Fotógrafo de Bodas, mi primera boda gitana (2ª p)
El día de la boda ha llegado, por fin conozco en primera persona la fiesta del pañuelo de Rocio, la gitana en la que no podía dejar de pensar.
Fueron transcurriendo los días, las semanas, y los meses hasta que llegó el gran día. Tal y como habíamos quedado, me fui a casa del novio por la mañana a hacerle fotos, mientras lo vestían, con los hermanos… bueno si habéis visto un álbum de fotos de novios, os hacéis una idea. Estuve unas dos horas en su casa y ya me fui a la casa de la novia. Cuando entré en aquella casa, todo era alegría, había unos familiares cantando, con muchísima alegría, una niña pequeña medio desnuda bailando entre ellos, otros niños haciendo palmas. Les hice unas fotos, para luego incluirlas en el álbum y entonces la madre me dio dos besos, me invito a una copita de anís y me dijo que nos íbamos para la novia. Dejé a la familia cantando y bailando y empecé a subir plantas en aquella antigua casa, pero muy bien decorada y restaurada. Una de las hermanas salía de la ducha, con una toalla cubriendo su cuerpo y otra su pelo. Por lo que vi, la distribución de aquella casa era cocina y comedor en la planta baja, cuarto de baño, salita y los dormitorios de los padres y hermanas en la primera planta, y en lo que antes debió ser un palomar, o una solana, habían aprovechado para hacer una habitación con una pequeña terracita que era la habitación de la hermana mayor, de Roció. Cuando atravesé la puerta de la habitación, vi a Rocío, sentada en su tocador, maquillándose, con su albornoz blanco y su pelo negro, me había hecho caso.
-Niña, ya está aquí el payo de las fotos.
-Vaya Roció, al final te casas morena!- me acerque a ella y le di dos besos- como van esos nervios?
-Madre mía Darío, ya ha llegado el día! – sus ojos brillaban muchísimo y la sonrisa le llegaba de oreja a oreja- estoy nerviosísima!
-Bueno, tu tranquila que ya verás como al final todo va bien- era normal que estuviera nerviosa… y si en algún movimiento se le había roto el himen y no sangraba?- cuando tú quieras empezamos con las fotos… quieres que te haga alguna así, preparándote?
-Claro, como tu las hagas normalmente, espera, me pongo frente al tocador maquillándome, pero me abro un poco el albornoz, sin que se vea nada… pero que sugiera!- era lo bueno de entablar amistad no había el típico momento incomodo novia-cámara.
-Muy bien… vamos… ahora otra mirando… ahora…
Así empezamos a hacer muchas fotos de una pose, de otra, y de repente una jauría de primos entro en la habitación revolucionándonos la habitación… ella les dijo que se fueran pero no le hacían caso, así que.
-Mama! Mama! Mama! Sube!- grito
-Que pasa?-dijo la madre
-Llévate a los niños que no podemos hacer las fotos.
-Niños! Tos p’abajo!- les grito- Roció, cierra la puerta con el cerrojo abajo en la puerta de la escalera y así no os molesta nadie mientras hacéis las fotos.
-Voy mama…-salió detrás de ellos y bajaron la escalera, escuche como trancaba la puerta y sus pasos como subía por aquella escalera.- bueno, ya no nos molestara nadie!
-Bueno, son niños, es normal, pasa siempre- le dije quitándole importancia.
-Ya, pero a los niños les había dicho yo que hicieran eso…
-Y eso?... para que les regañaran?-pregunté yo sin entender de qué me hablaba…
-Para poder tener un excusa para cerrar la puerta de las escaleras por dentro y que no nos pueda molestar nadie- justo al decir eso dejo caer más su albornoz hasta ver sus hombros desnudos y sus pechos hasta la mitad de sus pezones-llevo pensando en este momento desde que te vi mirándonos en la discoteca –tomo aire, se mordió la mitad del labio inferior- desde que te escuche follarte a aquella chica en los lavabos. Desde ese día se que quiero que seas tú el primero… a mi novio lo quiero mucho… pero él tampoco ha querido estar con ninguna mujer, y con mis amigas siempre hemos hablado que la primera vez es un desastre cuando el novio es virgen…
-Pero…-me tomaba el pelo? Era enserio? No me salían las palabras.
