Fortuito Mi Versión tercera parte

La hermosa Valeria cansada de su marido, decide disfrutar de algunos momentos morbosos que sin querer se le irán presentado, sin saber que estos podrían cambiar su vida a futuro, teniendo que asumir los riesgos que estos le pudieran ocasionar.

Fortuito Mi Versión tercera parte

Categoría: Hetero: infidelidad

La hermosa Valeria cansada de su marido, decide disfrutar de algunos momentos morbosos que sin querer se le irán presentado, sin saber que estos podrían cambiar su vida a futuro, teniendo que asumir los riesgos que estos le pudieran ocasionar.

Este relato contiene algunas fotos, solo para imaginar y tener una idea de cómo se daban algunos acontecimientos, con la variante que entre las fotos, está la modelo, que alimenta mi imaginación he inspira de como es el cuerpo y cara de Valeria. Con gusto enviare una copia del relato original a quien lo solicite por mi correo.

Para la comprensión de este relato recomiendo leer la segunda parte de mi versión:

https://www.todorelatos.com/relato/171470/

Fernando quería confirmar que su mujer le estaba poniendo los cuernos con su vecino

La vieja chismosa, logro su cometido contándole a Fernando lo que le pareció ver desde su ventana la noche que él no estaba. Pero el hombre al escuchar su versión se llenó de paciencia, ya que antes de ir a casa del viejo, tenía que asegurarse, quien podría ser el que llego con un carro a la casa del viejo, no sea que por querer ir a darle unos golpes se los fueran a dar a él.

Con sus contactos averiguo más de la vida de su vecino, incluso supo lo de su hermano, que si lo había visitado el fin de semana, teniendo un familiar tenía que actuar con cautela, pero ya estaba decidido en sacar al viejo de circulación, mandándolo al infierno, para esto ya tenía a unos tipejos, que le debían ciertos favores, comenzó de esa manera su macabro plan.

Valeria y Juventino eran inocentes de los planes del celoso hombre, ya que cada uno llevaba su vida normal, ella dando clases y el vendiendo sus frutas, evitando no encontrarse con el marido, ya sabía lo celoso y loco que podía ser y él no era de su talla como para poder enfrentarlo, así que solo se limitaba a verla a escondidas desde su ventana, siempre que podía, y ya estaba que trepaba las paredes por tener casi un mes sin haberla tocado. Igual pasaba con Valeria, su marido la tenía en abstinencia, por tener a unas jovencitas que le exprimían, el dinero y el semen cada vez que estaban con él.

La casada por ser una mujer joven y caliente, también necesitaba de las caricias de un hombre, siempre se acordaba de lo bien que la paso la última vez que estuvo con los dos hermanos, hasta se le ocurrió pensar, como sería un trio con ellos, pero luego se rio por sus ideas locas, ya que eso nunca lo había hecho, no tenía ni idea de cómo sería estar con dos hombres a la vez.

Valeria disfruta mientra es abusada en un transporte público

Una tarde que Valeria salió temprano de su trabajo, iba vestida con un cómodo vestido negro

Que le llegaba a la mitad de las piernas, tomo como siempre el transporte que la llevaría a su casa, que para su fortuna tenía varios asientos vacíos, por la vía se fueron ocupando, en alguna parte se montó una señora mayor y ninguno de los que estaba cerca le ofrecieron el puesto, así que ella para dar el ejemplo se levantó y le dio el suyo, pensaba ir hasta el fondo del pasillo, pero vio a unos señores que la veían de una manera muy lasciva por lo que prefirió quedarse donde estaba.

Luego vio cuando su transporte se detuvo detrás de uno que al parecer estaba accidentado, los dos choferes se dijeron algo y al rato se montaron todos los pasajeros de la otra camioneta, así que donde iba se comenzó a llenar con los otros pasajeros, ella permaneció parada en el mismo lugar, los otros pasajeros pasaban detrás de ella en el angosto pasillo.

A la final 2 chicas que venían hablando se quedaron a su izquierda, una dándole la espalda, mientras hablaba animadamente con su amiga, a su lado derecho se detuvo un muchacho con unos audífonos gigantes, escuchando música y hasta susurraba alguna canción, luego un hombre mayor paso por detrás de él, y al querer continuar se encontró con las 2 muchachas que le trancaron el paso, de reojo vio que era un hombre trajeado también debería de estar saliendo de su trabajo, pero sintió que se quedaba justo a su espalda, y que en vez de darse la vuelta, quedo con su pecho en su espalda, tampoco le agrado que tenía algún bolsito, pegando en una de sus nalgas, resignada tampoco le podía decir nada por eso, mientras el chofer continuaba la marcha.

No había pasado ni una cuadra, cuando sintió que lo que ella creyó un bolsito se estaba poniendo duro, enseguida supo que este debería ser el paquete del hombre, sumado a eso sintió como el muy descarado tenía una mano pegada a su otra nalga.

no sabía que hacer por lo que le estaba pasando, ya había escuchado que algunos mal vividos acostumbraban a pegársele a las mujeres por detrás en los transportes públicos y metro, así que este debería ser uno de ellos, que viendo la oportunidad, con toda la mala intención se había parado detrás de ella.

