Forjando una Convivencia FemDom 4
En el 4º año de vida marital, comienzan a ponerse los cimientos de una convivencia FemDom que la joven mulata cubana quiere y el maduro mecánico español nos cuenta como tuvo que asumir.
Cap. 4 – Autonomía económica de una FemDom
Al principio del cuarto año falleció mi madre de repente y herede su casa… Devora después de correrse con mi habitual sexo oral, me dijo que teníamos que hablar. Yo estaba ansioso por restregarme contra su culo, como todas las noches anteriores y la pedí que se pusiera de espaldas para practicar mi obsesión y que luego habláramos.
Se sentó sobre la cama impidiéndome practicar mí nueva perversión, coloco la almohada sobre el cabecero para apoyar su espalda, acomodada cruzo sus piernas y con su dedo índice me mandó callar. Encogido en mi lado de la cama, deje de suplicarla, su dedo índice señalo el lecho conyugal, interprete que me arrodillara enfrente suya, abrió sus piernas y me coloque entre ellas, dispuesto a escucharla…
D Veo que te gusta mucho restregarte contra mi… ¿Te seduce que solo te deje gozar con mi culo?
Yo Me encanta que me hayas enseñado esa delicatesen sexual
D Quería hablar contigo porque necesito sentirme independiente y desde que llegue a Madrid de tu mano, siempre he dependido de ti… Te quiero, pero de cuando en cuando me agobia pensar que a lo mejor confundo amor con necesidad ¿Te querría más, si no dependiera de ti?... Creí que con el piso a mi nombre, volvería a sentirme libre y así fue durante un tiempo, te volví amar por lo que habías hecho por mi…pero la cruda realidad ha vuelto a agobiarme, al no tener ingresos propios, sigo dependiendo de ti…
Yo Sabes que la cuenta corriente es de los dos…
D El dinero que entra… es solo tuyo.
Yo Y qué más da?
D Ya sé que nunca has puesto pegas a que mande dinero a mi familia, es un problema personal y aunque he intentado superarlo, no puedo…, he pensado que podríamos vender la casa de tu madre, comprar otra a mi nombre y alquilarla, de esa forma yo tendría una fuente de ingresos propia, entonces la cuenta si seria de ambos y no tendría reparo en usarla
Se acostó y por fin me dejo restregarme contra su culo.
A la noche siguiente al meternos en la cama y mientras yo me sumergía entre sus piernas con la lengua al aire, pregunto “¿Has pensado en lo de la casa de tu madre?”…. seguí dándola sexo oral y cuando termine la respondí que todavía no, se dio la vuelta, me prohibió tocarla,restregarme contra su culo y por supuesto masturbarme… yo obedecí como siempre.
Durante 2 días la rutina fue la misma, cenando el tercer día proteste “¿Qué te pasa?, no me dejas llegar ni me dejas masturbarme”, respondió que no la pasaba nada y que cuando la apeteciera me dejaría, alegue que en los matrimonios había que satisfacer las necesidades de los dos cónyuges. Me dijo “Nuestro matrimonio es diferente que los otros, hemos pactado que yo controle tu sexualidad, solo podrás correrte cuando yo te lo permita…Y ya sabes que me gustaría que tuviéramos o avanzáramos hacia una convivencia Femdom”.
Al día siguiente,después de cenar, comencé a actuar como el sumiso marido que quería mi esposa. Me fui al aseo, me desnude para demostrarla cuan dispuesto estaba a cumplir sus deseos y note a mi Señora complacida por mi iniciativa… Mepuse a recoger la mesa,se levantó cuando yo sujetaba los platos entre mis manos, se acercó a mi tentadora, agarro mi poya expuesta con una mano y me comió la boca… Era mi premio por someterme a su voluntad
Pensaba cómo comportarme para seguir seduciéndola, mientras metía los platos, vasos y cubiertos en el lavavajillas yDevora se acomodaba en el salón para ver la tele. Cuando termine mis tareas en la cocina, me dirigí a la puerta del salóny solicite su permiso para estar a su lado… Volví a notar como su rostro se iluminaba complacida, me señalo con su dedo índice, el suelo…, lo que interprete como que solo podría ingresar en el salón si me arrastraba como un gusano y para estar junto a Ella debía estar a sus pies.
