Fórmula Love

Rykka Kriewtz ha tenido un grave accidente de coches y desde que se despierta de su coma se da cuenta de que muchas cosas no encajan en su entorno y debe afrontarlas.

Buenas! Lo más probable es que nadie se acuerde de mi ya por aquí. Hace cosa de un año o más dejé la novelita que tengo empezada y la pienso continuar, pero también he decidido hacer un regreso ''nostálgico''. Fórmula Love es una historia inspirada en una que leí aquí de una chica de Mallorca (España) hace dos o tres años. Es una de ésas historias que consiguen atraparte y bueno, ha sido una gran inspiración para mi. He estado viendo las nuevas tramas de la categoría -Lésbicos- aquí y no sé cómo encajará, pero prometo seguirla.

Os invito a leer este cartapacio que he escrito y a leer ''Odio a esa chica'' que es mi primera en esta cuenta.

Un saludo salado! :D

Rykka Kriewitz se encuentra en cabeza de carrera. Definitivamente los arreglos de su monoplaza han permitido que se encuentre a unos metros de ser el piloto femenino más joven de la historia de la Fórmula 1.

Iba avanzando y cada décima que sacaba de ventaja se traducía en una sensación de adrenalina y felicidad. Nada me podía detener, o quizás sí.

*¡Dios mío! El monoplaza de Kriewitz está haciendo eses en el circuito.- Si continúa así va perder décimas muy importantes para su vitoria y su récord.- Conectamos con la radio cabina de su equipo para averiguar lo que está pasando.

-¡Rykka! ¡¿Qué demonios estás haciendo con el monoplaza?!- Gritaban desde su equipo por la radio. Pero nadie contestaba.- ¡Rykka! Contesta. ¿Estás bien? ¿Me oyes?

Por lo visto Kriewitz no contesta a radio. Para colmos, se está acercando a la curva más pronunciada del circuito. Si no hace algo en los próximos segundos…

Abrí lentamente los ojos. Estaba un poco desubicada y no entendía nada de lo que pasaba. Estaba en una habitación- no era la mía-. Había muchas máquinas a mi derecha y yo estaba conectada a ellas. Intenté incorporarme despacio pero me dolía mucho el cuerpo. Intentaba recordar lo que me había llevado a acabar en semejante situación.- Lo cual acabó en un intento infructuoso y bastante aterrador.

Una vez que me ubiqué, pulsé un botón que tenía cerca mía. Pronto un médico entró en la habitación y desde fuera se oían voces agitadas y haciendo preguntas. Cuando él entró, me miró y me sonrió.

  • Buenas, ¿cómo te encuentras?- Me preguntó mientras se acercaba a mi para inspeccionar que todo en mi estaba dentro de un mínimo orden.- ¿Cómo te llamas?
  • Dígamelo usted.- Le contesté.
  • Bueno, está bien que tenga sentido del humor, pero necesito que colabore.- Me dijo entre risas.
  • No lo recuerdo.- Bajé la cabeza y me puse a juguetear con mis dedos.- No me acuerdo de nada. Ni de cómo llegué aquí, nada.
  • Entiendo.- Me contestó ya bastante serio.- Has tenido un accidente de coche. Estabas en una carrera de F1 y perdiste el sentido dentro de tu monoplaza y colisionaste. Te llamas Rykka Kriewitz. Tienes 23 años y eres de Münich. Tu familia y cercanos están fuera esperando a poder entrar, me gustaría que cuando los veas, me hicieras alguna señal para ver si te acuerdas de algo o alguien.
  • Está bien.- Le contesté.- ¿Pero cuál es mi diagnóstico?
  • Amnesia temporal. Acabas de salir de un coma de tres meses.-Me dijo, lo cual me rompió.- Tienes lagunas temporales, por así decirlo. Repito, es temporal, no te estreses y tomate las cosas con la mayor de las calmas. Te conviene. Ah, y otra cosa Rykka, no confíes al 100% en lo que te dicen si no te cuadra del todo.

Mi familia y mis allegados entraron como si de una estampida se tratáse a mi habitación. Me empezaron a bombardear con preguntas a las que no alcanzaba a responder por el mero hecho de que no me dejaban tiempo para contestar. Miré al médico que me atendió, el cual estaba en un lado de mi cama esperando ver mi señal. Volvía a recorrer a ésa gente con la mirada en busca de una cara familiar o un gesto que me hiciera recordar algo, pero de poco o nada sirvió. Volví a mirar al médico y negué con la cabeza.

  • Mi amor, cómo te encuentras?- Me dijo una chica cogiéndome de la mano.
  • Estoy mejor.- Le contesté apartando la mano insegura.

Ella se dio cuenta de que le quité la mano y se puso pálida. Pareciése que había visto un fantasma. Clavó la vista en la cama y empezó a llorar. Se levantó y se fue sin decir nada. Toda la habitación quedó en completo silencio.

Después de semejante escena de bienvenida al mundo, se acercó a mi un hombre mayor, con el pelo canoso ojos azules y bastante alto. Iba muy arreglado, como todos los de la sala.

  • ¿Te encuentras bien patito?- Me preguntó.

¡Oiga! ¿Cómo que patito? - Bien, dentro de lo que cabe.

  • Creo que es momento de que les informe del estado de Rykka.- El médico tomó el relevo.- Ella tiene amnesia temporal a causa del accidente. Irá recuerándola con el tiempo.

De nuevo, toda la habitación se silenció y la mujer que iba al lado de aquel hombre, -interpreto que son mis padres- rompió a llorar de un grito ahogado. El médico les explicó tranquila y detalladamente lo que me pasaba para que todos lo supieran. También les dijo que no podría volver a subirme a un monoplaza para competir profesionalmente nunca más.- Las palabras que dijo se me clavaron en el pecho.- La primera sensación que tuve desde que me desperté fue pánico o confusión, como quieran. Y ahora, una tremenda tristeza.

Pasaron dos días y me dieron de alta. Así que mis padres me llevaron a casa. Allí una chica me recibió con mucho entusiasmo. No la había visto en el hospital así que era una cara nueva para mi.

  • Hola! Me llamo Daniela, Dani.- Se presentó.- Tengo 16 años y soy tu hermana pequeña. Tenemos un hermano mayor que se llama Thomas. Él está de camino desde Holanda para verte. ¿Cómo te encuentras?
  • Hola Dani.- Le saludé.- Gracias por presentarte y siento tener que haceros pasar por todo esto. No imagino lo duro que debe de ser para vosotros. Y bueno, sí, estoy bastante mejor.
  • ¿Y Verónica?- Dani se dirigió a nuestros padres.
  • La última vez que la vimos estaba en el hospital el día que Rykka despertó del coma. Salió corriendo de la habitación y no volví a saber de ella.- Contestó mi madre con voz suave y tierna.
  • ¿Quién es Verónica?- Pregunté.
  • ¡Menos mal que de esa no te acuerdas!- Gritó entre carcajadas Dani.
  • ¡Dani! Por amor de Dios.- Mi madre la calló.- No digas esas cosas.
  • Es tu novia desde hace siete años, cielo.- Me contó mi padre mientras veíamos como mi hermana y mi madre se metían en una acalorada discusión.- Eso sí, la discusión era un tanto divertida.-
  • ¿Mi novia?- Repetí.- ¿Y porqué no está aquí?
  • No sé.- Se encogió de hombros.- No contesta a llamadas ni mensajes.

De verdad, espero que os haya gustado mucho, que me dejéis vuestras críticas constructivas y vuestras opiniones en la cajita de abajo y espero que nos sigamos leyendo por aquí.

-SG