Valeria no se podía creer lo que le estaba pasando, no sabía qué hacer, pero también estaba muy necesitada de las caricias de un hombre, y esa cosa dura detrás de ella se sentía muy bien, también porque de alguna manera quería pagarle a su marido el sin fin de infidelidades, así que estaba indecisa, si dejar que el hombre se siguiera aprovechando de ella, y gozar de su dura macana o reclamarle. Y el hombre con más descaro le pegaba más fuerte su bulto, aprovechando de cómo se movía la camioneta, quería reclamarle pero le daba pena que se fuera armar un escándalo, solo se le ocurrió empujarlo con sus nalgas, para darle a entender que no le gustaba, su proceder, pero el hombre tomo ese empujón como si le gustara, ya que hasta movió su paquete al medio de sus dos ricas nalgas, por lo que la casada ahora sentía como si el miembro se le quería meter por el culo, con todo y ropa

Con mucha vergüenza tuvo que reconocer que se sentía muy bien, adivinaba que debería de ser muy grande. Quería verle la cara y ver qué tan viejo era, solo suponía que debería ser un hombre maduro. En un movimiento brusco de la camioneta, todos se movieron hacia adelante y este aprovecho para con disimulo llevar su mano hasta la parte baja de su vestido.

Si no es porque el chofer iba mal humorado arrancando de repente, estaba segura que el hombre le hubiera tocado alguna parte de su intimidad, pero con el movimiento y la incomodidad de los pasajeros el hombre volvió a colocar su duro paquete en el medio de sus nalgas y lo que antes era un tubérculo muy abultado, ahora se lo sentía como un cilindro muy grande, y descaradamente el muy abusador hizo un movimiento como de meter y sacar contra sus abultadas nalgas. Ella ahora si queriéndole reprochar su descaro

Pero tuvo que voltear rápidamente su cara, ya que el muy abusador amago con besarla. A pesar de lo que se podría llamar un mal rato, más bien para ella todo era muy morboso, ya que le seguía gustando y la humedad de sus bragas se lo confirmaba. Y el hombre al parecer cada vez era más descarado, ya hacia movimientos de lado a lado con sus caderas, como queriendo abrir sus grandes nalgas, también hacia pequeños movimientos de abajo y hacia arriba para disfrutar de la bella mujer, suponiendo que ella también estaba gozando, y mentira no era, hasta queriendo colaborar un poco, disimuladamente hizo que se acomodaba, moviéndose también de lado a lado, pensando que el hombre no se daría cuenta, sin saber que con eso solo le dio más confianza de seguir gozando de su rico trofeo, haciendo sus movimientos de aparente cúpula, con más ímpetu, teniendo ella que agarrarse más fuerte para no caer sobre la persona que tenía enfrente.

El hombre viendo su entrega ya hacia lo posible para levantarle el vestido, Valeria tuvo que agarrar la parte de adelante para no quedar medio desnuda.

Para su suerte el que iba delante estaba dormitando y no se daba cuenta de lo que le estaba haciendo a la casada, al igual que los que iban a sus lados, tal vez alguien que pudiera ir sentado le estaba viendo las piernas, pero ya eso se le escapaba de las manos, mientras sentía como su vagina seguía liberando sus jugos. La casada no lo podía evitar la polla de aquel macho le estaba gustando de una manera que no se esperaba, el hombre se la restregaba de arriba abajo por todo el canal de sus nalgas, con una maestría, dureza y firmeza que la estaban haciendo perder el control, era la primera vez que se mojaba tanto con un hombre al que ni siquiera le había visto la cara.

Tanto le gustaba que no le importo cuando sintió un frio en sus nalgas, sabiendo que su vestido ya estaba a la altura de sus nalgas, mientras hacia lo posible de taparse por delante y hasta con el mayor de los descaros el hombre la agarro por sus caderas, para poder pegársele más de lo que ya estaba.

Pero Valeria por fin entro en conciencia de lo que estaba haciendo, cuando vio algunos edificios que le indicaban que ya estaba llegando a la zona por donde ella vivía, además sorprendida sintió como el hombre en medio de su descaro llevo su mano hasta su monte de venus

Los dedos del hombre comenzaron a presionar su zona más sensible, acariciándola de arriba abajo, el hombre noto como la mujer estaba empapada con sus jugos, esto le dio brío, para hacer más notorio el movimientos de sus dedos, Valeria sentía la habilidad de esa mano que le hicieron cerrar los ojos y emitir un leve gemido, aumentando su excitación al tope y supo que de seguir hay, definitivamente perdería el control total de sus actos, por lo que le anuncio al chofer con vos ronca y un tanto débil, que la dejara en la próxima parada.

El hombre que no se esperaba esa reacción quiso retenerla por la cintura, pero Valeria forcejeo un poco para que la soltara y este lleno de rabia sin importarle nada, le agarro una nalga con mucha fuerza, cosa que algunos pasajeros si lograron ver.

La casada tuvo que salir empujando al muchacho que escuchaba música.

Ya afuera la bella mujer se acomodó el vestido, volteando a ver si el hombre también se había bajado, pero para su fortuna fue la única en salir.

Avergonzada no se podía creer lo mojada que sentía su intimidad, con un hombre al que ni si quiera le vio la cara, tuvo que entrar en un café y en el baño secar un poco su vagina. Se compró un jugo y se lo fue tomando por el camino, ya un poco más relajada.

