Fuego 1
Inicio de una serie de magia y sexo. Sin sexo, pero con un excitante juego previo y magia erotica. Se conoce a Anna, una protagonista que empezara a brillar conforme descubra los poderes de su sexualidad
Parte 1
El apartamento a mí alrededor se quemaba. Me encogí aun más debajo del escritorio de mi padre mientras lloraba y me apretaba una servilleta contra la boca para no respirar tanto humo. Mi madre se pondría furiosa cuando viese que había manchado una de sus caras servilletas de tela. Escuche unos golpes sobre el escritorio y supe que pronto empezaría a arder. Me esforcé más en pintar el pentagrama protector en el suelo, pero con una sola mano y los ojos llenos de lágrimas era muy difícil
El humo se colaba a través de la tela de la servilleta y me mareaba. No tenía mucho tiempo y solo podía pensar en que mama y papa estaban en el piso de abajo. Mis ojos perdieron más agudeza y mi vista se emborrono. Eso me puso aun más nerviosa cuando pinte el último símbolo. El pentagrama empezó a brillar tenuemente y el aire a mí alrededor se hizo más respirable, incluso las llamas retrocedieron un poco.
Pero mi vista se hizo aun más borrosa. Entre el fuego surgió una blanca figura. Eso fue lo último que vi antes de desmayarme. Mi frágil cuerpo de apenas tres años de edad mantuvo ese recuerdo
Me desperté mientras miraba el techo de la habitación de hotel. Me enderece y empecé a vestirme con gestos adormilados. Me fui espabilando mientras me vestía y comprobé el vestuario
Un traje chaqueta blanco de corte militar que ocultaba mi cuerpo, el pantalón solo dejaba ver unos feos y sosos zapatos blancos. Ni una gota de maquillaje, incluso mi pelo era blanco y mis ojos eran de un color verde tan diluido y claro.
Mi aspecto era monocromo. El aspecto de una persona que llegaría a confundirse con las paredes si se lo propusiese
Y ese era justo el aspecto que yo deseaba tener. La reunión del día era muy importante, y aunque asistiría como oyente y testigo podría ser peligrosa para mí. Lo mejor era pasar desapercibida
Aunque siempre llevaba esa ropa porque mi muslo izquierdo, la parte externa, así como la cadera tenían una gran cicatriz de una quemadura sufrida durante el incendio que acabo con la vida de mis padres. Otro recuerdo era el pendiente en forma de lágrima de color rojo que llevaba en mi oreja derecha
La mujer que me había salvado de la llamas me lo había dado cuando me había despertado. Justo después de saber que mis padres habían muerto en el incendio
-Es un recuerdo de tus padres, su sangre solidificada. Es como si ellos estuviesen siempre a tu lado. Por eso mismo nunca debes quitártelo. ¿Me entiendes? Jamás de lo quites, ellos te protegerán a través de ese amuleto
Mis brazos cubiertos de vendas, mis mejillas tapadas por gasas, todo mi cuerpo estaban cubiertos por las leves quemaduras que había sufrido durante el incendio. Las marcas se habían borrado a lo largo de los años dejando solamente leves descoloramientos en algunas zonas de mi piel y la cicatriz sobre la herida más importante.
Salí de mi habitación de hotel y mire el pasillo con la moqueta de un estampado rosado y las paredes color crema. Fui andando hasta el ascensor metalizado y espere hasta que llegase a mi planta. En cuanto entre en la cabina note el montón de sombras sobre una esquina. En un ascensor completamente metalizado y con espejos que reflejaban la luz no podía existir ese montón de sombras de manera natural.
Me gire y las sombras adoptaron una tenue forma humana.
-Hola, bruja blanca-dijo una voz entrecortada y jadeante. Era grave y áspera, como si le costase salir de esa garganta sin forma
-Recuerda la tregua
-La recordare-una lengua de sombras se paso por su mejilla dejando un tenue reguero húmedo- Pero nadie dice que no pueda probar un poco de tu carne. De tu sudor y tu sabor, siempre y cuando no te ataque
-¿Conoces las leyes contra el acoso sexual? Eso también se cuenta como ataque.
