Fue sin intención
El escuchar a su hija durante sus ardientes encuentros sexuales con su marido despertara el deseo dormido de esta madura mujer.
Algo muy deseado
Hacia seis meses que mi esposo había muerto, dejándome viuda a la edad de 52 años, mi hija insistió en que me fuera a vivir con ella y su familia. MI hija Alejandra tiene 8 años de casada con un maravillo hombre llamado Fabián que la hace muy feliz a ella y a sus hijos, tienen dos niños pequeños de 7 y 5 años.
Así que después de muchas insistencias de mi hija, termine por aceptar irme a vivir con ellos, la familia me recibió muy bien, en realidad siempre mantuve una buena relación con mi yerno y mis nietos estaban fascinados de que la abuela estuviera en su casa.
Mi hija me instalo en el cuarto que esta junto al suyo, mis nietos dormían en mas alejados de su habitación. Es aquí donde realmente empieza mi historia, como duermo en la habitación al lado de mi hija y su esposo, escucho casi todas las noches, los gemidos, los jadeos y hasta los crujidos de la cama mientras mi hija y mi yerno hacen el amor. MI yerno es un hombre de 31 años, viril y atractivo. El siempre ha sido muy amable y atento conmigo, tratándome casi como a su madre, pero debido a lo que he escuchado mi mente ha empezado a fantasear y yo no lo veo como un hijo.
El trabajo de mi hija es en una importante empresa financiera, que la obliga a veces a trabajar por periodos mas largos de los debidos, teniendo poco tiempo para las labores de la casa, mientras que mi yerno tiene un pequeño estudio contable en el cual trabaja casi siempre durante la tarde y noche. Yo he empezado a hacerme cargo de mis nietos, a recibirlos cuando regresan de la escuela por la tarde y como mi yerno trabaja en la casa a menudo me encuentro sola en la casa con El.
Debo confesar que en algunas ocasiones, cuando mis nietos van a despedirse de su padre para ir a la escuela, dejan la puerta de la habitación semiabierta, entonces yo discretamente miro dentro de esta, a menudo he sorprendido a mi yerno mientras duerme desnudo, cubierto solo con una delgada sabana, esto ha hecho que haya empezado a obsesionarme con El.
Trato de preparar los alimentos que se mas le agradan, trato de mantener su ropa muy limpia y ordenada, y cuanta atención pueda para hacerlo sentir bien. Pienso que mi yerno debe haberse empezado a dar cuenta de esto, porque de un tiempo para acá, cuando se levanta por la mañana, toma una ducha, y se viste utilizando solamente el pantalón de su pijama, y por la forma en que veo como se balancea su miembro bajo este, estoy segura que no utiliza ropa interior.
Hace una semana sucedió una cosa realmente extraña, estaba limpiando el baño, cuando mi yerno entro y aun dándose cuenta que yo me encontraba limpiando el piso de la ducha, El bajo su pijama y saco su pene, sujetándolo en su mano, se dispuso a orinar frente a mí, sin el menor recato, aunque no estaba erecto su pene tenia un buen tamaño. Era el primer pene que veía desde la muerte mi esposo y el segundo en toda mi vida.
Yo ante la vista de su miembro, sentí un calor que subió por todo mi cuerpo, entonces mi yerno terminando de orinar sacudió levemente su pene y lo metió dentro del pijama mientras yo permanecía ahí petrificada, El sonriéndome salio del baño, como si lo que acabase de hacer fuera cosa común entre los dos.
El día continuo por lo demás normal, aunque no pudiese apartar de mi mente, la imagen de su pene colgando fuera del pijama y sujeto por su mano.
A partir de ese día empecé a utilizar ropa un poco mas ajustada, procuraba no utilizar sostén para que mis pezones se marcaran a través de la suave tela de mis blusas, también empecé a usar de nuevo zapatos de tacón alto, recordé que una vez mi hija me había dicho cuanto apasionaban a su esposo. Notaba como las miradas de mi yerno se hacían cada vez mas frecuentes hacia mí, y debo admitir que esto en verdad me emocionaba. Aunque nunca me hubiera atrevido a dar un paso mas haya de aquel sencillo juego de coqueteo. Era en verdad estimulante para una mujer de mi edad, comprobar que un podía llamar la atención de un hombre, y no comprendía bien porque pero me excitaba aun mas saber que el hombre que ahora me miraba con ojos de deseo era el varonil esposo de mi hija.
