FreeseX

Culeame, estoy listo para sentir todo tu pene adentro. Lo deseo, lo necesito─ su voz era desesperanzadora, vi como algunas lágrimas empezaban a caer manchando las sabanas─ Quiero…tener a mi macho adentro─ No paraba de sollozar mientras sus caderas intentaban moverse, pero mis manos no se lo permitían.

Estiré mi mano para agarrar el vaso y  así beber otro trago de whisky, levante la mirada para observar las expresiones de mis oponentes  y se les notaba concentrado en el juego, no era de menos, ya habían apostado todo su dinero.

Nadie podía vencerme en este juego, aun no conocía la primera persona que fuese más astuto, pues las apuestas eran lo que me habían llevado a levantarme desde las cenizas, como el fénix, ahora aquí estoy… demostrándole a todos los que me vieron hundirme que sus risas fueron en vanos.

─ Joder Kiyoshi lo has vuelto hacer─ miro como mi compañero se bebe los últimos cuatro dedos de licor de su vaso en un solo trago─ No me queda más, me retiro. Iré a buscar algo que me divierta, tal vez me coma uno de esas bomboncitas que engalanan el lugar─ entre risas se levanta no sin antes giñarle el ojo a una pequeña joven que estaba parada a mi lado sujetando una bandeja.

─ Y bien  ¿alguien más se retira? Aún están a tiempo─ dije mirando mis cartas para luego sonreír y lanzar más fichas al centro de la mesa.

Esta mano iba hacer mía, no había duda.

─ Ves ese jovencito que esta solitario en esa esquina─ señala el viejo Hiroshi─ es mi sobrino, toda una muñeca… ¿no es así? ─ Todos los de la mesa asistieron boquiabiertos viendo al pequeño rubio ─ ¡lo apuesto! ─ todos empezaron a murmurar─ no se imaginan lo dulce y estrecho que es en la cama.

─ ¿Hiroshi  Acaso estas tan demente para apostar a tu amante? ─ preguntó Jin quien se encontraba de espectador a mi lado.

─ Si muchacho, lo que escuchaste. Aunque debo confesarles que no se las pondré fácil─ empezó a reír mientras le sobaba el trasero a su acompañante.

─ Señores es hora de muestras sus jugadas─ esta vez hablo el repartidor─ parece que será una mano interesante no es así señor Yamamoto.

─ ¡Oh sin duda!─ puso sus cartas en la mesa para mirarnos victoriosamente─ Creo que me llevaré al pequeño.

─ No lo creo─  coloque mi par de as y todos en la mesa empiezan a lamentarse. Le eché una mirada al chico y lo vi inmóvil en la misma esquina─ Bien señores me retiro, voy a disfrutar de mi premio. Hiroshi espero que cumplas tu palabra─ él solo asistió y se puso a contar sus fichas.

Me levante y le di el último sorbo a mi Whisky mientras Jin recoge mis fichas, rápidamente me doy la vuelta y escucho sus pasos detrás. Es jodidamente incomodo caminar todo el tiempo a su lado.

─ Basta de seguirme Jin, sé que eres mi guarda espaldas pero no tienes que estar siempre a mi sombras.

─ Pero señor…

─ Soy el dueño de este lugar, puedo cuidarme solo─ me acerqué para acomodarle su corbata.

─ ¿Señor se molestaría si le hago una pregunta?

─ Ya la estás haciendo, solo di de una vez por todas lo que quieres decirme.

─ No creo que sea buena idea acostarse con el sobrino del señor Hiroshi…puede…puede dañar su reputación señor, es un chico muy joven─ se paró en el medio mirándome fijamente. Sus ojos mostraban algo de timidez, pero a su vez tenía esa chispa de decisión, se notaba que sus palabras iban muy enserio.

Lo miré fijamente y empecé a caminar acortando nuestro espacio ─ tu trabajo ahora será evitar que nadie se entere─ posé mis manos en su chaqueta y lo empuje hacia un lado.