-Siempre y cuando tu me des permiso no cuenta-Las sombras se hicieron más solidas y adoptaron la forma de un hermoso hombre-Y me lo darás, antes de que sea medianoche tus piernas estarán abiertas para mi mientras gimes y sollozas por todo el placer que te hare sentir
-No sueñes, brujo oscuro. Mis piernas no se abren tan fácilmente
-¿Quién ha dicho que seria fácil?-su voz se había convertido en un susurro seductor mientras me acorralaba en otra esquina del ascensor-Quiero que me lo pongas difícil, que des toda la pelea que puedas mientras yo consigo tenerte húmeda y caliente para mi, debajo o sobre mi cuerpo y con mi verga penetrando en tu húmedo tesoro
El pitido que indicaba que el ascensor había llegado a la planta deseada hizo que el desconocido se evaporase como el humo negro del que había surgido. Mi piel estaba caliente donde la lengua de sombras me había tocado. Me mire en el espejo y vi una tenue capa morada en la zona. Quite un poco y lo olí. Un afrodisiaco, eso explicaba por qué la humedad había invadido el espacio entre mis piernas. Saque un clínex y me limpie mirando el espejo del ascensor. Luego avance por el pasillo, más lujoso que el de varias plantas más abajo
Tire el clínex en una maceta y vi como se consumía en una bocanada de humo purpura.
Antes de que pudiese tocar la puerta esta se abrió y un hombre atractivo salió desde el interior de la habitación y toco con un boli el clínex carbonizado
-¿Una maldición?-dijo
-Un afrodisiaco
Verle a él sí que era un afrodisiaco. Era tan guapo…. Llevaba enamorado de su pelo oscuro y de sus ojos castaños desde que tenía memoria. Me había criado junto a él como su hermana adoptiva pero él nunca se había girado para mirarme. Sabía que yo era una molestia innecesaria en su casa, una niña con cicatrices que la afeaban para toda la vida. Sean me despreciaba
Cuando era pequeña muchas veces se burlo de las cicatrices que tenia en la pierna y en mi dificultad para caminar. Cuando mi cuerpo empezó a madurar le oí burlarse cruelmente de mí con sus amigos a escondidas. Si no fuese por todo lo que le debía a su madre me habría marchado hacia muchísimo tiempo de esa casa solo por él. Pero aun así seguía amándolo con fuerza
-¿Estas bien Anna?-la voz salió del interior de la suite
Entre en la habitación y mire a la dueña, estaba sentada en una mesa en lo que parecía un saloncito entre las habitaciones individuales de la suite de lujo. Con una taza de humeante café en la mano y con una sonrisa en los labios. La reina de las brujas blancas, con una escandalosa copa H y un escote a juego, enseñando esas piernas tan hermosas que parecían interminables. Una belleza de cabellos negros como el ala de un cuervo y con un cuerpo maduro en el que se notaban los rastros de la maternidad de hacia veinte años.
Su hijo se sentó a su lado y yo me acerque
-¿Qué ha pasado?
-Una gamberrada, no tiene importancia. Solo una estúpida provocación para que atacase. Nada que deba preocuparos
-Pero han usado un afrodisiaco, ¿eso no se puede contar como una agresión?-dijo él
-Hijo, la renovación de los tratados es algo absolutamente necesario para que nuestro mundo funcione. Si hubiese una guerra sería terrible para todos nosotros, en nuestras manos esta preservar la paz. No debemos dejarnos llevar por las tontas provocaciones
-Tienes razón, madre. Además, ¿Quién se fijaría en ella? Solo es una obsoleta que ni siquiera tiene magia
Mire mis pequeños pechos que casi quedaban disimulados por ese traje y el sujetador deportivo que llevaba. Tenía la costumbre de ocultar mi cuerpo más que mostrarlo. Además, aunque no tuviese talento mágico podía usar pentagramas y pociones
-Ha llegado el momento de la reunión con la reina de las brujas oscuras-anuncio la reina de pronto
En la sala de reuniones estaban la reina sentada enfrente de la reina de las brujas oscuras. Ambas tenían edades similares. Eso se debía a que cuando el tratado de paz se realizo se decidió que cuando fuese a nacer alguien en el seno de ambas familias menos de tres meses después nacería otro del mismo sexo en la otra familia. Por eso me sorprendió ver al chico de sombras sentado enfrente de Sean
Me lanzo un beso y dijo en voz bastante alta
-Repetiremos lo del ascensor en cualquier momento
Sean había puesto una expresión extraña y me había ordenado sentarme con una especie de ladrido
-Y ahora la firma de los testigos de ambos bandos
Me levante y estampe mi firma en el documento. Este ardió y se disipo con una tenue explosión de magia renovada. En ese momento el príncipe oscuro dijo algo
-¿Por qué no retomamos una antigua tradición en desuso?
