Fotografias
Recibir fotografias eroticas pueden desatar una y mil pasiones.
Introducción:
En un día cualquiera, por azares del destino una amiga comenzó a enviarme fotos suyas algo ligeras de ropa, con la única condición de relatarle a detalle que reacción provocaba en mi. El trato fue que le describiera en 3 secciones:
Que reacción tenia al recibir y ver las fotos por primera vez.
Que imaginaba o provocaban las imágenes que esta recibiendo. Y por ultimo:
Que creía yo cruzaba por la cabeza de ella mientras las fotos eran tomadas con esa finalidad.
Pues bien, este fue el nacimiento de este relato. Espero os guste.
Fue una absoluta sorpresa encontrarme una imagen tan despampanante, sexy y además tan bien lograda... como te pudiste dar cuenta me cerré a cuanto a mi alrededor ocurría para poner atención a todos los detalles circundantes a tu cuerpo... como es natural la excitación fue subiendo de tono, primero un leve reflejo, pupilas dilatadas, respiración entrecortada (poco... no vayas a pensar que estaba como toro a media corrida... mmm... mmm... hablo de la fiesta brava... y no de otras corridas! jajajajaj...).
Bueno, en la segunda foto comenzó un ligero temblor y sudoración, poco a poco mis sentidos se agudizaron y escudriñando, comenzó a subir la temperatura... por lo que me vi forzado a aflojar un poco el pantalón... un botón fuera, el otro se cayo hace días, y por cierto nunca mas encontré. El calor seguía en claro incremento, aunque afuera lloviera y se sentía una brisa fresca... no era suficiente, me vi forzado en la tercer foto a descubrir mi cuerpo quedando solo en ropa interior.
Ya la sangre se agolpaba sobre mis sienes... comencé poco a poco a sentir que algo crecía en mi bajo vientre, instintivamente mi mano izquierda fue a comprobar lo que era evidente, la erección era mas que obvia... mientras observaba la delicadeza de tus curvas, pude comprobar que el deseo se apoderaba de mi, estaba ávido de ver mas de ti... de escuchar alguna palabra de ti.
Al pasar por la siguiente foto, donde la penumbra se apoderaba de tus caderas cruce la línea de la razón y casi pude llegar a sentir el aroma que desprenden tus muslos, seguía tocándome suavemente pensando que era tu piel la que no podía apartarse de mi, pensando en que quizá no era calor que sentía, sino la humedad y calor de tu aliento sobre mi cuerpo.
Comencé a sudar un poco, ahora ya fuera de cualquier atadura que pudiese dar una simple tela, podía seguir admirándote y presentándote impúdicamente mi mas preciada adoración. Sin darme cuenta a penas me he dado cuenta que mi glande ya se asoma entre la prisión que forma el prepucio, este se ha desplazado en un suave vaivén abajo, la cabeza de mi pene esta húmeda. Paso ligeramente la yema de mis dedos esparciendo el liquido que ha brotado en tu honor... queriendo y deseando que fuera tu propio dedo el que hace este movimiento, justo en ese momento disfruto aun mas de una cuarta foto.
Se ven tus caderas y tus glúteos firmes, tus muslos están separados totalmente, como si supieras que en este momento me encantaría posar mi lengua y mis labios, como si supieras que en este momento me dedicaría a explorarte con todos mis sentidos, como si supieras que en este momento daría lo que fuese por poder poner mis manos en tu espalda invitando a recostar tu pecho sobre el edredón, para tener un acceso mas fácil a ti, como si supieras que este momento me estoy acariciando por tener la dicha de escudriñar tu imagen tratando de arrancarle un poco de ti, como si supieras que en este preciso momento necesito una pose mas para mi.
Llega tu siguiente foto, me he quedado completamente sorprendido de tu pose: boca arriba, tu espalda ligeramente arqueada y tus muslos completamente a mi disposición. Como si supieras que necesitaba beber de ese manantial que es tu bajo vientre, como si supieras que en este momento he dejado las caricias leves y he pasado a movimientos mas firmes. Estas cerrando los ojos, es mucha coincidencia que en esta foto los tengas cerrados, ya que yo te imaginaba así, disfrutando mis suaves besos y caricias firmes, tu mano tapa tu seno derecho, o eso crees tu, es ahora mi mano la que recorre delicadamente tus pezones, preparándolos con suaves caricias para que sean acogidos entre mis labios, cierras tu mano firmemente y no es tu cuerpo, es mi pene el que se ha ido a anidar en tu palma, es mi pene que disfruta tu descubrimiento, de la dureza de tus uñas sobre mi escroto y la suavidad de tus yemas sobre mi glande, que de tanto calor se ha secado, viajan delicadamente tus dedos hasta encontrarse con nuestros labios, que hasta ahora han estado compartiendo nuestros alientos y saliva, nos dedicamos a pelear por los sabores, comparto con tu lengua el sabor de mi ser, mis dedos han abandonado tu pubis y viajan también a compartir ahora tu sabor. Mojo tus labios con la humedad de tu vagina y nos dedicamos a saboréate nuevamente.