A veces se comporta como una piedra en el zapato, tal vez sea por eso que aún seguía siendo mi mano derecha, era el único capaz de llevarme la contraria. Nadie en este puto lugar tiene el valor para decirme las cosas en mi cara.

Seguí caminando por un oscuro pasillo hasta llegar al salón principal, busqué con la mirada al joven y lo encontré haciendo la cola para entrar en el baño.

Su mirada era tierna,  desamparada. Una presa fácil para todos los buitres de este lugar, aún estoy sorprendido de que este solo. Miré alrededor y no había nadie conocido,  por lo que apuré mis pasos hasta respirar el aroma de su cabello.

─ ¿Que hace un joven tan solitario por estos lugares?─ mis labios hicieron contacto con sus oídos lo que provocó que empezara a temblar─ Vamos niño, te estoy hablando─ me alejé para apreciar otra vez su cuerpo y la verdad es que era una delicia.

─ ¿Qué…que…es lo quieres? ─ preguntó mientras sus músculos se tensaban por mi presencia.

─ No voy a estar perdiendo el tiempo en explicaciones…te llevaré  a mi cama y te cogeré hasta que no puedas suplicarme más. Tu tío te entregó a mí como parte de su apuesta, sí que es un imbécil─ tomé su mentón para levantar su mirada y así poder apreciar mejor su cara de porcelana. Mantenía sus ojos cerrados y la cabeza temblorosa, de sus pestañas empezaron a salir algunas lágrimas.

─ Eso no puede ser posible─ intentó liberarse de mí, pero su delgados músculos no fueron suficientes.

─ Vendrás conmigo aunque no quieras.

Agarré su cabello y empecé a caminar en la misma dirección en la que había llegado. Escuchaba sus gritos a mis espaldas y en algunas oportunidades me daba golpes en la espalda. Pasé por el angosto pasillo hasta llegar al salón de apuesta, no sin antes echarle una mirada a Hiroshi quien se encontraba besuqueándose con un par de putas.

Seguí mi camino hasta entrar a la zona vip y llegar a donde se encontraba Jin que al verme se alejó de su grupo de amigos para correr hacia donde estaba.

─ Encárgate de llevarlo a mi habitación y prepararlo. Sabes cómo me gustan─ tiré el cuerpo del chico hacia un lado y este llevo sus rodillas a su pecho, enrollándose en el frio suelo como un gusano.

─ Señor porque no se apiada de él, no ve cómo se encuentra.  Está llorando…

─  Deja los sermones para otro día, seguiré divirtiéndome y cuando esté preparado solo házmelo saber.

─ Sus rolillas sangran, al igual que sus manos─ miré al suelo y efectivamente presencié como el piso formaba un charco de su sangre.

Es una lástima haber arruinado su piel.

─ Dile a Rukyan que lo examine─ me di la vuelta mirando con detalle todas las gotas de sangre que habían en el piso marcando el lugar donde acababa de pasar─ Asegúrate de que se trague las Freesex, lo pondrá más interesante.

Vi como las luces en el fondo empezaron alumbrar y el grito de las personas no se hizo esperar.  Avance rápidamente pasando por el salón de juegos hasta el principal donde ya había comenzado el show de la noche. Todas las bailarines empezaron a salir son pequeñas alas blancas en sus espaldas hasta su respectivas mesas para bailar al ritmo de la música.

Mis ojos se detuvieron en una de las mesas la cual estaba repleta de buitres. Mire con detenimiento y cuando ayuda de las luces pude ver  que arriba bailaba frenéticamente uno de los angelitos llevándose influenciar de manera sublime por la música. Es difícil dejar de mirarlo si todas las luces enfocaban el lugar vendiendo el producto.

Me quedé estático viendo cómo se movía mientras esquivaba las manos extendidas de sus espectadores, estos no paraban de arrojarle billetes y tragos. Sus ojos estaban delineados achicándole la mirada, dándole un aspecto más misterioso con el contraste de su cabello color plateado.

