Fue con mi hermana y mi cuñado

Alina se decide a participar en los juegos sexuales de su hermana y su cuñado

Mi hermana mayor, Odette (Odi) de 25 años, me había confesado que ella y su novio Adrián eran muy liberales, realmente el término que ella usó fue “Swingers privados” ya que en sus tendencias sexuales no había desconocidos, solo amigos con los que hacían tríos, intercambiaban parejas e incluso el sexo en grupo. Meses después Odi y Adrián se casaron y se fueron a vivir a la isla de Cozumel en el caribe mexicano donde han estado radicando los dos últimos años, mismos años que tenía yo sin ver a mi hermana y a pesar de estar en continua comunicación por redes sociales, mensajes o llamadas telefónicas yo la extrañaba mucho

Me platicó que también en Cozumel formaron un grupo con los cuales siguen practicando sus inclinaciones sexuales. A pesar de no estar de acuerdo en esa llamémosla, “modalidad sexual”, no la juzgo y mucho menos la rechazo por ello, primero por ser su vida y segundo por ser mi hermana mayor a quien amo y mi amor hacia ella está por encima de sus “locuras”… De las cuales terminaría yo siendo parte

Un día en que yo le comenté por mensaje que estaba saliendo con un chico ella me respondió “Ya es hora de comenzar a cuidarte, ya que si la calentura te gana le vas a pedir verga sin medir las consecuencias” . Yo había reído al leer su mensaje, sin embargo, supuse que podría pasar y decidí tomar el consejo, visité a mi ginecóloga quien después de aconsejarme, y yo no hacerle caso, optó por recetarme. Y como a veces pasa, mi relación con el chico terminó sin que hayamos hecho nada, cuando se lo platiqué a Odi ella me invitó a pasar mis vacaciones universitarias en su casa diciéndome “Para que te olvides de ese cabrón” . Eso me emocionó ya que tenía dos años de no ver a mi hermana y el solo pensar que pasaría un mes con ella y junto al mar se me hacía algo increíble.

Al llegar a la isla, ella me estaba esperando en el aeropuerto y después de los abrazos recorrimos un corto trayecto hacia el norte donde vive en un lujoso y amplio departamento en condominio de dos habitaciones muy amplias, cada una con su baño y una principal con una gran terraza con vista al mar donde hay un jacuzzi. Después de instalarme en mi habitación, nos sentamos a charlar en la terraza de la estancia la cual también tenía vista hacia el mar, hablamos de la familia y todo lo clásico entre dos hermanas que llevan tiempo sin verse. Al habernos quedado sin tema familiar charlamos sobre mi ex novio y al terminar de contarle lo que había pasado Odi me preguntó

  • ¿Lo extrañas?

  • Si, pero para que insistir en algo que nunca iba a funcionar

  • Ya llegará el indicado, tú eres muy linda y atraes a los hombres

Reí con tristeza y Odi se levantó a servir unos tragos de tequila, brindamos y me preguntó

  • ¿Te lo cogiste?

  • ¡No!

  • ¿Te masturbó? ¿Se la mamaste?

  • Hubo besos y algunos fajes… Pero por mis dudas sobre de él, no quise llegar a más

  • ¿Sigues virgen a los 19? ¡Por Dios Alina!... Tienes que hacer algo hermana

  • ¿Es malo ser virgen a mi edad?

  • ¡Claro! Te estás perdiendo lo mejor de ser mujer… Si un chico te gusta y son novios, cuando te pide las nalgas hay que dárselas, se debe vivir el momento sin pensar en si mañana terminan o no. ¿O qué? ¿No te gustaba lo suficiente?

  • Si me gustaba y mucho, pero nunca me pidió las nalgas y yo no se las iba a ofrecer ¿verdad?

  • Y una puede aceptar, pero nunca ofrecer… Al hombre siempre hay que hacerle creer que él te sedujo y que tú caíste en sus redes, eso lo hace sentir bien y tú te liberas de la culpa… Hasta que te das cuenta que eso no es tan cierto

  • ¿Entonces? ¿Hay que ofrecernos?

Soltó una carcajada y después de reírnos y beber un poco de tequila agregó

  • No llegamos al extremo de ser “putas gratuitas” pidiendo verga, pero si que lo hacemos coqueteando e insinuando ¿O no?

Moví la cabeza apretando mis labios como señal de un “Tal vez” y ella agregó

  • Hemos heredado muchos mitos respecto al papel de cada quien en el sexo. Por ejemplo, al hombre le encanta decir que al coger te hace suya, ya sabes el clásico “Fue mía” o “la hice mía” cuando en realidad al coger él es más tuyo que tú de él… Físicamente nosotras abrimos las piernas para recibir, no para dar, son ellos los que te dan su verga y su leche, tú te quedas con lo suyo y él no se llevan nada de ti.

