Fraternidad Chicas Eróticas, Sexies, Sensuales

De pronto, de una sola embestida me la clavó profundo, sintiendo un dolor espeluznante invadir mi ser, la verga del otro amenazaba con asfixiarme de lo profundo que entraba en mi garganta, seguía su danza sin ninguna misericordia, viendo yo como su rostro se trasfiguraba del goce que estaba sintiendo.

Fraternidad CESS–(Chicas Eróticas, Sexies y Sensuales)

Esa noche era la iniciación de la fraternidad CESS, (Chicas, eróticas, sexies, sensuales), yo soy una chica virgen que había decidí unirme a este grupo, a ver si lograba terminar con la vergüenza, que representaba para mí permanecer virgen a los veintidós años, cosa que amenazaba mi salud mental. De repente las luces se encendieron, ví un grupo de jóvenes (chicas) más o menos de mi edad, quizás 5, un grupo de encapuchados negros, al menos unos 10, entraron todos con látigos en las manos, dando inicio al ritual de las CESS. " Esta noche están aquí para ser iniciadas en el arte de ser una chica erótica, sexy, y sensual" – dijo la voz de quien llevaba el mando. Como hipnotizada ví, como, una a una le fueron quitando las ropas a todas, y si alguna chistaba, recibía un latigazo de inmediato, hasta que llegaron a mí.

Aquel encapuchado me miró directo a los ojos, en ellos pude notar, perversión, lujuria, casi, un deseo animal, sin miramiento arrancó mi blusa, dejando mis pechos al aire. "Ahh" - un débil gemido escapo de mis labios, nuevamente aquellos ojos me miraron, bajando por mis senos cuyos botones estaban ya muy duros, ante su escrutinio. Con el látigo me abrió las piernas e hizo una señal a otro encapuchado, éste, jalándome a una camilla a mis espaldas, se acostó llevándome con él, quedando él debajo, yo a su espalda, luego a otro, quien de inmediato sacó su polla dura poniéndomela en la boca, obligándome a mamársela. Sin más, comenzó un vaivén en mi boca, el otro encapuchado de frente, sin palabras me arrancó el tanga que traía, dejando mi coño a su merced. Su lengua se adueño de mi cuevita, un contoneo involuntario fue mi respuesta a tal escrutinio, a tal invasión, la polla del encapuchado debajo de mi iba creciendo sin remedio apretándose contra mi culito, resbalándose peligrosamente en mi apretado orificio, el que tampoco había sido poseído nunca. De pronto, de una sola embestida me la clavó profundo, sintiendo un dolor espeluznante invadir mi ser, la verga del otro amenazaba con asfixiarme de lo profundo que entraba en mi garganta, seguía su danza sin ninguna misericordia, viendo yo como su rostro se trasfiguraba del goce que estaba sintiendo.

De repente, sentí al encapuchado que estaba a cargo, que retirándose de mi chochita miraba al otro encapuchado, aquel, pronto se acerco a mi también, por el lado derecho arrodillándose su boca quedo a la altura de mis pechos. Sin ningún mandato adicional las comenzó a mamar, parecía un becerrito en busca de leche materna, pues al mamar con la cabeza me empujaba y mordía mis pezones, con las manos me estrujaba los pechos, como si quisiera arrancarlos de sitio, ya la otra verga empezaba a tener contracciones que no dejaba lugar a dudas que estaba próximo a explotar. Abrí los ojos muy grandes, muy asustada, cuando comencé a sentir los dedos del que estaba en mi coño recorrer mis labios mayores, suave, muy suave, pero explorando toda mi cavidad vaginal. Sentí como los mojaba con mis líquidos y sin pensarlo, empujó entrándome uno, dos, tres dedos en mi interior, todo aquello comenzó pronto a enloquecerme, ya eran tantas las sensaciones que sentía. Mi chochita vibraba como si tuviera vida propia, mis pezones, duritos por completo objetos del manoseo de aquel encapuchado, quien definitivamente, se estaba dando un gustazo con ellos, y ahora se paraba restregando su polla dura contra aquellos pequeños apéndices de carne. Aquel que se adueño de mi boca, seguía empujando cada vez más dentro de mí, culeando, gimiendo, entonces, en esos precisos momentos, aquel que mandaba, saco su verga y mirándome a mis ojos se acerco comenzando a rozarme la concha de abajo a arriba, de arriba a abajo, hacia un poco de fuerza, retiraba, y yo me sentía enloquecer sintiendo aquel falo en mi entrada y luego sentir como se retiraba.

De golpe aquel que se movía clavándome por la boca, comenzó a temblar preso de una corrida espectacular, su semen cayó en mi boca casi ahogándome, "Puñeta, coño"-- gritó aquel llenando mi boca con su semen, inmediatamente, el encapuchado que mandaba oyéndole explotar tomó su verga y duro la entro en mi, el otro encapuchado que estaba debajo de mí viendo que ya tenía el consentimiento del anterior, con fuerza empujo nuevamente su pene entrando. Fue así, como sentí lo que era ser penetrada en una doble penetración por vez primera. El que estaba en mis senos, al ver que él que estaba en mí boca había explotado, pronto se dirigió allí, yo aún no terminaba de tragarme la leche de su compañero cuando me metió su verga también descomunal de grande. Siendo así, que los tres hombres me penetraban muy duro sin ninguna misericordia, ya mi cuerpo se había hecho a la idea, y disfrutaba contorsionándose sin poder parar, él que me metía la polla en la boca me jalaba durísimo los pezones, mientras sentía la verga del que estaba en mi cuevita, llegarme casi hasta el ombligo, además de que al darme una y otra vez, también sentía sus huevos chocando con mis nalgas y con el tronco del que me penetraba de abajo provocando esto un mar de sensaciones dentro de mi de excitación brutal, sin más mi cuerpo comenzó a convulsionar estallando en ese viaje increíble donde se siente que uno va cayendo y no hay de donde sostenerse…explote, si explote clavada por todos mis agujeros en mi iniciación en la fraternidad CESS. La verdad no puedo esperar mi próximo ritual… Que rico.