Por un segundo sentí su mirada, era fría, sus ojos se quedaron en la misma dirección que los míos y es la única parte de su cuerpo que se detiene, el resto se sigue moviendo de manera más lenta, más sensual. Con delicadeza pasó sus dedos por su abdomen bajando hasta llegar al corto pantaloncillo blanco mientras su espalda se restregaba contra un tubo de pole dance.

─ Le agradas querido─  escucho decir cerca de mis oídos.

Giro mi cuerpo interrumpiendo  el excitante baile para  tener una idea de la persona que me hablaba─ ¿Lo conoces?

─ Es mi nueva adquisición jefe, ¿toda una belleza no lo cree? ─ Zero hace un movimiento extraño con sus muñecas para sacar dos de esas pastillas azules─ ¡umj!… unas cuantas de estas y ya no recuerda ni su propio nombre─ colocó una en su bebida y en seguida cambio de color a un azul eléctrico─ es alucinante el efecto que causa, te vuelves más audaz, más sensible… más deseoso─ acercó su boca buscando mi cuello, pero lo alejé de mi rápidamente.

─ Ya me extrañaba sus movimientos. Nadie consiente se puede mover de esa manera.

─ Para eso me pagas, quieres espectáculo pues ahí lo tienes jefe─ con una palmada dos camareras vivieron hacia nosotros trayendo dos vasos llenos de licor─ Ahora acompáñeme la diversión no acaba.

Se dio la vuelta  y empezó a caminar hasta subir unas escaleras. Nunca había estado en este lugar del bar, simplemente era fascinante, tenía una vista panorámica de todo el lugar y lo mejor era que estábamos protegidos por una espesa pared de vidrio.

─ Zero te has ganado un boleto directo al cielo─ le sonreí mientras me sentaba en un gran sofá de piel.

─ Lo se jefe, lo se…─ tomo asiento a mi lado y suspiró─  querías que fuese la primera persona en estrenar  este lugar. Ahora voy a continuar con mi trabajo, este zona está repleto hasta morir. Usted quédese cómodo mientras le envió algo de diversión.

Escuche sus pasos mientras abandonaba la habitación y cuando por fin quede a solas miré detenidamente el lugar, hasta que mis ojos se detuvieron en aquel misterioso chico que seguía bailando como si no hubiera mañana. En seguida llegó un festín de mujeres con botellas de whisky y comida.

Deje de mirar el lugar para concentrarme en las hermosas chicas que se acostaron cómodamente en el sofá mirándome con deseos. Me lancé al sofá para juguetear con algunas de ellas pero la diversión fue interrumpida después de muy poco tiempo.

─ Zero me dijo que se encontraba….oh disculpa si interrumpo señor─ Jin apareció de manera espontánea en el justo momento cuando estaba besando el cuello a una de las chicas, que prácticamente me habían desnudado.

Lo miré mientras me levantaba del asiento dejando al par de chicas jugar entre ellas─ ¿Hablaste con Rukyan? ─ dije mientras empezaba a vestirme.

─ Señor el joven está donde me pidió, ya Rukyan se está encargando de todo─ asistí mientras veía como se acercaba sin quitar los ojos del sofá─ ¿Otra cosa que quieras señor?

─ Sí─ respondí conduciendo mi mirada hasta el vidrio─  lo quiero a él─  dije señalando la mesa donde bailaba el chico de cabello gris.

─ No iba por…

─  Estas chicas, quieren compañías Jin. Será mejor que empieces a trabajar en ellas mientras vuelvo.

Intenté bajar las escaleras de forma rápida mientras terminaba de ponerme la chaqueta, pero ya el alcohol empezaba hacer efecto. Busque a Zero y lo encontré conversando entretenidamente con una camarera.

─ Zero─  Lo llamé sobre el sonido de la música.