  • ¡Como no! El placer “ególatra” de haberte cogido

  • Solo que, si hablamos de placer, también les ganamos en eso... Cuando el hombre se viene, por lo general su placer se concentra en su pubis, con nosotras es diferente, por ejemplo, Adrián quien además de tener una verga grande y gruesa, la sabe usar. Me provoca unos orgasmos de locura en los que me brincan “hasta los dientes” ¡No sabes cómo termino! ¡Agotada de placer! Como muñeca de trapo sobre la cama… Si él se viniera como yo, terminaría desmayado teniéndome bien ensartada.

  • ¿Será que tanto placer evita que le huyamos al embarazo?  La naturaleza es sabia hermana

  • Hablando de eso ¿Seguiste mi consejo de cuidarte?

Odette se levantó a servir más tequila mientras que yo respondía

  • Si, ¿Pero ya para qué?

  • Para lo que se pueda ofrecer, una nunca sabe y eso de terminar como madre soltera, ¡Pos ‘ta cabrón!

  • ¡Que bárbara eres!

  • ¿Y las dejaste de tomar?

  • Las tomé tres meses y ahora por pendeja inicié con otra caja, pero terminando las dejo, claro que será a fin de mes ya que la doctora dice que empezado el paquete no se debe suspender

  • Tiene razón… Pero no las dejes de tomar, te aseguro que ese chico te va a buscar para pedirte perdón diciendo que no supo lo que hacía y otras pendejadas. Tú le vas a creer y van a terminar en la cama, ya que la mejor reconciliación es una deliciosa cogida… Y ya es hora de que conozcas el placer de ser mujer

  • OK ____ Respondí riendo

Cuando Adrián llegó, me miró recorriéndome con la mirada y me abrazó diciéndome

  • Que bella estás Alina… De verdad que estás buenísima cuñadita

Yo reí y él mirando a mi hermana le dijo

  • Me debí haber casado con las dos ¿No crees?

  • No puedes casarte con las dos, pero podríamos haber formado una comuna

Los tres nos reímos y después de cambiarme de ropa y ponerme un bikini bajamos a la playa donde comimos y pasamos el resto de la tarde

Por dos semanas todo fue normal y divertido, Odi y Adrián me llevaron a recorrer toda la isla, compré algunos recuerdos, buceamos en unos arrecifes, mi piel se bronceó quedando sobre de ella unas sensuales “líneas de bronceado” bajo las partes que cubría el bikini y resultó que una tarde Odette me dijo

  • Va a venir una pareja de amigos y nos vamos a divertir. Ya te he platicado sobre de eso, esa es la respuesta a tu pregunta de porque en las tres habitaciones hay cama matrimonial.

  • ¿Qué quieres que haga? ¿Me voy a dormir a un hotel? ___ Pregunté al comprender que yo estorbaba

  • No, no vamos a usar tu cuarto. Tú decides que hacer, puedes estar un rato con nosotros y tomar una copa o puedes bajar a la alberca y después subes a tu habitación o si quieres usa el auto y ve a divertirte, en los antros de los hoteles hay chicos muy guapos. Ahora bien, si quieres unirte a nuestra fiesta, serás muy bien recibida.

  • Mejor bajo a la alberca

  • Como quieras hermana

Cuando “sus invitados” llegaron ella me presentó con el clásico “Alina, mi hermanita la menor”, la pareja me miró sin poder ocultar su emoción al pensar que yo sería parte de “la fiesta” y cuando les dije que iba a la alberca, la mujer, una chica de unos veintitantos años me dijo decepcionada “¿No te vas a quedar con nosotros? ¡Qué lástima!” Adrián me dio una botella de licor y una bolsa de botanas diciendo “Ya sabes dónde están los hielos en la alberca”, yo tomé un vaso y salí del departamento.

Estaba yo en esos días en que las hormonas nos exigen “aparearnos” razón por la cual al intentar leer una revista mi excitación me regresaba a pensar en lo que estaría pasando dentro del departamento. Miré a mi alrededor y al no ver a nadie doble mis piernas posando las plantas de mis pies sobre el camastro en que estaba y metí mi mano bajo el calzón del bikini para acariciar mi sexo, no me pude masturbar por temor a que alguien llegara, así que “busqué consuelo” comiendo papas fritas y bebiendo tres o cuatro copas.

