Frente a su marido y con su complacencia
Laura se frotaba mi verga contra su clitoris estando los dos desnudos mientras su marido sentado en una silla nos miraba sin perder detalle de lo que haciamos.
Cuando llegue a mi departamento ya estaban esperándome, habían entrado con un juego de llaves que tienen ellos, existe mucha confianza entre nosotros, Laura estaba sentada en el comedor y Raúl estaba sirviendo unas copas de tequila, nos saludamos muy efusivamente, era la primera reunión de este nuevo año que teníamos, hacia 2 meses que no nos veíamos por causa de las fiestas, vacaciones y el trabajo, aunque ya estábamos locos por vernos los tres.
Después de platicar y beber una copita empecé a acariciar la pierna de Laura por debajo de su abrigo, ella estaba sentada entre Raúl y yo, fui subiendo la mano poco a poco, sintiendo el placer de la piel suave, tersa y tibia de esa linda pierna que tanto placer me a dado y sigue dándome, Raúl su marido no perdía detalle de lo que hacia yo, cuando mi mano fue detenida por la botonadura del abrigo ella quito el obstáculo dejándome en libertad para seguir hacia arriba hasta llegar a su tanguita, separe los pliegues del abrigo y pude ver el azul turquesa de esa sensual tanguita, Raúl me contó que era nueva y que no era tanguita, ¿entonces que es? le pregunte, para responderme ella se levanto de su silla y se quito el abrigo, quede asombrado de lo que vi, tenia razón, no era una tanguita era una prenda de una sola pieza, una cinta delgada color azul con lentejuelas que cubría en la parte de arriba solo la aureola de sus enormes senos y que rodeando su cuerpo bajaba hasta cubrir el coñito, pasando por entre sus nalgas, por enfrente solo cubría la parte baja del coño dejando todo el vello a la vista por la parte de arriba.
Toda la zona del vientre quedaba desnuda, lo mismo que la espalda y las piernas además prácticamente todas las enormes tetas de mi querida amiga, solo la aureola quedaba cubierta pero al menor movimiento se salían de la delgada telita quedando al descubierto para beneficio de Raúl y mió. Mi pene se paro de inmediato ante esa erótica visión, de inmediato me pare a abrazarla, la tome entre mis brazos y la atraje fuertemente hacia mi, tocaba todo lo que podía de su cuerpo mientras la besaba con la pasión que me despierta tan sensual mujer, toda ella me gusta, desde los pies hasta su cabello, no es en realidad un mujeron, pero para mi es especialmente sensual, cabello negro, piel muy blanca, piernas llenitas, no tiene un excelente culo, pero le agrada que lo penetre por ahí, su cara es linda, reflejando la belleza firme de una mujer madura, es una linda mujer, erótica, sensual y muy, muy caliente, desde la primera vez que cojimos los tres me sigue despertando un morbo y deseo muy fuertes, años de coger al menos una vez por bimestre y lo seguimos haciendo cada vez con más placer.
Seguí tocándola y besándola mientras su marido nos miraba desde su silla, me quite la ropa sin dejar de besarla y con mi pene bien parado estando entre sus manos lo acerque (más bien ella lo acerco) a su coñito, teniéndolo tomado con una mano lo guió directamente hacia su clítoris y así parados como estábamos lo frotaba contra el, ahí estábamos los dos parados en el comedor de mi departamento los dos desnudos mientras ella se frotaba el clítoris con mi pene mientras su marido miraba la escena desde su silla jalándose la verga que ya se había sacado del pantalón.
Esta posición le encanta a Laura, goza de una manera sensacional, no era la primera vez que lo hacíamos así, a lo largo de los últimos meses hemos practicado y perfeccionado esta forma de placer, siendo una forma muy placentera de darle a ella placer principalmente. Mientras seguía frotándose el coño con mi verga yo la besaba en la boca, en las mejillas y apretaba sus imponentes senos con mis manos de manera firme y un poco fuerte, apretando también con los dedos los pezones, tal como a ella le gusta. Cada vez eran mas fuertes sus gemidos, sabia que no tardaría mucho en llegar al clímax, eso me ponía mas caliente y mi pene se ponía mas duro, ella incremento la velocidad del movimiento de mi verga en su coño, apretando con su mano muy fuerte mi pene por el tronco, dejando solo la cabeza del pene tallando el clítoris hasta que termino en medio de fuertes gemidos, pero no se detuvo cuando termino, siguió frotándose aun mas por un buen rato, terminando una y otra vez, no se cuantas veces termino así, pero estoy seguro que fueron mas de 5 veces, hasta que se canso de estar en esa posición, pero quedando muy complacida y contenta de tantas venidas que tuvo.