-La noche que te mandé el sms pensaba que me ibas a llamar para quedar conmigo, pero imaginé que no te atreverías, sabes… me estuve tocando aquella noche pensando en ti, en lo cachondo que te habrías puesto al leer el sms…
-Roció, no puedo, no quiero que nos metamos en un lio, me gusta, me excitas, ahora mismo, como puedes ver- dije mostrándole el bulto de mi pantalón- estoy cachondísimo… pero tú tienes unas tradiciones, que no puedes romperlas, debes llegar virgen al matrimonio, debes sangrar en el pañuelo…
-Mira…- se dirigió hacia el primer cajón de su tocador y saco una cajita muy bonita, la abrió y saco un pañuelo blanco doblado con unos lazos rosa, lo desdoblo y mostrándome tres manchas de sangre continuó- el pañuelo es un acto muy incomodo, a mi me lo metió anoche mi novio con un dedo, con mis tías y mi madre en la habitación del al lado hasta que lo mancho tres veces, de este modo, yo ya tengo la prueba de que he llegado virgen al matrimonio, mi madre y mis tías ya lo han visto, así que esta noche no tendremos que pasar por aquel momento tan incomodo.
Se volvió con el pañuelo, lo doblo, lo metió en la caja y al cajón, dejo caer del todo el albornoz al suelo y la quedo ante mí con unas braguitas preciosas de encaje, un liguero y unas medias blancas, se me acerco, paso sus manos por mi cuello y acercando su boca a mi oído dijo:
-Hazme tuya Darío, haz que mi primera vez sea un sueño…-acto seguido bajo su boca a mis labios y nos fundimos en un beso tan caliente como húmedo…
Quito sus manos de mi cuello y bajo hasta desabrocharme el cinturón, el botón del pantalón, la cremallera… y dejo caer los pantalones al suelo, sin dejar de besarme metió su mano dentro de mis calzoncillos y agarro mi polla como si quisiera medirla, con fuerza, dejo de besarme y dijo:
-Vas a ver como calmaba yo a mi novio-mientras bajaba a la altura de mi calzoncillo y lo ponía en libertad mi polla con muchísimo cuidado, como para disfrutar de la liberación- que buena pinta tiene, me la voy a intentar comer entera, es muy grande pero lo intentaré…
No era tan grande, pero entiendo que su novio la debía tener más pequeña. Que bien la chupaba, aquello era el cielo, aquella niña de piel morena, melena negra, ojos negros, con aquella ropa interior tan blanca, agachada comiéndome la polla, con mucha maestría, moviendo la lengua para darme más placer, sin prisas, era la mejor mamada que me habían hecho nunca, me estaba llevando al cielo…
-Roció… vas a hacer que me corra… bufff…
-Tranquilo…-dijo sacándosela de la boca y pajeándomela muy despacito - tu disfrútalo, quiero que tu leche sea mi regalo de bodas… dame de beber tu leche…
Y al decir esto volvió a metérsela en la boca, con su maestría, hizo que me corriera como un loco, saque la polla de su boca y con la mano ayude a escurrirla bien, para que ella pudiera lamer hasta las últimas gotitas que salían…
-Dios, ha sido la mejor mamada de mi vida!-me sinceré con ella- increíble, tienes una técnica increíble!