Mi impaciencia por pasar hizo que me acercara como si fuera un perro a 4 patas… Al llegar a su lado, me acaricio el pelo, se descalzo y coloco sus piernas a ambos lado de mi cabeza, apoyando sus pies sobre mi espalda, tendría la suerte de ser su reposapiés…
Sus pies recorrieron mi espalda, sus deditos la presionaban para acercarme, hasta que mi cara se encontró de frente con su tentador tanga… Alargue la lengua con cierto pudor hasta tocar su pequeña prenda íntima, bese seducido y subyugado uno de mis fetiches favoritos, la boca se me hizo aguay su sensual tanganegro se humedeció…
Me atreví a quitárselo con la boca, mis labios besaron sus labios inferiores con pasión, comencé a recorrer con devoción su sonrosada vulva y a mamar cada poro de su enloquecedorsexo… Sus piernas se relajaron sobre mi espalda y su atención parecía capturada por la tele. Me propuse proporcionarla tanto placer como pudiera, me sumergí en su excitante coño, me embriague con su singular olor durante más de 1 hora y alcance el nirvana cuando su néctar embadurno mi rostro…
Al terminar la peli, dijo: “Muy bien… es la peli con la que más he disfrutado en mi vida… jajajaja”.
Entre risas, me aparto empujándome con su pie, tirándome al suelo… vencido, desde abajo observe complacido a mi Mujer satisfecha. Se levantó y cogiéndome del pelo me arrastro hasta el servicio, donde se sentó en el WC y orino.
De este juego iniciado por mí, aunque sugerido por mi Señora, se establecieron 3 rutinas de convivencia Dominación/sumisión (D/s). Desde aquel día al llegar del trabajo, lo primero que hacía era desnudarme para permanecer expuesto ante mi perversa Mujer, hasta levantarme al día siguiente, para irme al taller; en la 2ª rutina Devora decidía que cenar y designaría quien (Ella o yo) prepararía la cena, pero yo todos los días sin excepción, sería el encargado de poner-quitar la mesa, de recoger la cocina y de adecentar toda la casa antes de dormir y la 3ª se refería a que cuando terminara mis tareas domésticas, todas las noches tendríamos una sesión FemDom, donde pudiera re-educarme.
Mientras meaba una sonrisa pícara se instaló en su rostro, desconozco si de satisfacción por estar planificando el camino descrito del que yo no sería consciente hasta meses después o por saborear lo que se le estaba ocurriendo practicar a continuación… La punta de su lengua recorrió con sensualidad sus labios, impidiendo que mi caliente libido se relajara.
Se incorporó sin dejar de mirarme, su sonrisa irónica me tenia ilusionado, su cuerpo semidesnudo fascinado y su tentador pubis subyugado…, su voz rompió el silencio: “¡Límpiame!”
Sin dudarlo, acerque de nuevo mi boca a sus genitales y mi lengua lamio con placer su raja, absorbió cada gota de aquel néctar que cuanto más lo probaba más me gustaba y lo bese hasta dejarlo seco e inmaculado… “Me encanta como me limpias… mejor que el papel… ¿Te gusta ser mi limpia-meaos?“
Yo Me encantan… tus fluidos…es un fetiche nuevo… es un afrodisiaco
D Ja, jaja… cada vez me alegro más de haberte conocido… jajaja… Alientas como nadie mi lado más perverso… jajaja… y eso hace que cada día te quiera más.
La suplique que me permitiera restregarme contra sus glúteos, me respondió que no la apetecía, que prefería que recapacitara en el rincón de la habitación (desde entonces se convirtió en mi rincón de pensar) sobre el asunto que teníamos entre manos, enseguida caí, se refería a su autonomía financiera o a la cesión de mi herencia a su favor… Que intentara aprovecharse de mí ¡me ponía tan cachondo!