No dejaba de pensar en lo que había platicado con Odette el día de mi llegada y en lo que ella estaría disfrutando en ese momento, me levanté y subí al departamento. Abrí la puerta sigilosamente, me asomé con cuidado y al ver que no había nadie a la vista entré y me encontré con ropa tirada en el suelo, dejé la botella y el vaso sobre la barra del bar y muy despacio me acerqué a las puertas de ambas recámaras donde en las dos escuché “el traqueteo” de las camas y los gemidos de mi hermana y de la otra mujer

Mi humedad me mojaba el calzón del bikini y en silencio fui a mi recámara donde me desnudé y sin encender la luz me tiré en la cama para masturbarme pensando en esos excitantes gemidos de placer, terminada mi autosatisfacción quedé en la cama tocando mis pechos y pensando en mi cuñado y lo que me había dicho mi hermana sobre su miembro y los orgasmos que le provocaba imaginando que podría ser yo la que estuviera gimiendo así de placer. La pregunta era, si mi hermana aceptaba que su guapo marido se cogiera a sus amigas ¿Aceptaría que se cogiera a su hermana?

En eso estaba cuando escuché ruidos, con la luz apagada entreabrí la puerta y por el pequeño espacio que dejé abierto me asomé y ví a los cuatro desnudos en la sala. Odette tenía razón sobre mi cuñado, además de ser muy atractivo estaba enorme, claro que mi marco de referencia era tan solo la diferencia que notaba entre los dos hombres ya que era la primera vez que veía “en vivo” a un hombre desnudo.

La pareja invitada se vistió, después los cuatro y realmente fueron los cuatro, se despidieron con un beso en la boca lo que me hizo suponer que entre ellas también…. ¡Claro que lo hacían! Ese era el sexo en grupo a que se refería Odi. Cuando la pareja se fue, vi que Odette le decía algo a su esposo señalando hacia mi recámara, yo cerré la puerta y solo me dio tiempo de tirarme sobre la cama para hacerme la dormida. Con los párpados cerrados, pero dejando una “rendija” por donde mirar la ví entreabrir muy despacio la puerta y al verme desnuda sobre la cama, le hizo señas a Adrián quien segundos después se asomó y se quedó observándome, miró a Odette y levantó las cejas en señal de admiración. Después de que cerraron la puerta yo abrí los ojos y pensando me quedé dormida

A la mañana siguiente cuando desperté me levanté, me puse un camisón y cuando salí Adrián ya había salido a su negocio, encontré a Odi en la cocina, la saludé con un beso, me ofrecí a prepararle el desayuno y mientras lo hacía dije

  • Anoche hacía mucho calor

Ella me miró y sonrió sin responder, yo pregunté

  • ¿Cómo les fue?

  • Bien, muy bien… Tú cuñadito se había emocionado con la idea de que te ibas a quedar con nosotros

  • ¿Y tener sexo con ustedes?

  • ¡Claro! Yo le propuse sortear tu virginidad, pero él respondió que solo si el ganaba

Soltó una carcajada y agregó

  • Te trae ganas el cabrón

  • ¿Y no te molesta? __ Pregunté, ella sonrió y dijo

  • Se te va a quemar el desayuno

Mientras desayunábamos me miró muy seria y dijo

  • Te voy a decir algo… Cuando, donde y con quien dejar de ser virgen es un asunto que tú debes decidir…. Si decides que ya es el momento, bien sabes que cuentas conmigo ¿Me entiendes?

Afirmé con la cabeza, terminamos de desayunar y ella me preguntó

  • Hoy no quiero subirme al auto, así que decide ¿Playa o alberca?

  • Las dos

Reímos, nos lavamos los dientes, ella se puso un bikini tradicional y yo a causa de mi excitación hormonal decidí ponerme el más pequeño de los que llevaba, al salir de la recámara Odette me miró, levantó las cejas y me dijo

  • Que cuerpazo tienes hermanita, estás como para comerte

Yo reí sin pensar en otra cosa que en un piropo y bajamos a la alberca. Entre playa, alberca, sol y unos tragos pasamos la mañana hasta que subimos a preparar la comida, nos pusimos a cocinar en bikini y yo sentía la mirada de mi hermana sobre mi cuerpo, en especial en mis pechos que dicho sea de paso ella siempre decía que me envidiaba el tamaño que tenían, no son algo espectacular, pero si un poco más grandes de “lo común” …. Yo la miré y de forma despistada le comenté

  • Debo estar ovulando Odi…

  • ¿Por?

  • Porque ando cachonda y ver tanta piel desnuda en la playa, me puso ¡Como nunca carajo!