Valeria tiene una relación sexual en un callejón con Juventino

Valeria tenía ya varias semanas sin ver a Juventino, igual tiempo sin tener relaciones sexuales, ya estaba pensando en masturbarse, apenas llegara a su casa, ya que el percance con el abusador la había dejado más excitada de lo que ya estaba.

Y el transporte la había dejado a unas calles de su casa, así que le tocaba caminar, pero hasta se alegró ya que todavía era temprano y así podría despejar un poco la mente, los problemas con su marido cada vez se le hacían ya muy insoportables, pensando seriamente en dejarlo, desde un buen tiempo para acá, todo eran peleas entre ellos, antes por lo menos le hacia el amor para desahogarse, pero ya tenía bastante tiempo que ni eso y ella como mujer ya estaba necesitada de las caricias de un hombre, recordaba el momento tan divino que paso con Ninazo y luego con su vecino, que a pesar de todo era al hombre que tenía más cerca, tal vez por eso lo extrañaba, sabía que se había alejado un poco de su vida, por el mal carácter de su marido.

Estando en sus pensamientos, se fijó que Juventino venia por la otra acera con su carrito de frutas, se alegró y apresuro el paso que desde ese punto llevarían el mismo camino que los conduciría a sus casas.

Juventino la vio venir pero casi cambia de curso, ya que le aterraba pensar que su marido la fuera a ver con ella, pero ya era tarde, con su carrito le era imposible tratar de evadir a la mujer, que gracias al destino ya había logrado hacer el amor dos veces con ella, pero más valía su vida, hasta que escucho que lo llamaba.

-Juventino, Juventino, espéreme

El viejo volteo haciéndose el sorprendido

-hola señora Valeria, que hace por aquí tan temprano?

-ah no Juventino, nada de señora llámeme Valeria y cambia esa cara, no te preocupes por mi marido es muy difícil que el este por estas calles, ese solo sale a pie cuando va a revisar el buzón del correo.

Los dos se rieron por la ocurrencia de la mujer

-si pero ya sabe cómo es la gente de chismosa, capaz que nos vean y digan que estábamos haciendo algo

-hay Juventino no sea así de exagerado, tampoco es para tanto, y eso le pregunto yo a usted que hace por aquí tan temprano? Yo porque Salí un poco antes del trabajo.

-qué bueno y yo porque vendí todo, la gente al parecer hoy tenían hambre jejejeje

Después de eso siguieron hablando de otras cosas triviales, hasta que el viejo volteando a todos lados le dijo bajando la vos, como si lo fueran a escuchar.

-Valerita déjeme decirle algo la verdad es que la extraño mucho, deseo estar con usted así sea una media hora.

-hay Juventino le cuento que ya quisiera yo, compartir un ratico con usted, pero ya sabe cómo son las cosas debemos ser muy cautelosos referente a eso.

-es que la verdad que con solo pensar en usted siento que me…. Ya usted sabe jejeje

-bueno amiguito, tengamos paciencia, ya se presentara alguna oportunidad

La mujer quiso cambiar de tema, ya que ella también estaba necesitada, pero por vergüenza no se lo iba a decir, el hombre que deseaba sacarle provecho al encuentro se acordó que más adelante había un callejón sin salida, que utilizaban algunos mendigos para dormir y que a esa hora estaba más que libre, tal vez con basura al fondo y como las ventanas en ese lado del callejón eran elevadas, cerradas y con rejas, además que por no tener mucho para donde ver, sería muy raro que alguien se asomara a ver nada, así que aventurándose le dijo, para tratar de buscar una excusa y cogérsela en ese callejón

-ah Valerita y si usted me regala sus pantaletas para esta noche ya usted sabe….

-Juventino nooo como se le ocurre jijijiji yo no puedo hacer eso, está loco?

Con su sonrisa el hombre sabía que había dado en el clavo. Así que tenía que usar sus mejores armas para poder convencerla y llevársela al callejón.

-ande valerita, es todo lo que le pido, de verdaita me gustaría ese detallito suyo, y hasta soy capaz de comprarle las que sea, para que las sustituya y así su guarda ropas estará completo, ándele patroncita no sea malita, deme esa alegría para esta noche.

Valeria trago grueso, viendo la cara del hombre y de escuchar como insistía, pero con solo pensar que quitarse las pantaletas en un callejón sería muy indecente para ella, y peor si alguien conocido la viera en eso, pero viéndolo bien si estaba dispuesta a dárselas, total había estado 2 veces, sumando a todo eso, estaba algo alborotada recordando el paquete del hombre en la camioneta, además que lo podría agregar como parte de pago hacia todas infidelidades de su marido, lo cierto era que estaba buscando una excusa, de agregarle más morbo a su situación ese día y para saber que se siente quitarse las bragas para entregarlas a un hombre. Así que viendo que más le diría para convencerla, le dijo

-jijijiji hay Juventino que ocurrencias tiene usted, no me veo desnudándome en un callejón con usted, se imagina que pase alguien y me vea?