Ella me miraba, con cara de satisfacción jugando con la leche que le quedaba en la boca pasándola de un lado al otro con su lengua, lamiéndose la comisura de los labios y mirándome con deseo…
-Son muchos años de práctica… yo tenía la edad de mi Jesy, unos 14 o 15 años, cuando empecé a salir con el Juan, y sus amigos ya se acostaban con las payas… tenía que conseguir que no me dejara por ellas… ahora tengo 19… imagínate…
-Y él?... te come bien tu coñito- mientras le decía esto, bajaba mi mano por su cintura para meterla dentro de sus bragas y descubrir, para mi sorpresa, que estaba totalmente depilado…
-mmmm- se mordió los labios al notar mi mano entre sus piernas- a él no lo he dejado…. Mmmm… para evitar la tentación… mmmm… como me gusta lo que le estás haciendo a mi botoncito… mmmm
-Pues ya verás ahora…
Comencé a besarle por el cuello, bajando por aquellas bonitas y redondas tetas, con aquellos pezones color chocolate, que bonitas eran. La recosté en su cama y le bajé las bragas, deje aquel coñito recién depilado libre, separé sus piernas, con mis dos dedos pulgares acaricie con dulzura sus labios vaginales de arriba para abajo, muy despacito, y fui acercando mi cara a aquel delicioso coñito virgen, separé los labios, para dejar a la vista aquella maravillosa cueva y sin dejar de mirarla, apoye mi lengua húmeda en la entrada de aquel coñito y sin dejar de mirarla a los ojos en ningún momento, empecé a subir despacito, haciendo movimientos de zigzag con la lengua hasta llegar a su clítoris, donde fui haciendo círculos para volver a descender y volver a subir… Así estuvimos muy poco tiempo, porque enseguida tubo que coger un peluche que tenía encima de la cama y metérselo en la boca para poder ahogar sus gritos que anunciaban el mayor orgasmo de su vida, convulsiono varias veces, agarrándose fuerte a mi pelo y di por terminada mi operación. Como es lógico, yo estaba ya dispuesto a seguir con la faena, aquellos minutos de descanso me habían servido para recuperarme.
-Ha sido increíble! Nunca me había corrido así! Normalmente cuando me toco me corro… pero menos… no tanto tiempo!- empezó a besarme otra vez, como si quisiera saborear sus jugos- hazme tuya, hazme mujer…
Me quité la ropa, busque mi cartera, saque un condón y cuando iba a abrir el sobre me dijo:
-No, Darío, quiero sentirte, quiero saber lo que se siente cuando la leche caliente inunda mi coño… no te preocupes, yo lo normal, es que me tengo que quedar embarazada en estos meses… si tiene que ser tuyo, no me importa, eres muy guapo, y físicamente os parecéis un poco el Juan y tu… déjame sentirte dentro…
Yo estaba tan excitado que no me importó romper el pacto que teníamos Marta y yo, Rocío era virgen, podía disfrutar de un coño virgen y sin condón… no lo dude ni un momento, apoye mi polla en la entrada de aquella cueva virgen, y empecé a entrar despacito, muy despacito, pero sin dejar de hacer presión, era increíble lo apretada que estaba aun con las piernas muy abiertas, gracias a estar tan mojada conseguí que le entrara hasta el fondo, mientras ella ahogaba sus gemidos mordiendo el brazo de aquel peluche, saque mi polla y al mirarla pude ver cómo salía un poco de sangre, aun le quedaba algún trocito de himen que yo había acabado de romper, se lo enseñe y volví a metérsela, esta vez un poquito más rápido, pero aun despacito, se sentía delicioso, aquel túnel apretado, mi virgen, una gitanita virgen para mí.
-Dios Darío, esto es el cielo… estaría siempre empalada, quiero estar follando siempre… mmmm… fóllame fuerte como se lo hacías a tu amiga en los lavabos… mmmm
Le saque la polla, la baje al suelo, le di la vuelta, la puse a cuatro patas, apunte mi polla otra vez a su coñito recién desvirgado y empecé a galoparla tan fuerte como pude, tan fuerte como ella me había pedido, aun mordiendo el peluche escuchaba como salían sus gemidos, que se estaban convirtiendo en gritos.
-Te gusta?... –ella asentía con la cabeza- mmm quieres que paré?- me hacía gestos con la cabeza para que supiera que no debía parar- pues ahora es cuando sabrás lo que es correrte de verdad.
Y al decirle esto empecé a embestirla aun más fuerte, rápido y profundo, se corrió en ese momento, yo baje un poco el ritmo, con mi cuerpo la empuje para que callera al suelo, que quedara tumbada boca abajo, con mi polla aun metida dentro de su coño, con las piernas juntas, puse debajo de su bajo vientre un cojín, para que la entrada de su coño quedara más natural y en aquella postura empecé de nuevo a embestirla con toda la fuerza que pude, ella agarraba con sus manos mis muñecas y volví a notar cómo se corría, arañándome incluso, no pude aguantar más.