Ella se rio y sin darle importancia mientras ponía la mesa respondió

  • Para eso solo hay dos remedios Alina… Te masturbas y se te pasa por un rato o te decides

No pude responder ya que llegó Adrián quien nos vio y exclamó

  • Vaya, vaya… Que par de bellezas me están esperando, de haber sabido no salgo a trabajar

Después de comer dormimos una reconfortante siesta y cuando mi cuñado salía nuevamente a su trabajo, me abrazó por la cintura acariciando mi piel y me besó en los labios, yo me sonrojé y él besó en la boca a mi hermana. Cuando salió yo miré a Odette y le pregunté

  • ¿Qué le dijiste?

  • ¿Sobre qué o qué?

  • ¿No viste como me abrazó y me besó?

  • Claro que lo ví

  • ¿Y no te importa?

  • ¡Ya déjate de idioteces! ¿Qué esperabas que hiciera? …. El te quiere coger y al verte con ese bikini no se resistió a tocarte, además tú sabes muy bien lo que hacemos Alina y debes entender que me importa un carajo que te acaricie, te bese o que te dé una buena cogida, si los dos lo quieren es muy su problema. Mejor olvídalo que me vas a hacer encabronar… ¡Vamos a la alberca!

Por la noche, tomamos una copa en la terraza y después me metí a bañar, al salir me puse unas bragas y una playera, salí de mi habitación y ya no estaban en la sala, al observar la puerta de su recámara abierta con la luz apagada supuse que habían salido, con la idea de confirmarlo toqué la puerta con los nudillos y escuché a Odette decir

  • Pásate, estamos en la terraza, dentro del jacuzzi

Entré a la recámara, la terraza estaba iluminada tan solo por las luces del jacuzzi, sobre el piso ví el bikini de mi hermana y la ropa de Adrián, me detuve sin salir a la terraza al entender que estaban desnudos dentro de la tina, mi hermana me miró y me dijo

  • Una copa de vino blanco bien frío, combinado con el agua caliente del hidromasaje te relaja como no tienes una idea, ¿Quieres? Te aseguro que vas a dormir como bebé

Yo me había quedado de pie sin cruzar de la recámara a la terraza ya que desde ahí no se podía ver el interior de la tina, Adrián me miro y preguntó

  • ¿Te vas a quedar ahí?

Pensaba regresar a mi recámara, pero mi excitación y el efecto inhibidor del alcohol encendieron mi lujuria la cual venció mis principios, mi respeto y mi prudencia. No sin dudar me quité la playera, la dejé caer al piso y me quité las bragas, di un paso entrando a la terraza y mirando a Odette le dije

  • Ya me decidí hermana… Aquí y ahora

Ella se puso de pie, salió de la tina, se cubrió con una toalla y me preguntó

  • ¿Estás segura?

  • ¿Estaría desnuda si no o estuviera?

Fue mi respuesta, ella sonrió le hizo una señal a su marido para que saliera de la tina y dirigiéndose a él le dijo

  • Haz que sea algo inolvidable para ella… Los veo mañana

Dejó la toalla en el baño y salió de la recámara cerrando la puerta detrás de ella. Adrián quien ya se había secado se acercó a mí, yo no podía dejar de verle la enorme erección, me abrazó y me dio un profundo beso juntando nuestras lenguas e intercambiando nuestras salivas lo que me “prendió” más de lo que ya estaba, al separarnos me observó diciendo

  • Eres una delicia Alina, ven, vamos a la cama

Lo miré con la seguridad de que a partir de ese momento Odette y yo nos dejaríamos de ver como hermanas y me subí a la cama dispuesta a gozar el momento, sin pensar en el mañana.

Comenzó una placentera sesión de besos interminables, caricias y más besos recorriendo mi piel, su boca mamando y besando mis tetas, yo acaricié su miembro, estaba duro, pero sin perder la suavidad de la carne, él tomó un dedo de mi mano, lo metió a su boca y pasó su lengua sobre mi dedo, al sacarlo tomó mi mano y la puso sobre su firme erección. Comprendí lo que quería, para eso me había chupado así el dedo, para enseñarme cómo hacerlo, tuve que abrir muy grande mi boca para recibir dentro de ella su pene y lo acaricié con mi lengua tal y como él había hecho con mi dedo.