Pero el viejo que ya estaba maquinando como hacer le dijo

-no amorcito por eso no hay problema, yo meto el carrito como a mitad del callejón, bajo esta lona que uso como techo, y le aseguro que nadie la podrá ver, además que yo estaría pendiente por si alguien se asoma, le aseguro que a esta hora nadie entra por ahí, tal vez en la noche, cuando van a dormir los vagabundos, ellos no se la pasan hay ya que en el día, buscan algo de comer, mientras le piden dinero a la gente. Y lo nuestro seria solo un momentico.

Valeria veía a todos lados ya que se detuvieron a la mitad de la acera, mientras hablaban del asunto, por lo que la casada sabiendo que no era conveniente estar, mucho tiempo parada con él, también pensó que quitarse las pantaletas, luego andaría sin nada hasta su casa, cosa que no hizo ni en su época de estudiante. Pero queriendo terminar de complacer a su amante fortuito le dijo.

-está bien, vamos pero que sea rápido, primero entra usted, baja la lona y yo lo sigo, así que se tendrá que adelantar un poco, no quiero que me vean entrar con usted a ese callejón

El hombre lleno de alegría, hasta tuvo una erección pensando en lo divino que sería verla quitarse las pantaletas en pleno callejón

-gracias, gracias jefecita, si quiere cruce la calle mientras yo me adelanto, luego me sigue y vera que llegamos rapidito.

La mujer hizo lo que le pidió, y no pudo negar que sentía sus pantaletas húmedas, por la conversación que tuvo con el viejo, ya que en el fondo, se excito por pensar en lo morboso que sería la situación.

Para suerte de los dos, ese día iba con un vestido corto, por lo que no sería problemas sacarse la prenda para el viejo

El interesado se adelantó lo suficiente, entro al callejón, seguido por la mirada de la nerviosa mujer, ya en su sitio, busco el lugar más limpio, para estacionar el carrito pegado a una pared, verifico que no hubiera nadie en la zona, y acomodo la lona para asegurar que nadie los viera, para su suerte el carrito era como de un metro ochenta de alto, casi 2 de largo, por casi uno de ancho, así que lo coloco de tal manera que la parte larga quedara pegada a la pared y lo ancho seria lo que los taparía, de esa manera él podría vigilar si alguien entraba al callejón.

La mujer al rato también entraba al lugar de la cita, volteando a ver si venia alguien detrás de ella,

Que para su suerte no había nadie. Vio que el lugar olía a orines, habían escombros y algunas bolsas de basura, se colocó pegada a la pared, hizo a un lado una orilla de la lona que pegaba a la pared y también podía ver si alguien entraba al callejón, nerviosa le dijo al hombre

-por favor Juventino rápido, ya quiero salir de aquí.

Así que comenzó con su asunto, metiéndose las manos para poder bajarse las bragas, que aún estaban húmedas y calientes por lo había pasado en el transporte, además del morbo que le provocaba la situación actual, mientras el viejo la veía extasiado, al ver cómo se las quitaba

Valeria se las entrego, con vergüenza por lo húmeda que estaban, para disimular, le dijo mientras veía si había alguien cerca,

-listo ya cumplí con mi parte

El viejo las agarro notando que estaban súper empapadas, supo que la mujer estaba más que excitada, así que se estaba anotando otro punto a su favor, se las llevó a la cara y con descaro le paso la lengua a la zona mojada, al terminar de olerlas le dijo

-Valerita no sabe, cuanto extraño este sabor y olor.

La mujer abriendo los ojos, tratando de no mostrar que le había gustado el gesto del hombre.

-Juventino por favor ya guarde eso y vámonos

-espere un momentico vecinita, le puedo pedir un último favor? y luego si nos vamos.

-que más quieres viejito ya te complací, con eso tienes ya bastante por lo menos para esta noche

-mire yo solo quiero tocarla allá abajo es sol….

La casada no lo dejo terminar de hablar

-que me quiere tocar a dónde?, Que cosas dice Juventino?, Quiere hacer eso aquí en la calle? Eso  no y mejor ya nos vamos.

-espere, espere Valerita, no, no me entiende, por favor no me deje así, yo solo quiero tocar y ya o por lo menos déjeme pasarle su pantaletas, para secarla un poco, eso y le aseguro que después si nos vamos

Valeria estaba avergonzada al escuchar al viejo, era evidente que sabía que estaba súper mojada y tanto así que hasta ya sentía como sus jugos comenzaban a correr por sus piernas, por lo que no sería mala idea que la secara un poco, además que por la situación tan morbosa, también estaba deseando ser acariciada en esa zona, por lo que su vagina pedía a gritos un miembro masculino, estaba segura que así se masturbara al llegar a su casa, eso lo iba aliviar su calentura. Y sin poder hablar ya sea por su propia calentura o por la vergüenza rendida le dijo casi en un susurro, levantándose el vestido

-rápido por favor, antes de que me arrepienta.