El volteo y miro sorprendido─  ¿Jefe? ─ Tragó seco─ ¿no le gusto el entretenimiento?

─ Estuvo bien, pero hoy estoy buscando algo más particular.

Él me miro mientras veía como una sonrisa se le formaba en el rostro─ Niña  vete, no ves que estamos hablando algo importante─ Miró a la camarera con ojos furiosos y la empujó hacia la pista dándole una palmada en el trasero─ Hazme ganar dinero niña─ luego volteo hacia donde me encontraba─ ¿Qué clase de gustos desea Kiyoshi Hayashi? Zero suele complacer constantemente a su jefe─ levantó las cejas mientras daba un sorbo a su bebida.

─ ¡Quiero al chico nuevo ahora!

Vi sus verdosos ojos dilatarse mientras no dejaba de pestañar, parecía un tic nervioso─ ¡Jefe! ─ suspiró─ estoy sorprendido.

─ Sí, se te nota en la expresión─ bufé─ ¡Lo quiero ahora!

─ En instantes señor…

Observé como se adentraba entre la gente hasta que lo perdí de vista y al cabo de unos minutos vi su extravagante vestimenta asomarse entre las personas que bailaban. Esta vez venía acompañado de chico entre sus brazos.

─ Llevémoslo arriba.

Al llegar lo tire en el sofá para poder apreciar su cuerpo, se veía perdido,  sus ojos consumidos ya por el freesex. Me acerque más y noté una delgada capa de sudor cubriendo su piel, dándole un aspecto encerado. En pocos instantes empezó a mover su cuerpo de un lado a otro de manera violenta, buscando fricción para generar calor en su cuerpo. Alcé la vista y vi a Jin entretenido en el sofá del frente mientras una de las chicas le ponía el trasero en todo su cara moviéndose al ritmo de la música.

─ Quiero calor, es…muy…frio me está haciendo ¡aah!─ observé como el chico se retorcía entre la piel del sofá para después caer en la alfombra del piso. Empezando a reírse de forma desquiciada pasando sus manos por todo el cuerpo.

─ ¿Quieres que te ayude a no sentir dolor? ─ dije agachándome, buscando su cara. Él solo asistió desesperado─ Tienes que sudar el freesex con placer.

Tiré de su pantaloncillo para dejarlo desnudo. Miré por instantes todo su cuerpo y empecé a tocarlo.

─ ¡Aaaah! Me gusta tus carisias… ¡Dios! No pares por lo que más quieras─ vi como dos gruesas lágrimas bajaban por su mejilla hasta adentrarse entre sus labios que estaban abiertos.

─ ¿Dime tu nombre?

─ No se…no lo recuerdo─ tiré de sus pezones con fuerzas haciéndolo gritar─ te dije que no recuerdo.

─ Haré que te acuerdes─ agarré uno de mis manos y empecé a darle fuertes palmadas sobre sus mejillas hasta que toda la zona se puso rojiza.

─ Basta por favor─ jale su miembro haciendo que se retorciera de placer─ solo quiero dejar de sentirme así, mi cuerpo arde. Déjame complacerte en lo que quieras.

─ Por alguna extraña razón te dieron una dosis muy alta de Frez. Si quieres mi ayuda tendrás que decirme tu nombre o te lastimare hasta que sientas placer con cada uno de mis golpes─ pasé mis piernas sobre su cuerpo─ Tú decides.

Sus ojos se abrieron de manera drástica─ ¡Ren! ─ dejó escapar con un suspiro en los labios─ me llamo Ren… demonios basta de preguntas y cógeme de una vez para que esto pare.

Me levanté y con una fuerte patada en el estómago el chico quedo inconsciente.

El penthause estaba a oscuras, solo la luz de una débil lámpara intentaba alumbrar todo el lugar. Deje las llaves en la consola y me dispuse a caminar hasta la habitación.  Cuando llegue al cuarto vi la luz encendida y en el medio de la cama estaba el niño con una de sus muñecas amarradas al espaldar.

