Fragmentos de vida

Subieron a la habitación y Pablo la rodeó con sus brazos, la mordió en el cuello y paso sus manos sobre sus pechos. Fue desabrochando su blusa. María sabía cómo le gustaba verla y así había ido.

Continuacion de nos vemos.

Después de esta primera cita, vinieron otras, en concreto una. Que fue gratificante para los dos.

Pablo ya era un hombre de 57 años y la vida podiadarle pocas sorpresas aunque sienpre se aprende algo. por eso ansiaba este segundo encuentro.

Habían quedado en verse en Sato Tome del Puerto. A los dos les pillaba cerca o más o menos cerca. Él había llegado pronto. A sus cincuenta y… ya sabía que tenía que llegar con tiempo. Así podía ver a la otra persona cuando llegase. Es importante tener una primera impresión. María no tardó en llegar, también llegaba pronto y eso ya era señal de que tenía mucho interés en la cita. Pablo había negociado con el camarero una botella de champagne para para después de la hora de comer. María llegó y se dieron dos besos muy cerca de sus labios, se miraron y saltaron chispas.

  • ¿Quieres tomar algo?

  • Si por favor, un café.

  • Pues no se hable más.

  • Por favor, dos cafés.

Salieron a la terraza, aunque no era época había un solito muy rico.

Estuvieron hablando, conociéndose un poco más, pero Pablo no pudo aguantar más y la dijo.

  • Vamos a la habitación, te quiero en mi boca.

  • Lo estoy deseando, ya me tienes toda húmeda.

Subieron a la habitación y Pablo la rodeó con sus brazos, la mordió en el cuello y paso sus manos sobre sus pechos. Fue desabrochando su blusa. María sabía cómo le gustaba verla y así había ido. Pablo la fue quitando la blusa y sus pechos salieron al aire, ella no llevaba ropa interior. La acaricio los pezones mientras la mordía el cuello. María suspiraba de placer y un reguero caía por sus piernas. La soltó la falda y la dejó caer al suelo. La dio un azote en el culo y

la

dijo que se tumbarse en la cama.

Mientras ella se tumbaba, él se fue quitando la ropa mirándola a los ojos. Una vez sin ropa, se acarició su polla, mojando sus dedos y pasándolos por su capullo. Se tumbó al lado de ella y la empezó a acariciar su coño, muy lento. Sus dedos pasaban por sus labios en una suave caricia. Pablo no tenía prisa y María cada vez estaba más excitada. Se removía en la cama y abriendo su boca buscaba la de Pablo. Pablo la besó como él sabía llevando su lengua a llenar toda su boca. María se retorcía, tras más de diez minutos acariciando su sexo, Pablo subió si mano a su pecho y la apretó el pezón, mientras su lengua llenaba su boca y María se retorcía de gusto.

  • Ponme el coño en la boca.

  • ¿Qué dices?

  • Que te sientes sobre mi boca mirando a mi polla.

María se sentó sobre la boca de Pablo y este empezó a recorrer con su lengua los labios completamente húmedos de María. La punta de la lengua de Pablo, rozaba el clítoris de María, sin prisa, sin pausa. María se inclinó hacia adelante y se metió la polla de Pablo en la boca. Tuvo que hacer esfuerzos para poder meterla entera, era bastante gordita, peto al final consiguió metre más de la mitad. Mientras ella chupaba, Pablo sorbía su clítoris martilleándolo con la lengua. María cada vez metía más polla en su boca, hará que consiguió tocar la tripa de Pablo con su nariz. Pablo la sostuvo fuerte la cabeza y una arcada salió de su boca, a la vez que los flujos de María, llenaban su boca.

María estaba a punto de correrse y así lo hizo en cuanto Pablo metió un dedito en su culito, mientras lengua no paraba de excitar su clítoris. María abrió mucho la boca para gritar, pero nada salió de su boca, pues la polla de Pablo se la Tapaba entera.

Ese orgasmo la hizo vibrar sobre la boca de Pablo. Este viendo que se había corrido. Dándola la vuelta subió sobre su cuerpo y sujetando su polla la recorrió el coño con ella hasta que Mario le pidió que la penetrase, que la follase, que la reventase. Peto Pablo tenía sus propias ideas. La metió el capullo y la fue follando muy, muy lento. Metía su capullo y lo volvía a sacar. María se volvía loca.

  • Vamos cabrón, vamos,

follame

, rómpeme el coño.

Jodeeeer

vamooooss

.

Pero Pablo seguía lento. Ahora iba metiendo cada vez un poco más de polla hasta llegar al fondo, donde dio varios empujones, para volver a salir y volver a entrar. El aguante de Pablo estaba casi al límite y María ya tenía los ojos en blanco. La cogió de las caderas, metió una almohada debajo de su culito y la metió la polla con más rapidez. Aceleraba a la vez que el orgasmo le estaba llegando, paro para aguantar un poco más y volvió a darla fuerte hasta que inundó su coñito con su semilla y ambos se corrieron a la vez.