El hombre sin pensarlo con toda la suavidad que pudo metió su mano derecha en la caliente y húmeda zona vaginal de la mujer, que al sentir sus dedos, sintió como un choque eléctrico, que estremeció todo su cuerpo, como por acto reflejo cerro los ojos y apretó la mano invasora con sus piernas, gimiendo de gusto mientras pronunciaba su nombre

-uuuummmggg juuveentinoo

El viejo sabía que si le ponía corazón la casada le daría todo en ese sucio callejón, así que rápidamente llevo su dedo medio al conducto vaginal de la mujer, que sintió más que caliente y rebosante de jugos, comenzando un suave mete y saca con un uno dedo hasta completar tres dedos, la mujer se tuvo que agarrar de sus hombros, para no caerse ya que las piernas le flaquearon por un momento, el viejo veía de vez en cuando a la entrada del callejón, la gente que pasaba no veían para adentro, solo alguien se detuvo a orinar, vio el carrito y la espalda del viejo, por lo que supuso que este hacia lo mismo, al terminar lo suyo se fue, como si nada. La casada que estaba gozando de como el hombre acariciaba toda su vagina, por lo que ni cuenta se dio de lo que acababa de suceder en la entrada, además que Juventino con el pulgar masajeaba la zona de su clítoris, haciéndola gemir mucho más de placer

-uuuuummmmggg pooorr diiiiosss queee riicooo muueeve suus deedooos

El viejo viendo que la bella mujer ya estaba casi entregada, subió su vestido hasta la mitad y comenzó a bajar las tiras sobre sus hombros, Valeria se dio cuenta, pero ya estaba muy excitada para reclamar algo, además que confiaba que nadie más entraría en ese callejón al verlo a él. Por eso abrió un poco sus piernas para facilitar el trabajo de aquella mano que la estaba volviendo loca, tampoco dijo nada, cuando el viejo metió su otra mano por detrás, para así poder acariciar sus ricas nalgas, que comenzó a amasar de una manera muy diestra, besando su cuello, solo que no sabían que alguien por alguna ventana los estaba viendo a hurtadillas, de cómo la pareja, aprovechaban la soledad de aquel callejón

Algo común ya que no eran los primeros en convertir ese lugar en un hotel gratis

Ya Valeria estaba perdiendo el control, tanto que hasta dejo que el viejo enrollará su vestido por la cintura, bajándole el sostén, con descaro y salvajismo le comenzó a comer los senos.

Uno y después el otro, la mujer tratando de recomponerse le dijo

-ya, yaa yaa Juventino, por, por favor que me tengo que ir

-un ratico más y nos vamos Valerita.

Luego el viejo se enderezo y la comenzó a besar en la boca y la casada no pudo eludir su boca, que más bien lo comenzó a besar con la misma pasión.

Tampoco se dio cuenta cuando el viejo se desabrocho el pantalón y lo dejo caer al piso junto a sus desgastados interiores,

Solo reacciono cuando sintió una vara de carne caliente chocar contra sus piernas enseguida supo que ese era su pene, de repente se vio con la vagina desprotegida y con un viejo apunto de cogérsela a plena luz del día, en un callejón, estando a 2 cuadras de su casa.

-noo, noo, juventino que hace? Por, por favor noo, que estamos en la calle y nos pueden ver

La casada preocupada vio por un lado de la lona a ver si alguien estaba cerca y solo vio lo mismo que su fortuito amante, a gente que pasaba despreocupada de lo que pudiera estar pasando en ese callejón, y abrió mucho los ojos cuando sintió que el viejo levantándole una pierna hasta su pecho logro meterle más de la mitad de su macana, que entro con facilidad gracias a que sus jugos ya corrían por su pierna.

-juuuveeentinooo noooo, nooo saaaqueemelaaa nooo pooodeemooos hacer eeestoo en la caaalleee

Pero fue inútil, en sus movimientos de querer rechazarlo solo logro que le entrara la otra porción de pene que le faltaba, que sin ser muy grande lo tenía lo suficientemente duro como para que le llegara hasta donde tenía que llegar, la mujer viendo que ya no podía hacer más nada, solo se tuvo que agarrar de su espalda ya que solo tenía un pies en el piso y parada sobre sus tacones, que la hacían lucir como una estrella porno en plena grabación.

el viejo le callo la boca dándole un gran beso de lengua, que a la casada no le quedó otra que corresponder a demás que el miembro del viejo la termino de volver loca, así que como pudo comenzó a mover sus caderas correspondiéndole al beso

Mientras el viejo le amasaba las nalgas y hasta metiéndole un dedo por el culo, a lo que la mujer comenzó a gemir sin importarle quien la pudiera escuchar.

El que los miraba de alguna ventana solo se podía masturbar, ya que por experiencia sabía que no podía bajar a reclamar su parte, porque no todos estaban dispuesto a compartir el botín.

Y Valeria así apareciera su esposo no se iba a despegar del viejo que la tenía apunto del orgasmo

La bella mujer movía sus cadera todo lo adelante que podía, para así poder disfrutar el miembro del viejo que después de varios choques de caderas, sintió como su vagina le comenzaba a vibrar, para así tener su primer gran orgasmo en la calle y no le importo gritar como si la estuvieran violando

-aaaaaauuummmm siiiiii, siiiiii queeeee riiiiiicoooo meeee coooojeeeess viiiieeejiiitoooo

Solo la escucho una señora que pasaba con su hija, que le tapo los oídos para que no escuchara lo que gritaba la mujer, que de seguro debía ser una puta, prestando sus servicios.

Luego la bella mujer dejo caer la pierna, que por fin el viejo soltó, y hasta se dejó manipular cuando este le dio la vuelta, para seguir cogiéndosela desde atrás, como en efecto así fue, la casada entregada por completo, solo le pudo decir.

