Forjando la Convivencia FemDom 6
De como Devora administró una Terapia Punitiva sobre su marido, para que asumiera que su esposa era su Ama.
Devora exigía su orgasmo diario que normalmente consistía en un cunnilungis, cuando estaba en casa, el sexo oral se lo proporcionaba mientras veía cómodamente la tele, cuando prefería que la comiera el chichi mientras comía el plato que la había preparado, cuando me permitía lamer sus genitales después de limpiar las jugosas perlas de su pis o cuando se acostaba…al ser multi-orgásmica, siempre estaba dispuesta a gozar, a veces me cabalgaba en la cama o en el suelo… Mi habilidad para proporcionarla placer oral creció con la práctica diaria.
Yo, dependía de Devora, normalmente mi desahogo sexual, era cuestionable, dependía de si la apetecía o me lo hubiera ganado… frecuentemente me dejaba en el rincón de pensar hasta que Ella se dormía y con sigilo y sin despertarla me permitía meterme en la cama. Algunas veces podía masturbarme siempre con su permiso, humillado y en su presencia, otras me autorizaba restregar mis genitales contra sus excitantes glúteos y excepcionalmente me ordeñaba... Ejercía su control sexual sobre mí, celosa y posesivamente, solo follábamos cuando a Ella la apetecía, normalmente me cabalgaba o elegía una postura con la que me controlaba o dominaba y solo esporádicamente hacíamos el amor como iguales.
Entre el 6º y el 7º año empezó también a controlar nuestra cuenta bancaria, Ella la manejaba a su antojo, sin darme ninguna explicación y yo la tenía que justificar los gastos que hacía. Al final del 6º año tuvo claro que el taller generaba pingues beneficios, por lo que decidió comprar un chalecito y alquilar el piso donde vivíamos, que como todos sabéis estaba a su nombre, para tener otra fuente de ingresos… cobrando 2 alquileres conseguiría la independencia económica que tanto deseaba.
Sabía que mi opinión era irrelevante y que cuanto antes me sometiera, mis posibilidades de obtener sexo aumentarían, sin embargo involuntariamente y sin sopesar las consecuencias, emití una onomatopeya, a modo de reproche.
Se levantó despacio, dejando que pudiera admirar lo bien que la quedaba mi camiseta de rugbi que cubría su imponente figura hasta medio muslo. Se irguió fijándome en el sitio con su mirada de pantera salvaje, se acercó lentamente, sabiéndose irresistible y dibujando una sonrisa burlona en su cara… con su mano me agarro los huevos.
- ¿Qué es lo que No tienes claro?... cariñito
No me atreví a despegar los labios
- Pero todavía no te has dado cuenta que yo pienso y decido por ti…
Sus ojos grises me taladraban, mi poya engordaba incontenible, su apretón me exigia una respuesta inmediata…
- Me pa…rece un…abuuu…so (tartamudeando y tembloroso por mi atrevimiento)
- A ti te pone que abuse de ti… y a mí me encanta hacerlo… jajajaja…
No tuve más remedio, que asentir con la cabeza, con la fiebre quemando mi libido.
- Acaso ¿No es justo que seamos los 2 económicamente independientes?
Me daba pánico que pudiera abandonarme por no sentirse suficientemente libre a mi lado y cobrando 2 alquileres sabía que una mujer de 29 años, tan guapa y tan lista como Devora sabría buscarse la vida en España… y yo con 47 ¿podría vivir sin Ella?
- Cariño…, tú tienes el taller que te da mucho más dinero que el que yo pueda obtener por los alquileres… y tienes acciones, fondos de inversión, etc… ¿Cómo vamos a compensar estas diferencias?
- Tú gestionas las cuentas… controlas mis gastos… controlas mi sexualidad… soy tu empleado doméstico ¿Qué más quieres?
No me apetecía rendirme otra vez, a sus deseos, pero atrapado por los huevos, tenía sometida mi voluntad.…
- Tu obediencia incondicional…, Compraremos otra casa con el dinero que te sobra, la pondrás a mi nombre, que es lo que tu Mujer desea, la amueblare a mi gusto, que es lo tu quieres y alquilaremos esta donde vivimos para que yo tenga los ingresos que, sin duda, merezco, este año. Es mi deseo y espero tu aceptación inmediata.
Por primera vez me exigía obediencia y magreo mis genitales sin piedad. Su cara trasmitía seguridad, no tenía duda que me rendiría una vez más a sus deseos… Con la cabeza claudique.
- Así me gusta, que hagas siempre lo que yo quiero… Ahora, pagafantas… te voy a enseñar lo mucho que me desagrada que discutas mis decisiones.
- Solo (trague saliva, acojonado)…, he expresado mi opinión…
- ¡Pon tus manos ahí y saca tu culo! Que voy a domarte... para que sepas las consecuencias de tu insumisión y nunca más saques los pies del tiesto.
Nada más apoyar mis manos en la mesa y dejar expuestos mis glúteos desnudos, Devora se arrimo a mí, notaba su excitante figura detrás de mí, su cuerpo rozaba mi piel lánguidamente y fui sacando mas y mas mi culo, intentando acercarme más y más a su tentador cuerpo…
Cuando más lo deseaba, sus manos comenzaron a acariciar mis glúteos, a recorrerlos lentamente, a agarrarlos intensamente… pongo mi culo desnudo en pompa, deseando que siga con sus caricias en mi trasero.