Yo ya estaba a punto de terminar también, lo que había aguantado era mucho y mi pene clamaba por entrar en contacto con la parte interna de su precioso coñito, le pedí que me dejara metérselo, entonces me senté en una silla y ella se volteo separando sus nalgas para sentarse en mi verga, Raúl acomodo su silla frente a ella, le ofreció sus brazos y la ayudo a acomodarse mi pene dentro de su coño, sentí como con Raúl tomaba mi verga con una de sus manos y la jalaba hacia adelante buscando la entrada de la vagina de Laura, ella se levantó un poco apoyándose en los hombros de su marido para facilitar la penetración, cuando sentí que me había guiado a la entrada del coño empuje mi pene hacia arriba entrando suavemente sin ningún obstáculo, mi pene se deslizo dentro de ella de fácilmente, mmmmm, sentí la gloria cuando estuve dentro, húmedo, tibio, suave, que rico meter el pene en ese coñito delicioso que tantas veces he chupado y penetrado y que en ese momento estaba ya inundado de jugos producto de sus constantes orgasmos anteriores.
Laura apoyo su cabeza en los hombros de Raúl, mientras el la tomaba de la cintura, estando sentado de frente a ella y la ayudaba a mover el culo de arriba abajo para ensartarse mi verga lo mas hondo posible, yo seguía sentado en la silla dando empujones hacia arriba disfrutando del espectáculo de verla sentada de espaldas a mi mientras miraba de frente a Raúl quien con mirada completamente morbosa no se perdía detalle de la follada que le estaba dando a su esposa. Su actitud siempre a sido voyeurista, concretándose a mirar y a ayudarnos a tener acoplamientos mas cómodos, como esta vez.
Raúl siempre disfruta de esta forma, asistiéndonos solo como un ayudante dispuesto a atender a su mujer y a mi para poder tener mejores cojidas, el nos apoya en lo que hace falta, ella le da la ropa que se va quitando y el la acomoda en alguna silla, si acaso necesitamos papel nos lo da, si necesitamos apoyo para acomodar a Laura en alguna posición el siempre esta presto, si mi pene se sale el lo vuelve a acomodar, si ella me la quiere mamar el toma mi pene y se lo da en la boca o cuando yo la mamo a ella el separa sus piernas le abre el coño con sus manos lo mas que puede para que pueda yo meterme dentro de ella con mi boca, en fin lo importante es que el disfruta de esa manera y yo lo disfruto igual que su esposa y respeto su forma de disfrutar.
Cansados de esa posición nos fuimos a la cama, ya completamente desnudos me tendí boca arriba esperando que ella me cabalgara, se subió en mi y empezó a buscar mi penetración moviendo la pelvis de arriba abajo, como no entraba y no usamos las manos para acomodarlo entro nuevamente en acción Raúl para tomar mi pene y guiarlo a la cuevita húmeda de su esposa, mientras sentía su mano alrededor del tronco de mi verga abría el coñito de su mujer y el mismo unía nuestros sexos para placer de los 3.
Seguimos cojiendo en esa posición, ella sentada en mi pene y yo disfrutando de sus senos, los chupaba con pasión, los amasaba y también los dejaba solos para mirar como se columpiaban al ritmo de los movimientos de Laura, es un espectáculo ver esos grandes senos moviéndose de un lado a otro, a veces estando ella erguida o bien cuando se agacha sobre de mi quedando literalmente colgadas como enormes frutos de su árbol a la disposición de mi boca, los atrape y los chupe con fuerza, tomado con mis dos manos cada unos de ellos de forma alterna para disfrutarlos. A veces mi pene se salía por lo brusco de los movimientos pero ahí estaba el atento de Raúl para volverlo a poner en su sitio, a veces sentía como aprovechaba cuando se salía para darle unas chupadas antes de meterlo, también sentía como el chupaba el coño de Laura antes de ensartarla nuevamente con mi verga. Me gusta esa sensación de morbosidad y excitación máxima que provoca el tener a alguien que te ayuda a coger de forma mas cómoda y a gusto.
Seguimos haciéndolo hasta que sentí como me venia las ganas de vaciarme, me tense completamente y dispare chorros de semen dentro de su coño, seguí en estado de éxtasis por algunos segundos que me parecieron estar en el paraíso, nos relajamos un poco hasta que pasados unos minutos y recuperado el aliento ella se bajo de encima de mi acomodándose a mi lado, seguimos besándonos por un buen rato hasta quedarnos dormidos abrazados y con Raúl acostado entre los dos con la cabeza a la altura de nuestras caderas abrazando nuestras piernas.