-por favor vigile que no nos vallan a ver

-no te preocupes mi vida, ya este lugar está reservado por nosotros por un rato mas

La mujer dejo que el hombre le inclinara un poco el cuerpo por lo que tuvo que agarrarse de la pared, solo que ahora el que pasara si podría ver el cuerpo del viejo, que prácticamente estaba desnudo, pero de momento eso no le importo, ya que la inclinó dispuesto a mamarle el culo, y la bella mujer se quiso enderezar ya que se asombró cuando sintió la boca del hombre en esa zona, diciéndole

-juventino nooo, quee haacee, saque su boca de ahí, estoy toda sudada, no me lavo desde esta mañana, cochinoooo,

Lo último que dijo, casi a gritos, ya que la lengua del viejo la hizo estremecer de gusto, se resistía pero de igual manera volvió a inclinar su cuerpo para facilitarle el trabajo al hombre

-aaauuuuuggg nooo nooo haaagaaa eeesoooo, siiiiii siiiii quueee riiiiicooo miiiiaaamoooor, nooo paaareees

Después de hacerla gozar por un buen rato con su lengua, se levantó y le azoto las nalgas, una en cada una, que el curioso desde su ventana vio con asombro, ya que a las putas normalmente no les gustan que les den nalgadas.

-haiiii maluuucooo pooorquee mee peegaa?

-porque tienes el culo más rico del barrio muñeca

Y sin más desde atrás como estaba, apunto su duro palo directo a la chorreante vagina, que lo recibió con gusto y muchos gemidos

-por diiiosss viiejiitoo quee duuraa laa tiieenes auuuuummmm

De esa manera el hombre pudo esconder un poco su cuerpo, detrás de su carrito de frutas, justo en el momento que una parejita de adolescentes, estaba entrando al callejón con el mismo propósito que ellos, pero al escuchar los gemidos de Valeria, se regresaron por donde entraron, claro y también vieron la cara de Juventino, con la que pudieron adivinar, que les decía que se esperaran o se fueran a otro lugar.

Mientras la bella morena seguía gimiendo de placer, moviendo sus caderas al mismo ritmo de las arremetidas de su afortunado amante. Que ahora si también bramaba como un toro al sentir como la rica vagina comprimía su miembro,

-aaauumm Valerita tienes la pucha más caliente y apretada que jamás me he cogido, si por mi fuera te llevara ensartada hasta mi cama.

La mujer loca de pasión, por el morbo que le provocaban las palabras del viejo le dijo

-no te preocupes mi vida, que me las voy a arreglar para ir a tu casa la próxima vez.

Estas palabras envalentonaron al viejo, que después de unos movimiento más, se ensalivo el dedo medio para comenzar a meterlo en el apretado culo, a la casada no le importo, más bien volteo su cara para darle un beso en la boca

Que el hombre aprovecho para amasarle los grandes senos, haciendola gemir de gusto

-uuuummmggg, uuuummmggg juventinoooo pooorr diiooos quee riicooo mee coogees

El viejo le agradeció al universo, por haber puesto en su camino a esta diosa del amor, también por haberse cruzado ese día por su camino, ya que él también estaba necesitado de una buena hembra, y Valeria tenía todo lo que cualquier hombre puede desear en una mujer como ella, solo el estúpido de su marido no se daba cuenta del ejemplar que tenía en su casa.

Después que su dedo ya entraba con facilidad, el hombre se ensalivo el dedo pulgar, la mujer sintió una molestia pero más era el placer que sentía al ser cogida en ese sucio callejón, no le importaba que alguien la viera y la tildara de puta, ya que el placer que el viejo le daba superaba todos esos prejuicios.

Cuando sentía que estaba a punto de su segundo orgasmo, sintió que el viejo detenía sus arremetidas, y sentir como este le comenzaba a escupir el culo, por lo que adivino lo que iba hacer.

-Juventino porque me la saca? No pensara metérmela por el…

El hombre solo le dijo

-cómo no me voy a cogerme al culo más sabroso de la zona? Eso sería como ir a unos toros coleados y no ver a las mujeres

-pero no, no Juventino por ahí me va a doler muchooooooo

El viejo sin pensarlo ya tenía listo su miembro, mojado por los propios jugos vaginales de la mujer, así que solo apunto y le metió algo más que la cabeza, a lo que la bella mujer que no se esperaba una incursión tan violenta, volvió a gritar como si estuviera en un parque

-nooooo juuuuveeentiiinooo poooor haaay nooooooo

Pero ya era tarde, con un empujón más, esta vez le entro por completo.

Por suerte la bella mujer no era virgen por esa vía, ya que por lo menos su hermano que la tenía mucho más grande que la de él, se la metió una vez, el mismo Juventino y hasta su marido que normalmente cuando se la cogía era justo por su culo, pero la chica ya tenía más de un mes sin uso y tal vez por eso le dolió un poco.

Hasta el mirón que ya se había masturbado 2 veces viéndolos coger, se volvió a asomar por la ventana, cuando escucho el grito de la mujer, otras personas no hicieron caso ya que ese callejón era frecuentado, hasta cuando eran días de fiestas nacionales, con una que otra orgia, lo raro es que Valeria y Juventino estaban usando el callejón mucho más temprano que los demás, así que cualquiera que se asomara por la ventana los podía ver, gracias a la luz del sol.