Lancé a Ren entre las sabanas y apenas logro abrir los ojos. Él menor me miro detenidamente hasta que me acerque más para observar el trabajo. Le di la vuelta y efectivamente todas las partes de su cuerpo estaba depilado, menos su cabello.

─ ¿Qué quieres de mí? ─ Su voz era débil, casi no logré percibirla.

─ Diversión─ dije cerciorándome que sus heridas fueron curadas. Era difícil tocarlo ya que se movía como gusano por las sabanas como lo hacía Ren.

─ Déjame ir…suéltame─ suplico, pasando descontroladamente sus manos por el costado de su cuerpo.

El Freesex causa un efecto fascinante.

Menos de cinco minutos después me encontraba viendo la mejor escena en años. Los dos chicos comenzaron a buscarse, gateando entre las sabanas para luego chocar sus desnudos cuerpos uniéndose en un abrazo que se convirtió en placer para ellos. De forma automática empezaron a besarse como si fueran a comerse la boca el otro, busqué entre mis gavetas algunos juguetes para que pudieran jugar de manera más a gusta.

Me acerqué mas hasta montarme en el suave colchón y con una mano halé la pierna del menor que se encontraba aferrado a la boca de Ren.

Abrí sus piernas y observe su rosado ojete que brillaba por el lubricante que le habían untado previamente. Maravilloso, sin ningún vello, digno de ser culiado hasta deslecharse en su interior.

Con fuerza fui introduciendo uno de los consoladores, lo que hizo que su cuerpo se descontrolara y si no fuera por el agarre de Ren de seguro habría salido corriendo.

─ Quiero que te comas todo el juguete niño, este es tu premio por esperarme tan paciente─ tire de su cabello haciendo que soltara un fuerte gemido─ ¿te duele?

─ No─ escapó un gemido─ quiero....necesito...más, me gusta─ Mire sus ojos que temblaban de satisfacción y a medida que entraba más sus gemidos se iban intensificando.

─ Sabia que necesitabas un verdadero hombre que te enseñe, que te complazca, un hombre que te parta ese lindo culito─ sin decir más, enterré todo el consolador hasta que se perdió en la entrada de su ano─ déjalo adentro─ él asistió tocándose con sus manos el culo, cerciorándose que había entrado completamente─ si veo alguna parte de la goma afuera acabaré con ese lindo rostro que tienes─ el chico solo asistió mientras sus dedos tocaban su abertura para hundirlo mas.

Ren llevo sus manos hasta tocar mi bóxer y como si fuera un perro empezó a lamer, lo mire olfatear pasar su lengua hasta que lo blanco de la tela se volvió transparente. Él solo rio y con sus manos fue bajando mi bóxer, hasta que mi verga salió rozando con sus mejillas.

Me miró buscando aprobación y yo solo asistí, eso basto para que sus labios hicieran contacto con mi glande y después sentir la calidez de su boca tragándose el resto de mi pene.

─  Eso es, sabias que eras toda una putica. Ahora bien lame el tronco, como si tuvieras degustando un helado─  comenzó a dar lamidos cortos  y después lo fue extendiendo. Desde mis bolas hasta la punta de mi verga retirando todo el líquido que en él se encontraba.

─ Es imposible tragármela toda, es descomunal─ suspiró tomando una bocanada de aire, para introducir la mitad de mi miembro en su boca. Por más fuerza que hacía en su cabeza no lograba bajar sino hasta la mitad provocándole arcadas.

─ No importa sigue así chupa, chupa…es toda tuya─ suspiré  al sentir que algo se abrió en su boca y pudo introducir un poco más─ que rica boquita tienes, estas hecho para mamar.

No me había percatado de que el otro chico estaba lamiendo la verga de Ren. Se notaba que era todo un inexperto,  pero la mirada de su cara se veía que lo estaba disfrutando. Su cuerpo necesitaba más placer.