Mientras se metía en la cama, no dejaba de mirarme,retadora, segura de su victoria, yo me arrodille en el rincón,sometido por su presencia, derrotado por la pantera, a su merced, entregado…
Se acostó y cuando apago la luz para dormir, empecé a sopesar lo que me pedía, tampoco era un abuso tan grande como inicialmente pensé, en realidad el alquiler de la nueva casa sería un ingreso más de la familia y siendo obediente conseguiría volver a descargar mis cargados huevos…
Al día siguiente, cenando la dije que aceptaba hacer con la casa de mi madre, lo que ella quería.
D Me alegro…, más por ti que por mí.
Yo ¿Por?
D Esta noche me dedicare a ti… y te hare dependiente de mí, como cuando llegaste tan inocente a Cuba.
Yo ¿Cómo?
D Aunque mi niño, ya eres tan adicto a mí…, que me seduce más abusar de ti
Yo Estoy impaciente
D Jajaja… Antes ¡Recoge la mesa!... como ayer… será una de las nuevas rutinas que deberás asumir… jajaja… Me pone tanto tener un esposo tan servicial…
Inicie la rutina del día anterior… Devora me observa divertida sentada
D ¡Desnúdate!
Antes de terminar de recoger la mesa, me quede en pelotas delante de mi Mujer vestida, con un camisón de tirantes blanco, que dejaba entrever su moreno canalillo y sus torneadas piernas cruzadas.
Me rio intentando disimular mi pudor, se ríe complacida por el efecto que causa en mí.
D Me excita tanto, verte desnudo y expuesto para mí…
Mi poya se enderezo incontenible ante sus palabras, constatando mis vergüenzas. Su pierna se elevo y la punta de su zapatilla apuntalo mi erección
D Creo que ya estás preparado para reconocer a tu Dueña…
Sus inquisitivos ojos grises, me exigían una respuesta... La duda me atenazaba, sabía que lo que me convenía era aceptar sumisamente ser de su propiedad, pero todavía me resistía a aceptarla…
Sin poder aguantar más su taladrante mirada, baje el rostro cuanto pude para evadirme de sus hipnóticos ojos, mi vista se tropezó con su pie sujetando mi poya y la suela de su zapatilla apoyándose, pisando mis huevos… Estaba atenazado, no podía moverme, ni quería separarme de mi Dueña.
Yo Soy tuyo…, lo sabes…, desde que fui a Cuba.
Su carcajada dejo libre mi miembro, inmediatamente volví a recoger desnudo y sumiso el mantel y al intentar evadirme o marcharme a la cocina, un azote en el culo me coloco en el sitio que merecía.
En la cocina me recompuse, recoloque mis genitales imposibles de escamotear, mientras ponía el lavavajillas… la zozobra volvió a invadirme, al oír cómo se acercaba sin disimulo, sin atreverme a mirarla, me centre en mi tarea doméstica, su mano acaricia sensualmente mis glúteos, mi poya crece exponencialmente y se descoloca inevitablemente, sus largas uñas arañan suavemente mi piel. Detengo mi labor, para disfrutar de ese momento mágico, que se interrumpió al volver a darme otro azote…
D Te espero en el aseo… mí limpia-meaos… jajaja
Entre en el aseo desnudo y a 4 patas, Devora se rio complacida ante mi sumisa aparición, se incorporo y se abrió de piernas, para permitirme acceso a sus genitales. Mi rostro volvió a sumergirse en su templo, mi boca volvió adorar su tentador pubis, mi paladar volvió a saborear las perlas liquidas de su divino néctar y me sentí un privilegiado…
Su sexo comenzó a fluir, mis labios, mi lengua recogían con ansiedad sus estimulantes jugos y comí con pasión todo aquel mana que enorgullecía mi ego…
D Sigue… ¡Ay mi niño!... sigue
Lamí su clítoris…, lo chupe con pasión para excitarla… lo ame con devoción sin límites… hasta que note que su cuerpo vibraba…
Estaba orgulloso de ser la causa de su placer y verla jadear me producía una enorme satisfacción.