Estas cansada de la posición y suavemente me hacer girar quedando mi espalda sobre tu cama. Ahí puedo observar que la humedad de tu ser es total, tus muslos completamente separados me invitan a seguir explorando con mis dedos, llevas tu mano sobre la mía y me enseñas el movimiento que te hace estremecer, llevo la otra mano sobre tu vientre en el cual comienzan a sentirse los primeros movimientos de espasmo que anuncian un orgasmo, estas al limite, me doy cuenta, por lo que alejo mis manos y hago que me acompañen las tuyas. Caes suavemente sobre tu espalda nuevamente y doblas tu pierna izquierda y estiras la derecha, no hay mejor camino a seguir que el indicado, me situó lentamente entre tus piernas y mientras disfruto del sabor de tu rodilla voy dirigiendo mi pene a tus labios mayores. Me falta un poco mas para hacer el contacto con tu calor abandono tu rodilla y enderezo la espalda, he tocado tu clítoris que esta brillante, descubierto y duro, te arranco un gemido por lo que procedo a acariciar con mi humedad el ingreso a tu vagina, no hay un resquicio de tus labios que no sean tocados por mi, disfruto de este calor y mientras tu estas a la expectativa para el momento que decida ingresar, tus manos no se pueden contener, viajan de tu cuerpo al mió acarician tus senos que ya están hinchados de excitación, buscas mis hombros jalándome como una clara invitación a poseerte, no respondo y bajas las manos a tu bajo vientre a separar tus labios con los dedos, haciendo una clara insinuación que es necesario que ingrese.
Decido dejar de acariciarte para ver tu reacción, abres lentamente tus ojos y muestran el deseo mas puro jamás visto, reflejan un poco de ansiedad porque me he detenido... tomas mi pene y lo jalas suavemente hacia ti, lo colocas en la entrada de tu vagina y gimes suavemente: "Papito, hazme terminar". Hago caso a tu invitación y procedo a hundirme en ti... poco a poco, disfrutando el momento en que tus pliegues van cediendo y se van amoldando a mi.
Una vez dentro comienzas un suave movimiento hacia arriba y abajo, fijo mi atención a la unión de nuestros cuerpos y me admiro con que pasión me estas haciendo el amor, me admiro de las reacciones de tu cuerpo. Los espasmos son cada vez mayores, la humedad me baña totalmente, por lo que te penetro firme y profundo, justo cuando hago esto estallas en grito ahogado, en un gemido in contenido y en una suplica pidiendo que lo haga otra vez.
Estamos con un movimiento cadencioso adentro y afuera, no queremos que termine por lo que en momentos la velocidad es vertiginosa y en momentos es apenas perceptible...
Ya el estimulo es insoportable, haz tenido dos orgasmos y el tercero lo reservas para unirme a ti, me vas guiando con tus expresiones y suplicas, sigo taladrando tu vagina gozando con el sonido húmedo que hace el retirarme de ti para volver a ingresar.
Me pide cambiar de posición y me recuestas sobre la cama, ágilmente te sientas y con tus manos te apoderas de mi pene que tiene un color oscuro de tanta excitación, lo acaricias y me miras como pidiendo permiso para besarlo, solo cierro los ojos y me dejo llevar. Mientras tomas conciencia que es tu propio sabor el que disfrutas tanto, me observas atentamente, esperando una señal, de que?, aun no lo sabes, pero algo va a ocurrir. Mi respiración se acelera, mis músculos se tensan y te pierdes en mis expresiones de gozo total, apartas tu boca, tomas mi pene y lo apuntas firmemente al techo, rápidamente te colocas abriendo tus piernas sobre mi cadera y comienzas a descender, cuando sabes que no hay riesgo a que me salga de ti te dejas caer violentamente y ahí explotas en un eterno tercer orgasmo, noto como las paredes de tu vagina aprisionan mi piel y comienzo a eyacular, sientes un liquido caliente corriendo por tu interior y se posterga mas aun tu gozo, caes rendida sobre mi y nos quedamos dormidos aun unidos.
Cuando abro los ojos semi inconsciente, caigo apenas en cuenta que ha sido solo un sueño, tu sigues ahí en línea y estas por enviarme otra foto, no tengo idea si podré resistir mas, y como autómata pulso el botón aceptar. Me cuesta respirar y llevar una conversación coherente, creo que te has dado cuenta los estragos que causas en mi, la siguiente foto estas en una playa, con la brisa marina y el bronceado perfecto, nuevamente mi pene comienza a reaccionar y al verme me doy cuenta que mi ultimo orgasmo no fue dentro de ti, sino en mi piel, procedo a limpiarme suavemente ya que estoy un poco irritado... y no me queda de otra mas que poner en la ventana del chat: ME HAS CONVERTIDO EN UN VICIOSO!!!