─ ¿Te gusta sentir una buena verga en tu boca?.

─ Me encanta, me fascina tragarme su sabor.

─ ¡AAh! Maldición lo haces de puta madre─ asistió mientras agarraba con una mano mi troco para lamer el jugoso glande.

─ Quiero probar─ Alcé mi mirada y vi al chico en cuatro patas observando detenidamente la escena─ quiero que me enseñes a complacer a un hombre.

─ No se diga más, está bien grande, pueden compartirla los dos─ Ren se hizo a un lado sin despegar su boca de mi miembro ofreciéndole un  espacio.

─ Es sorprendente─ suspiró y pude ver el brillo deseoso en sus ojos.

Los dos se turnaban para lamer mi verga, mientras uno se encargaban del tronco otro lo hacía con mi glande. Él menor poco a poco fue sorprendiendo con sus habilidades pudiéndose meter mis dos pelotas completamente en su boquita. Con un movimiento se tropezó y cayó colocando su culo en el colchón, el golpe fue rápido. Pero lo mejor fue escuchar el fuerte chillido al caer.  Y de forma mecánica empezó a simular que cabalgaba mientras el dildo se movía en su interior.

─ ¿Te encuentras bien? ─ le preguntó Ren percatándose de su alocada reacción.

El menor solo asistió y siguió dando pequeños saltos con su culo en la cama. Mientras se reía y gemía por el placer que le provocaba.

─ Ya tu culito está preparado.

─ No… quiero tenerlo más adentro. Se siente tan bien estar así, estar lleno… ¡aah!

Ren gateo hasta su regazo y los dos se empezaron a besar, mientras pasaban sus manos por todo su cuerpo. Una maravillosa escena digna de una porno y todo causado por un par de Freesex.

─ Tu─ señale a Ren─ dilata su ojete, quiero que esté preparado para alojar mi verga sin chillar.

Ren tragó seco y con un movimiento puso al chico de rodillas. Levantando todo su trasero en su cara. Llevo su lengua hasta la entrada para dar pequeñas lamidas, lubricando así la salida del consolador.

El pequeño empezó a dar patadas para que no se lo fuera retirado pero con la increíble mamada de culo que le estaba haciendo su compañero se fue olvidando y poco a poco su resistencia fue disminuyendo.

─ Este chico grita como toda una zorra─ dice Ren, llevando su boca de nuevo al culo del pequeño.

─ Lo es, es la zorra de su propio tío─ respondí  mirando como sus mejillas se calentaban.

─ Él me obligaba, lo juro─ decía el menor mirando mi rostro, mientras Ren seguía con su trabajo─ ¡aaah! Al principio me oponía pero después…─ chillo con el contacto de la lengua en su culo─ era muy joven.

─ Ya decía yo cuando empezaste a revocar tu trasero por toda la cama como una perra en celo─ dice Ren llevando sus manos al trasero del chico.

─ No espera…no lo hagas todavía…. ¡aaaah! ─ observe como poco a poco Ren sacaba el consolador sin dificultad.

─ ¿Quieres estar lleno verdad?

─ Por favor me urge sentir algo dentro─ llevo su culo hasta tocar el abdomen de Ren buscando insertarse su miembro.

─ ¿Estas muy necesitado?

─ Joder, no ves que mi cuerpo arde. Necesito que me cojas, quiero cabalgar en tu verga.

De manera directa Ren inserto su pene en el agujero del chico sin mayor dificultad. La única respuesta que recibió fue un fuerte gemido de satisfacción mientras sus caderas se movían pidiendo más.

Definitivamente me iban hacer acabar antes de lo esperado.

Los dos movían sus cuerpos intentando complacer al otro, sus caras eran de completo gozo mientras me veían pervertidamente sentado a un lado. Espere unos minutos hasta que el chico empezó a pedir más.

