Francisco...

D/s. Llevo meses sin escribir, sin escribir con la intención de gustar a un publico… Esto es un deseo, un anhelo quizás, esto es parte de mi vida, mi vida en nuestro universo, donde sí estamos juntos.

Llevo meses sin escribir, sin escribir con la intención de gustar a un publico… Esto es un deseo, un anhelo quizás, esto es parte de mi vida, mi vida en nuestro universo, donde sí estamos juntos.

Ya casi llegamos al año de estar conversando vía web desde esa noche en la que la calentura, el deseo y la búsqueda de algo liberador para nuestras no tan fabulosas vidas nos hizo encontrarnos, en una página de chat online clandestina que ahora mismo ni recuerdo el nombre, nunca había entrado en ella y esa noche el destino me llevo hasta allí para hallarle en un momento justo, en un momento en que sin saberlo ya le necesitaba. Podría deshacerme en palabras describiendo una a una nuestras conversaciones desde esa noche pero aunque el tiempo no es problema, prefiero enfocarme en lo que me provocó escribir hoy, lo importante que hay que saber es que, aunque él hasta ahora piense lo contrarío, desde esa noche no quería perderle, desde esa noche sentía que él iba a ser mi salvador o en su defecto mi mayor perdición, sabía que podría enamorarme de él fácilmente, por su actitud dominante, segura y confiada. Nos conocimos en un chat un poco peculiar, un chat donde sumisas buscan amos y viceversa, todo con el fin de satisfacer esos íntimos instintos, nosotros pasamos a más luego de esa perfecta noche de calentura, nos descubrimos y tengo el placer de decir que nos encantamos aunque un océano y dos vidas opuestas nos separen. Aun así ya casi es un año, en el cual se ha convertido en mi amigo, en mi consejero, en mi mayor apoyo moral, en un maestro, mi amante, y muy importante, mi Amo. Más allá de las distancias mi devoción, amor y deseo hacía él son cada día mayores y él lo sabe, él lo siente, creamos nuestro universo paralelo a través de las pantallas, cámaras y micrófonos y aunque a veces el dolor de no tocarle se apodera de mí no podría dejarle, yo lo amo.

(Quise hacer este resumen para que puedan hacerse una idea de la situación que vivimos y ahora poder continuar con lo que me trajo aquí esta noche, el deseo, mi fantasía…)

… Nuestro Encuentro.

Ha sido un largo viaje, siete horas de vuelo supongo que cansan a cualquiera, el pensamiento de saber que hoy estarás ocupado aunque ya he esperado mucho para este momento, me invade, de igual forma un día más no me matará. Busco mi equipaje y tomo un taxi hacía el hotel ya reservado en días anteriores previendo conseguir habitación en una zona cercana a ti, llego, me registro y subo a la hab. número 203, estoy agotada, ahora agradezco que no nos veamos hoy, así puedo aprovechar este tiempo para acomodar mi ropa y descansar, sé que me exigirás mucho físicamente y hoy no estaría en una optima condición…

- Estoy agitada, siento tu cuerpo encima del mío, siento el palpitar del corazón ajeno en mi pecho, estás dentro de mí, fuerte, duro, lento e interminable, estás viendo mis ojos y tu mirada delata lujuria y exceso. Intento mover mis manos, quiero acariciar tu rostro mientras me haces tuya pero me encuentro con la sorpresa de estar atada a la cama, tu ojos en mi y tus embistes en mi vientre me distrajeron completamente. No puedo tocarte así que alzo mi boca reclamando la tuya, inmediatamente siento tus labios, tu lengua invadiéndome, tus dientes marcándome, es imposible evitar el dejarme llevar por tu ritmo y tu fuerza me estás haciendo perder el conocimiento de puro placer, mis gemidos son ahogados con tus besos y eso te pone más, comienzas a follarme más duro mientras mi humedad es incontrolable, lames mi cuello, y me muerdes, tan certero como siempre, en el momento perfecto, cuando mi cuerpo se tensa y tiembla, y mi sexo se contrae miles de veces, me sientes retorciéndome bajo tu cuerpo, apretandote con mi coño, no puedes ni quieres detenerte, tú también deseas estallar de placer, hacerlo dentro de mí… Y así lo haces, siento como me llenas de ti y tus movimientos se hacen cada vez más lentos en perfecto compás con mis espasmos, te encanta sentir esa caricia tan intima, aún en ese estado de trance que me deja el orgasmo puedo notarlo en tus hermosos ojos verdes, me siento llena, me siento feliz, estoy en paz.-

El repique del teléfono celular me despierta, ha terminado mi sueño húmedo por una llamada tuya, te he invocado, me gusta pensarlo así. Estás emocionado por verme, tú voz me lo dice, yo más allá de la emoción estoy totalmente nerviosa, espero realmente ser lo que esperas y poder satisfacerte totalmente. Hemos quedado en vernos para almorzar a la 1:00 P.M., aunque sé que cuando te vea lo único que querré comer será esa hermosa polla que acaba de invadir mi cuerpo en el sueño. Son las 9:00 A.M. Aún tengo tiempo para descansar un poco más y luego arreglarme para ti, quiero que me veas “radiante”…

