Fotos Privadas

Alguien nos propone un juego bastante morboso.

Hace ya algunos años que compramos nuestra primera cámara digital y desde entonces hemos hecho una infinidad de fotos; con la familia, con amigos, de viaje. A mí me gusta la fotografía así que procuraba inmortalizar cada paisaje y cada atardecer. Con la novedad de no tener que llevar a revelar el carrete empezamos a hacer fotografías eróticas y descubrí que Val disfrutaba. Sabía, (y sabe), seducir a la cámara y las sesiones de fotos eran de lo más excitante. Sólo necesitaba darle un par de instrucciones de lo que quería conseguir y ya podía dejarle libertad ante mi objetivo. Yo me movía a su alrededor buscando diferentes ángulos y ella se iba adaptando. Estas sesiones de fotos solían acabar casi invariablemente con un mutuo calentón que nos empujaba a follar salvajemente y las fotografías pasaban de ser eróticas a ser claramente pornográficas.

Acumulamos un buen puñado de fotografías y un día hablando juntos del tema coincidimos en que sería una pena que nadie las viera. Nos gustaba la idea de que la gente las admirara y nos parecía algo con mucho morbo que pudieran ver a Valeria desnuda, en poses muy atrevidas o incluso ver nuestras fotos mas privadas donde disfrutábamos mutuamente de nuestros cuerpos. No nos costó mucho tomar la decisión y enviamos unas cuantas fotos a una página de sexo amateur de Internet. Recuerdo que cuando terminó de enviarse el correo nos miramos nerviosos, sabiendo que ya no había marcha atrás y sin saber muy bien que ocurriría. En este primer envío Val hacía un streaptease en el que lo enseñaba todo, (menos la cara por seguridad), aunque sin demasiado detalle. Era una desnudez limpia donde podía verse su cuerpo atlético. Mostraba su maravilloso culo y sus pechos, no demasiado grandes pero muy bien puestos. En la última foto podía verse un desnudo frontal en el que podía verse su pubis totalmente depilado. Lo enseñaba todo... pero no demasiado.

Al día siguiente de ser publicadas las fotos comenzaron a llegar correos. Al principio los contestábamos todos, pero luego no dábamos abasto y tuvimos que seleccionar. Los que dejamos de atender fueron los que escribían dirigiéndose sólo a Valeria e ignorando que éramos una pareja. Aunque decían lo mucho que les gustaba Val y eso halagaba, solían hacerlo torpemente y en la segunda línea ya ponían cosas como:

'Tengo ganas de follarte'

'Quiero conocerte para darte de nalgadas'...etc.

Este tipo de emails constituían la mayoría así que cuando decidimos dejar de contestarlos, abrir el correo dejó de ser un trabajo pesado para convertirse en un juego excitante. Tuvimos interesantes intercambios de emails con todo tipo de personas pero me centrare en uno en particular con el que todo fue un poco más lejos.

Se identificaba como Fran y su primer correo fue tan sólo para felicitarnos por la calidad de nuestras fotografías. Decía ser un aficionado desde hacia muchos años y dejo caer un par de piropos a Valeria de una forma muy elegante y sutil. Nos animaba a continuar mandando material a la Web.

Le contestamos agradeciéndole su correo y contándole nuestra intención de seguir mandando fotos que además irían subiendo de tono hasta que enviáramos las mas fuertes. Así lo hicimos, poco a poco los envíos fueron más atrevidos hasta enviar las más intimas en las que Val y yo disfrutábamos del sexo mas desenfrenado. Del mismo modo los correos intercambiados con Fran fueron volviéndose paulatinamente menos sutiles y más directos. Nos escribíamos con un lenguaje claro y sin medias tintas, llamando a las cosas por su nombre. Surgió un juego entre nosotros en el que Fran nos describía la foto que le gustaría que hiciéramos. Iluminación, encuadre y que le apetecía ver en la foto. Era muy excitante para nosotros hacer aquellas fotos 'por encargo'. A cambio Fran nos contaba que le había parecido nuestra foto y nos enviaba alguna hecha por él, aunque no erótica. Solían ser unas fotos bastante buenas de temáticas muy variadas en las que quedaba patente su maestría como fotógrafo.