Adrián sacó su pene de mi boca, me acostó boca arriba en la cama para besar y lamer mi sexo hasta hacer que me corriera humedeciéndome al extremo, se acercó a mi cara y me besó para hacerme saborear el producto de mi orgasmo el cual, si bien me había relajado, me dejó con ganas de más placer y después de besarnos varias veces, fui yo la que rompió nuestro placentero silencio diciendo

  • Penétrame

El no respondió, se metió entre mis piernas y lo hizo… Muy despacio y entre besos fui sintiendo como mi vagina cedía al paso de su gran erección, la sensación era única, mi vagina era extendida por ese delicioso pene que me quemaba, lo sentía oprimir mi recto y observaba como la piel de mi pubis se levantaba a su paso, Odette no había exagerado era muy ancho y eso me enloquecía, al meterlo completo lo sentí empujar mi útero haciéndome brincar por la molestia, él se detuvo y al recostarse sobre de mí para besarme en la boca lo metió hasta el fondo, quedando su pubis pegado al mío

Sin moverse nos besamos varias veces para después comenzar con el maravilloso ritual. Al entrar y salir me hacía sentir caricias sobre mi recto y yo jadeante puse mis manos sobre mi pubis para sentir mi piel levantarse y bajarse al ritmo de sus deliciosas “embestidas”. Gemidos, jadeos, e incluso palabras incoherentes como “Ah” y “Oh” salían rítmicamente de mi boca y de pronto mis piernas comenzaron a temblar si control hasta que se apretaron sobre la cadera de Adrián quien dejó de moverse, mi cuerpo se tensó, mis ojos se desorbitaron, mi boca se abrió, mis manos apretaron mi pubis y por unos segundos mi respiración se detuvo, hasta que un grité de placer al dar inicio a una serie de contracciones, o más bien brincos, maravillosos que me llenaban de placer y que me dejaron como mi hermana había dicho “Como muñeca de trapo sobre la cama”

El me miró sonriendo, me besó en la boca y con voz suave me dijo

  • Es mi turno muñequita

¡Y no!, no fue precisamente así, ya que en lo que llegó “su turno” yo tuve dos nuevos orgasmos y cuando le llegó su turno lo hizo con su pene prácticamente a “la mitad del camino” posiblemente con la no errónea idea de hacerme sentir sus chorros de semen dentro de mi vagina. Al terminar de venirse, me sacó el miembro muy despacio, acarició mi vagina que comenzaba a escurrir su semen y se acostó a mi lado, me sujetó la mano y preguntó

  • ¿Estuvo bien?

  • ¡Fabuloso!, fuiste muy bueno, tierno, dulce, cuidadoso… ¡No sé! … El caso es que me encantó

Respondí sonriendo al comparar mis orgasmos con un gran sismo y sus dos réplicas, él apagó la luz y nos quedamos dormidos.

Los días siguientes fueron de total “depravación”, Odi y yo hicimos un trío con mi cuñado, teniéndonos a las dos, lado a lado “de perrito”, primero me llevó a mí al orgasmo y después pude disfrutar de ver como su pene se perdía dentro de las entrañas de Odette haciéndola gozar al máximo para terminar empujándosela hasta lo más profundo para soltar ahí su dulce carga de semen… También tuve mi primera experiencia lésbica con mi hermana y fue fantástica y ni decir de las noches en que nos sorteamos con quien “dormiría” mi cuñado.

Dos días antes de mi partida, Odette invitó a la pareja de amigos que habían estado con ellos días antes. Ahí reunidos los cinco en la sala tomando unas copas Odi dijo “Mi hermanita quiere hacer un trío entonces les propongo algo” dirigiéndose a su amiga le dijo “Mientras tú y yo nos divertimos en una recámara, que ellos se cojan a Alina... ¿Les parece?” Aceptamos y pude disfrutar a dos hombres, me encantó tenerlos cada uno pegado a una de mis tetas mamando y sorbiendo, les disfruté a cada uno la verga, los dos me penetraron alternadamente y mientras el amigo se venía en mi vagina mi cuñado lo hacía en mi boca y yo me tragué su semen.

El último día o más bien dicho, la última noche de mi estancia con ellos después de hacer un trío con mi cuñado y mi hermana, me atreví a recoger con mi lengua el semen que a ella le escurría por la vagina para compartírselo en la boca. En resumen, fue una semana loca, excitante, degenerada y placentera, en la que prácticamente viví desnuda disfrutando del sexo.

Cuando me despedí de mi hermana en el aeropuerto le dije

  • Gracias por todo Odi…

  • ¿Te esperamos en tus próximas vacaciones?

  • Si, a pesar de que me pone nerviosa volar tantos kilómetros

Ella se acercó a mi oído y dijo

  • Mejor piensa en los kilómetros de verga que ya tienes y en los que te esperan

Solté una carcajada, nos dimos un beso y me subí al avión segura de que regresaría al terminar el siguiente semestre