─ Ya no me basta…  ¡joder!  Quiero tener más─ me levanté del asiento y agarré su mentón.

Sus ojos me miraban con lujuria, mientras sus labios se abrían para dejar escapar suaves gemidos. Pasé mis dedos por su boca hasta introducir uno en ellos y jugar con su lengua. Mientras mi otra mano iba recorriendo su cuerpo hasta que le ofrecí mi grueso mástil que no dudo en metérselo a la boca y succionar desesperadamente queriendo obtener mi néctar.

─ ¡Puta madre! tu boca esta riquísima, chupas como toda un puto!... ¿Estás preparado? ─ solo asistió con sus ojos y en un movimiento lo coloqué sobre mi miembro, evitando que su agujero se cerrara.

─ Ahora veras lo que es ser empotrado por un verdadero macho─ hale de sus caderas y poco a poco su ano fue cediendo. Sentía lo caliente de su interior  mientras me daba paso por sus entrañas de manera violenta. Ren nos miraba de manera sublime mientras llevaba una mano a su miembro para pajearse.

─ Necesito sentirte más…. ¡aaah! Lo quiero todo….

─ Pídelo con fuerzas─ dije deteniendo mis movimientos.

─ No, no pares…Dios… lo necesito. Cógeme no te detengas.

─  Quiero saber si realmente ansias esto.

─  Culeame, estoy listo para sentir todo tu pene adentro. Lo deseo, lo necesito─  su voz era desesperanzadora, vi como algunas lágrimas empezaban a caer  manchando las sabanas─ Quiero…tener a mi macho adentro─ No paraba de sollozar mientras sus caderas intentaban moverse, pero mis manos no se lo permitían.

─ Así está mejor─ comencé el bombeo rápidamente, haciendo que soltara otro grito. Veía en el espejo su cara de placer, como sus dientes apretaban su labio inferior para ocultar los gritos─ Toma, siéntelo, siente mi verga…joder─ mis embestidas se intensificaron provocando que con cada rose suplicara que me detuviera. Así fue hasta que se acostumbró a mi ritmo e incluso movía su trasero de forma circular, buscando una mejor penetración.

─ Dame…!aah!...si así─  sin parar los movimientos, me senté en la orilla de la cama  para que la gravedad ayudara encularlo mejor─ soy tuyo. Soy tuyo…joder que bien se siente─ colocó sus manos hacia un lado y empezó a cabalgar como lo estaba haciendo con el dildo.

─ Joder que puta eres─ mis manos comenzaron apretar sus tetillas.

─ Ren… ¡aaah!... chupa mis senos…─ el chico dejo escapar ente suplicas. Ren dejo de masturbarse y se puso de pies al frente para colocar sus cara en su pecho─  así joder que rico, que rico se siente…Muérdelas…no te detengas.

Mire por el espejo como llevó una de sus manos a su pequeño miembro para satisfacerse.

─ No te he dado permiso de tocarte─ pero le hizo caso omiso a mis palabras, así que tiré de su cabello hasta que sus oídos quedaron sobre mis labios─ me has desobedecido.

Vi como una de las manos de Ren terminó en su mejilla dándole una fuerte cachetada, el sonido fue intenso, se notó la fuerza con que arremetió.

─ No lo volveré hacer─ quedo paralizado, con mi verga en sus entrañas─ Lo juro, solo quería…

─ El placer lo doy yo, yo digo cuando esto acaba ¿me entendiste? ─ solo asistió llevándose una de sus manos a las mejillas.

Ren tiro su cuerpo cayendo su espalda en mi abdomen y se colocó entre sus piernas, levantándolas al aire.

─ Es hora de darle otro castigo.

Sentí como su pene hacia presión con el mío y con dificultad entraba por el pequeño agujero. La sensación era gratificante,  podía sentir sus venas y como se abría paso por su interior. El pequeño intento liberarse pero le agarré  con fuerza impidiéndole mover su cuerpo.