Un día nos llegó un correo suyo algo diferente a lo habitual. Empezaba hablando de que hacía tiempo que una idea le rondaba la mente. No sabía si proponérnosla porque no quería ofendernos, pero finalmente se había lanzado. Desde que había empezado a hablar con nosotros había empezado a crecer en él las ganas y la curiosidad por hacer fotos de corte pornográfico. El problema es que no es nada fácil encontrar gente que se preste a posar así que nos proponía que lo hiciéramos nosotros. Nos contó que fotografiar a Valeria seria muy inspirador y excitante y que sólo de pensar en estar en la misma habitación que nosotros sacándonos fotos mientras follabamos el corazón se le aceleraba. Finalmente se despedía esperando no habernos ofendido. Le respondimos diciéndole que no se preocupara y que ya le contaríamos nuestra decisión porque era algo que teníamos que pensar.

Estuvimos una semana dándole vueltas. El hecho de que alguien estuviera tomando fotos mientras lo hacíamos nos parecía muy morboso y sólo la idea de planteárnoslo seriamente ya era excitante. Finalmente decidimos hacerlo. No teníamos prejuicios morales y lo único que nos hacía dudar era la vergüenza así que pensamos que sería una lástima no tener una experiencia tan estimulante sólo por no atrevernos.

Fran era de la provincia de Cádiz y nosotros Malagueños, eso nos lo habíamos contado en anteriores emails, por lo que pensamos que podíamos escaparnos. Se lo contamos a Fran y nos contestó muy entusiasmado. Nos citó para el sábado siguiente en la playa de Bolonia y nos dio su móvil para que lo llamáramos en cuanto llegásemos.

Ese sábado empezamos pronto el viaje y a las 10:30 ya estábamos tendidos en la arena. Llamamos a Fran y en apenas diez minutos llegó a la playa. Era un chico mayor que nosotros, debía tener unos 34 o 35 años. Nos presentamos rápidamente y nos pusimos a charlar mientras tomábamos el sol. Se notaba que todos estábamos nerviosos pero poco a poco nos fuimos relajando. Valeria llevaba un bikini celeste bastante pequeño de los que se atan con nudos y Fran no podía disimular las miradas que la recorrían de arriba a abajo. La conversación fue derivando lentamente al terreno sexual y llegó un momento en que hablábamos sin vergüenza de las fotos que habíamos enviado y de otras cosas aun más íntimas que Fran preguntaba. Esto ayudo a que estuviéramos más cómodos con él y él con nosotros.

-¿Os importaría si saco alguna foto aquí en la playa?- dijo de repente.

-Vale, así nos vamos acostumbrando....que nos va a hacer falta- dijo Valeria riendo.

Fran se puso a sacar la cámara de su mochila. Nada mas verla me di cuenta de que realmente le gustaba la fotografía. Nadie se gasta lo que debía valer aquella cámara por las buenas. Se la pedí para echarle un vistazo más de cerca y mientras la examinaba Val se echó la mano a la espalda y se quitó la parte superior del bikini. Yo la miré sorprendido ya que nunca hace topless cuando hay alguien más con nosotros y vi como sus mejillas enrojecían levemente.

-Toma Fran- dije devolviéndole la cámara -Toda tuya.

Él la preparó y empezó a sacar fotos. Val iba cambiando de postura. Se notaba que Fran también sentía algo de reparo pero fue relajándose.

-¿Te atreves a hacer una foto algo más atrevida?- preguntó a Valeria.

-Dime que foto quieres hacer y ya veremos- contestó Val.

Fran colocó la cámara en la toalla entre las piernas de Val -Desabróchate la parte de abajo y apártala. No hay nadie lo bastante cerca como para darse cuenta. Ya veréis lo bien que queda esta foto- dijo.

Val me miró sonriéndome mientras tiraba del cordón que ataba el bikini. Luego mordiéndose el labio apartó ligeramente el bikini y se reclinó hacia atrás. Podía verse su rajita totalmente depilada.

-Vaya preciosidad- dijo Fran mientras encuadraba - Dobla tu cuerpo un poco hacia arriba Valeria.