Gracias por entenderme dijo María, me ha gustado como me has tratado.

Ahora viene tu vena sumisa. Hay tiempo para todo.

Después de estos intensos encuentros, pablo tenía unos días de vacaciones y los dedico para estar junto a María. Estos días trascurrieron entre polvo y polvo y morbo y morbo.

Un día pablo propuso a María ir aun sex shop. Ella accedió encantada. Llegaron al lugar y una niña impresionante los atendió.

  • ¿Puedo ayudaros en algo?
  • Pues mira sí. Quería un collar y un huevo vibrador con mando o con conexión a una APP
  • El huevo, te recomiendo uno normal para ir probando y el collar, aquí tienes muchos.

Pablo eligió un collar con la letra P marcada con unos brillantitos. Me gusta este.

  • María ven acércate. De rodillas

Una vez María se puso en posición, Pablo cerro el collar sobre su cuerpo, se veía espectacular.

La dependienta se mordía el labio y sus pezones se habían puesto muy erectos.

  • ¿te gustaría ser ella?
  • Me encantaría
  • Pues cierra y serás ella.

La dependienta cerro la tienda y se dirigió dónde estaban Pablo y María.

  • De rodillas
  • La muchacha se puso de rodillas junto a María. Pablo las mando desnudarse mutuamente.
  • La que antes consiga hacer que la otra se corra, tendrá un premio. No podéis meter vuestros dedos en el interior del cuerpo de la otra, pero si chupar. Podéis acariciaros, pero sin penetración.

María llevo sus manos a la cintura de chica y muy lentamente la fue subiendo la camiseta, esta sorprendida se dejó hacer. María había tomado la iniciativa y a la vez que sacaba la camiseta por encima de los hombros de la dependienta, fue repasando su cuerpo con la lengua, deteniéndose en todos los puntos que ella considero erógenos. Se concentro en sus axilas, las cuales chupo y mordió, Mientras la dependienta se retorcía de placer y sujetaba su cara. Al no llevar sujetador, sus pechos quedaron a la altura de la boca de María. Esos preciosos y juveniles pechos que desafiaban la gravedad. Con unas pequeñas aureolas y unos pezones que estaban ya durísimos. María chupo y mordió esos pezones, mientras la dependienta se retorcía buscando más placer.

La dependienta estaba muy excitada y su coño era un charco. Estaba perdiendo la partida y decidió pasar a la acción. Soltó los tirantes del vestido de María a la vez que besaba su cuello, recorrió con su legua todo el cuello de María y así con la punta de su lengua fue bajando por su cuerpo. Se paro a contemplar sus pechos, con esa gran aureola y los pezones muy duros. Los recogió entre sus dedos y los chupo con ansia mientras el vestido caía dejando desnuda a María. Bajo por su cuerpo y postrándose de rodillas, busco el coño de María.

Pero esta no la dejo empezar y en un hábil movimiento, la subió y la tumbo sobre el mostrador. María la azoto el culo y pasando sus manos por delante de la dependienta, la desabrocho el pantalón, tirando de él hacia abajo. El precioso culo de la dependienta quedo expuesto. Y María no pudo menos que darle un azote, estaba muy duro. La dependienta gimió con el azote y María aprovecho para darla otro y otro más.

La dependienta, viendo que cada vez estaba más excitada, consiguió tirar a María al suelo y así poder acariciar la parte interna de sus muslos.

María por su parte consiguió quitar totalmente el pantalón de la dependienta.

Mientras la dependienta acariciaba el coñito de María, esta intentaba excitarla acariciando su culito. Lleno su dedo de saliva y lo fue pasando por el culito de la dependienta. Ambas gemían y se retorcían de excitación. María sabía que podía jugar la baza del dolor, pero la dependienta podría hacer lo mismo, aunque ella no lo sabía.

En estas estaban cuando María llevo sus dedos al pezón de la dependienta y apretando con la fuerza justa hizo que esta temblase entre sus dedos. La dependienta viéndose perdida hizo lo mismo, pero ya era tarde. María se pegó a su boca y esto hizo que la dependienta, tremendamente excitada, se corriese como una cerda. Pero poco tardo María en devolverla el orgasmo que ella había dejado en su boca.

_Guaaauuuu

. Creo que habéis ganado las dos. Así que el premio será compartido. Venir aquí y chuparme la polla entre las dos.

Ambas mujeres se acercaron y con su lengua fueron repasando la polla de Pablo. Empezaron por sus huevos y fueron subiendo lentamente hasta juntar sus labios en el capullo. Ahí hábilmente con sus lenguas se entretuvieron en darle placer. Mientras una engullía su polla hasta la garganta, la otra chupaba sus huevos con devoción. Después de un rato cambiaron y así fueron manejado sus bocas y sus lenguas hasta que Pablo no pudo más y meneando su polla con rapidez, las lleno con su semen que ávidamente se limpiaron la una a la otra.

_ Joder tia, ha sido fantastico. ¿Nos das tu numero de telefono?

_ Por supuesto y no tardeis en llamarme