-Yo también me voy a correr…-le dije como pude- estás segura que quieres que me corra dentro?
-Si Darío, quiero que te corras dentro… lléname con tu leche quiero sentirla dentro!...
Y al notar que iba a correrme se la clavé hasta el fondo y empecé a correrme… a cada chorro de leche que le echaba, notaba como sufría un pequeño espasmo. Le deje un poco la polla dentro, para que notara como iba perdiendo volumen. Se la saque, y me puse de pie, fui a ayudarla a ponerse de pie, pero se quedo arrodillada, a la altura de mi polla.
-Una gitana no deja la polla de su hombre nunca sucia- y empezó a chupármela para dejármela totalmente limpia, y escurrir las últimas gotas de leche que me quedarán.
-Rocío, esto ha sido una locura, ha sido increíble, eres una mujer maravillosa, envidio a tu futuro marido.
Le di un fuerte abrazo, y empezamos a vestirnos, acomodamos la habitación, y continuamos con las fotos. Al verla vestida de novia, ya maquillada, peinada con aquella melena ondulada, tan bonita, se me saltaron las lagrimas.
-Rocío, eres la novia más bonita que jamás he fotografiado- y se lo decía desde lo más profundo de mi corazón, sabiendo que se lo decía a una gitana…
Bajamos donde estaba toda la familia aun con sus palmas, canciones y bailes, empezaron a cantarle coplas a la novia, y al salir a la calle le tiraron unas peladillas, muy típico en las bodas gitanas, fuimos a la iglesia, continuamos las fotos, el reportaje exterior, el restaurante, la fiesta, la tarta, el baile y llegó el momento del pañuelo, yo estaba nervioso por si no salía todo bien, se fueron las hermanas de la novia con los novios. Al rato bajaron la madre de la novia, con los demás detrás, cantando y enseñando el pañuelo, gritando canciones, todo se volvió una fiesta increíble, los hombres, empezaron a romperse las camisas, a tirar peladillas a los novios, que estaba a hombros de la familia, como si de un trono se tratara, yo no perdí detalle de todo con mi cámara, y volví a emocionarme, todo había salido bien. Se acerco Juan y me dijo.
-Darío, la tradición dice que los hombres se tienen que romper la camisa cuando el pañuelo sale, si quieres, y no te importa, me encantaría ser yo el que te la rompiera…
-Claro que si Juan, me encanta entrar dentro de vuestra tradición- le contesté
Y empezó a romperme la camisa. Continuaron bailando y bebiendo. Disfrutando de aquella fiesta. Recogí mi equipo, para guardarlo y tomarme algo con ellos. Ya llevaba varias copas cuando me tocaron por la espalda, era Roció.
-Darío, esta es la Jesy, mi hermanita, la de 15 años, no tiene novio, estaría muy bien que en esta boda acabáramos siendo cuñaos!
-Claro que si Darío- dijo Juan mientras lo arrastraban a otro lado de la fiesta gritándome- Que has sido muy bueno con nosotros!
Me quedé mirando a aquel bombón como me sonreía, con cara de saber lo que había pasado unas horas antes entre su hermana y yo, así que la miré, sonreí y le dije:
-Es difícil ser el novio de una gitanilla tan linda como tú, yo no soy un niño, soy un hombre y tengo mis necesidades…
-Bueno…-se acerco a mi oído contrario a donde estaba Rocío y me dijo- yo tengo que llegar virgen, pero como ya te dijo mi hermana la boca se puede utilizar para más cosas que hablar, pero hay otro agujero más que me puedes enseñar a usar… y cuando no… seguro que a mi hermana no le importa ayudarme a que te sofoque…
-Niña, me parece que tú y yo tenemos que conocernos mejor…
-Pues eso cuando tú quieras – dijo mientras me enseñaba la llave de la habitación de los novios- si quieres nos vamos a un sitio más tranquilo y lo “hablamos”…
Ahí estaba yo, toda mi vida temiendo a los gitanos y a punto de entrar en una familia… y que manera de entrar…