Ella se movió de una manera muy sensual y Fran disparó. Por sus movimientos y gestos vi que aquel juego empezaba a excitarla. El resultado fue espectacular, Val parecía una escultura de la diosa del sexo.

Estuvimos el resto de la mañana en la playa charlando y cogiendo aun más confianza entre nosotros y cuando llegó la hora de comer nos fuimos a un chiringuito.

-Entonces, ¿estáis decididos a seguir adelante?- preguntó Fran ya en los postres.

-Creo que si- contesté mirando a Val.

-Por supuesto- confirmó ella con un tono de voz que indicaba que no sólo estaba decidida sino que además lo estaba deseando.

-Perfecto entonces. Mi apartamento está aquí cerca. ¿Os parece bien que vayamos allí?- dijo mirando a Val.

-Vamos- contestó Val levantándose.

Nos dirigimos a los coches y seguimos a Fran.

-Te veo muy segura Val- dije mientras conducía -Creo que yo estoy mas nervioso que tú.

-Te aseguro que no puedo estar más nerviosa.....pero tampoco puedo estar más excitada- contestó- Me muero de ganas de que me folles mientras nos saca fotos.

A los pocos minutos Fran dio un giro y aparcó frente a un edificio alto, así que nosotros paramos también.

-Es aquí. En el ático- nos dijo mientras entrábamos en el portal.

El ático era muy espacioso y tenía unas vistas privilegiadas. Fran nos invitó a tomar un refresco mientras él preparaba todo y desapareció por unas escaleras. Al cabo de un cuarto de hora se oyó su voz.

-Ya podéis subir.

Arriba había otra habitación. Parecía tener varias salidas a terrazas pero todas las persianas y cortinas estaban bajadas. La iluminación era muy fuerte, había varios focos muy potentes orientados hacia grandes pantallas blancas de modo que la luz lo bañaba todo y en todos los ángulos. Había un trípode sobre el que estaba instalada una cámara y Fran estaba junto a él con la cámara que tenía en la playa colgada del cuello. Todo estaba montado alrededor de un gran sofá de aspecto colonial que entonaba con el resto de la habitación, llena de mobiliario y motivos africanos. Era un escenario perfecto para una sesión de fotos.

-Wow- exclamó Val.

-Sabía que os gustaría- dijo Fran -Había pensado en empezar sólo con Valeria y luego te unes tú. Así ella podrá ir soltándose un poco más ante la cámara. ¿Os parece bien?

Los dos asentimos. Tras un instante de duda, Val me dio un beso como despedida y se dirigió hacia el sillón. Iba vestida sólo con el bikini y una pequeña tela que hacía de minifalda.

-Bien- dijo Fran -Tú limítate a posar en diferentes posturas y ya te iré dirigiendo yo.

Valeria obedeció y Fran la iba corrigiendo a medida que sacaba fotos.

'Abre un poco más las piernas'

'Arquea la espalda'

'Levanta un poco el culito'

Al cabo de un rato Val estaba mucho mas cómoda y no eran necesarias esas indicaciones. Ya sólo le decía cuando debía quitarse las prendas. Primero la faldita, luego la parte superior del bikini y luego la inferior. Cuando estaba totalmente desnuda Fran hizo un par de fotos más y fue abajo a buscar algo.

-¿Que tal?- Aproveché para hablar con ella.

-Estoy muy excitada. Como nunca- me dijo -Podría tener un orgasmo con sólo apretar las piernas.

-¿Tanto afecta la situación?- pregunté.

-Lo que me excita más es que al posar, Fran no puede evitar calentarse y no puede disimularlo, y cuanto más lo provoco más caliente me pongo. ¿Tú has visto los colores que tenía cuando se ha ido?

-Ja ja ja. Si lo he visto- Contesté -Tu relájate y disfruta que para eso estamos aquí y si lo que te excita es provocar hazlo como tu sabes.

Se escuchaba ya a Fran subiendo por las escaleras así que dejamos nuestra conversación.