─ ¡Aaah! Sácala me duele…

─ ¿No querías mas?... pues toma─ Las manos de Ren se apoyaron de los dos muslo y empezó a embestir sin piedad el ojete del más chico.

─ Joder que bien se siente─ dije abriéndole más las nalgas para que entrara mejor─ Se una buena puta y deja de quejarte.

─ ¡No aguanto, me voy a aaaah! ─ sentí como tres fuertes chorros chocaban del culo del pequeño mientras que Ren suspiraba agitado─ Eso fue genial.

─ Ahora tienes que limpiar todo este desastre─ dije señalando todo el semen que se desbordaba por el culo.  Pero Ren dio un paso atrás y cayó en el suelo inconsciente─ Joder  ves cómo ha dejado todo esto─ Mire por el espejo al pequeño que se encontraba rojo tratando de obtener un poco de aire. Lo empuje así la cama quedando por fin libre─ ve a limpiarte para terminar con esto.

Cuando el chico intento pararse las piernas le fallaron y quedo en el suelo volteando hacia donde me encontraba.

─ No puedo caminar, me duele mucho─ suplicó llevándose su mano hacia su culo─ Joder esta hecho un desastre.

─ Sigue de gachas lo que sea, pero hazlo ya.

Él solo asistió y colocándose en posición de perro logro entrar al baño. No tardo mucho tiempo cuando lo vi acercándose hacia donde estaba con timidez. Agarré dos Freesex que estaban en la mesa y se las metí en la boca cerciorándome de que se las tragara todas.

─ ¿Que mierda es esa?─ Dijo tratando de vomitar.

─ Lo mejor que hemos podido crear en años. Me ha hecho ganar mucho dinero…

─ Ya no más por favor─ sollozó intentando alejarse de mí.

─ Soy yo el que decide cuándo termina y hasta ahora no estoy satisfecho.

─ Es que no…─ agarré su cuerpo pasando por el de Ren y lo tire en la cama.

─ Este delicioso culito es mío y voy hacer con él lo que quiera─ toque su piel y la sentí fría, el indicador de que ya el freesex estaba haciendo efecto.

─ Limpia mi verga─ lo tiré del cuello y hasta colocar sus labios en mi glande. Comenzó a lamer todo el semen que había de Ren y una vez acabado se la metió provocándole unas fuertes arcadas.

─ Clavamela ya… mi cuerpo está empezando a arder─ estiró su cuerpo abriendo sus piernas y con una mano agarró mi miembro para llevarlo hasta su ano, no hizo falta mucho esfuerzo para que entrara. Solo sentí como se deslizaba hasta que mis bolas tocaron sus nalgas─ lléname, quiero tu leche adentro, ¡penétrame más, así, rico…aaah…que bien se siente!

─ ¿La quieres todo pequeño? ─ le pregunto embustiéndole cada vez más fuerte.

─ Si joder muero por sentir tu néctar….aaah… que rico… hazme tuyo.

─ Eres mío, eres mío ahora. Yo soy tu hombre─ mis muslos chocaban con los suyos al igual que mis bolas. Cada palabra que salía por su boca era acompañada de un fuerte gemido─  estas hecho para sentir mi verga, naciste para esto…

─ Si… ¡aah!...no me dejes…no quiero volver con mi tío. Te quiero a ti, quiero tenerte dentro todos los días. Necesito ser tuyo.

Fui bombeando con mucha más fuerza, mi verga en algunas ocasiones salía de su culo provocándole fuertes gemidos. Los dos ya estábamos poseídos por el placer. De pronto sentí como mis bolas me empezaban a doler por lo que aceleré más mis movimientos. La cama empezó a rechinar mezclándose con los fuertes gritos del pequeño y en un abrir y cerrar de ojos mi cuerpo se tensó liberando todo el semen que había acumulado en sus entrañas.

Gracias por llegar hasta aquí y leerme…