De pronto, su mano plana se estampo contra mi glúteo derecho, el azotito, me devolvió a la realidad y recordé aquel video de FemDom…
- Gracias, Ama
- ¿Ese es mi nombre?... me gusta … parece que necesitabas de una terapia punitiva para aceptarme…
Sus manos magreaban mis glúteos, los recorría con sus largas uñas, los pellizcaba y me los golpeaba… el izquierdo
- Gracias, Ama
- ¿Ves como aprendes?... ¿Tendré que instruirte periódicamente?… para re-educarte… ¡Cuéntalos, maridito!…
Sus afiladas uñas arañaban mis nalgas expuestas a su albedrio… zas
- Tres, Gracias Ama
Poco a poco los azotes son más frecuentes que las caricias… zas, zas… su mano caliente golpea cada vez con más intensidad… zas, zas…
- Siete, Gracias Ama
Noto sus dedos descender, sus uñas abrirse paso por el desfiladero que termina en mi culo, lo que me obliga a separar mis nalgas y facilitar su acceso a mis huevos… que vuelve a atrapar para volver a presionar mi excitada y engordada poya
- ¿Te gusta?... eehhh
- Si… mucho… agg…
- ¿Te duele?... jajajja…. Es lo que tiene una terapia punitiva… No lo sabías, bobalicón
Suelta mis genitales, se vuelve a poner de pie, a mi espalda, acerca su pubis a mi culo, me pongo de puntillas para elevar mis glúteos lo más posible y conseguir el máximo contacto con mi torturadora. Entonces vuelve a separarse… zas, zas…, sus azotes son cada vez más fuertes… zas… sus risas, me demuestran que está disfrutando con mi castigo o con mi entrega…
- Aggg, 10, Ay, Gracias Ama
Cuando me quejo, me acaricia el glúteo, lo que resulta un bálsamo para mí y me permite soltar mi frase de agradecimiento… Ella cambia de glúteo, aunque debo tener los 2 sonrosados y arañados ya…zas, zas
- Ay, 12, Gracias Ama
Se arrimo a mi culo en pompa…
- ¿Has aprendido que mis decisiones son incuestionables?, ¡esclavo de mierda!
- Si, Ama
- Sorprendentemente yo también he disfrutado, domándote y me ha servido para que me reconozcas como tu Ama. No sabía que tenía un punto de Sádica y ¿tu?
- Si… pensaba que no era masoquista, pero como no gozar con su tratamiento…
- Te aplicare Terapia Instructiva, todas las semanas… para que verifiquemos y profundicemos en nuestras recién descubiertas inclinaciones …
- Si es su gusto. Vale, pero que conste que me asusta el dolor…
- Voy a reventar todos tus límites, ¡sumiso mío! y veras como disfrutaremos los dos ... Me has puesto cachonda… ¡Date la vuelta!
Según me doy la vuelta, me da una bofetada
- 13, Gracias Ama
- ¡Túmbate!, Puta… que voy a cabalgarte
Me tumbo en el suelo, boca arriba, mientras Ella se quita las bragas. Su pie recorre mi cara, lo beso con pasión, pero de nuevo me golpea la mejilla con la planta de su curvilíneo pie
- 14, Gracias Ama… 15, Gracias Ama..
Desciende hacia mí, coloca su vulva en mi boca, me sumerjo satisfecho entre sus genitales, estimulo su clítoris, hasta notar sus jugos vaginales.
Se desliza hacia abajo, arrastrando su pubis por encima de mi cuerpo, dejando un reguero de su néctar caliente en mi piel. Marcando su posesión de una nueva forma y estimulando mi libido como nunca imagine…
Al llegar al final de mi abdomen se sentó, recorrió con sus afiladas uñas mi cuerpo y me pellizco con saña los pezones... Finalmente coloco sus bragas en mi cara…
- ¡Esnifa mi olor!
Subyugado por su perfume, me excite todavía más. Al sentir sus labios vaginales absorber mi empinada verga y montarme sin piedad, estuve a punto de correrme… sabía que no debía hacerlo y me contuve...
- ¡Ni se te ocurra correrte! Capullo… hasta que yo te diga
Sus paredes vaginales se acoplan como un guante a mi erguida poya, la engulle con pasión, me succiona como si quisiera apoderarse de mi cuerpo, entra-sale con una fuerza irresistible, como si fuera su objeto sexual, la veo encima de mí como una Amazona, cabalgando sobre su montura como una salvaje…
- ¡Ahora!... Entrégame tu fiebre… puta
Me deje llevar y la entregue hasta la última gota de mi semen.
- ¡Bien!... mi putita viciosa.
- ¡Qué placer!... mi Ama
… /…
Aquella primera terapia punitiva, supuso varios cambios en nuestras costumbres, que cuando la apetecía volviéramos a tener una nueva sesión de castigo y que desde entonces cuando Devora lo estimaba conveniente en público nuestro tratamiento fuera de Ama y esclavo.
Todos los días venia a comer en el restaurante donde trabajaba su amiga dominicana, en su presencia yo la llamaba Ama, siempre elegía su comida y la mía… y cuando la dominicana se sentaba a nuestra mesa, para la sobremesa, yo me levantaba y me iba a trabajar… Cuando la dejaba en sus quedadas de los viernes, como tenía prohibido saludar, me bajaba del coche, abría su puerta, la ayudaba a salir, besaba su mano como el domado marido sumiso en que Ella me había convertido y se iba como una imponente cazadora, sin mirar atrás, libre e independiente. Mientras yo la contemplaba, admirando su esplendida figura alejarse, me sentía suyo, dependiente y desconsolado por su abandono coyuntural.