Frente al espejo
Esta es la historia de un delicioso orgasmo, el cual mire extasiada en el espejo de la casa de mi mejor amiga...
Me encanta el sexo, soy una chica muy ardiente que constantemente esta pensando en los placeres de la carne, desdichadamente (en algunos casos) no tengo cerca alguna verga deliciosa para saciar mi calentura. Así que recurro a mis manos y a mi activa imaginación...
Muchas veces he tenido orgasmos deliciosos fantaseando con mi mejor amiga, ella es muy linda somos amigas desde hace muchos años y como es de esperar nos tenemos mucha confianza, muchas veces me ha comentado sobre sus aventuras, ella también es muy ardiente y me encanta verla contar con tanta emoción sus historias.
Recuerdo muy bien la vez que tuvo relaciones con tres hombres a la vez, casi me vengo cuando la oí decir eso, la forma en que me contó todos los detalles, como la hacían sentir, hasta las poses que realizaron, solo imaginarla siendo penetrada por tres deliciosas vergas, me excito tanto que no me pude aguantar.
Al rato fui a su baño y comencé a acariciar mis pechos por encima de la blusa, muy lento y suave por un largo tiempo, sentí mis pezones paraditos, así que comencé a desabrochar mi camisa, uno por uno los pequeños botones se fueron abriendo dando lugar a un placer enorme: en el baño de mi amiga hay un gran espejo que cubre la pared, nunca lo había notado (hasta ahora) era la primera vez que podía verme mientras me tocaba y fue algo exquisito.
Cuando terminé de quitarme la blusa la tire al suelo, y vi mis senos muy redondos, coronados por dos exquisitos pezones de un color café muy claro grandes y duros se encontraban al borde del placer, mis pechos son muy grandes así que con facilidad puedo llegar mis pezones a mi boca, saco la lengua y comienzo a pasarla muy rico por mis ellos.
Bajo lento y pausado mi mano por mi vientre, me siento muy excitada, levanto un poco mi falda y comienzo a tocarme por encima de mi tanga, la cual esta muy húmeda, cuando siento que ya no aguanto de un tirón me quito la diminuta tanga que traigo puesta y entonces toda mi humedad queda desnuda, me encanta sentirme así, y ver por el gran espejo reflejada mi imagen con una mano en mis pechos pasando de uno al otro, tocándome, pellizcando mis pezones, saboreándome, y la otra mano en mi vagina tocando mis labios llenos de mi viscosidad me deleita mucho sentirme, toco mis carnosos labios depilados, los abro y comienzo a acariciar mi clítoris muy rápido con movimiento circulares, también aumento la fuerza y el ritmo con que toco mis senos.
Cada vez mas rápido y mas rico hasta que me retuerzo de placer en un increíble orgasmo lo disfruto tanto, al ver mi expresión de satisfacción y sentir todo ese placer, que con el solo recuerdo me vuelvo a excitar...