-Perdonad la tardanza- dijo Fran al llegar. Traía una pequeña brocha y un cuenco con líquido -He visto hacer esto en algunas sesiones de fotos y me gustaría hacerlo. Se trata de maquillar el.....la...vagina con un poco de aceite corporal. ¿Te importa hacerlo?- me dijo mientras me daba el aceite y la brocha.

-No se exactamente el efecto que quieres conseguir- dije pensando en la conversación que acababa de tener con Val -Casi es mejor que lo hagas tu mismo.

Le devolví todo mientras él me miraba sin creérselo.

-Está bien- dijo disimulando su nerviosismo y yendo hacia el sillón.

Se arrodilló frente a Valeria y ella se sentó en el borde del sofá con las piernas muy abiertas. Empapó el pincel y empezó a aplicarlo. Fran estaba concentrado en su tarea y no pudo ver como Val cerraba los ojos sintiendo como la brocha recorría su coñito. En ese momento me entraron unas ganas tremendas de poseer a Valeria sobre ese sofá. Fran se levanto y continuó sacando fotos. De vez en cuando paraba para dar algún otro retoque con la brocha. Un poco en los pechos, un poco en el culito, un poco más en el pubis.

-¿Estás preparado para empezar Dude?- me preguntó Fran.

-Cuando quieras- contesté acercándome a Valeria.

-De acuerdo. Dejaos llevar y yo os indicaré si necesito algo- dijo Fran.

Todo fluyó sin problemas y no nos importó que hubiera alguien presenciándolo todo. Valeria estaba muy caliente y yo deseaba con todas mis ganas poseer aquel cuerpo. Me senté junto a ella y mientras nos besábamos fue desabrochándome el pantalón para sacar mi polla. Luego se puso de rodillas sobre el sofá y se inclinó para empezar a hacerme una mamada. Fran se acercó y empezó a lanzar fotos a menos de un metro de nosotros.

-Muy bien Val- dijo -Mira a la cámara mientras lo haces.

Ella ya miraba a la cámara antes de que Fran se lo dijera. Su mirada estaba llena de deseo.

-Perfecto- dijo Fran -Quiero más deseo. Quiero que mires a la cámara con más lujuria.

Al oír esto Valeria intensificó sus movimientos. Recorría con maestría mi polla de arriba a abajo con su lengua y además empezó a gemir. Yo metí mi mano entre sus piernas y noté lo mojada que estaba. A esto se sumaba el aceite para hacerla aun más resbaladiza. Deslicé un dedo en su coñito y empecé a masturbarla. Val siguió con la mamada y Fran se puso tras ella para tomar fotos desde allí.

-Abre las piernas lo máximo que puedas Val- dijo Fran -y tu, Dude, usa dos dedos.

Los dos hicimos lo que pedía al unísono y el siguió disparando la cámara. Valeria no podía más y se sentó sobre mí. Fran se puso a ras del suelo para tomar fotos desde ese ángulo. Val agarró mi polla y fue metiéndosela poco a poco con un largo gemido hasta que toda estuvo dentro. Luego empezó a subir y bajar lentamente.

-Hace falta algo más de brillo- dijo Fran levantándose a por el aceite.

Valeria abrió al máximo las piernas y arqueó la espalda para darle un mejor acceso a Fran mientras me miraba fijamente.

-Te gusta que Fran te unte el aceite ¿eh?- le dije a Val mientras notaba el pincel pasear por su coñito.

-Aha- contestó ella mordiéndose el labio.

-Te estás portando como toda una zorrita. ¿Que va a pensar de ti?

En respuesta levantó un poco más el trasero para facilitar que el pincel llegara bien a su culito. Luego cogió una toallita y seco algunas partes.

-Bien, ahora no os mováis que me deshacéis el trabajo- dijo cogiendo la cámara -Valeria, sube despacio hasta la mitad y quédate ahí- continuó tras haber sacado un par de fotos.

Yo notaba como el coñito de Val palpitaba de excitación y ella debía notar lo mismo en mi verga.

-Ya podéis continuar- dijo por fin Fran.

Valeria se quitó de encima de mí y gateó lentamente hasta un extremo del sillón.

-Ven, fóllame aquí- dijo mirando hacia atrás y moviendo sensualmente el culo.