Mi cabello ya está seco, un poco alborotado pero peinado para que quede de esa forma, como me gusta lucirlo para ti, nunca me sentí muy cómoda iniciando videollamadas estando despeinada aunque no te cansaras de decirme lo bella que me veía, pocas veces coincidimos en eso. Mi cuerpo totalmente depilado, continua desnudo debo escoger un conjunto de ropa interior adecuado, algo sexy pero no vulgar. Me decido entre un juego de brassier y braga tipo tanga de un color beige suave, este bra hace ver muy bien mis senos, espero te guste. Pensé en quizás vestirme algo “formal” pero no sería algo muy mío y quiero que me veas tal como soy, un jean azul oscuro ajustado, unas botas medias de cuero negro delicadas, y una remera negra sin ningún estampado con algo de escote y un poco suelta, (imagine tus manos hurgando debajo de ella, me pareció una excelente opción), mi reloj dorado, mis pendientes pequeños de perla blanca con acabados en dorado y sólo me falta un poco de maquillaje y perfume para estar lista, voy dirigiéndome al baño recogiendo todo lo que he descolocado arreglándome no quiero que entres a la habitación y este hecha un desastre, manías, metiendo en la maleta las otras opciones de atuendo que tenía me tropiezo con un cinturón de cuero, un cinturón que en muchas oportunidades ha servido para yo misma, guiada por ti, mi Amo, azotarme en modo de castigo o para darme placer, me parece muy prudente llevarlo puesto el día de nuestro primer encuentro físico y sin pensarlo demasiado lo paso por las presillas del jean y lo ajusto a mi cintura, con la remera no se nota, pero será una sorpresa para cuando me desvistas, culmino de recoger todo en la habitación, termino de maquillarme un poco y ya lista a la 1:07 P.M. tomo mi bolso y me dirijo al lobby del hotel dónde seguro ya estas esperándome para ir a comer, espero no vayamos muy lejos.

Al llegar al lobby mi mirada nerviosa comienza a buscarte, siento un agujero en mi estomago y un millón de mariposas revoloteando en el, un nudo en la garganta y creo que me tiemblan las piernas, joder, menos mal deseche la idea de usar tacones. Y ahí estás, oh sí, eres tú parado hablando con la recepcionista, tú no me has visto, me siento en ventaja y voy por ti mientras trato que mi torpeza por los nervios no me supere y sin que me notes llego a tu espalda justo cuando escucho que le dices mi nombre a la chica que te esta atendiendo, te toco un hombro suavemente con mis dedos, tú volteas y siento que me voy a desmayar ahora mismo, son demasiadas emociones en un solo momento, tus ojos me atraviesan, de seguro mi cara esta que echa fuego de lo ruborizada que debo estar, trato de mantenerte la mirada pero concentrarme para mantenerme en pie en este momento me parece más importante, lo notas y me sostienes, me tomas de la cintura y me acercas a ti para mantenerme en pie, mi cara se pierde entre tu cuello y tu hombro y mil descargas eléctricas recorren mis sentidos gracias a tal cercanía, no puedo articular palabra, así que trato de respirar profundo y entrar en calma, esto ha sido demasiado. Caminas conmigo abrazada, no sé ni como me muevo, es simple inercia de los cuerpos, pero estábamos obstruyendo la recepción y sentía que todos nos estaban viendo, caminaste un poco hasta unos muebles que hay para sentarse y te sentaste conmigo, yo seguía respirando profundo y aún no te veía a la cara, tus manos tomaban las mías, pero sueltas una de tus manos y la diriges a mi rostro, haciendo que alcé la mirada y nuestros ojos se encuentren, me acaricias delicadamente, me sonríes y yo también te sonrío, sabes que me has puesto muy nerviosa… Comenzamos a hablar, me preguntas por el viaje, por como pase la noche y que preferiría comer, te comento que no he comido nada pero que realmente no tengo hambre así que decidimos pasar por el restaurante del hotel a ver que nos provoca, como yo insisto en no tener hambre tu eres el que ordena por los dos preguntándome por mi número de cuarto y pides que lo lleven hasta allá, yo confundida te miro y tú haces como si nada, pagas y me dices que subamos a la habitación y así lo hacemos, cuando entramos al ascensor estamos solos y al cerrarse las puertas la tensión se hace insoportable, me tomas nuevamente de la cintura estando de frente a ti y me abrazas, me abrazas fuerte mientras me sostengo de tu cuello, nuestros miradas se conectan, se entrelazan, nuestras narices se juntan pero tus labios no se acercan a los míos aún y yo espero, yo espero por ti… Entramos a la habitación yo paso primero y tu cierras la puerta tras de ti, me giro y nos vemos, ahora sí nos detallamos, tú me recorres cuando a mí, ahora, se me hace imposible despegar la vista de tus ojos, pero nos encontramos de nuevo viéndonos, te acercas lentamente, y estando ya parado a centímetros de mi cuerpo acaricias mi cara diciéndome lo hermosa que soy y tus labios se aproximan a los míos, los dedos de tu mano derecha se meten en mi cabello acercándome más a ti y por fin, ¡Al fin!, siento tus labios, una oleada nueva de emociones recorre mi piel, y sin querer evitarlo dirijo mis manos a tu cara, exigiendo un beso más profundo, tú leyendo mis pensamientos vas más allá, dirigiendo tu mano izquierda a mi espalda uniendo nuestros cuerpos, mientras mi boca entreabierta recibe tu lengua dentro de ella, mmmm, yo en ese momento acepto el reto y es entonces cuando comienza nuestra primera batalla luchando por el aliento, nuestras lenguas y labios combatiendo con una sincronía inimaginable, una de mis manos en tu pecho y otra aún acariciando tu rostro mientras nuestras bocas continúan peleando, reclamando el mismo aire de la forma más noble existente hasta el momento, el beso del deseo, pero si no nos detenemos ahora, quien sea que traiga la comida llegaría en un momento inapropiado y no tengo ganas de que mates a nadie en nuestro primer día juntos, así que la cordura me hace rendirme en esta primera batalla, está que tú has ganado...

Vendré con más si les ha gustado este relato :D, no duden en comentar.