-¿Cuál?-dijo la reina blanca-Esto podría ser interesante
-Como símbolo de buena voluntad intercambiar a los testigos durante tres meses. Antes se hacía para que viesen cómo funcionaba el otro lado
-Me niego-dijo Sean. Por un segundo pensé que podría estar protegiéndome-Su testigo es un poderoso bujo oscuro mientras que el nuestro es una inútil mosca sin magia. No tienen el mismo nivel
-Ella es hija adoptiva mía-dijo su madre- Creo que es una buena idea, los intercambiaremos ahora mismo
Se levanto y me dio un abrazo. Entonces susurro unas palabras a mi oído derecho. No las entendí, y ella no me dio tiempo a entenderlas. Antes de darme cuenta el brazo del príncipe oscuro me rodeaba mientras el brujo oscuro se iba por la puerta con la reina y Sean. Este no me dirigió ni una mirada cuando se marcho
-¿Me podrías dejar unos momentos a solas con ella, madre?
-No destroces la sala, quedaría mal para la reunión del año que viene
La mujer y se marcho sola. No tenia peligro de que nada le pasase esa mujer era más peligrosa que miles de asesinos en serie juntos. La bruja oscura que gobernaba sobre las demás
-¿Sabes que los poderes se obtienen de determinados medios?-asentí mientras el príncipe me lamia un costado de la cara. Me había acorralado contra la mesa y sentía como me estaba volviendo a excitar por esa actitud tan dominante
Había empezada acorralándola con sombras que cada vez que la tocaban mandaban latigazos de placer a su cuerpo.
-Lo sé, están los elementos y distintas emociones. Además los poderes están ligados a esos medios
-Yo los obtengo de las sombras y de la lujuria de otras personas-susurro en mi oído con una voz excitante. Las sombras me rodeaban y no podía escapar aunque saltase sobre la mesa. Él dijo algo en una lengua extraña y sentí como algo se introducía en mi centro hasta estar en el punto más sensible de todos
En ese momento una fuerte vibración surgió de esa cosa y sentí como me mojaba más y las oleadas de placer dejaban mi cuerpo laxo, sin fuerzas y anhelante
-¿Qué… es… eso?-jadeo mientras él la tumbaba sobre la mesa con sus miembros inútiles
-Un dildo mágico, no daña el tratado. Porque tú ya me deseabas
-¡Eso es por el afrodisiaco… yo nunca… a un mago oscuro!-las palabras me salían entrecortadas al aumentar la vibración del dildo
-¿Amas a un hombre? No te preocupes, no tocare tu corazón en estos tres meses-dijo mientras desabrochaba mi chaqueta y luego mi camisa y mi corbata- Pero tu cuerpo será mío, ni siquiera quieres resistirte. Las brujas blancas sois sinceras, dime que no deseas mi cuerpo, que no deseas lo que puedo darte
-Yo… no…-el dildo empezó a vibrar mucho más fuerte-Kiii…
-Ese dildo vibra más conforme tu más te resistes a mí. Además, puedo activarlo a voluntad desde cierta distancia
-Por… por favor…-mi camisa estaba desabrochada y levanto mi sujetador deportivo. Le oí lanzar una exclamación de admiración
-¡Pero si estás bien dotada! ¿Una copa E, quizás una D? Cada vez te deseo más
-¿Por qué… yo?-jadee con fuerza cuando el dildo empezó a moverse de arriba abajo lentamente
-Porque quiero ver la cara de ese panoli cuando sepa que yo te he tenido primero
Puso su erección contra mi centro húmedo y empezó a frotarse contra mí en movimientos rítmicos, eso hizo que el placer de sentir la dureza bajo su pantalón contra mi clítoris me lanzase como un cohete sobre un orgasmo. Jadee y me aferre a sus caderas para no perder ese nimio contacto. Mi vista se emborrono y las sombras cayeron sobre nuestros cuerpos
-Ahora viene lo mejor, brujita