La casada no sabía nada de eso, ni siquiera se imaginaba que varios la podían estar viendo, y si el viejo lo sabía, igual seguiría hasta lograr echar su leche en alguna cavidad de la bella mujer,

Que ya gemía de gusto, ya que su abertura anal se adaptó rápidamente al miembro

-aauuu aaauuu aaauuuu noo, nooo taaan fuuueeerteee, quee meee duu, duueelee ju, juventinooo

Algunos más se enteraron que se estaban cogiendo a una mujer en el callejón, pero al ver la espalda del viejo, no se atrevieron a ver más allá del carrito de frutas, solo un viejo se atrevió, pero al ver la cara amenazante de Juventino, también prefirió irse.

Mientras la mujer ya movía sus caderas disfrutando de las envestidas del viejo que además le masajeaba el clítoris y los labios vaginales, que deliraba de gustos

-aaaauuugggg siiii siiii quueeee riiiicoooo viiiiejiiitoooo queee riiiicooo meee vaaas aaa maaataaar deee gustooooooo siiiiiiiiiiii aaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuggggggg

La casada exploto en un potente orgasmo que la hizo gritar de gusto haciendo que esta vez más de uno se asomara por las ventanas, que para su suerte, no la podían distinguir, solo reconocieron el popular carrito de frutas de Juventino, y pensaron que se estaba gastando el dinero de las ventas con alguna puta gritona.

El viejo ya no se pudo seguir aguantando y comenzó a inyectar una gran cantidad de semen en los intestinos de la mujer, llenándolos por completo, la mujer sintió todos sus chorros más intensos que los que ya le había echado en otros días.

Juventino sacando su parte salvaje comenzó a envestirla con fuerza, diciéndole

-muuueevee ese cuuloo puutaa, como lo vas hacer siempre que quieras que yo te coja, sabes a la perfección que la marica de tu marido jamás te va a coger como yoo, di que serás mi puta gratis a partir de hoy

Valeria en vez de sentirse mal por su trato, más bien se excito mucho más, ya que tenía que reconocer que solo una puta barata se dejaría coger en la calle por un viejo que no le pagaría ni medio, además que su orgasmo aun le tenía vibrando la vagina y el culo

-siiii siiii seereee tuuu puutaaa laaas veeecees queee quiiieeeraaas viiieeejooo deeepraaaavaaadoooo

Esto fue mucho para el hombre de como una mujer tan bella gritaba en ese callejón, cosa que no haría ni la puta más barata, esto hizo que soltara en grito desahogándose junto a una gran cantidad de semen retenido por varias semanas.

-aaaaaaa siiiiiii siiiiii queeeee cuuuulooooo taaaaan aaapreeetaaaaadoooo tiiiieeeneeeneeees puuutaaaa

La delicada mujer termino aplastada contra la sucia pared, ensuciándose de polvo, en su vientre y sus senos, mientras el viejo le terminaba de echarle los últimos chorros de leche

Los dos casi se caen, por el esfuerzo de haber estado tanto tiempo parados y acabar tan fuerte.

Cuando por fin se relajaron, Valeria recapacito dónde estaba, miro por los lados de la lona a ver si había alguien vio a una mujer que miraba en dirección al carrito, pero se fue rápidamente, mientras el viejo la acariciaba con intenciones de seguir, ya que después de su gran acabada seguía un poco rígido, así que le dijo antes de que se le fuera a poner dura otra vez. Se giró frente a él agarrándole las manos, llenándolo de besos y diciéndole.

-ya Juventino por favorcito, podemos continuar otro día? Estoy cansada de estar parada, le prometo que en estos días voy a visitarlo a su casa, además no quiero que se me haga tarde, y no sabemos quién nos puede estar viendo desde todas esas ventanas.

Mientras decía eso el viejo la llenaba de besos por el cuello, mientras ella trataba de aguantarlo

-y como se yo cuando será ese día? Estas muy rica como para volver a estar tanto tiempo sin tocar tu cuerpecito,

-tú ya tienes teléfono, yo te puedo enviar un mensajito, diciéndote hoy sí, claro tendría que buscar una excusa y faltar al trabajo y usted tiene que ver donde esconde su carrito de frutas, para que los vecino y el odioso de mi marido crea que usted está trabajando, siempre que yo tenga la seguridad que él va a estar en su trabajo, le parece la otra semana?

-claro, claro me parece muy buena idea, yo le puedo alquilar el carrito a un amigo, y él lo puede trabajar todo el día.

-está viendo?, todo tiene solución, ahora vistámonos antes de que llegue la policía y nos lleve presos jijijijijiji

Los 2 se vistieron rápidamente, Valeria se pasó unas toallas húmedas en sus partes íntimas, y hasta agradeciendo que Juventino le hecho toda su carga de semen en su vía trasera, hay la podría contener hasta llegar a su casa, cuando termino, el hombre le dijo

-deje que yo salga primero, si no hay nadie, le hago señas y se va, yo me puedo quedar allá afuera un buen rato limpiando el carrito para hacer tiempo,

-me parece muy buena idea

Después de eso la  pareja se dieron un apasionado beso sellando el pacto de amor.

