudo contra su verga y sentí como tres disparos de un liquido ardiente golpeaban mi garganta y caían directamente a mi estomago.
Me separe de él jadeando en busca de aire
-¿Quién te enseño lo de la lengua? Has sido maravillosa para ser una principiante-paso sus dedos por mis labios-Acabo de estrenar esa boquita de mamadora. Creo que serás una alumna excelente
-¿No decía que ibas a hacer algo con mis pechos?-dije con una voz que no reconocí como mía
-Otro día. Ahora quítate la ropa interior y túmbate sobre la cama. Ha llegado el momento de tu premio
Obedecí sus órdenes y me tumbe en la cama después de quitarme las braguitas. En cuanto cayeron de mi cuerpo desaparecieron. Use mi brazo izquierdo para tapar la cicatriz en parte. Pero, algo jalo mis brazos hacia arriba y sujeto las muñecas
-¿Sombras?
-Las sombras te darán placer por mí
Sentí como lenguas de sombras bajaban por mis brazos y acariciaban mis pechos como unas serpientes placenteras. Empezaron a darles suaves toquecitos a mis pezones mientras los movían de un lado a otro. Mi boca no podía para con los gemidos que surgían de ella. El movimiento en mis pechos se estabilizo mientras que sentía el placentero rastro de las sombras llegar hasta mi estomago y juguetearon un momento con mi ombligo
Cuando llegaron a mi clítoris lo retorcieron con fuerza pero sin resultar doloroso. Haciéndome chillar
-No me puedo creer que estés depilada. Me gusta.
Las sombras apartaron mis labios mientras seguían retorciendo levemente mi clítoris. Entonces una enorme cosa me penetro. Haciendo que saltase hacia delante y mi espada se arquease. La sensación era sublime. Entre el dildo mágico y las sombras que jugueteaban con mi clítoris y mis pezones me estaba volviendo loca de placer. Más lenguas de sombras empezaron a acariciar lentamente la cicatriz de mi pierna haciendo que la sensación de calor del interior de mi cuerpo aumentase. Entre tanto, las sombras que me habían penetrado empezaron a moverse a un ritmo lento y constante
Era como si me estuviese follando un hombre invisible con muchas manos. En unos minutos seguía sin correrme a pesar de todo el placer que sentía
-Más…-gemí en voz baja
-No puedo oírte, dímelo en voz alta
-Es vergonzoso-susurre y lo que me estaba penetrando se paro
-Tu himen ya no estará ahí pero sigues siendo virgen a todos los efectos. No tengas vergüenza, dilo en voz alta
-Por favor, más rápido, más duro-dije entre jadeos mientras sentía mi cara arder, sabía que se había vuelto completamente roja
Lo que llevaba dentro de mi empezó un fuerte ritmo frenético. Sentí como mis pechos no paraban de bambolearse y algo levantaba mis piernas. Notaba como el orgasmo se acercaba a mí y entonces él se coloco entre mis piernas y metió su lengua muy profundamente dentro de mí. Eso fue demasiado para mí y sentí como me corría un par de veces seguidas. Las sombras amortiguaron mis gritos de placer y quede tendida y jadeante en la cama. Le vi levantar su cabeza y vi su barbilla cubierta de mis jugos.
-¿Quién lo iba a decir? Sueltas tanto liquido cuando te corres-se limpio con los dedos y luego los llevo a mi cara-Chúpalos y siente tu sabor
Le lamí los dedos con cuidado y devoción. Me sentía exhausta y mi cuerpo tenía una cálida sensación de placer. El dildo había dejado de funcionar hacia un buen rato
-¿Cómo te llamas?-dije cuando aparto sus dedos de mi boca
-¿Ahora te acuerdas de eso, Brujita? Soy Evoy, chilla mi nombre en el próximo orgasmo
Me dio la vuelta y me hizo ponerme a cuatro patas cuando me recupere un poco del orgasmo. Me apoye con mis puños cerrados sobre la cama y sentí como pasaba su miembro por toda mi entrada. Lo paseo unas cuantas veces y empecé a gemir de impaciencia
-¿Evoy?
-Demuéstrame lo que quieres
Empecé a mover las caderas hacia atrás mientras me balanceaba un poco
-Un poco mejor, pero falta algo-podía notar la sonrisa en su voz
-Por favor, dámela. Dámela fuerte y rápido, la necesito tanto-dije mientras repetía el movimiento anterior
-Buena chica
Le sentí aferrarse con fuerza a mi s caderas y se empujo dentro de mí con una rápida embestida que me hizo soltar un quejido de dolor. Casi era como si me hubiese desgarrado para poder meter su gran envergadura dentro de mi cuerpo
-Me partes, me partes. Ve un poco más despacio
Sus movimientos no se aflojaron, sus manos tomaron posesión de mis pechos y empezó a embestirme de una manera completamente inmisericorde que me provocaba tanto daño como placer. Sus dedos pellizcaron con fuerza mis pezones
-No, me duele. No me pellizques así. No-dije entre los gemidos que ya no podía contener en el interior de mi boca
Me echo hacia atrás de manera que mi espalda quedo pegada a su pecho y sus labios buscaron los míos con fuerza y desesperación. Su lengua, que parecía una batidora, daba vueltas alrededor de la mía mientras acariciaba mis encías con una precisión increíble
Sus caderas se empezaron a mover a un ritmo infernal. Y yo empecé a imitar los movimientos de su beso. Una de sus manos abandono mis pechos y llego hasta mi clítoris donde empezó a estimularlo con fuerza. Sentí como el orgasmo crecía en mí y por sus gemidos contra mi boca en él también. Me llego como una explosión en el mismo momento que sentí como un cálido chorro golpeaba mi interior. Conté hasta siete antes de que me soltase y yo perdiese el conocimiento sobre la cama