Me acerqué a ella y le puse mis manos en sus caderas. Valeria se movió hacia mí hasta notar mi polla en la entrada de su coñito, mirándome a los ojos. Entonces yo empecé a ejercer una leve presión para penetrarla poco a poco y ella gimió mientras pasaba su lengua por los labios.

Fui follándola lentamente con embestidas largas, penetrándola hasta el fondo y sacándola casi por completo. Deslicé mi mano derecha desde la cadera hasta su culito, lubricado por el aceite, y empecé a presionar levemente con mi pulgar. Fue cediendo poco a poco y mi dedo fue entrando mientras yo iba acelerando mis embestidas.

La follaba salvajemente y mi dedo también entraba y salía con rapidez de su culito cuando metí un segundo dedo. Valeria gritaba cada vez que mi choque con ella la impulsaba hacia adelante y no paraban de oírse los clicks de la cámara de Fran que procuraba no perder ningún detalle.

-Fóllame por el culo, cariño- dijo Valeria ronroneando. Sólo me lo pide cuando esta tan cachonda que la lujuria se apodera de ella- Quiero tener tu polla entrando y saliendo de mi culito. ¿Quieres ver como me folla por el culo, Fran? Seguro que te encanta.

-Claro que si- se apresuró a contestar.

Saqué mi polla y la apoyé en su culito. Dejé que fuese ella la que controlara la penetración. Con un leve movimiento de vaivén fue echándose hacia atrás. El aceite que nos impregnaba facilitó la entrada. El glande se deslizó dentro y Valeria soltó un gemido. La sacó y volvió a meterla varias veces con Fran tomando fotos a pocos centímetros. Luego empezó a meterla más adentro. Fue empujando centímetro a centímetro dejando que su culito se acomodara hasta que llegó a la mitad. Entonces se relajó y con una mirada me indicó que podía follarla. Empecé a moverme despacio sin meterla más allá de la mitad. Su estrecho agujerito rodeaba mi polla presionándola fuertemente y el placer que me proporcionaba era extremo. La saqué del todo y Fran disparó su cámara.

-Creo que hace falta un poco más de aceite Fran- dije.

Él se apresuró a mojar el pincel y mojar el culito de Valeria. Ella gimió provocativamente cuando lo notó. Cuando acabó volví a meter mi polla y empecé a follarla más fuerte. Con cada embestida la iba metiendo un poco más adentro hasta que toda mi polla entraba y salía de su precioso culito. Valeria no paraba de gemir y se estimulaba el clítoris con la mano.

Tras un rato follando en esa postura agarré a Valeria por las caderas y la levanté para sentarme con ella encima. Los dos mirábamos de frente a la cámara de Fran mientras Val subía y bajaba con rapidez. Mi verga desaparecía en su culito y salía reluciente por el aceite.

Sentí que no aguantaría mucho más así que levanté a Valeria.

-Chúpamela preciosa. Quiero correrme- le dije.

Ella se arrodilló y se metió mi polla en la boca con fuerza. La mamaba con ganas alternando las miradas entre la cámara y yo. Cuando por mi respiración vio que iba a correrme empezó a masturbarme con fuerza con la mano. El primer chorro de semen salió disparado y empapó sus labios chorreando por su barbilla. Luego vinieron cinco o seis abundantes descargas más que se derramaron en sus pechos. Cuando terminó se metió la polla en la boca mirando a la cámara con cara de viciosa. El semen cubría sus tetas y goteaba sobre su vientre y muslos. La imagen era de lo más excitante.

-Maravilloso- dijo Fran -Podéis ducharos abajo.

-Parece que tu también necesitas una ducha......fría- dijo Val mirando el pantalón de Fran donde un enorme bulto delataba su erección.

-Es que uno no es de piedra- dijo Fran riendo nerviosamente- Espero que lo entendáis y no os importe.

-Claro que no- dijo Val.

-Bien, -dijo Fran -entonces id a ducharos y luego si os quedan ganas podemos hacer otra sesión de fotos con luz real en la terraza.

Finalmente si hicimos esa segunda sesión de fotos y en esa ocasión las cosas fueron un poco más allá de lo esperado......pero esa es otra historia.

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