Otra cosa que me llamaba profundamente la atención es que empecé a dejar de escuchar las sesiones amatorias entre mi hija y su marido, que estaba pasando para que de pronto la actividad sexual que habían tenido casi a diario se detuviera tal de repente. Acaso el objeto de deseo y pasión de mi yerno, no era ya mi hija.
Fue una mañana en la que mi yerno entrando mas temprano dentro de su estudio empezaba a trabajar. A los pocos minutos escuche su fuerte voz que me llamaba, yo pensé que le había sucedido algo, entonces rápidamente fui hasta allí.
Cuando entre vi como mi yerno se levantaba de su silla rápidamente y caminaba hasta donde estaba yo, antes de que se acercara pude notar una enorme protuberancia en el frente de su pantalón, sin darme tiempo de reaccionar acerco su cara a la mía y me beso en la boca, no supe como responder, sentía mi sangre arder, entonces sujetándome por los hombros decididamente me giro, inclinándome contra su escritorio, antes de que pudiera reaccionar, levanto mi falda sobre mis nalgas, con hábiles manos bajo decididamente mis medias, y de un tiron, metió una mano entre mis muslos, sentí como uno de sus dedos se hundía entre mi húmeda vagina, moviéndolo en forma circular dentro de esta, brindándome un placentero masaje, tengo que reconocer que casi instantáneamente mi vagina estaba completamente mojada, sentí como mi yerno acerco su pene a la entrada de mi vagina, y antes de que yo pudiera decir o hacer algo, me la empujo hasta el fondo.
Yo grite de dolor al sentir su enorme y duro miembro abriéndose pasado en lo profundo de mi vagina, sentía su grueso pene llenándome completamente ,ante mi quejido mi yerno no se detuvo, continuo empujándola, yo sentía como sus bolas chocaban contra mis nalgas, me sentía desfallecer de placer, la forma en que me estaba cogiendo mi yerno me estaba trastornando, gemí pero esta vez de placer mientras El aceleraba sus empujes dentro de mi raja, entonces abriendo mis labios deje escapar un fuerte gemido disfrutando de su penetración, mi yerno al escucharme gemir, empujo aun con mas fuerza su pene dentro de mi raja, haciendo que alcanzara un intenso y prolongado orgasmo. Mientras mi cuerpo se estremecía de placer, mi yerno saco su verga de mi vagina, y exploto arrojando grandes chorros de caliente semen entre mis nalgas, y contra mi falda, gemí aun más fuerte, al sentir su caliente esperma bañar completamente mis nalgas.
Entonces mi yerno, separándose de mi, se retiro y subiendo su pantalón y salio de la habitación, dejándose ahí, sobre su escritorio completamente satisfecha y empapada con su semen.
Después de unos segundos, sentí como la culpa se adueñaba de mí, como había permitido que mi yerno me hiciera eso, debí detenerlo, resistirme, es mas quizás la única culpable había sido yo, quien con mis detalles y mis cosas lo había incitado, había provocado que el me poseyera de la forma que lo había hecho, reflexionaba de todo esto mientras bajaba mi falda y acomodaba mi ropa, sentía el semen de mi yerno correr aun tibio entre mis muslos.
Fui a mi habitación, cuando me disponía a quitarme la ropa para tomar una ducha, mi yerno entro en esta, y besándome de nuevo mientras me acariciaba con sus manos los pechos, me decía que lo había excitado como nunca, que desde hacia varios días estaba obsesionado conmigo, con poder poseerme y satisfacerme como sabia que yo tanto lo necesitaba, bajando de nuevo el cierre de su pantalón, saco su duro miembro, y guiando suavemente mi cabeza hacia abajo, la acerco a su rígido pene, yo abrí mis labios y lo chupe con grandes ansias, como una niña chupa el mas dulce de los caramelos, sentía el deseo creer de nuevo en mis entrañas a medida que deslizaba mi lengua y labios sobre toda la longitud de su miembro. Por sus gemidos supe que mi yerno pronto acabaría, yo quería sentir el sabor de su semen en mi boca, acelere mi mamada y sintiendo como su verga se endurecía al máximo, mi yerno exploto arrojando todo su caliente esperma en mi boca, sentí como una abundante cantidad de su esperma fue a estrellarse contra mi garganta, excitada trague todo cuanto pude, luego mi yerno levantándome me beso de nuevo, haciéndome sentir la mujer mas feliz de la tierra.
Desde ese día, me convertí en la devota amante de mi ardiente y joven yerno, estoy feliz de poder complacerlo en todos sus deseos, ahora en las noches cuando escucho los gemidos de mi hija, disfruto imaginando el placer que yo también recibiré por la mañana.
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