Follando en los baños del centro comercial
Follo con un desconocido en los baños de un centro comercial mientras su esposa esta en la tienda. Follo también con el guardia de seguridad que nos pilla follando.
Hola voy a contarles lo que me sucedió una tarde en el centro comercial el corte ingles. Esta de compras en el piso de lencería y un señor de unos sesenta años no paraba de mirarme. En particular sus ojos no se separaban de mi escote que dejaba ver gran parte de mis tetas. Yo con mis cuarenta años, mis grandes tetas, y mi vestido ajustado claramente lo atraía. En un momento mientras su mujer estaba en el probados el tío me propuso pagarme 200 euros para que le haga una mamada en los servicios. Me calentó su actitud. Acepte y nos dirigimos al servicio de discapacitados. Entramos los dos y el precipitadamente cerró la puerta. Se sentó y saco su flácida polla. Yo me arrodillé frente a él y me puse a mamarle su polla. Después de unos minutos me hizo parar y quitarme el vestido para ver mejor mis tetas. Agarró mis tetas y las empezó a manosear. Luego las saco del sujetador y se puso a chuparlas. Luego me hizo quitar las bragas, sentarme en el inodoro y abrir las piernas. Me dio una mamada de infarto, me penetraba con su lengua, metía también sus dedos y mordía suavemente mi clítoris. Yo empecé a gritar de placer.
Entonces se abrió la puerta y vimos que era un guardia de seguridad. El hombre al ver la escena nos dijo o la follo yo también o terminan en comisaria. Yo acepte lo primero. El guardia cerró la puerta y los dos hombres me manosearon a su antojo. El guardia en un momento me hizo apoyar con mis brazos en el lavabo y me penetró por el coño. Una vez el guardia se corrió el hombre maduro me dijo te destrozo el culo, zorra. Tras lo cual se puso a encularme. El desconocido me dio una enculada riquísima. El tío se corrió en mi culo. Entonces sentí que mi cuerpo temblaba y llegué al orgasmo.
Después de mi orgasmo los dos se masturbaron en mi cara y me llenaron de leche caliente por mi cara y mis tetas. Se marcharon del baño y yo me lavé y me vestí. Al volver a la tienda el desconocido estaba con su mujer como si nada. Yo con los 200 euros me compre lencería para estrenar en una futura aventura.