… /…
Me agarro del pelo y me obligo a seguirla a 4 patas hasta los pies de la cama de matrimonio.
D ¡Túmbate!
Se monto a horcajas sobre mis piernas, a la altura de mis muslos, su trasero descansaba justo por encima de mis rodillas, su peso me sometía, me impedía moverme y me miro inquisitiva mientras se untaba las manos con lubricante…
D ¿No te acuerdas?
Recordé que en mi primera visita a Cuba, esa posición fue la más frecuente…, con esa práctica Devora experimento conmigo, variaba el ritmo de masturbación, me tocaba el capullo o los huevos, me apretaba o no, jugo y se divirtió conmigo. Como una Mistress consumada me mantenía excitado sin dejarme correr, me hablaba, me obligaba a responder, me sonsaco cuanto quiso y me hizo adicto a una joven psicóloga cubana. ¿Fue un plan predeterminado?, desde el principio fui su víctima y mi prepotencia de hombre mayor y supuestamente más experimentado me impidió ver la realidad de su inteligencia superior y mayor experiencia sexual.
D Creí que el sexo podría hacerte mío, pero nunca imagine que un macho se sometería tanto y tan fácilmente a una Dama.
Me agarro la verga con sus 2 manos, rodeándomela.
Yo Estoy encantado de pertenecerte en cuerpo y alma
D Lo noto y lo siento, cariño… pero sabes que mi dominio sobre ti, irá a más.
Yo Me lo imagino, me esforzare por no defraudarte
D Solo admitiré una convivencia FemDom ¿Estás dispuesto?
Yo Si. No concibo una vida sin ti
D Estimulas mi imaginación… ¡Te quiero, mi niño!
Yo Yo te amo sin límites…, espero que tengas paciencia conmigo.
D Ahora, Voy a cabalgarte
Yo Estoy deseándolo
Se metió mi erecto pene en su húmeda vulva, con fuerza… agarro mi poya con sus labios vaginales, me apretó sin piedad… bajaba, subía sin despegar mi piel de su firme abrazo genital… me sentía poseído por mi esposa, abducido por una Mujer como nunca pude imaginar, sometido por una Señora a la que sentía superior y violado por una Diosa que era mi Dueña.
Subyugado por su poder sobre mí, sucumbí al placer, me corrí… una y mil veces… era mi orgasmo…
Durante las semanas siguientes, fui dando pasos, vendí la casa de mi madre, compre una casa que puse a nombre de Devora y conseguimos inquilinos para su nueva casa.
Durante todo el año estuve eufórico, me permitía correrme bien masturbándome en el rincón de pensar, bien restregándome contra su culo, bien cabalgándome hasta que Ella se corría... Controlaba mi sexualidad, se apropio de mi voluntad y mi dependencia era cada vez mayor.
Establecimos una serie de rutinas que a lo largo del año se fueron consolidando:
- En casa permanecía desnudo y en el coche llevaba los genitales expuestos por encima de los pantalones.
- Comíamos juntos al lado del taller, atendidos por su amiga dominicana del chat, con la que habitualmente se quedaba charlando, cuando yo me volvía a trabajar.
- Cenábamos casi siempre en casa, yo servía y recogía la mesa y después nos divertíamos jugando al FemDom (ya explicado más arriba)
- Continuamente la proponía entretenimientos tanto dentro como fuera de Madrid, aunque a veces quedaba con la gente del chat. Cuando salíamos juntos, asumíamos nuestros roles de Domina/sumiso...
- Cada vez era más servicial: Me encantaba ser su mayordomo y atenderla personalmente (vestirla, desnudarla, etc.); Era un privilegio ser su criado, pues cuantas más tareas domésticas realizaba más seductor me sentía; Soñaba con satisfacerla, ser causa de su placer, anticiparme a sus deseos, demostrarla mi amor sin límites, que estuviera orgullosa de mi, etc.