Follando en el pinar

Desde la carretera vimos aquel pinar... No podiamos seguir aguantando las ganas de follar, así que los pinos fueron testigos de aquel polvo...

Hacía una tarde estupenda y decidimos detener el coche junto a un pinar que habíamos divisado desde la carretera. La comida, copiosa, nos había dejado el cuerpo algo aletargado, aunque la bebida, también abundante, agudizaba nuestros sentidos, invitándonos a gozar del placer del sexo así que… para qué desaprovechar el momento…?

En nuestras mentes se debatía un duelo entre el descanso y el desenfreno.

Salimos del vehículo y sin hablarnos nos sentamos bajo la sombra del pino más frondoso que encontramos. Nos miramos y vimos el deseo en los ojos del otro. Nuestras bocas se juntaron como atraidas por la gravedad de la Tierra. Al momento las lenguas se entrelazaron buscándose, reconociendose y saboreando la excitación propia y ajena. Nuestros sexos empezaron a despertar, el mio se humedeció rápidamente y el tuyo se fue hinchando hasta quedar totalmente tenso. Continuamos asi un ratito, sin tocarnos, con nuestros labios pegados en un sello de complicidad.

Fuimos resbalando hasta quedar acostados uno al lado del otro sin que nuestras bocas se separaran en un solo instante. Los brazos, inactivos hasta ahora, se movieron buscando el cuerpo del otro, abrazándonos a oscuras, pues teníamos cerrados los ojos. Enseguida, mis manos y las tuyas buscaron la piel del otro, metiéndose debajo de la ropa que llevabámos puesta. Me desabrochaste el sujetador, liberando mis tetas mientras te quitaba la camisa y te besaba el cuello. Bajando, mi lengua saboreó tu pecho mientras que mis labios apresaban tus pezones regalandoles pequeños mordisquitos. Tú hiciste lo mismo conmigo en cuanto tuviste ocasión. Cogiste mis tetas entre tus manos y las acariciaste un rato. Pellizcaste mis pezones que estaban duros, apuntándote, y sentías como cada vez se endurecían más en tu boca. Mientras, yo te bajaba los pantalones y despues los calzoncillos, dejandote totalmente desnudo a tu disposición.

Al fin podía hacer lo que en ese momento más deseaba… Te agarré la polla, apretándola con fuerza, mirandola con deseo, mientras te la meneaba. Siempre te ha gustado mirar como lo hago… volviendome loca con esa inmensa polla que tanto me gusta entre mis manos. Luego te cogí los huevos acariciándolos suavemente, como a ti te gusta.... Los tenía dentro de mi mano y jugaba con ellos. Me quitaste el botón del pantalón, bajaste mi cremallera y de un tirón me desnudaste. Tu mano me acaricio los muslos y despues la subiste hasta el coño tocandolo por fuera y por dentro hasta que tuviste toda la mano empapada de mis jugos. Me acariciaste el clítoris e introdujiste tus dedos en mi vajina, sacándolos y metiendolos con un ritmo que me hizo correrme entre suspiros. Yo todavia con tu polla en la mano, me la acerqué a la boca, saqué la lengua y te lamí todo el glande, limpiandolo de algunos liquidos que habian aflorado de la excitación. Luego, bajando la lengua recorrí todo tu rabo hasta llegar a los huevos que tambien lamí con ánsia, y abriendo la boca me meti uno dentro, chupándolo con ganas… después el otro y por fin introduje tu polla en mi boca… primero el inmenso capullo y poco a poco la fui metiendo más hasta que me llegó a la garganta. Mientras iba succionándola me afanaba en apretartela con mis labios, mientras oía tu respiración entrecortada, que me ponía más y más caliente….

Te diste la vuelta para hacer un 69 y me abriste bien las piernas. Mi coño estaba justo frente a tu boca. Lo besaste, después abriste la boca y me lo mordiste despacio, me chupaste el clítoris como si fuese un chupete, y sacando la lengua me limpiaste bien todo mi coño empapado, por fuera y por dentro. Tenía todos los pelitos mojados y me los chupaste con gusto, aunque no dabas abasto pues cada vez se me mojaban mas. Tanto placer estaba volviendome completamente loca…; loca por ti, por tus movimientos… loca de ganas porque me follaras

Apartaste la cabeza de mi coño, pues estabas a punto de correrte y deduje que querias hacerlo en otro sitio. Tenías tu dedo dentro de mi culo que con el movimiento y las caricias se me estaba abriendo. Me diste la vueta y me pusiste con el culo en pompa. Me abriste más el culo y me echaste saliva dentro mientas que tus dedos agrandaban y relajaban mi agujerito mas y mas. Cuando viste que ya estaba preparado, pusiste tu polla en la puerta y empujaste un poco, mientas yo solté un gemido de placer. La saliva que habia en tu polla y mi ano surtieron efecto y resbalando poco a poco me metiste todo el rabo dentro. Esto me hizo daño, pero estaba demasiado excitada para parar. Luego sentí tanto placer, que no dejaba de decirte que me gustaba, que no parases de follarme el culo… más fuerte. Mmmmmmmm… me sentía como una auténtica zorra, y me encantaba. Fuiste obediente, y nos movimos un ratito sacandola y metiendola cada vez más deprisa hasta corrernos entre gritos y espasmos de placer, mientras tú no dejabas de apretarme las tetas.

Despues jadeantes y sudorosos, nos tendimos uno al lado del otro, contemplando la naturaleza y recordando los momentos pasados. Grabándolos en nuestras mentes para no olvidarlos jamás.

MartaSexy

martasex69@hotmail.com