El hombre vio como la mujer se alejaba guiñándole un ojo

Con un andar más coqueto que otros días, pero no había dado ni 10 pasos, cuando comenzó a recapacitar lo que acababa de hacer.

Avergonzada reconoció que hizo el amor en un callejón con un viejo, estando casi completamente desnuda, a dos cuadras de su casa, con el riesgo de que cualquiera que allá pasado pudo haber reconocido su vos, ya que grito loca por el placer que el viejo le daba.

Mientras caminaba creía que todos la miraban con desprecio por lo que acababa de hacer, bajando la vista a cualquiera que pasara cerca de ella, pero en realidad, solo eran ideas suyas, ya que todos la veían con normalidad y los hombres como siempre con deseo, ella sentía ese complejo de culpa, que uno carga encima cuando sabe que ha hecho algo malo.

Trataba de bajarse el vestido, ya que se sabía desnuda debajo de él por andar sin bragas. Cuando llego a su casa sintió un gran alivio, y al ver que su esposo no estaba, subió rápido a darse una larga ducha.

Por su parte Juventino tardo un buen rato haciendo que limpiaba su carro de frutas, contento por haber estado con la mujer de sus sueños, cuando se levantó esa mañana no le paso por la mente, que tendría tanta suerte ese día, saco de su bolsillo la fina pantaleta de Valeria y se la llevo a la nariz oliéndola como si fuera un gran ramo de flores, la gente que pasaba cerca de él lo veían sin saber el motivo de su extraña sonrisa, sin poder ver lo que tenía en la mano, por estar enrollada en su puño, después, continuo el camino a su casa, alegre como un muchacho. Y como transmisión de pensamientos, Valeria también se sentía alegre, por su loca aventura con el viejo, que al fin y al cabo ella no conocía a nadie por los edificios del callejón, y si por andar sin bragas era, no debió mortificarse, ya que ella siempre usaba, bikinis o hilos muy pequeños, con los que sentía un frescor cuando soplaba la brisa.

Además de no sentirse mal por haberle puesto los cuernos por enésima vez a su marido, sabiendo que él seguía en contacto con sus amantes, cosa que sabía por haber descubierto la contraseña de su teléfono, sabiendo que él era tan inútil en eso de estar cambiando claves y que el a todos sus dispositivos le colocaba la misma clave, por ser tan inútil en esos menesteres, por eso estaba decidida a intentar meterse en sus correos, solo para saber que más le escondía el bueno para nada, claro para eso necesitaría más tiempo y ser muy cuidadosa.

Valeria pensaba todo eso en la comodidad de su bañera, sin acordarse que ya tenía más de una semana sin tomar las pastillas anticonceptivas, ya que no tenía caso por tener mucho tiempo sin tener relaciones sexuales con su marido.

Solo estaba viendo como su vida había cambiado desde que comenzó su amistad con su vecino, ella desde joven fue una mujer muy recatada, un poco arisca a todo lo relacionado con el sexo. Perdió su virginidad por algún juego inocente que ahora no viene al caso.

Su debilidad era bailar además que siendo soltera le gustaba mucho reunirse con sus amigas. En uno de tantas salidas a bailar, conoció a su actual esposo, al tiempo fascinada se casó con él, pero al parecer no cubrió todas sus expectativas, que siendo un hombre mujeriego desde joven, vio en ella una mujer inexperta en la cama, ya que cuando la vio se dejó llevar por su belleza y por el monumental cuerpo, que aún no había sido entrenado en las artes amatorias, y no teniendo la paciencia de amoldarla, de una manera cobarde, prefirió seguir con sus mujeres ya formadas, más si eran jovencitas hambrientas de sexo .

Él nunca supo que Valeria era una mujer ardiente, pero que había que trabajarla, con dedicación, tal como cuando se pinta un cuadro. Sin saber que su vecino ya había comenzado a moldearla y Valeria absolvía todo como una esponja, gravando todas las experiencias con el viejo y de los acontecimientos que ahora veía con más claridad, gracias a los desplantes de su marido

Tal vez por eso la casada disfruto mucho cuando Juventino la llevo a esa fiesta, en la que bailo como nunca, conoció a sus amigos, los cuales vio muy simpáticos, aunque fueron un poco salidos con ella, pero la verdad que a pesar de todo le gusto el trato, ya que eran naturales al igual que Juventino desde que lo conoció y a pesar de ser un hombre mayor la había hecho gozar del sexo de una manera que no se lo esperaba, mas hace un rato en ese callejón, le dio vergüenza su loca aventura, pero a la vez se reía por la forma de como la convenció, lo cierto es que no se arrepentía y hasta sentía ganas de hacer otra loquera como esa, también se acordó de su hermano Ninazo, el pollon que se gastaba el hombre sería muy difícil de borrar de su mente y de otras partes de su cuerpo. Y en ese momento los jugos de su vagina se mesclaban con el agua de la bañera.

A todas estas solo tenía que esperar el día en que se pudiera reunir otra vez con su viejito Juventino, su amante fortuito.

Continuara…

Estoy a la orden para cualquier comentario en mi correo:

zomson@yahoo.com